jueves, 29 de agosto de 2019

Mejor que nunca - Por Jackie O.

Primero que todo debo señalar que el nombre es muy bien atinado, en vez de su título original “Poms”, que no expresa nada.

Según lo que supe por ahí, la directora británica Zara Hayes se interesó en hacer un proyecto sobre porristas cuando encontró una foto de un grupo conformado por mujeres de 60 y 70 años. Pronto descubrió que había decenas de grupos formado por mujeres mayores.

Así nació “Mejor que nunca”, el primer largometraje de ficción de su carrera.

Martha (Diane Keaton) es una mujer sola, sin hijos ni amigos ni familiares, y tiene cáncer. Agotada de los tratamientos decide vender todas sus pertenencias e irse a una comunidad de gente mayor acomodada, para vivir tranquila sus últimos días.

Martha es una persona pesimista, que espera prácticamente la muerte, cuando se instala en esta comunidad le agobia tanto positivismo que existe entre los adultos, que prefiere aislarse. Pero no sabe que cuenta con su vecina que es lo opuesto a ella. Y quien la incentiva a “vivir con alegría”.

Debido a ello, Martha le cuenta un sueño frustrado, el de haber sido porrista. Por lo que ambas crear un grupo, donde con altos y bajos lo conforman con septuagenarias y octogenarias vecinas.

La relación entre Diane Keaton, nuestra protagonista, y el resto del elenco de destacadas actrices como Jacki Weaver, Rhea Perlman, Pam Grier y Alisha Boe se convierten en lo más rescatable de esta cinta, pero sus roles no logran profundizarse.

El guion toca excelente temas como la vejez, la muerte, los sueños frustrados y la amistad, temas que conectan al espectador y puede llegar a identificarse, ya que todos vamos para allá, y además tenemos familiares de esa edad. Pero no desarrolla un hilo narrativo fijo, sino que tiene altos y bajos.

La comedia solo tiene momentos divertidos, pero a veces tiende a ridiculizarlas.

Una película que a pesar de sus falencias debería ver un público de todas las edades, para generar conciencia de que las personas viven cada vez más, incentivándolos a realizar diversas actividades, y compartir con ellos ya que merecen vivir bien hasta sus últimos días.

LO BUENO: Los temas tratados para concientizar a las personas. Y el casting, es total.

LO MALO: La dirección, no supo la directora guiar a moustros de la actuación. Y el guion tenía altos y bajos sin profundizar los temas que son muy buenos.

Ficha técnica

Título original Poms
País: EEUU y Reino Unido
Dirección: Zara Hayes
Guion: Shane Atkinson
Género: Comedia 
Duración: 91 minutos
Música: Pedro Bromfman
Reparto: Diane Keaton, Jacki Weaver, Pam Grier, Celia Weston, Rhea Perlman, Charlie Tahan, Bruce McGill, Alisha Boe, Phyllis Somerville
Productores: Rose Ganguzza, Kelly McCormick, Celyn Jones, Alex Saks, Sean Marley, Ade Shannon, Andy Evans

El Hombre del Futuro - Por Juan Pablo Donoso

Uno de los mejores largometrajes del reciente SANFIC 15 (Santiago Festival Internacional de Cine). Y nos enorgullece que sea chileno.

Co-producción con Argentina. La acción transcurre en nuestra Patagonia con deslumbradores paisajes naturales.

Pertenece al sub género de los filmes “ruteros” - todo sucede durante un trayecto - donde gradualmente nos vamos familiarizando con los viajeros, sus familias, sus recuerdos, sus tristezas y sus dolencias.

El personaje central es un camionero anciano y enfermo llamado Michelsen. Ha pasado su vida transportando carga en las regiones de Cochrane, Villa O´Higgins, Tortel, Paso Mayer y tantas otras.

Lo acompañamos en su último viaje antes de acogerse a retiro por motivos de salud.

Recoge en el camino a una muchachita argentina bastante aguerrida que, al acompañarlo, le recuerda a su hija Elena, de edad similar. A su vez, Elena (Antonia Giesen) decide abandonar el colegio en Cochrane, dejar atrás a su madre y a su pareja lesbiana, para ir a competir como boxeadora a un campeonato argentino. Y para ello viaja junto a otro camionero llamado Cuatro Dedos (Roberto Farías), antiguo camarada de su padre.

Durante los trayectos se van revelando los caracteres, circunstancias y valores de vida de todos estos personajes, incluyendo a los anfitriones habituales de las rutas.

Madura, serena, lenta pero inmensamente humana y grata de seguir. Extraordinarios subtextos; grandes silencios cargados de elocuencia.

El realizador Felipe Ríos, junto al Director de Fotografía, E. Bunster, irradian amor por sus personajes y por los panoramas sureños.

Difícil y admirable producción para aprovechar los diversos estados climáticos y horarios lumínicos.

La actuación protagónica de nuestro conocido actor José Soza es una de las más logradas de su extensa carrera. Cada silencio, frase, mirada o primer plano nos transmite una honesta emoción. Otro tanto comunica Roberto Farías con la fluida espontaneidad y nobleza del trabajador de nuestras tierras. Las muchachas y demás personajes secundarios contribuyen al friso actoral.

Aunque es difícil deducir a qué se debe el título, este sentido viaje plantea el tema del desarraigo familiar debido al tipo de trabajo de los solitarios camioneros y sus familias.

Un canto a la reconciliación con el pasado.

BELLÍSIMO Y LOGRADO FILME NACIONAL CON EXIMIAS ACTUACIONES E INOLVIDABLES PAISAJES. MUY RECOMENDABLE.

Ficha técnica

Drama rutero Chile - 1,36 hrs. 
Fotografía: E. Bunster 
Edición: Nicolás Goldbart 
Diseño Prod.: Amparo Baeza 
Actores: José Soza, Antonia Giesen, Roberto Farías 
Guionista y Director: Felipe Ríos Fuentes

El Bailarín - Por Juan Pablo Donoso

En inglés se llama El Cuervo Blanco - y con ello el actor y director inglés Ralph Fiennes alegoriza la vida y el temperamento del bailarín ruso Rudolf Nureyev.

Basada en la biografía escrita por Julie Kavangh, esta versión fílmica destaca sólo determinados aspectos de su vida y, discretamente, encubre otros.

En todo caso, es una superproducción con deslumbrantes momentos de ballet, con secuencias que nos permiten saber mucho de su vida y, en especial, va orientada a su espectacular escape de la compañía rusa para exiliarse en Francia durante la Guerra Fría.

Lo identifican con un “cuervo blanco” por su carácter rebelde a permanecer subyugado a la Unión Soviética. Un cuervo de color distinto a los demás.

Era un insurrecto tanto a su vida artística como afectiva, ya que la homosexualidad era severamente castigada en la URSS de aquellos tiempos.

Sólo aquí, en Occidente, podría realizarse como bailarín y persona.

Las cinco semanas triunfales que Nureyev vivió en París van barajadas con raccontos de su infancia de niño pobre campesino, y de sus inicios en la famosa Compañía de Ballet de Leningrado.

Allí pudo ser acogido paternalmente por su profesor Alexander Ivanovich Pushkin (Ralph Fiennes), su esposa (Chulpan Khamatova), y desarrollar las técnicas de su talento natural.

Quienes exijan un retrato integral de la personalidad e inclinaciones de Nureyev verán frustradas sus expectativas. La película privilegia otros aspectos que, de por sí, son también dignos de elogio.

La pasión de Fiennes por el ballet colman este filme con hermosura, solidaridad y buen gusto.

El alto presupuesto - 5 millones de euros - otorgado por el Instituto Fílmico Serbio permitió dar la magnificencia de una superproducción.

El joven actor Oleg Ivenko, además de eximio bailarín fue muy bien escogido para interpretar los tormentos emocionales de un artista que se sentía encarcelado para expresar su vocación.

Adecuados personajes secundarios - desde su maestro y la debilidad de su esposa, sus compañeros, su madre pobre y hermanitas campesinas, los burócratas y, muy especialmente, su amiga chilena Clara Saint (Adèle Exarchopoulos) quien fue pieza fundamental en su fuga.

Todos estos ingredientes culminan en una muy lograda secuencia de suspenso para su famoso escape del aeropuerto Le Bourget de París.

La cinta es un largo y glamoroso relato que resalta la amistad, el coraje y el tesón con que el joven prodigio luchó para alcanzar la cumbre de su carrera.

BIOGRAFÍA PARCIAL DE NUREYEV QUE, SIN MENTIR, SÓLO DESTACA VALORES DE CORAJE, SOLIDARIDAD Y HERMOSOS MOMENTOS DE BALLET.

Ficha técnica

Título Original: The White Crow 
Biografía, drama, ballet 
Cine-Arte Patricia Ready Inglaterra, Francia, Serbia - 2,07 hrs. 
Fotografía: Mike Eley 
Edición: Barney Pilling 
Música: Ilan Eshkeri 
Diseño Prod.: Anne Seibel 
Guion: David Hare 
Actores: Oleg Ivenko, Ralph Fiennes, Louis Hofmann 
Director: Ralph Fiennes

miércoles, 28 de agosto de 2019

El hombre del futuro - Por Carlos Correa

Felipe Ríos Fuentes es el autor y director de esta cinta chilena que participó en el SANFIC 15. La película narra la historia de Michelsen -José Soza-, un veterano camionero austral que está al borde del retiro. Los años no han pasado en vano, Michelsen está enfermo y viejo, su jefe le acaba de anunciar su último viaje -que es en rigor su despido- y parece que el ciclo de la vida se vierte sobre él. Elena -Antonia Giesen- su hija, no quiere saber nada de su padre, rehuye de él, lo rechaza y también emprende un viaje al sur para participar en una pelea de boxeo. Y hablamos del sur de Chile, muy muy al sur, Cochrane, Villa O Higgins y Caleta Tortel.

