viernes, 27 de septiembre de 2019

Ad Astra - Por Jackie O.

“Un filme introspectivo. Un drama espacial”

Melancólica (no triste), y si no te conectas con la historia puede que la encuentres aburrida ya que el films es lento, y prima la gestualidad con la imagen ante el guion.

Esta película nos muestra un futuro no lejano (pero no hay autos voladores ni compartimos con robots) en donde podemos ir a la luna como si fuéramos al extranjero.

La vida es normal pero existe un problema, una nave que orbita en Neptuno se ha transformado en una amenaza que puede afectar a la tierra, y le piden al astronauta Roy McBride (Brad Pitt) que se encargue de esa misión. Y lo acompañará una tripulación que integra el legendario Donald Sutherland.

Que amenaza es esa: el padre de Brad (Tommy Lee Jones) al cual no ve hace 30 años.

Tommy se fue a una expedición con su tripulación, con el fin de buscar otros indicios de vida. Y su tozudez, más bien locura, puede afectar a la tierra gravemente.

La película no trata de mostrarte una épica aventura en el espacio, se trata de una aventura más bien interna del ser humano.

A Brad la ausencia de su padre le ha afectado gravemente, su vida es taciturna donde la tristeza es reflejada en cada uno de sus actos. Ni siquiera puede vivir su matrimonio a plenitud (Liv Taylor) su pesadumbres la sabemos a través de su gestualidad y los relatos en off que efectúa.

Tenemos a un Brad contenido. Que se embarcará en un viaje sin importarle nada, y contra toda orden llegará donde un padre que no llegó a conocer.

La película trata varios temas, como el ser humano y la vida en la tierra, la ausencia paternal, la soledad, locura, vida extraterrestre, vida en el espacio, etc. Algunos mejor tratados que otros.

A quienes solo gozan con la adrenalina y fuegos artificiales, mejor no vayan a ver esta película. Ya que es para disfrutarla en silencio y muy atentos en su narrativa, porque además cada una de las imágenes son grandiosas. Grande Van Hoytema.

Buena.

LO BUENO:

Brad Pitt, genial actuación (no la mejor de su carrera por supuesto). Pero igual lo dejo nominado para los premios de fin de año.

Tommy Lee Jones, aunque su rol como actor secundario es breve, sabe darnos momentos donde muestra su potencial.

La dirección de arte y vestuario.

Primeros planos y planos generales, buenísimos.

A la fotografía: Otra nominación.

Los efectos de sonido, también los nomino (ojo al silencio).

LO MALO:

Ir a la luna luego a marte y terminar en Jupiter, es un viaje largo donde no se siente “el paso del tiempo”, ese detalle se les pasó. Sin contar que nos pasamos a Jupiter, Urano y Neptuno de largo.

La banda sonora me molestaba a veces, ya que interfería en momentos con el efecto de sonido. Y le faltó un tema que “calara” hondo en alguna escena.

¡Cómo es posible que le den a Donald Sutherland un papel secundarisimo y sin importancia! cualquier otro actor lo hace, pero es más bonito el nombre de Donald en el afiche. Así como el de Liv Tyler, un papel horrible para los segundos que aparecía lo pudo haber hecho cualquier actriz desconocida.

Cosa que no les encontré explicación: qué hacían unos mandriles rabiosos en la nave ¿De dónde salieron? ¿Y porque debe ir a la luna para mandar un mensaje, hay algún problema con hacerlo desde la tierra?

Ficha técnica

Dirección: James Gray
Guion: Ethan Gross y James Gray
Música: Max Richter
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Montaje: John Axelrad y Lee Haugen
Vestuario: Albert Wolsky
Protagonistas: Brad Pitt, Ruth Negga, Jamie Kennedy, Tommy Lee Jones, Kimberly Elise, Donald Sutherland, otros.

jueves, 26 de septiembre de 2019

Por Gracia de Dios - Por Jackie O.

“Basta de ocultar”

Basada en un hecho verídico.

El sacerdote Bernard Preynat, de 73 años de edad, ha sido declarado culpable de abuso sexual a menores y destituido del estado clerical, según informó “VaticanNews, el 4/julio/2019. El padre Preynat abusó de unos 70 menores que formabanparte de su propio grupo scout: los Scouts de Saint-Luc, en Sainte-Foy-lès-Lyon, en las décadas del 70 y 80.

