La sexta entrega de terror llega esta semana a las salas de cine. Ghostface vuelve a la carga, esta vez la trama se ambienta un año después de los asesinatos ocurridos en Woodsboro. Las hermanas Samantha Carpenter (Melissa Barrera) y Tara Carpenter (Jenna Ortega), tratan de retomar sus vidas en Nueva York, junto a sus amigos Chad (Mason Gooding) y Mindy (Jasmin Savoy Brown). El grupo de jóvenes se verá enfrentado nuevamente a la amenaza del enmascarado personaje, que los acechará sin descanso.
Esta película es intensa y sangrienta, el ritmo no decae en ningún momento, nos tiene expectantes de qué irá sucediendo, quiénes morirán, quién es el sospechoso que se esconde tras la máscara. En este sentido funciona muy bien, porque de verdad asusta al espectador y además, lo impacta también.
En esta entrega hay personajes nuevos y otros de antaño como Gale Weathers interpretada por Courtney Cox, que es el único personaje que ha aparecido en todas. También hay novedades, se integra Dermot Mulroney como Williams, un policía. Además, reaparece un personaje… Las actuaciones están bien, obviamente llama mucho la atención ver a Jenna Ortega que saltó a la fama con la serie Merlina, haciendo acá un personaje muy diferente, que la joven interpreta bastante bien, tiene mucho carisma. Su hermana en la ficción, se lleva el peso dramático de la historia y también, realiza una correcta interpretación.
Acá podemos ver muchos de los clichés de este género de películas, corridas, sangre, muertes que impactan, sospecha… de todo, el suspenso está muy bien logrado. Si le gusta el terror, sin duda pasará un buen rato o mejor dicho uno terrorífico, en más de una ocasión se tomará la cara asombrado con lo que pasa, saltará del asiento o pegará un grito haciendo honor al título de la película.
Directores: Tyler Gillett, Matt Bettinelli-Olpin
Duración: 123 Minutos
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