La fotografía de Eduardo Bunster es maravillosa. Retrata el Chile austral con una mirada artística y llena de sutilezas. Asimismo, los encuadres a los protagonistas son muy acertados y precisos. Podemos percibir sus rostros en detalle, primeros planos arrebatadores muestran la vejez de Michelsen, su historia, sus reproches, su sufrimiento interior, el ocaso de su vida. También se centran en la juventud de Elena, su rebeldía, su opresión, sus ansias de vislumbrar nuevos rumbos. Ambos personajes están en extremos opuestos, tanto por su edad como por la situación que la vida les ha deparado.

Ríos compone un relato que se soporta mayormente en la actuación de José Soza. Cuando él está presente, la pantalla se llena. Cuando sale, hay un bajón natural hasta que regresa. Los personajes secundarios también tienen un ligero desbalance. El mejor, sin duda, y tal vez el mejor actor secundario de las películas del SANFIC 15, es Roberto Farias que interpreta a un colega camionero que lleva al sur a Elena. Su mirada es aguda, sus comentarios justos y su mensaje extremadamente claro. Otros secundarios, como la joven turista argentina que se sube al camión de Michelsen, no logra convencer. Tampoco demasiado la madre de Elena y en cierta medida las dos mujeres -madre e hija- que reciben al protagonista en su tránsito austral.

“El hombre del futuro”, título extraño y motivo de debate del Jurado SIGNIS en el SANFIC15, es una propuesta diferente e interesante. Plantea más interrogantes que respuestas. Posee un guion inteligente -aunque tal vez a ratos con un ritmo muy cadencioso- que nos transporta directo a lo sentimientos de los protagonistas en un viaje que puede ser interpretado de muchas formas. Aquello es lo más valioso de la cinta, el recorrido ascendente y descendente de sus protagonistas, su interioridad profunda y la vital conexión padre-hija. Un acierto para una de las películas más destacadas del SANFIC 15 y que ya está en nuestra cartelera.

Ficha técnica

Título original: El hombre del futuro
Año: 2019
Duración: 96 minutos
País: Chile
Género: Drama
Guion: Felipe Ríos Fuentes
Fotografía: Eduardo Bunster
Reparto: María Alché, Roberto Farias, Giannina Fruttero, Antonia Giesen, Amparo Noguera, José Soza
Dirección: Felipe Ríos Fuentes

Boda sangrienta - Por José Blanco Jiménez

Hace ya muchos años que intenté definir el cine de horror para distinguirlo del cine de misterio y de los géneros splatter ygore. En síntesis, me interesa recordar que su principal característica es la de producir situaciones que estremezcan al espectador, lo hagan saltar en su butaca y le ericen los cabellos. Para conseguir esos efectos, debe haber una atmósfera de pesadilla y situaciones irracionales, producidas por personajes inquietantes y/o monstruosos.

Si no se cumple con estos requisitos, se corre el riesgo de producir una comedia de terror y la mejor comparación se encuentra en el Frankenstein de James Whale (1931) y la reinterpretación Frankenstein Junior de Mel Brooks (1974).

La película tiene dos directores que, por desgracia, no hacen uno: Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin. Su labor tiene gusto a televisivo, acentuando ciertos aspectos rayanos en lo risible, como insistir con la música de 1812 de Tchaikosky o de otros temas clásicos que no vienen al caso. Sin olvidar una vieja canción dedicada al juego del escondite (Hide and Seek), que es la base de la temática de la película.

En resumen: Grace, una rubiecita que va para los 30 años, se casa con el joven componente de una familia millonaria y debe someterse a un rito antes de partir a vivir con su esposo. Los suegros y cuñad@s se comportan de manera extraña y aun más extraño es el rito, que consiste en sacar un naipe de una caja misteriosa, que ha sido heredada de un inquietante antepasado y que indica el juego que se deberá llevar a efecto.

A la jovencita le sale la carta “Hide and Seek” y deberá jugar al escondite. Sólo que, si la encuentran, la matarán. Es nada más que el comienzo de la película. De ahí para adelante, la joven será “cazada” por el resto de la familia, a pesar de la oposición del flamante marido.

Similar a otras películas por el estilo, no consigue el suspenso de clásicos como La mansión siniestra (House on Haunted Hill, de William Castle, 1959) y ciertos episodios – que deberían ser trágicos, como la muerte de las sirvientas – mueven a risa. Pero se supone que no es una comedia, a pesar de lo inverosímil.

La protagonista es la australiana Samara Weaving, que tuvo un rol secundario en 3 anuncios por un crimen (Three Billboards Outside Edding, Missouri, de Martin McDonagh, 2017), es sobrina de Hugo (el Agent Smith de Matrix) y tiene el mismo “look” de Amanda Seyfried o de Emma Stone. Y ya que de “look” hablamos, creo que Andie MacDowell (que hace lo que puede con el papel de la “suegra”) con su aspecto hará dudar a más de alguna espectadora si hizo bien en usar los cosméticos que publicitaba hace algunos años.

(Ready or Not. USA, 2019)

Presidente bajo fuego - Por José Blanco Jiménez

El escocés Gerard Butler ha protagonizado muchísimas películas, incluso de corte romántico, pero ha quedado marcado con el personaje del espartano Leónidas que se enfrenta a los persas en las Termópilas (300, de Zack Snyder, 2006). No es un superhéroe, sino un héroe que no tiene poderes y se vale sólo de su inteligencia y de su fuerza muscular.

Ėse es precisamente Mike Banning, el que ya ha salvado dos veces al Presidente de los Estados Unidos en Ataque a la Casa Blanca (Olympus Has Fallen, de Antoine Fuqua, 2013) y Londres bajo fuego (London has Fallen, de Babak Naiafi, 2016). Siguiendo con los juegos de palabras, ya no son el Olimpo ni Londres los que caen, sino un “ángel”, esto es el mismísimo Banning que – acusado de atentar contra el Presidente y el gobierno – deberá enfrentarse a sus ex amigos del Servicio Secreto y al FBI. La historia tiene un desarrollo previsible a través de grandes persecuciones, balaceras y el infaltable enfrentamiento final cuerpo a cuerpo con puñal en mano.

Hasta ahí la fábula. En cuanto al relato, todo está en cómo desarrollar un argumento tan frágil. Pero resulta que Banning tiene todavía alguien a quien recurrir: su padre, que lo abandonó cuando era niño y al que siempre le ha seguido la pista. Lo interpreta Nick Nolte y es el elemento simpático de la película, aunque muy caricaturesco.

Calificar todo lo dicho de “increíble” me parece inútil, porque hay que aceptar que el cine es así. La camioneta me recordó el trineo con motor que Steven Seagal (en uno de sus bodrios cinematográficos) encuentra en un nevado despoblado para salir del paso. Sin contar con que se va al traste la presunción de inocencia, porque todos dan por culpable al protagonista, menos el herido Presidente (un Morgan Freeman, que parece divertirse con su rol), que impone su autoridad para permitirle actuar.

El director Ric Roman Waugh trabajó como stuntman y se nota. Banning es un taumaturgo capaz de ejecutar todo tipo de acrobacias a pesar de sus heridas de guerra y de estar aplastado por sus recuerdos. El resto de los actores son verdaderas maquetas: Danny Huston es un “malo” predecible; Tim Blake Nelson un vicepresidente de opereta; Jada Pinkett Smith, con 1,52 metros, una inclaudicable jefa del FBI (¿pretendían generar una nueva Jodie Foster?); Lance Reddick, el correcto recepcionista de John Wick, intenta dar ambigüedad a su personaje de agente de seguridad. Y – por si algunos no se han dado cuenta – la esposa de Mike ya no es Radha Mitchell, sino Piper Perabo. A decir verdad, yo no me había dado cuenta.

En suma: entretención de cliffhanger al más puro estilo de los años ’50, con efectos especiales del siglo XXI, que incluyen un ataque con drones y la destrucción de un gigantesco recinto hospitalario.

¿Y el “jovencito”? Se le puede ver también en un “bonus track” de dudosa comicidad.

(Angel Has Fallen. USA, 2019)

martes, 27 de agosto de 2019

El ángel en el reloj - Por Jackie O.

“Vivir aquí y ahora”

Cáncer, una palabra que solo escucharla nos provoca rechazo, tristeza y hasta rabia. Pues acarrea mucho sufrimiento, no solo el paciente sino su entorno en general.

La palabra cáncer en ningún momento se menciona en esta cinta animada. Pero sí te muestra lo suficiente para identificarla.

La pequeña Amelia que solo desea disfrutar su edad, a sus padres y a no tomar más medicinas, tiene una obsesión con los relojes, pues desea con todo su corazón detener el tiempo.

¿Pero qué pasa cuando su deseo se vuelve realidad?

Se transforma en una aventura tal como Dorothy en el Mago de Oz, donde se embarca nuestra querida Amelia y conoce a su ángel llamado Malachi, a dos pequeñas especies de hadas, al Capitán Manecillas y Balzac, quienes deberán unirse y luchar contra el “No tiempo”.

“El ángel en el reloj”, comienza como drama pero luego se trasforma en una aventura, haciéndola atractiva tanto a adultos como a los niños.

El tipo de animación de esta película se acerca más al japonés que al americano.

Su narrativa es simple y divertida. Con unos colores muy vivos para atraerte más, con personajes graciosos y emotivos, dejándote un mensaje muy positivo.

Su guion es entendible y acorde a lo que te está mostrando, pero puede que sea confuso para los más pequeñitos. Por lo que el adulto debe interferir en explicarle algunos de esos mensajes positivos.