Este caso condujo a la retirada del cardenal Philippe Barbarin (Arzobispo de Lyon), acusado el 2016 de la “no denuncia” de las agresiones sexuales y condenadas el 7/marzo/2019 por no haber denunciado los hechos. Apelaron.

Esto más que una reseña de película parece una noticia para periódico, pero es un hecho verídico y quiero estén al tanto.

Ahora paso a la película la cual debió haber llegado con el nombre original, suena mejor: “Gracias a Dios”.

Alexander vive tranquilo, había dejado atrás su infancia de abusos sexuales sufrido por la persona que él más confiaba: un sacerdote.

Que habrían hecho muchos, no ir más a la iglesia. Pero Alexander sigue siendo un devoto católico y ha inculcado a sus hijos a lo mismo.

Pero se entera que su abusador sigue trabajando con niños, por lo que sus recuerdos volvieron y no quiere que otros niños pasen lo mismo que él. Revelando los hechos que ocurrieron.

La película está muy bien actuada. Incluso por quienes personifican al sacerdote y cardenal. Te molesta verlos y escucharlos.

Existen encuentros entre el abusador y sus víctimas ya de adulto, y la situación es tensa. Lo que muestra una buena actuación como señalé, y además buena dirección.

La película habla y muestra la vida de adultos de estas víctimas, lo que pasa con ellos, en donde algunos prefieren no hablar, o se volvieron ateos o el hecho les ha provocado enfermedades, etc. con algunos flashback de su infancia con este sacerdote. Pero no esperen que muestren los abusos.

Es una lucha contra la iglesia que mantienen estas víctimas, y la forma que la Iglesia oculta y trata de que “aquí no ha pasado nada”, “fue hace tanto tiempo que para que hablar de ello”. Creen que por el hecho de que el sacerdote reconoce el hecho, y que un par de rezos o decir lo siento o mandarlo a terapia porque es un enfermo sexual, por decir lo menos, es suficiente para olvidar.

No se olvida. Se denuncia, y la iglesia debería entender que esto es real, pasa en todos lugares. Son solo algunos, así que no demonicemos a todos los sacerdotes, pero esos pocos deben ser revelados, destituidos de sus funciones y condenarlos.

En que puede fallar, en que es muy larga y repetitiva en escenas que no son necesarias.

Una película interesante para ver. Buena.

Ficha técnica 

Título original: Grâce à Dieu 137 min.
País: Francia -Bélgica
Dirección: François Ozon
Guion: François Ozon
Protagonistas: Melvil Poupaud, Denis Menochet, Swann Arlaud, Eric Caravaca, Bernard Verley, François Marthouret, Josiane Balasko, Hélène Vincent, François Chattot, Frédéric Pierrot, Aurélia Petit, Pierre Lottin, otros.

Por Gracia de Dios - Por Carlos Correa

Esta cinta francesa acaba de ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín. Con este antecedente más su desgarradora temática, hace presagiar que nos encontramos ante una cinta de gran envergadura y solidez. La ya altísima expectativa es incluso superada por el trabajo cinematográfico que realiza el director François Ozon, al presentar un filme que conmueve desde su inicio. El relato -escrito y dirigido por Ozon- se basa en el caso del sacerdote de la Diócesis de Lyon, Bernard Preynat, quien el año 2016 fue acusado de abusar sexualmente de decenas de niños.

Alexandre Guérin -Melvil Poupaud- vive con su familia en Lyon. Profundamente católico y de misa dominical, Alexandre se entera que el sacerdote que abusó de él cuando era un boy scout sigue trabajando con niños en la actualidad. Aquello le produce indignación. Con valor y coraje decide enfrentar al actual Cardenal Barbarin -François Marthouret- para dar a conocer su testimonio. El camino no es sencillo, al contrario, las puertas no se abren, se cierran; los trámites son demorosos y las múltiples comunicaciones con Irène Thomassinvan -Josiane Balasko-, la asistente del Cardenal, van y vienen sin una respuesta concreta y menos inmediata. Todo parece flexible mientras el tiempo pasa y la angustia crece.

