Por Musia Rosa
Martín (Antonio Campos) llega a una hermosa casa frente al mar, donde lo recibe cariñoso el perro, mientras la madre (María Izquierdo), sentada en la terraza, se sorprende de su llegada y del golpe en la frente que el adolescente presenta y que no quiere explicar que o quién lo ha causado.
La película transcurre en un ir y venir de lugares, con sucesos fugaces, sentimientos escondidos, o ausentes, emociones controladas, indiferencias, también histerias, que confluyen todas a la línea central, a las ausencias de diálogo y comunicación, donde el joven protagonista mantiene un mutismo rayano en el autismo, lo que preocupa a la madre y a la hermana, sin saber a donde lo conduce y como solucionar esta situación.
El director Nicolás Acuña (Cielo Ciego, Paraíso B) se toma su tiempo y estilo para expresar este desasosiego e infelicidad. Los personajes se mueven frente a una cámara fija, la que sólo se inclina lentamente en picado cuando Martín desde una roca mira el vacío sugerente…. La lentitud, que resulta aplastante en la impotencia de encontrar un sentido a la historia, mantiene, ella misma, el ritmo y el interés hasta el fin.
Todo esto, más una impecable fotografía, grandes actuaciones, buen sonido y música, conforman Bahía Azul de Acuña, la que nos lleva a un Antonioni de los años 60, guardando las distancias, pero no tan lejos.
Ficha técnica
País: Chile
Año: 2012
Calificación: Todo Espectador +7
Género: Drama
Duración: 90 minutos
Elenco: Antonio Campos, María Izquierdo, Trinidad González, Mariana Loyola, Carmen Gloria Bresky, Catalina Saavedra, Marcial Tagle.
Director: Nicolás Acuña