Tomar una enfermedad catastrófica y llevarla a la animación con mensajes usando el reloj como fuente crucial: el control del tiempo. Fue una forma muy inteligente de abordarlo por parte del Director y su equipo.

Una productora que está trabajando películas donde se abordan temas sociales, de una forma que captará nuestra total atención, con la empatía y respeto que se merecen los temas tratados, sin perder la atención para el público más pequeño.

Dejemos de pensar en el pasado, no nos angustiemos por el futuro… lo importantes es el aquí y el ahora.

Ficha técnica

2018 - México
Director: Miguel Ángel Uriegas
Música compuesta por: Manuel Vázquez Terry
Guion: Miguel Ángel Uriegas, Miguel Bonilla, Rosana Curiel
Productores: Miguel Ángel Uriegas, Jaime Romandía.
Fotosíntesis Media.

sábado, 24 de agosto de 2019

“Cancion sin nombre”, premio SIGNIS en el SANFIC 15

El largometraje debut de la directora peruana Melina León, fue distinguido con el premio SIGNIS a la película más destacada en la Competencia Internacional del SANFIC 15.

Esta coproducción Perú-Suiza-Estados Unidos, seleccionada para ser exhibida en la sección Quincena de Realizadores del Festival de Cannes 2019, recibió el galardón por ser una profunda y conmovedora denuncia social latinoamericana. La película narra la historia de Georgina Condori, una joven andina que da a luz una bebé que desaparece misteriosamente. En medio del caos político y social de la época, Pedro Campos, un joven periodista limeño toma a su cargo la investigación del caso y emprende con ella una desesperada búsqueda.

La cinta, inspirada en hechos reales, con un guion de Melina León y Michael J. White, tiene una magnífica fotografía a cargo de Inti Briones, desarrollada en un blanco y negro lleno de matices y gradientes. El cielo plomizo de Lima se repliega en la vida gris de una familia nativa que no logra adaptarse a la vida urbana hostil a sus costumbres. La historia se desarrolla en un contexto de violencia político social que degrada, ayer como hoy, en un genocidio físico y cultural del origen mismo de nuestros pueblos.

La competencia internacional del SANFIC 15 abarcó nueve cintas de excelente nivel, entre las que destacaron la vietnamita “The Third Wife”, la chilena “El hombre del futuro”, la alemana “System Crasher” y la francesa “Amanda”.

El jurado SIGNIS estuvo integrado por Adrián Baccaro, directivo y Secretario Ejecutivo de Signis Argentina, Industria Más Cultura y Coordinador de Redes del proyecto Cine Mundo Chico, además de docente, especialista e investigador en temas de Educomunicación, Cine y Educación, Industria de la animación e Industrias Culturales; Juan Pablo Donoso, presidente de SIGNIS Chile, reconocido actor, director y dramaturgo de Teatro, Cine y TV con más de 15 documentales y 110 programas de TV y Radio; y Carlos Correa Acuña, presidente del Círculo de Críticos de Arte de Chile.

Al dar a conocer públicamente el premio Juan Pablo Donoso, presidente de SIGNIS Chile, resumió la misión de esta organización internacional como la necesidad imperiosa de “reflexionar sobre los valores humanitarios de la sociedad contemporánea a través de los medios de comunicación”

SIGNIS organiza jurados ecuménicos e interreligiosos en más de 30 festivales de todo el mundo, desde los más conocidos, incluyendo Cannes, Berlín y Venecia, a los festivales más especializados, incluyendo Mar del Plata, Zanzíbar, Hong Kong, Fajr (Teherán) y Brisbane. En ese sentido, también ofrece a sus miembros diferentes oportunidades profesionales para formar parte de estos jurados, lo que implica que, en las actividades de los festivales, las diferentes organizaciones ofrecen espacios de diálogo permanente con católicos, protestantes, ortodoxos, judíos, hindúes, musulmanes y miembros de otras religiones.
SIGNIS, como defensor de la diversidad cultural en los medios de comunicación, es consciente de la importancia de promover el cine y la producción audiovisual de aquellos países o aquellas minorías que están ausentes o pasan inadvertidos en los medios de comunicación globales buscando ayudar a dar rostro a los sin rostro, a la creatividad y a las historias de aquellos que son invisibles.

Fuente: SIGNIS Chile

jueves, 22 de agosto de 2019

Había una vez en... Hollywood - Por Juan Pablo Donoso

El talento de Tarantino está en su cúspide. Violencia, humor, sátira social y estupendas actuaciones. Es tan amena que a pesar de durar casi 3 horas quisiéramos que fuera más larga.

Distinto a sus clásicos Pulp Fiction, Perros de la Calle y Kill Bill, nos entrega un guion y tratamiento novedoso pero siempre fiel a su estilo: edición ágil y agresiva, y estupenda matización entre la comicidad y la barbarie.

Ambientada en el Hollywood de 1969, en pleno apogeo de las series de TV, donde pululan astros famosos mezclados con hippies, sabemos que la trama va conduciendo hacia la masacre de Sharon Tate, esposa del niño maravilla polaco Roman Polanski.

Seguimos a Rick Dalton (Leonardo di Caprio), un astro de las series western cuya carrera va en decadencia. Lo acompaña Cliff Booth (Brad Pitt), su doble para las escenas de peligro, fiel amigo inseparable, chofer, y ex combatiente de Vietnam.

Dalton es vecino de los Polanski. De ahí el presagio de la legendaria masacre de Charles Manson.

Durante 2 horas y media presenciamos cómo el declinante cowboy va buscando otras películas y personajes para mantenerse en boga. Mientras, su amigo, con menos ambiciones se pasea por los estudios, intercambia desafíos con Bruce Lee, y visita la granja donde habita la comunidad de los hippies alienados por la droga.

El seguimiento de estos dos personajes centrales en sus encuentros con productores y múltiples otros especímenes de la farándula cinematográfica se compone de muy variadas escenas, todas ellas mezclando el oropel de la fama con una grotesca galería de pavos reales.

Cada momento está vivo y cargado de misteriosos augurios. Es tan inteligente el guion, y son tan claras las escenas que para los actores resulta fácil encarnar a sus personajes.

Y como siempre en las obras de Tarantino, el clímax de la última media hora nos depara una apoteosis de emoción y enloquecida brutalidad.

En todos sus filmes Tarantino nos demuestra que sólo el salvajismo resuelve los problemas sociales; y los baraja con la impudicia de muchachitas que nos ponen las plantas de sus pies descalzos en primer plano.

Entre los varios cameos (fugaces pasadas de actores famosos) estarán Al Pacino como el judío Schwarz, que desde un bar maneja todos los hilos de la industria televisiva, y Bruce Dern como el viejo ciego propietario de la finca habitada por la familia Manson.

Recomendamos permanecer durante los créditos finales porque nos deparan unos mini gags llenos de la misma ironía.

TARANTINO FASCINANTE. A VIOLENCIA, VIOLENCIA Y MEDIA SAZONADA CON HUMOR NEGRO DELIRANTE.

Ficha técnica


Tragicomedia
Andes Films Inglaterra, EE.UU., China - 2,41 hrs. 
Fotografía: Robert Richardson 
Edición: Fred Raskin 
Diseño Prod.: Barbara Ling 
Actores: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie 
Guionista y Director: Quentin Tarantino

La tercera esposa - Por Jackie O.

“Una tradición que roba la inocencia y la libertad del ser humano”.

Una bien ambientada zona rural de Vietnam a fines del siglo XIX, nos muestra a un rico terrateniente del sector quien se casará por tercera vez. La elegida es May una niña de tan solo 14 años, quien deberá compartir su vida con este desconocido y sus otras dos esposas.

Delicada, emocional y cruel, imposible no empatizar con estas tres esposas que vive cada cual su historia, su fragilidad, su impotencia y su soledad.

Los diálogos a veces no son necesarios, lees en sus ojos y en sus movimientos lo que pasa, te enterneces o te angustias.

Cada personaje sea principal o secundario aporta con su historia, unas tan desolada como las otra. Todos buscan paz, compañía, serenidad…

Las tres esposas son unidad y se ayudan, no hay rivalidad ya que todas viven lo mismo. Las mayores enseñan a la pequeña nueva esposa explotar su femineidad con el fin que desea su esposo: tener hijos.

Su música cargada de tristes notas de piano y cuerda, aumenta más la melancolía de la trama.

La ambientación es fascinante pues los colores minimalistas están muy bien marcados, tonos fríos que dan a entender lo que vive cada uno de los personajes.

May no sabe qué hacer, solo observa y obedece. Aunque sabía que su rol es procrear, igual la maternidad la sorprende pues es una niña aún.

De niña a madre, su mente está en un limbo.

Unos objetos, eso es el ser humano sin dinero o una mujer sin importar su posición. El terrateniente es quien tiene los beneficios y placeres.

Un elenco mayoritariamente femenino, marca la insatisfacción femenina.

Una historia desgarradora con una belleza estética innegable.

Resulta muy atrayente además, ver los ritos o rutinas tradicionales de dicho hogar, lo que hace una puesta en escena maravillosa.

Una historia maravillosa, delicada, elegante y triste.

Película que por el momento se encuentra dentro de la cartelera Sanfic15.

Ficha técnica

Título original: The Third Wife Año: 2018 96 min. Vietnam
Dirección: Ashleigh Mayfair
Guion: Ashleigh Mayfair
Música: An Ton That
Fotografía: Chananun Chotrungroj
Reparto: Tran Nu Yên-Khê, Mai Thu Hường, Nguyễn Phương Trà My, Nhu Quynh Nguyen
Género: Drama | Siglo XIX

Monos - Por Jackie O.

“Un drama psicológico moral y social”.