Las denuncias de Alexandre traen consecuencias. El caso del sacerdote se reabre en la diócesis e incluso llega hasta la policía. Se une a esta cruzada por la verdad otra víctima, François Debord -Denis Ménochet-. Debord no es católico y aborrece la religión. Las heridas causadas por el abuso están aun a flor de piel. No obstante aquello, su compromiso y participación resulta vital para encontrar a una tercera víctima, Emmanuel Thomassin -Swann Arlaud -, cuyo caso de abuso no está prescrito aún como delito para la justicia civil. Con estos antecedentes, los tres protagonistas forman una asociación de víctimas que se apoyan y en conjunto impulsan el esclarecimiento de la verdad, obtienen cobertura mediática y con ello posicionan el tema en la opinión pública.

La cinta tiene una gran variedad de lenguajes y herramientas de narración. Un comienzo telegráfico -lecturas en voz alta de los intercambios epistolares-, da paso a un desarrollo que contiene múltiples encuentros y reuniones, un tenso cara a cara abusador-abusado, repercusiones familiares, búsquedas, conversaciones íntimas, otras públicas, junto a una serie de recriminaciones, culpa e indignación. El director hace uso de primeros planos cerrados que acusan el agobio, la consternación, la rabia y la impotencia de las víctimas, y otros abiertos que sitúan estos sentimientos dentro del contexto del abuso perpetrado a menores de edad. Algunas escenas del pasado reviven lo que hemos escuchado anteriormente en relatos verbales. No es necesario mostrar nada explícito, todo se entiende; es desgarrador y genera una empatía inmediata en el espectador.

“Grâce à Dieu” es una película madura y sin estridencias, que se perfila como una gran oportunidad de entender una de las situaciones más duras de las que hemos tenido conocimiento, el abuso sexual en contra de menores por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica. La forma de su descripción, los tiempos del relato y la prolijidad de su guion, la transforman en un testimonio imprescindible. Su crudeza radica en la factura de su realización, en actuaciones que son plenamente convincentes y que por momentos podrían coincidir con imágenes reales de un documental.

Esta cinta es mucho más que un relato audiovisual sobre víctimas, sobre abusos o sobre las negligencias explícitas en la gestión de denuncias, las acusaciones y la consecuente implementación de las investigaciones respectivas en el seno institucional de la Iglesia Católica. Tampoco esquiva las responsabilidades personales de las autoridades en relación a los hechos denunciados y agrega a ello la conmoción mediática que una situación de esta naturaleza provoca al darse a conocer públicamente. El sustento de fondo del relato es el abuso de poder y la vulnerabilidad de quienes han sido sometidos a este abuso, tanto sexual como de conciencia, y por supuesto las secuelas que estos actos brutales dejan en la vida de quienes los padecen. La película se interna en el dolor, en la angustia, en lo difícil que es procesar lo vivido y en el tiempo que necesitan las víctimas para siquiera poder hablar del hecho y que, por cierto, es aún mayor para denunciarlo y seguir acciones civiles y penales.

La película de François Ozon es para verla con atención. La congoja y la impotencia afloran con el correr de los minutos y aquello no nos deja indiferentes; nos golpea fuerte y nos duele. Son sentimientos que nos acompañan durante sus 137 minutos y que no nos abandonan. Es incomprensible e inentendible que sucedan estas situaciones al interior de la Iglesia. Cuanto más conciencia tomemos de lo que significan, cómo se producen y su consecuencia -esta es la principal motivación de las víctimas, quienes no buscan venganza ni una reparación material o monetaria-, podremos lograr crear ambientes sanos y seguros que contribuyan a evitar que nuevamente se repitan estos abusos.

Ficha técnica

Título original: Grâce à Dieu
Año: 2018
Duración: 137 minutos
País: Francia
Guion: François Ozon
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
Fotografía: Manuel Dacosse
Reparto: Melvil Poupaud, Denis Menochet, Swann Arlaud, Eric Caravaca, François Marthouret, Bernard Verley, Josiane Balasko, Hélène Vincent, François Chattot, Frédéric Pierrot, Martine Erhel, Aurélia Petit, Julie Duclos, Jeanne Rosa, Amélie Daure
Productora: Mandarin Production / Scope Pictures
Género: Drama | Basado en hechos reales. Abusos sexuales. Religión
Dirección: François Ozon

Por Gracia de Dios - Por Juan Pablo Donoso

Impactante denuncia contra cierta jerarquía de la Iglesia Católica por encubrimiento de abuso sexual contra menores.

Ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín 2019.