8 jóvenes de aproximadamente 13 a 18 años entrenados como guerrilleros, sin contacto con el exterior, tratados como adultos, sometidos a la autoridad jerárquica de un sujeto que llaman “Mensajero”, son expuestos al peligro y a condiciones denigrantes. Pero ellos lo aceptan, viven y sienten que es su deber contribuir con la causa.

Sus actos como peleas sin sentido o actividades amorosas sin importar el género, son muestras de inmadurez y su inexperiencia en todo, ellos solo viven el momento y sienten el poder portando sus metralletas.

Su misión es cuidar y no dejar que huya su rehén, una doctora americana, pero además su superior les ordena cuidar una vaca. Así es, una vaca.

En ciertas circunstancias que verán en la cinta esta vaca muere, algo tal vez poco relevante, pero con este simple hecho comienzan de a poco incidentes y caos en el grupo.

Despojados de su identidad e inocencia, solo son “Los Monos”: Rambo, Pitufo, Lobo, Pata Grande, BoomBoom, Perro, Lady y la Sueca, los cuales se ven enfrentados a situaciones desesperadas de supervivencia, sin perder de vista su obligación que es cuidar a esta rehén, quien no duda en sus intentos de fuga.

Pero la obediencia se transforma en anarquía, los conflictos por el poder entre estos jóvenes comienza, solo actúan hormonalmente como salvajes, cazándose entre ellos si es necesario.

Un drama psicológico moral y social, donde la pérdida de la inocencia está totalmente marcada.

Los primeros planos y planos generales son muy buenos, los cuales expresan sin necesidad de diálogos el momento y la intensidad de su narrativa. Los parajes de hermosas montañas y una peligrosa selva, contribuye a la cinta.

Hay excelentes efectos de sonido.

Mala modulación de los personajes, en donde hay momentos en que tal vez te cueste entender algunas palabras.

Esta cinta te puede recordar, ya que toma algunos elementos de la película “el Señor de las Moscas” o la serie “Lost“.

Por el momento y como bien saben, la pueden ver dentro del marco del Festival Sanfic 15.

Ficha técnica

Drama. 2019 (Colombia) 1 hora 45 min.
Directores: Alejandro Landes, Christopher Soren Kelly
Reparto: Julianne Nicholson, Moises Arias, Jorge Román, Sofia Buenaventura, Laura Castrillón y Sneider Castro
Música: Micachu
Fotografía: Jasper Wolf
Productores: Alejandro Landes, Jessica Graham, Fernando Epstein, Cristina Landes, Santiago A. Zapata, Clark D. Schaefer
Premios: TIFF Awards: Transilvania Trophy

miércoles, 21 de agosto de 2019

Había una vez en... Hollywood - Por Carlos Correa

A fines de los años 60, Hollywood está cambiando. Lo que antes funcionaba, ya no, y los pilares de la industria clásica comienzan a ceder. Pero Hollywood está siempre en ebullición, lleno de estrellas, pasadas, presentes y futuras, sin distinción. Una de las primeras está siendo olvidada rápidamente y lo está pasando mal. Se trata de Rick Dalton -Leonardo Di Carpio- figura de un wéstern televisivo que ya no encuentra cabida en la pantalla grande y le cuesta mucho mantenerse vigente en el ambiente. Rick tiene un doble de acción, Cliff Booth -Brad Pitt-, que lo cubre en todas las escenas peligrosas. Cliff también es partner, consejero, chofer y asistente de Rick, en una relación que va más allá de lo profesional e incluso más allá del cultivo de una estrecha amistad. Dalton vive solo y en la colina, en una magnífica casa vecina a la mansión que comparten Roman Polanski con la bella Sharon Tate -Margot Robbie-, joven actriz de ascendente éxito.

Hablamos de la novena película del director Quentin Tarantino, quien no necesita mayor presentación. “Había una vez en... Hollywood”, que debutó en el Festival de Cannes de este año, fue recibida con mucho entusiasmo y elogiosas críticas. Fiel al estilo de su director, la película es un gran universo donde cada elemento tiene un espacio destacado. Algo notable de la narrativa de Tarantino es que no existe ningún apuro en el correr de su metraje. La cinta dura 165 minutos y no resulta larga. Es justa y precisa, porque cada escena y cada secuencia, tiene su pulso y su tiempo. Esta característica, difícil de encontrar y cada vez más escasa en el cine actual, tiene su base en la construcción del guion y en la manera de filmarlo, ámbitos en los que Tarantino tiene una mano maestra que no nos deja de sorprender.

Corre el año 1969 y acontecen varios hitos que se transforman en excelentes escenarios para dar curso a este especial homenaje. Vemos el movimiento Hippie, las extrañas sectas, los extremos ideológicos de esos años y el desenfreno junto a otras tantas situaciones propias de una época que resulta difícil de olvidar. La cinta las recorre con calma, podríamos decir que a fuego lento, permitiendo observar en primera línea esta provocativa oda a la meca del cine norteamericano.

“Había una vez en... Hollywood” no solo es un relato magistral. También tiene un conjunto de factores que potencian un discurso dramático que atraviesa diferentes géneros y formas. Uno ya clásico del autor es la música. Tarantino nos ofrece una deliciosa banda sonora compuesta de muchísimas canciones que no solo le dan contexto a la historia sino que también nos llevan directo a su momento en el tiempo. ¡Qué decir de las recreaciones! Están hechas con extrema finura y detalle. Entregan escenarios ideales para que los actores interpreten a sus personajes. El elenco también es increíble; ver juntos a Leonardo Di Carpio, Brad Pitt, Margot Robbie, Al Pacino y muchos otros, es un lujo y hay que disfrutarlo pues llenan la pantalla de carisma, personalidad y actuaciones que recordaremos por un buen tiempo. Tarantino tampoco se olvida de incluir secuencias que nos dejen con la boca abierta y en esta ocasión guarda la artillería pesada para un final desbordante, remate perfecto para una construcción perfectamente cuidada.

La expectativa que genera Tarantino es alta y tal vez por ello sus guiones son tan esperados. Incluso, se habla del estilo tarantiniano... En ese sentido, este último trabajo del genial director es una muestra que su creatividad sigue en progreso, independiente de las diferentes grados de acercamiento que puede generar. El cine de Tarantino no es fácil, es más bien incómodo. Tampoco es lineal, asume que los espectadores somos capaces de algo más y no nos trata como tontos. Su cine es desafío y propuesta, para que cada uno de nosotros pueda pensar y darle sentido a lo que presenciamos. Este cine, de alta factura técnica y de particular estética, es poseedor de una concepción artística que aspira a romper moldes y a ir más allá. Esto es lo que justamente, y muchas veces, buscamos encontrar en la pantalla grande. Un material dramático que sea una buena historia pero que además esté contado de manera mágica. Para ello no son indispensables los fuegos artificiales ni los desmesurados efectos especiales. Solo se requiere un relato bien armado, con un buen desarrollo y ejecutado con precisión, todos ellos elementos que el cine de Quentin Tarantino durante estos años ha adoptado como columna vertebral, en su esencia más pura y vital.

Ficha técnica

Título original: Once Upon a Time in... Hollywood
Año: 2019
Duración: 165 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Sony Pictures Entertainment (SPE) / Heyday Films / Visiona Romantica
Género: Thriller. Drama. Comedia | Crimen. Años 60. Comedia negra
Guion: Quentin Tarantino
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Al Pacino, Margaret Qualley, Kurt Russell, Bruce Dern, Timothy Olyphant, Michael Madsen, Tim Roth, Zoe Bell, Damian Lewis, Luke Perry, Emile Hirsch, Dakota Fanning, James Marsden, Clifton Collins Jr., Scoot McNairy, Damon Herriman, Nicholas Hammond, Keith Jefferson, Spencer Garrett, Mike Moh, Clu Gulager, Martin Kove, James Remar, Lena Dunham, Austin Butler, Leslie Bega, Maya Hawke, Brenda Vaccaro, Lorenza Izzo, Penelope Kapudija, Rumer Willis, Dreama Walker, Costa Ronin, Madisen Beaty, Sydney Sweeney
Dirección: Quentin Tarantino

Araña - Por José Blanco Jiménez

Hizo bien Umberto Eco en citar, al final de El nombre de la rosa, el hexámetro latino: “nomina nuda tenemus”. Esto porque, a final de cuentas, los hechos pasan y sólo quedan los nombres. Además, en nuestros tiempos, muchas cosas se olvidan o se hacen olvidar.

Araña es una película de corte internacional y hablada en castellano neutro, lo que le da mayor alcance y disfraza la condición no-chilena de algunos actores y actrices (con excepción de la protagonista adulta, que mantiene su tonada argentina). Con respecto a est@s últim@s no diré nombre alguno, porque no cuentan para los objetivos del relato: lo importante es que las interpretaciones son muy buenas y convincentes.

El cine de la República Democrática Alemana debutó con Los asesinos están entre nosotros (Die Mörder sind unter uns, de Wolfgang Staude, 1946) y trataba acerca de los nazis que seguían viviendo felices como si nada hubiese ocurrido.

En este caso, los protagonistas son miembros de Patria y Libertad, que los chilenos de la época conocieron con su símbolo de “la araña”. Era un movimiento creado para liquidar – a cualquier costo – el gobierno de Salvador Allende y cometió tropelías “en nombre de la patria” llegando al asesinato de un edecán del presidente para culpar a los grupos de extrema izquierda.

Junto al tema político, se desarrolla un triángulo pseudoamoroso, porque en realidad es un triángulo de intereses. La pareja formada por un petimetre y su esposa (jovencita soliviantada, alumna de la Universidad Católica, reina en traje de baño, que hace declaraciones discutibles) acogen en su grupo a un “flaite” violento al que ya echaron de la Fuerza Aérea por su comportamiento. Para él servirá como asesino y para ella – joven ninfa en celo (eufemismo para no usar un término más grosero) - como entretención personal (no me hablen de enamoramiento) al punto de obligarlo a ejecutar un coito en la escalera del edificio donde él vive.

Hay episodios vastamente conocidos, como el del falso sabotaje a una avioneta con la adecuada difusión de los medios. Todos los chilenos saben quién fue el creador e ideólogo de Patria y Libertad y quiénes sus jerarcas. No es necesario dar nombres. Los que vivieron esos días los reconocen en la película: para los que no, a lo Umberto Eco, esos nombres no dicen nada.

La reaparición después de más de cuatro décadas del tercer vértice del triángulo, que ha cometido un acto de “justicia social” y que termina en una clínica psiquiátrica, genera un grave problema en la pareja. Ella es una exitosa mujer de negocios, con posición de catedrática y columna en un diario (del duopolio, se entiende); él es un alcoholizado, que pasa del whisky al champagne y los medicamentos, viviendo en el miedo perenne del que puede ser víctima como alguna vez fue victimario.

Me detengo aquí no sólo porque no quiero ser un spoiler, sino porque ésta es una película que HAY QUE VER. Es una instancia de reflexión acerca del pasado y del presente, que en el relato se plantean de manera paralela. Y la verdad es que ambos son preocupantes: baste ver la secuencia final y el riesgo de que “la araña” siga agrediendo.

¡Felicitaciones, Andrés Wood!

(Araña. Chile/Argentina/Brasil)

Anna: el peligro tiene nombre - Por José Blanco Jiménez

El sello Luc Besson anuncia siempre violencia desmedida al punto de que, en ciertos momentos, da la impresión de estar viendo un videogame. Sin ir más lejos, en esta película, es lo que el espectador cree estar presenciando en la secuencia del restaurante, cuando la protagonista se enfrenta sola a una cincuentena de peligrosos individuos armados.

La película, en el fondo, es una nueva versión de Nikita (pronúnciese Nikitá; 1990). No se trata ahora de una futura bailarina de ballet, sino de una modelo de aspecto anoréxico (Sasha Luss), que tuvo un pasado terrible entre drogadictos y delincuentes. La acción ocurre cuando la Guerra Fría está plenamente vigente y la Unión Soviética en decadencia. Y, para dejarlo en claro, la acción empieza con el arresto y ejecución de todos los miembros de la CIA que están en Moscú, lo que culmina con una macabra encomienda.

Anna (nombre palíndromo o capicúa si les resulta más fácil) es una frágil rubiecita que es rescatada del lumpen por un agente de la KGB (Luke Evans, el serial killer de Nadie sobrevive – No One Lives, de Ryūhei Kitamura, 2012), que la “invita” a incorporarse al servicio de espionaje. ¿Por qué la escogieron? Nunca se explica, pero es una mujer atractiva y – según parece – manipulable.

El relato se desarrolla a través de continuos flashbacks y flashforwards, pero sin la eficacia de un Christopher Nolan: más bien me recordó algunas películas de los años ’60. Y la caracterización es la de un James Bond femenino, así como han lanzado el personaje de la Atomic Blonde (de David Leitch, 2017) a cargo de Charlize Theron.

Está claro que una muchacha así mata sin piedad y practica el sexo lésbico, incluso para alejar los avances de los varones. Pero también hace el amor heterosexual con una rabia y una descarga de hormonas que da miedo.

En sí, es personaje ya es bastante caricaturesco y tiene como contorno a otros tantos: la jefa (una Helen Mirren que recuerda a la Rosa Klebb de From Russia with Love, de Terence Young, 1963), un director de la KGB con aspecto de enajenado mental (el belga Eric Godon) y un jefe de la CIA (Cillian Murphy, con sus transparentes ojos de psicópata).

Más que la Dominika Egorova de Jennifer Lawrence en Red Sparrow (de Francis Lawrence, 2018) o la superdotada Lucy, que interpreta Scarlett Johansson en la homónima cinta también de Luc Besson (2014), la misma Anna – que cambia a cada rato de peluca, de maquillaje y de identidad – se autodefine como la última de una serie de matrioskas rusas, que lo único que quiere es recuperar su libertad después de haber servido de sicaria y de cuerpo de placer al servicio de las grandes potencias.

Luc Besson (de quien recuerdo también Valerian y la ciudad de los mil planetas – Valerian and the City of Thousand Planets, 2017, con una olvidable Cara Delevingne) se ha transformado en un Pigmalión misógino y, en este caso, entrega una historia que tiene el sabor de cosa vista y colaudada, que parece venir a resolver problemas de caja de su productora cinematográfica.

martes, 20 de agosto de 2019

Víctima potencial- Por Jackie O.

“Una flautista de Hamelin vampirística, que quiere romper esquemas”

Esta vampira que nos presentan en “Víctima Potencial” es fantasmagórica y depresiva, alejándose totalmente de los típicos cánones de vampiras que se conocen, ésta tiene su propio estilo.

Un largometraje poco usual pero acorde a la actualidad, que tiene inspiraciones y mezcla estilos como el Manga, video clips, lo gótico con la era digital y toques de erotismo.

La idea es buena, mostrándonos a unos jóvenes melancólicos, con instintos suicidas que se mezclan en un grupo restringido de una plataforma digital llamada ALMA, seguidores de una cantante aún más perdida que ellos refugiada en sus propios fantasmas internos y atrapada en el mundo virtual, que los atrae con su melancolía y música, inspirando a este grupo de jóvenes de personalidades catastróficas. Los hipnotiza como una flautista de Hamelin donde los chicos se sienten comprendidos y refugiados en ella. Siguiéndola, pero principalmente necesitándola.

La propuesta es muy arriesgada, no tiene diálogos donde los personajes interactúan solo una voz en off que va relatando de vez en cuando una especie de cuento, poemas de esperanza y más bien desesperanza, pero casi toda la cinta es en silencio.

Como la película no tiene diálogos entre los personajes, hay que estar pendiente de ella ya que las imágenes saltan de un espacio a otro, de un personaje a otro que fácilmente puedes perderte en su historia, y ser algo disperso pero que están conectados entre sí, lo cual hace que el trabajo de montaje sea bien manejado.

Esta idea de comparar a la protagonista con el flautista de Hamelin, me pareció muy inteligente por parte de los guionistas.

Las escenas eróticas, aunque mínimas, se manejaron con buena estética.

El color y la técnica de fotografía para el estilo de película que vemos se manejaron bien.

La banda sonora la encontré muy buena, su música efectivamente atraía y su letra aunque melancólica se ajustaba a lo que te presentaban.

Que debió haber mejorado:

La voz en off debió haber sido más atrayente para el espectador, ya que el texto era interesante.

El maquillaje no estuvo del todo correcto, ya que a nuestra vampira le faltó marcar lo fantasmal y sombrío que era. Su aspecto fácilmente pasaba desapercibido dentro del grupo, y ella debió haber resaltado.

Una propuesta interesante que se agradece por lo diferente y arriesgada. Para público mayor de edad, pero muy de corte millennials.

Esta cinta se presentará en Sanfic el lunes 19 y domingo 25 de agosto.

Ficha técnica

Chile. 2018. 60 minutos.
Director: Nicolás Guzmán
Guion: Nicolás Guzmány Sofia Oportot
Elenco: Sofia Oportot,Demian Hernándezy otros.
Casa productora: Agosto Ciney Niña Niño Producciones
Producción ejecutiva: Alba Gaviraghi,Nicolás Guzmány Roberto Doveris
Dirección de fotografía: Patricio Alfaroy Tom Chenette
Montaje: Martín Santapau

Cronofobia - Por Jackie O.

“Un drama psicológico complejamente dependiente”.

Los primeros minutos de la cinta ya te muestra que no será una película simple y/o fácil.

Un hombre inexpresivo y frío llamado Michael (Vinicio Marchioni) y una mujer frágil llamada Anna, (Sabine Timoteao) la cual mantiene una depresión que la consume cada día, se encuentran y van creando una relación extraña, tortuosa y dependiente.

Michael trabaja observando fallas en diferentes empresas pero principalmente de estaciones de servicio, usando a veces disfraces para ello. Pero él oculta un pasado que lo atormenta (algo que después sabremos) y además de forma misteriosa espía constantemente a Anna.

La soledad y dependencia los une, con escenas lentas sin diálogos en varios momentos, hacen que su secreto y luego complicidad sea algo enfermiza.

Ambos necesitan escapar de sus demonios o salvarse sin que el tiempo se les escape de sus manos.

Sus encuentros a veces nos tensan ya que no sabes que sucederá. El diálogo no es el fuerte, si no que sus actos o incluso el hacer nada.

¿Qué piensan, qué quieren? No lo sabes o tal vez sí, pero te confundes.

Su final se puede decir que es relajante, ya que las ataduras se eliminan y se liberan de sus demonios (esperemos sea así).

En que puede fallar, en que para muchos les costará tomar el ritmo.

Lo bueno, la forma de contar la historia sin caer en excesos.

Y los primeros planos de los detalles son muy atrayentes.

La película está en cartelera el 19 y 24 de agosto, dentro del marco Sanfic.

Ficha técnica

Suiza. 90 min.

Director: Francesco Rizzi. Guión: Daniela Gambaro, Rizzi. Cámara (color, pantalla panorámica): Simon Guy Faessler.
Editor: Giuseppe Trepiccione.
Música: Zeno Gabaglio.
Protagonista: Vinicio Marchioni, Sabine Timoteo, Leonardo Nigro, Giorgia Salari, Maruska Manea, otros. (Diálogo italiano)

En el Festival de cine Europeo, obtuvo los premios de mejor actor y Premio especial del jurado, también ha formado parte de la sección oficial del Festival de cine de Hong Kong.