Un caso real acaecido en Francia cuando en 2016 un grupo de laicos, por cuenta propia, inició una protesta que alcanzó notoriedad internacional.

Alexandre, un padre de familia de Lyon, se entera que el sacerdote que abusó de él cuando pequeño sigue trabajando con niños. Con inmensa dificultad y tesón convencerá a otros adultos, también víctimas anteriores del clérigo, para destapar todos juntos este manto de silencio público.

A pesar del temor y la gran resistencia inicial, ninguna autoridad quedará indemne. Los principales inculpados serán el Padre Preynat (Bernard Verley: La Vía Láctea y El Fantasma de la Libertad) y el Cardenal Barbarin, su principal encubridor (François Marthouret: Le Grand Jeu - 2015).

Lo que distingue a este relato es que la iniciativa provino de los mismos laicos católicos, a diferencia de famosos filmes anteriores como Spotlight (En Primera Plana 2015), en que fue la prensa quien investigó y destapó el delito.

El guionista y director es Francois Ozon ((Frantz 2016 - En la Casa 2012). Se caracteriza por su descarnada - y anárquica - visión del comportamiento sexual humano. Paradojalmente, “osons” en francés significa “atrevámonos”… Y así se atrevió ese grupo de padres de familia a lanzarse contra la hipocresía de una de las instituciones espirituales más respetadas de la historia.

El tema se centra en el dolor de las víctimas cuando ya son adultos.

Lo hace con honestidad y altura de miras.

La elegante diplomacia de las autoridades nos va contagiando el malestar e impotencia de los postergados. El tomo paternalista nos resulta aún más repulsivo.

Excelentes actuaciones y muy bien dirigida. Los nombres de todos los personajes son reales.

Hasta el título Por Gracia de Dios (“¡Gracias a Dios!”) llega al final como la guinda de la torta: corresponde a un lapsus linguae del Cardenal Barbarin cuando en una conferencia de prensa se alegra de que los delitos sacerdotales hayan prescrito. (¡!)

Quintaesencia de lo que significa “escándalo”: aquello que nos induce a perder la Fe en algo que valorábamos.

HEROICA GESTA DE UN GRUPO DE PADRES QUE SE ATREVIÓ A DENUNCIAR LOS ESCÁNDALOS DE SACERDOTES CATÓLICOS EN FRANCIA.

Ficha técnica

Título Original: Grace a Dieu 
Drama, corrupción Cinetopia Francia - 2,17 hrs. 
Fotografía: Manuel Dacosse 
Edición: Laure Gardette 
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine 
Diseño Prod.: Emmanuelle Duplay 
Actores: Melvil Poupaud, Denis Ménochet, Swann Arlaud 
Guionista y Director: Francois Ozon

Ad Astra - Por Juan Pablo Donoso

De las mejores de ciencia ficción del último tiempo.

A la altura de Interestelar, Gravedad y El Marciano, pero aún inferior a 2001, Odisea del Espacio.

Ad Astra significa hacia las estrellas. Y semejante aventura le toca vivir a nuestro protagonista, el actor y productor de este filme, Brad Pitt (US$ 87, 500, 000 aprox.).

En un futuro cercano Roy McBride viaja a los bordes exteriores del sistema solar para encontrar a su padre (Tommy Lee Jones) desaparecido hace 30 años, y descubrir un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta.

Nos recordó Apocalipsis Now (1979) cuando el Capitán Willard debe atravesar el infierno de Viet Cong para hallar al Colonel Walter E. Kurtz (Marlon Brando), víctima de la locura y el horror.

Aquí, luego de una titánica epopeya espacial, el hijo llega a reencontrarse con un padre casi desconocido cuya obsesión paranoica de traspasar los límites del universo seguía inconclusa.

La trama y secuencias están claras y bien resueltas. Brad Pitt demuestra una vez más su talento en un rol tan largo y exigente. Los aspectos técnicos y la edición sonora son de primera calidad.

Las bellísimas imágenes - al interior de las naves como del espacio exterior - demuestran una vez más por qué el sueco holandés Hoyte van Hoytema es hoy el fotógrafo preferido de los grandes directores. Entre sus muchos méritos están El Ganador (2010), Ella (2013), Dunkerque (2017) e Interestelar (2014).