Maringhella - Por Jackie O.

“¿Un patriota luchador o un terrorista?”

Marighella fue el nombre y hombre tras la lucha armada contra el golpe de estado en la década del sesenta en Brasil. Liderando a un grupo de jóvenes hacia esa lucha.

Un tema delicado pero no se puede ignorar, ya que es parte de la historia.

Esta lucha provocó mucha violencia, separaciones, injusticias, ideales muy marcados, emoción a flor de piel...

La película nos muestra los últimos meses de vida de Marighella, conociendo a los que son sus compañeros de armas y familia en ese momento. De sus ideales de lucha, esperanzas, su angustia, a veces soledad e incertidumbre. Todo gira en torno a él, a su historia personal. Obvio, sí, pero necesario recalcar.

Con varias secuencias rápidas hacen que te mantengas atentos. Con escenas profundas amparadas en el anonimato de la oscuridad, o en el día vislumbrando una esperanza.

No aburre por su relato, es imposible de que te desconcentres.

Seu Jorge, en el rol principal aporta intensidad al personaje.

El inspector Lucio (Bruno Gagliasso) desarrolla la parte racista y sádica de forma creíble.

La dirección por parte del reconocido actor Wagner Moura, siendo su primera película, estuvo bien manejada donde se siente su pasión por querer mostrar eso y más.

Muy buen maquillaje, mostraba realismo.

En que falla, es que es excesivamente larga e innecesaria que sea así, ya que hay momentos en que el guion es repetitivo. Y le faltó marcar más el suspenso.

Es evidente que hay mucho que contar y mostrar, pero funcionaria muy bien como una miniserie para abordar bien los temas, y también a los roles secundarios que son un aporte y quedan algo relegados en la película.

Esta película abrió el marco de la competencia Sanfic, pero se podrá ver nuevamente el domingo 25 de agosto.

Ficha técnica

Brasil. Año 2019. Duración155 min. Drama.
Director Wagner Moura
Productoras: O2 Filmes, Globo Filmes
Reparto: Seu Jorge, Adriana Esteves, Ana Paula Bouzas, Bruno Gagliasso, Bella Camero, Luiz Carlos Vasconcelos, otros.
Guionistas: Felipe Braga, Wagner Moura
Productores: Bel Berlinck, Andrea Barata Ribeiro, Wagner Moura, Fernando Meirelles Director de fotografía: Adrian Teijido

lunes, 19 de agosto de 2019

Historias de miedo para contar en la oscuridad - Por Jackie O.

“Folklore de miedo urbano, para rato”. 

A.Schwartz escribió una serie de cuentos apoyado por el ilustrador S.Gammell generando una controversia en su momento, ya que a pesar de ser cuentos de niños, fueron considerados perturbadores. Compilados en: Scary Stories to Tell in the Dark (1981), More Scary Stories to Tell in the Dark (1984) y Scary Stories 3: More Tales to Chill Your Bones (1991).

“Historias de miedo…” nos muestras la venganza de la joven Sara Bellow que se suicidó por culpa de su familia, y su espíritu se encuentra atrapado en su casa.

En noche de Halloween Stella va junto a sus amigos a la vieja casa de la familia Bellow para tener una experiencia adrenalinica, y debido a la curiosidad innata de una chica que quiere ser escritora toma un libro de la habitación de Sara. 

En dicho libro Sara escribió diferentes relatos, pero lo curioso es que es profético, es decir, va escribiendo lo que les sucederá a cada uno de los personajes de esta cinta.

Con la dirección de Andre Ovredal (La Morgue y Trollhunter, buenas pero que aún no impulsan su carrera) y de coguionista y productor a Guillermo del Toro adaptaron 4 cuentos para llevarlo a pantalla grande, el cual cuenta con un estilo gótico para crear una atmósfera acorde que van uniendo estos relatos.

La recreación de las criaturas están bien diseñadas, ya que provocan una reacción en el público por lo grotescas que son. Y perfectamente pueden hacer un spin-off de ellos. 

Los efectos de sonido están precisos, aumentando la atención y tensión. 

La fotografía de R.Osin nos da buenas imágenes y nos transporta a un caótico momento político, denunciando una realidad, porque la guerra de Vietnam sí que es un cuento de terror.

Como son cuentos, deben echar mano Ovredal y Del Toro a sus antiguos trabajos para que la cinta dure lo que corresponde y mostrar su magia (La Morgue y La Cumbre Escarlata por ejemplo). 

Los planos cortos están bien logrados, no así del todo su guion que en algunos momentos decae.
El casting, un par de personajes no son convincentes del todo. 

La gracia de esta película, creo yo, es que no es de terror ya que habla del miedo. Los miedos internos de cada ser humano, en este caso de los protagonistas. No te espantarás, pero sí provoca tensión y agrado ya que rememora un cine clásico. El detalle de Ovreal y la fantasía de Del Toro, más unos guiños a viejas películas, se hizo una cinta interesante y entretenida para ver. 

Ficha técnica

Dirección: André Øvredal
Producido por: Guillermo del Toro, Sean Daniel, Jason F.Brown, J. Miles Dale, otros.
Protagonista: Zoe Colletti, Michael Garza, Gabriel Rush, Austin Abrams, otros.
Música: Marco Beltrami y Anna Drubich.
Fotografía: Roman Osin
Distribuido por: Lionsgate (Diamond Films Chile)

viernes, 16 de agosto de 2019

Araña - Por Carlos Correa

Inés y Justo, jóvenes idealistas que en 1971 luchan contra la Unidad Popular formando parte del movimiento nacionalista Patria y Libertad -que con acciones violentas y sabotajes busca derrocar el gobierno de Salvador Allende- se ven amenazados por el regreso de Gerardo, un viejo camarada traicionado por el grupo y que reaparece para poner en peligro la alta posición social lograda en estos más de 40 años.

Andrés Wood se interna nuevamente en la historia chilena, específicamente en los años previos al Golpe militar, para narrar una historia de amor que se desarrolla en un contexto que estremece por su contenido ideológico, radical y violento. Lo hace con una cinta marcada por los detalles, con un guion delicadamente construido que va mostrando paso a paso los acontecimientos, tanto pasados como actuales, con una fluidez que resulta natural, atractiva y apasionante.

La protagonista es Inés -Mercedes Morán y María Valverde (joven)- reina de belleza, aguda, penetrante y audaz en los 70, es actualmente una empresaria con reconocido prestigio, segura de sí misma y dueña de una gran personalidad. Por otra parte, Justo -Felipe Armas y Gabriel Urzúa (joven)-, su marido, entonces carismático líder del movimiento anti UP, ahora preocupado, deteriorado y deprimido por el alcohol y quizá también por la culpa. El triángulo se completa con Gerardo -Pedro Fontaine y Marcelo Alonso (actual)-, joven rebelde, atrevido y violento que ahora regresa para defender -y tal vez vengar- sus ideas y convicciones de justicia, incluso con sus propias manos.

El relato gira entorno a este núcleo principal y Wood lo filma puro, con cuadros muy bien construidos, con luces y ángulos de cámara que denotan su oficio y que tienen una alta factura técnica. Hay tanto texto y subtexto en esta cinta que la dispersión podría reinar, sin embargo todo calza perfectamente y el metraje atrapa más y más en la medida que avanza la historia. Los cambios entre las épocas, las excelentes interpretaciones, la recreación histórica y presente y lo cuidadoso de cada toma son deslumbrantes y confirman que el oficio que tiene Andrés Wood es de alto vuelo.

El contexto del momento histórico hace difícil empatizar con los protagonistas, más aún con la posición de la que actualmente gozan. No obstante aquello, se produce un acercamiento con Inés y Gerardo, tal vez a través de ángulos menos convencionales. ¿Amor, pasión o puro idealismo? No se responde concretamente pues el cínico juego de provocación que se da en el pasado es la motivación de una violencia desatada, un idealismo extremista, desenfrenado y también desmedido, fuera de contexto, tal vez, para quienes solo hemos escuchado y leído lo ocurrido en esos complejos años.

Así y todo, Andrés Wood y el guionista Guillermo Calderón, también se encargan de poner sobre la mesa otros temas en perspectiva; desnudan el sistema médico, vulnerable a las intervenciones del poder; el ámbito de los medios de comunicación, dominadores en base al prestigio y al poder social y económico que sustentan; la rebelión de un hijo ante sus padres que resulta casi un pataleo imperceptible en aguas profundas; la presencia de los migrantes en el Chile actual; los celulares que captan todo; la historia disponible a la mano en Internet, entre muchos otros.

La banda sonora de la cinta es tensa y aguda. Obra de Antonio Pinto incorpora temas de época y largos silencios que ponen aún más presión a las escenas claves. Un acierto es el uso del Divertimento en RTe Mayor, K 136, de W.A. Mozart con el que se presenta inicialmente a Inés y que posteriormente cierra el relato, superponiendo una versión que añade una guitarra, como un guiño más a la transformación de los personajes -en la forma, pero no en su esencia- y también la profundización de las convicciones juveniles en un presente que, desde otras perspectivas, sigue ofreciéndoles amenazas que los protagonistas deben combatir, cada uno desde su propia trinchera.