Por la prolijidad de su factura, y la sensibilidad de sus motivaciones, escapa a la categoría de típica secuela de acción. El factor amenazante de las ondas cósmicas letales la elevan al nivel de una futura Guerra Mundial Z…

Se acerca más al gusto de los críticos y del cine-arte que a las masas ansiosas de combates extraplanetarios. Sin embargo, y a pesar de sus virtudes, condesciende cuando el héroe es víctima del ataque de unos piratas advenedizos que - en pleno desierto lunar - les atacan los vehículos disparando al más clásico estilo western. (¡Tal vez un guiño venial al ranking de boletería!).

La cinta entera es una reflexión narrada por el joven astronauta:

Más que perderse entre las estrellas, la mejor aventura es vivir en la Tierra, junto a la familia, y valorar lo que tenemos acá.

MUY BIEN HECHA, ENTRETENIDA, BIEN ACTUADA Y NOBLE COMO PROPUESTA HUMANITARIA.

Ficha técnica

Aventuras, misterio, ciencia ficción
Fox
Brasil, EE.UU., China - 2,02 hrs.
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Edición: John Axelrad, Lee Haugen
Música: Max Richter
Diseño Prod.: Kevin Thompson
Guion: James Gray, Ethan Gross
Actores: Brad Pitt, Liv Tyler, Ruth Negga
Director: James Gray (Z, la Ciudad Perdida - 2016)

Un Amigo Abominable - Por Juan Pablo Donoso

Animación imperdible por su ternura, humor, inteligencia y simpatía.

DreamWorks y Pearl Prod. se siguen superando en calidad técnica, y en la riqueza de sus relatos. (US$ 75.000.000)

Extraordinaria construcción del argumento: peripecias bien tejidas, personajes encantadores, bien motivados y dimensionados, transiciones ingeniosas, clímax parciales para llegar al gran clímax final. Menor esquematización de los personajes principales.

Para salvar a su querido Yeti, la pequeña Yi y sus amigos hacen un viaje espectacular de 4.800 kilómetros desde las calles de Shanghai hasta las nieves eternas del Himalaya.

Grata música oriental. Bellísimos paisajes. Giros mágicos donde menos los esperamos. Hermosa valoración de la familia. Sólido mensaje ecológico. Lograda en todo sentido.

Su directora es Jill Culton, animadora y guionista estadounidense. Conocida por sus labores en Pixar, además de dirigir para Sony Pictures Animation la película Open Season. Fue la principal argumentista de Monsters, Inc.. Ahora tuvo la feliz colaboración del debutante Todd Wildeman, animador de Croods (2013) y Home (2015).

Quedamos a la espera de futuras películas de esta joven creadora cuyo talento y visión de mundo enriquecen cada una de sus obras.

Recomendamos permanecer sentados durante la larga lista de créditos finales: insertaron imágenes con graciosas vivencias posteriores de sus personajes.

RECOMENDABLE A TODO PÚBLICO POR SU EXCELENTE REALIZACIÓN, ADORABLES PERSONAJES Y HERMOSO CONTENIDO.

Ficha técnica


Título Original: Abominable 
Animación, aventuras, comedia 
Andes Films - Universal China, EE.UU. - 1,37 hrs. China, EE.UU. 
Fotografía: Robert Edward Crawford 
Edición: Susan Fitzer 
Música: Rupert Gregson-Williams 
Diseño Prod.: Guion: Jill Culton Voces en inglés: Chloe Bennet, Albert Tsai, Tenzing Norgay Trainor Directores: Jill Culton, Todd Wilderman

Rambo, last Blood - Por Juan Pablo Donoso

¿Dónde terminó sus días el viejo Rambo salvaje de los años 80?

En un lejano rancho de Arizona, dedicado a rescatar excursionistas y domar potros.

Vive junto a la abuela mexicana (Adriana Barraza) de una muchacha huérfana llamada Gabriela (Paz Vega).

Para ella, el “tío” John Rambo reemplaza al padre que la abandonó siendo muy pequeña.

Antes de ir a la Universidad, decide encontrarse con su verdadero padre en México, pero es secuestrada por una banda de proxenetas asesinos.

El “tío” John tratará de rescatarla aplicando sus famosos recursos de sobreviviente de Vietnam.

Como los bandidos son poderosos y lo superan en número, él los atraerá a su rancho para irlos masacrando uno por uno.

Toda la saga - de cinco películas (1982 al 2019) - del indomable Rambo demuestra la condición desvalida en que quedan los ex combatientes, ahora luchando contra un mundo civil perverso, y en una irremediable soledad.

Es probable que ésta sea, definitivamente, la “última sangre” que deba derramar este paria que sólo quiso pertenecer a una familia y morir en paz.

TAL VEZ LA ÚLTIMA SANGRIENTA VENGANZA DEL LEGENDARIO RAMBO. VIOLENCIA JUSTICIERA Y DESOLACIÓN.

Ficha técnica

Acción, aventuras, suspenso 
BFDistribution EE.UU. - 1,40 hrs. 
Fotografía: Brendan Galvin 
Edición: Carsten Kurpanek, Todd E. Miller 
Música: Brian Tyler 
Diseño Prod.: Franco-Giacomo Carbone 
Guion: Matthew Cirulnick y Sylvester Stallone 
Actores: Sylvester Stallone, Paz Vega, Yvette Monreal 
Director: Adrian Grunberg

La Lección de Piano - Por Juan Pablo Donoso

Obvia y previsible.

Argumento trillado y sin novedad.

Llena de clichés y lugares comunes.

Personajes unidimensionales sin desarrollo emocional.

Protagonista inexpresivo (Jules Benchetrit). Imposible empatizar con él y menos compadecerlo.

Mínima exigencia para los actores. Los intérpretes más experimentados aportan lo que pueden a un guion tan pedestre.

Desperdicio: los que pudieron ser dramas personales, emanados de la sugerencia y sutileza, son reemplazados por textos orales, burdos e innecesarios.

Un muchacho - prodigio musical - integra una banda de ladrones callejeros. Cuando lo toman preso, un profesor de Conservatorio logra que lo asignen a trabajos comunitarios en la Academia. Allí sus maestros lo someterán a estudios más avanzados para que participe en un Gran Concurso Internacional. (¡Adivinen quién gana!).

Carencias de lógica: madre se opone a que su hijo toque piano cuando ha practicado en casa desde pequeño; los compañeros delincuentes, luego de burlarse de su vocación pianística, lo ayudan a competir al final, etc.

Sólo son gratos los fragmentos de música clásica. Se entreveran con canciones tipo blues norteamericanos, escuchados en escenas de romance.

Bernard Ludovic es experto director de 2as unidades. Por eso su buena selección de locaciones (Conservatorio de Courbevoie y el Sena Musical de París).

El gran mensaje revelador: “para ser un buen artista debes poner todos tus sentimientos” (¡Plop!).

MELODRAMA MANIDO CON BELLOS MOMENTOS MUSICALES DE PIANO.

Ficha técnica

Título Original: Au Bout de Doigts 
Romance, música 
Cine-Arte Patricia Ready Francia, Bélgica - 1, 45 hrs. 
Fotografía: Thomas Hardmeier 
Edición: Romain Rioult 
Música incidental: Harry Allouche 
Diseño Prod.: Philippe Chiffre 
Guion: Johanne Bernard, Ludovic Bernard 
Actores: Lambert Wilson, Kristin Scott Thomas, Jules Benchetrit 
Director: Ludovic Bernard

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Ad Astra - Por José Blanco Jiménez

Stanley Kubrick dejó la vara muy alta con 2001: odisea en el espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), al punto de que – cuando la vi hace ya medio siglo – pensé: “este director no va a poder realizar otra película más en su vida, porque tocó el infinito”. No fue así, porque siguió sorprendiéndonos con otras obras maestras, pero lo que sí es cierto es que rayó la cancha en lo que a ciencia ficción se refiere.

En este viaje “hacia las estrellas” de James Gray, las referencias son múltiples: la llegada a la luna, los corredores iluminados. Pero no faltan los destellos de otras películas como Alien (de Ridley Scott, 1979) con la señal que viene del espacio y el sucesivo ataque dentro de la nave.

El argumento de esta película es muy sencillo: el mayor Roy McBride (Brad Pitt) debe dirigirse a la órbita de Neptuno para neutralizar un campo eléctrico que está amenazando a la Tierra con descargas de antimateria. ¿Y por qué Roy? Porque su padre Clifford (Tommy Lee Jones), pionero y héroe espacial, que fue enviado a ese planeta, perdió contacto hace 29 años, pero podría estar aún con vida. Es más, podría ser el responsable de las perturbaciones.