Ficha técnica

Título original: Araña
Año: 2019
Duración: 100 minutos
País: Chile
Productora: Coproducción Chile-Argentina; Bossa Nova Films / Magma Cine / Wood Producciones
Género: Drama | Dictadura chilena. Años 70
Guion: Guillermo Calderón
Música: Antonio Pinto
Fotografía: Miguel Littin
Reparto: Mercedes Morán, Marcelo Alonso, María Valverde, Felipe Armas, Pedro Fontaine, Caio Blat, Gabriel Urzúa
Dirección: Andrés Wood

Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw - Por Carlos Correa

La saga de Rápidos y Furiosos siempre ha concitado atención desde el punto de vista del espectáculo que brinda. Las carreras callejeras, las salidas cómicas y esa complicidad familiar del grupo han sido por años su marca registrada. Esta vez, la cinta ofrecida se aleja muchísimo de la esencia y, aunque por momentos intenta algunas similitudes, los esfuerzos que realiza no resultan.

El agente Hobbs -Dwayne Johnson- y el mercenario Shaw -Jason Statham-, no se pueden ver. Cada uno tiene un camino propio que está lo más alejado posible el uno del otro. Cuando un anarquista mejorado ciber-genéticamente llamado Brixton -Idris Elba- roba una peligrosa arma biológica derrotando a la hermana de Shaw -Vanessa Kirby-, agente secreta del M16, ambos robustos protagonistas deben unirse para hacer frente a una amenaza descomunal. La idea no les agrada en absoluto, pero es la única forma.

La cinta muestra acción, sin embargo está muy por debajo del promedio de la franquicia. Claro, esto ya se nota en su título original pues están presentando a los dos personajes y la película es más bien eso, una carta de presentación. Pero, ¡ya conocemos a Johnson y Statham! Entonces esperamos algo más que solamente un saludo a la bandera con herramientas y efectos especiales que no logran disimular un guion que por sabido, ya conocemos de memoria.

Es una lástima que estas películas, que podríamos llamar “placer culpable”, no mantengan al menos su esencia, aquello por las que concurrimos al cine a verlas sabiendo de antemano que solo será diversión garantizada. En este caso, y en mi opinión, ni siquiera lo de garantizada se cumple, pues el resultado es una cinta larga, tediosa por varios momentos y que como mencioné anteriormente, se aleja de la esencia de las verdaderas “Rápidos y Furiosos”.

Ficha técnica

Título original: Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw
Año: 2019
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Universal Pictures
Género: Acción. Ciencia ficción | Buddy Film. Familia. Coches / Automovilismo. Spin-off
Guion: Chris Morgan, Drew Pearce (Personaje: Gary Scott Thompson. Historia: Chris Morgan)
Música: Tyler Bates
Fotografía: Jonathan Sela
Reparto: Dwayne Johnson, Jason Statham, Idris Elba, Vanessa Kirby, Eiza González, Eddie Marsan, Helen Mirren, Cliff Curtis, Joe Anoa'i, Joshua Mauga, John Tui, Lori Pelenise Tuisano, Ryan Reynolds, Rob Delaney, Kevin Hart, Stephanie Vogt, Viktorija Faith, David Mumeni, Conlan Casal, Ruth Horrocks, Sonia Goswami, Helena Holmes, Julian Ferro, Bernardo Santos, Eliana Sua, Daniel Eghan, Amar Adatia, Manoj Anand, James Merrill, Kyle Leatherberry, Matt Townsend, Leo Ayres, Kishore Bhatt, Adam Ganne, Antonio Mancino, Lampros Kalfuntzos, Martin Bratanov, Jay Waddell, Francesca Fraser, Tom Wu, John MacDonald
Dirección: David Leitch

Historias de miedo para contar en la oscuridad - Por Carlos Correa

El gancho de esta película es que está producida por Guillermo del Toro, y la verdad, no defrauda para nada porque cumple con la expectativa. La cinta es sólida y está un punto sobre el promedio de su género.

La trama transcurre en 1968 cuando en un pequeño lugar de Estados Unidos un grupo de amigos descubre una casa abandonada que tiene fama de estar poseída. La leyenda dice que una niña -Sarah Bellows- fue encerrada en el subterráneo e incluso que fue torturada y por ello cuenta historias de terror a quienes visitan la casa.

Los personajes adolescentes tienen un carisma bien desarrollado. A pesar de ser estereotipos, construyen muy bien su forma y gracias a ello el relato es atractivo desde un inicio. Stella -Zoe Colletti-, August -Gabriel Rush- y Chuck -Austin Zajur- junto a Ramón -Michael Garza- ven como su aventura toma extraños caminos cuando encuentran en el lugar el libro de Sarah en el que están escritas las historias que ella cuenta. Sin embargo, aún hay hojas por escribir, historias de todo tipo que involucran a otros jóvenes de la comunidad e incluso a ellos mismos, que esta vez se escriben solas y con sangre.

La cinta está inspirada en tres libros de Alvin Schwartz que contienen varias historias cortas basadas en leyendas urbanas, cuentos populares de miedo, mayoritariamente difundidas por tradición oral. Con esta premisa, el guion de Dan y Kevin Hageman se hace cargo de unir las historias presentadas dejando al director André Øvredal la responsabilidad de diseñarlas visualmente.

“Historias de miedo para contar en la oscuridad” tiene algunos guiños interesantes y adicionales a su propia esencia. Algo de la estética de “Strangers Things” y de “It” se hace presente, obviamente con el sello que Guillermo del Toro le imprime y que es reconocible, especialmente en escenas de poca luz y también en la caracterización de los monstruos y criaturas que acechan a los jóvenes. Además de esta característica, la forma de exponer estas historias, su tratamiento sencillo y acotado, más la forma en que se les da la unidad, está muy en sintonía con la narrativa actual que requiere ser concreta y precisa para no dar pie a perder la atención, en especial pensando en un público juvenil. Finalmente, y como un aporte no menor, la trama transcurre en año de elecciones en Estados Unidos. La Guerra de Vietnam está presente como telón de fondo y las alusiones al entonces candidato Nixon no dejan de llamar la atención en cada una de las oportunidades en que aparece en la pantalla de TV. Ésta es prácticamente otra historia de terror, pero claramente corresponde a otra película; cualquier similitud con la realidad actual es solo coincidencia.

Como muchas de las producciones de terror de la actualidad, la cinta comienza mejor que como termina, especialmente luego de entrar en acción las criaturas y monstruos. Antes de ese punto específico, el suspenso se apodera de la audiencia para posteriormente desembocar en un juego audaz de provocaciones visuales y de terror de impacto más que de sugestión. Al margen de este detalle, la cinta cierra bien y deja abierta la posibilidad de al menos una nueva entrega porque los protagonistas están absolutamente decididos a encontrar a sus amigos.

Ficha técnica

Título original: Scary Stories to Tell in the Dark
Año: 2019
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Productora: CBS Films / Double Dare You / Entertainment One / Sean Daniel Company / 1212 Entertainment. Distribuida por Lionsgate / CBS Films.
Productor: Guillermo del Toro
Género: Terror | Sectas
Guion: Dan Hageman, Kevin Hageman, Guillermo del Toro, John August, Marcus Dunstan, Patrick Melton (Libro: Alvin Schwartz)
Música: Marco Beltrami, Anna Drubich
Fotografía: Roman Osin
Reparto: Zoe Margaret Colletti, Michael Garza, Austin Zajur, Gabriel Rush, Kathleen Pollard, Gil Bellows, Javier Botet, Dean Norris, Lorraine Toussaint, Austin Abrams, Mark Steger, Stephanie Belding, Jane Moffat, Natalie Ganzhorn, David Tompa
Dirección: André Øvredal

jueves, 15 de agosto de 2019

Araña - Por Juan Pablo Donoso

¿Cuál es el núcleo o conflicto de esta historia?

¿Ver escombros sobrevivientes de quienes integraron Patria y Libertad? De acuerdo. Sin embargo, la misma trama anacrónica podría narrarse con las ruinas sobrevivientes de la Unidad Popular.

Idealismos terroristas, líderes y matones termocéfalos, romances secretos, traiciones, falsos desaparecidos, chivos expiatorios e instintos asesinos que, bajo el pretexto de “justicieros patrióticos”, aparecen como mártires psicóticos de causas que huelen a añejo.

En 1966 Alain Resnais hizo La Guerra ha Terminado sobre los caducos combatientes de la Guerra Civil española. Conservaban la nostalgia guerrillera para justificar sus vidas actuales. En ese filme, los rescoldos amorosos y los vacíos existenciales eran más sólidos y patéticos.

Aquí son un grupo de jóvenes nacionalistas decididos a evitar la instalación del marxismo en Chile. Para su causa reclutan a Gerardo que es neuróticamente agresivo, y que seguirá siéndolo para siempre.

La caracterización de Marcelo Alonso como el Gerardo anciano se nos queda pegada en la memoria. Su amigo Justo es más lamentable cuando viejo y alcohólico (Felipe Armas) que cuando era un joven desquiciado (Gabriel Urzúa).

Para inculpar a los comunistas, los de extrema derecha provocan el asesinato del edecán del Pdte. Allende. Este hecho, supuestamente heroico del Gerardo joven (Pedro Fontaine), y su fingida muerte, iniciará la disgregación interna del grupo.

Excelente producción de Arte de Rodrigo Basáez. Buena fotografía de M.I. Littin Menz. Actores adecuados en sus personajes aunque a veces les resulta difícil evitar la caricatura, en especial de los burgueses ricachones.

Hay varios eventos ficticios similares a los ocurridos en la realidad.

Nos queda poco clara la premisa central del argumento. ¿Es otro “No Olvidar” de la gran cantidad de cintas políticas chilenas, sólo que ahora ambientada en un grupo terrorista diferente? ¿Es el romance de 2 combatientes amorales? ¿Es el estudio psiquiátrico de un asesino potencial que halló una causa para descargar su violencia interior?

Son todos esos temas y algunos más. Pero su acumulación, junto a una excesiva cantidad de personajes secundarios, aparentemente significativos pero inconclusos en su desarrollo, nos deja la sensación de un relato más complejo y recargado de lo necesario.

Para los que - siendo ya adultos - vivimos la historia política de los últimos 50 años, con esta película llegamos a la siguiente conclusión: los fanáticos de derecha fueron tan estúpidos, asesinos, traidores, vengativos y oportunistas como los fanáticos de izquierda. Lo único que perdura es una lejana nostalgia de furtivos revolcones sexuales. Gracias a este último factor pudieron terminar el relato.

CON BUEN OFICIO CINEMATOGRÁFICO TRATAN DE AUMENTAR LA IMPORTANCIA DE UNA TORPEZA. LE SOBRARON PATAS A LA ARAÑA.

Ficha técnica


Suspenso, política Fox Chile, Argentina, Brasil
Fotografía: M.I. Littin-Menz 
Diseño Prod.: Rodrigo Bazaes 
Guion: Guillermo Calderón 
Actores: Marcelo Alonso, Mercedes Morán, María Valverde, Pedro Fontaine 
Director: Andrés Wood

Historias de miedo para contar en la oscuridad - Por Juan Pablo Donoso

“Hay historias que hieren, y otras que sanan. Contarlas mucho se convierten en realidad”.

Confluyen dos maestros legendarios del terror: Alvin Schwartz y Guillermo del Toro.

Schwartz (1927-1992) fue un periodista y prolífico autor de obras para niños con temas folclóricos y de miedo. Sus libros de cuentos con ilustraciones de Stephen Gammell, son venerados hasta hoy por lectores estadounidenses.

Si bien el premiado realizador mexicano Guillermo del Toro en este filme ofició sólo como productor y coguionista, su temática y tratamiento mantienen el estilo de sus éxitos anteriores: El Laberinto del Fauno (2006) y La Forma del Agua (Oscar 2018), entre otros.

A diferencia de tantos filmes de terror que nos llegan de diversos países, hay en los monstruos de Del Toro - fue discípulo de Dick Smith (El Exorcista) - un factor que, a pesar de sus espeluznantes aspectos, suelen ocultar un motivo de compasión redentora.

Las víctimas serán unos adolescentes de Mill Valley, Pennsylvania, que, en la noche de Halloween de 1968, se internan en una siniestra mansión abandonada para sentir cómo les bullía la adrenalina.

Stella, de 16 años, encuentra un viejo libro escrito a mano por Sarah Bellows, una muchachita que se ahorcó en esa casa en el siglo 19. Se suicidó apremiada por la crueldad de sus parientes que la mantuvieron encerrada. Sufría de acromasia, albinismo.

Y su espíritu - lleno de Ira - permaneció deambulando por la casona haciendo desaparecer a todo niño curioso que se internara en ella.

En cada página del libro de Sarah Bellows surge un cuento diferente, redactado con tinta roja, que es sangre aún fresca.

Y cada historia narra un crimen pavoroso provocado por los monstruos que aún emergen de esa casa. Más, lo peor es que esos cuentos profetizan la forma en que cada uno de los jóvenes compañeros de Stella serán asesinados por las demoníacas criaturas.

Realizada con gran oficio y atmósferas de pesadilla: claroscuros interiores que mágicamente se devuelven al siglo 19, con los crueles habitantes de la casa que torturan a la pequeña Sarah; y exteriores de día que con la luz filtrada dan un cromatismo surrealista.

Si bien los incidentes fantasmagóricos y sangrientos son similares a otras cintas de este género, lo que distingue a ésta es la moraleja en que se inspira:

“La IRA - encapsulada en el espíritu de Sarah - sólo dejará de vengarse de los vivos cuando se LIBERE con la VERDAD”.

GARANTÍA DE BUEN TERROR. AGREGA UN MENSAJE ESPIRITUAL POSITIVO.

Ficha técnica

Título Original: Scary Stories to Tell in the Dark 
Terror, misterio, suspenso  Diamond Films Canadá, EE.UU. - 1,51 hrs. 
Fotografía: Roman Osin 
Edición: Patrick Larsgaard 
Música: Marco Beltrami, Anna Drubich 
Diseño Prod.: David Brisbin
Guion: Dan Hageman, Kevin Hageman 
Actores: Zoe Margaret Colletti, Michael Garza, Gabriel Rush 
Director: André Øvredal

Anna - Por Juan Pablo Donoso

Nikita quedó mejor.

Luc Besson nos tenía acostumbrados a estupenda acción con personajes apasionantes. (Lucy, El Perfecto Profesional, El Quinto Elemento, etc.).

Esta vez - con un mal remedo de Nikita - privilegió la intriga internacional, la amoralidad y las peripecias tipo James Bond con personajes sólo esquemáticos.

Nos faltó empatía con sus héroes y villanos. Mucho presupuesto para viajar por el mundo y pagar algunos buenos actores. Pero todo huele a recocido.

Ingeniosa edición de imágenes para un relato insubstancial.

De nuevo tenemos a una muchachita desechable, Anna, que para salvar su vida y lograr la libertad, es entrenada por la KGB hasta convertirse en una máquina asesina invencible. “Sé nuestra esclava o te matamos”.

La nueva actriz ahora es una modelo rusa llamada Sasha Luss. Por más que tratan de convencernos que es muy bella, hemos visto otras mejores.

Entre los actores consagrados hallaremos a Helen Mirren y Cillian Murphy (Dunquerque 2017). El belga Eric Gordon entrega un siniestro Vassiliev y, como revelación destaca Lera Abova, encarnando a la pareja lesbiana de la protagonista.

Al Besson guionista, se le escaparon detalles demasiado obvios. ¿Para qué situarse en la Rusia de los años 80? Todos usan teléfonos móviles, pendrives removibles, centros de espionaje con fibra óptica, laptops con acceso a internet y otras exquisiteces electrónicas contemporáneas, elegantísimos clubes y restaurantes en el Moscú de esa época, etc., etc. (¡!)

Analogía con las matrioskas - muñecas rusas unas dentro de otras. Se supone que Anna es la última y más pequeñita porque logra burlar tanto a la KGB como a la CIA.

Como dirección, todo sucede muy rápido y casi sin motivo. Sólo importa seguir luchando. Los combates mal coreografiados. Demasiado homo y hétero para una Bond bisexual de hoy. Constantes saltos en el tiempo para explicar cada circunstancia, sin saber con exactitud hacia dónde apuntan.

Besson, tal vez tratando de superar marcas anteriores de agudeza e ingenio, sólo logró una imitación superficial y poco novedosa de sí mismo.

ELEGANTE CONTRAESPIONAJE DEL CONTRAESPIONAJE. FÓRMULAS DE ACCIÓN REPETIDAS. ¿QUÉ TE PASÓ LUC BESSON?

Ficha técnica

Acción, suspenso 
BFDistribution Francia, EE.UU. - 1,59 hrs. 
Fotografía: Thierry Arbogast 
Edición: Julien Rey 
Música: Éric Serra 
Diseño Prod.: Hugues Tissandier 
Actores: Sasha Luss, Helen Mirren, Luke Evans 
Director y Guionista: Luc Besson

lunes, 12 de agosto de 2019

Hecho bolsa - Por Jackie O.

“El monólogo de un hombre en crisis”

¿Quién no ha estado hecho bolsa alguna vez?, la película trata la historia de un publicista que amanece en medio del hostigamiento diario de los que lo rodean, siendo acosado por la ciudad que le llueve como si una nube negra se posara sobre él.

Hace unos años atrás vi en el teatro a Felipe Izquierdo en uno de sus monólogos que duró alrededor de una hora más menos, del cual me reí a carcajadas, creo que lloré riéndome. Porque verlo en vivo, con ese histrionismo y un buen relato me encantó.

Este fin de semana vi esta película con el interés de mi experiencia pasada, y de cómo sería si le agregábamos a lo mismo visto antes más gente. Resultado…

No me sacó carcajadas, solo un par de sonrisas en momento que veía o escuchaba a Felipe, o situaciones tan disparatadas que era imposible no sonreír.

Él es el alma de la película y hace que venda.

Sin desmerecer el profesionalismo del resto, esta película creo funciona más como monólogo, el cual me encantaría que estuviera nuevamente en tabla. Ya que hubo roles que estuvieron de más o debieron a verlo hecho más graciosos o intensos, como por ejemplo el de Fernando Larraín, el cual encuentro que es un comediante genial, acá estaba apagado debió potenciarse más. En cuanto a Erick Polhammer, actúo de él mismo, él en sí es muy extraño. Francisca Imboden como la esposa odiosa, fue muy bueno. Fue un gusto ver a Bélgica Castro actuando a sus 98 años. Maravillosa.

Y así puedo nombrar a varios más en sus roles, buenos o no tanto.

Como escenas que me resultaron curiosamente acertadas fue el de San Pedro y los otros santos o ángeles que nos observan del cielo como en butacas de cine, hasta creo que es así. Ja!

La película tiene altos y bajos, es dispersa, graciosa a veces y otras no.

Para el bajo presupuesto, y la modestia de su manufactura encuentro que Felipe ha comenzado bien incursionando en el mundo del cine como Director.

Si quiso dejar algún mensaje de algo, no lo vi. Debe afinar mejor el humor si quiere trasformar sus historias en película. Es algo arriesgado, pero la hora y media se hace larga y debe ser rellenada con buen guion donde las situaciones cómicas o disparatadas no deben parar.

Te queremos ver más Felipe, eres un gran actor/comediante.

Ficha técnica

Año 2019 ‧Comedia Chilena‧Duración 1h 36m
Director: Felipe Izquierdo
Protagonistas: Felipe Izquierdo, Bélgica Castro, Julio Jung, Francisca Imboden, Erick Polhammer, otros
Distribuye BF Distribución