En términos homéricos, Roy es un Caballo de Troya, pero también un Ulises que intenta regresar a su hogar. Y, en ese sentido, no se trata sólo de un lugar físico, sino de un reencuentro con el padre ausente. En las producciones dirigidas por Gray, ese sentido de la ausencia se relaciona con la búsqueda obsesiva de algo que hace falta y con la imposibilidad de huir del propio pasado. Cito sólo dos ejemplos: en La ciudad perdida (The Lost City of Z, 2016), Fawcett buscaba una civilización perdida con la esperanza de que fuera mejor que aquélla en la que vivía; en Los dueños de la noche (We Own the Night, 2007), el gángster no puede separarse de la tradición policial de la familia.

No necesito contar la película para reflexionar sobre ella. El rescate de lo que podría quedar de una expedición que buscaba vida inteligente, pero en realidad el tratar de evitar el fin de la Humanidad, se transforma en un viaje íntimo parecido al del personaje de Joseph Conrad, que remonta el río en Corazón de las tinieblas. McBride está a la deriva en esa realidad que no tiene ni arriba ni abajo. Y en la soledad hay algo de Solaris (de Andrei Tarkovsky, 1972), con las referencias a la esterilidad afectiva que sí puede extinguir a la raza humana.

Se trata de una búsqueda metafísica de lo que une y separa universos antinómicos, que dividen hombres y mujeres, padres e hijos. Los intereses políticos, que se ocultan y mueven los hilos de lo que debe permanecer secreto, entran en connubio con la pulsión nihilista con el espacio como tumba y la voluntad de vivir regresando al hogar. Es así como el protagonista es capaz de guiar la nave manualmente y alunizar, porque el hombre es siempre el centro de gravedad. El cosmonauta – en el silencio del espacio – representa la desesperación del debatirse entre la fidelidad con la historia familiar y romper con la ley paterna. ¿Se puede escribir páginas propias? ¿Hay que sufrir el propio destino o se debe intentar dominarlo? Y estas interrogantes conllevan siempre el dolor de aceptar ser adulto.

La mejor película que he visto en lo que va corrido de este año 2019.

sábado, 21 de septiembre de 2019

El jilguero - Por José Blanco Jiménez

Basada en la novela de Donna Tartt, que ganó el Premio Pulitzer por la Ficción en 2014, el relato se desarrolla a un estilo digno de Charles Dickens, pero en clave del siglo XXI.

Theo Decker, un niño de 13 años, pierde a su madre por un atentado terrorista en un museo de Nueva York. Un hombre mayor que agoniza le entrega su anillo y le pide que guarde un cuadrito que ha resultado indemne de la explosión. Se trata de El jilguero, de Carel Fabritius, alumno de Rembrandt y esa obra lo acompañará desde ese momento como un “macguffin”.

Es acogido por la familia de un rico compañero de clase, encuentra una figura materna en Mrs. Barbour (Nicole Kidman) y el apoyo del anticuario Hobbie (Jeffrey Wright), cuando descubre que es la persona a la que debe entregar el anillo del moribundo. Con él vive Pippa, una niñita pelirroja, que también sobrevivió al estallido de la bomba y por la que Theo se siente atraído.

Es Hobbie el que le dirá una frase que lo marcará para toda la vida: "Algo es falso sólo si tratas de hacerlo pasar por reproducción". Y su existencia azarosa toma el cariz de la falsedad. Como en un folletín decimonónico aparece el padre (Luke Wilson), que desde el primer momento parece un pillo junto a su “compañera” (Sarah Paulson), de aspecto poco recomendable. El espectador ya sabe que no se presagia nada bueno.

Pero la película recién está empezando. Trasladado desde el frío Upper East Side hacia el desierto de Las Vegas en un alejado barrio de casas embargadas, conocerá a Boris, un muchacho ucraniano que da vueltas por el mundo con un padre violento y alcohólico. Es el comienzo del uso de la droga y de una vida casi delincuencial. Y allí está El jilguero, debidamente empaquetado, que recuerda a Theo que es imposible desligarse del pasado.

A partir de un determinado momento, los hechos se precipitan y toda la trama adquiere un cariz policial. Me detengo aquí sólo agregando que la acción se desarrolla por dos carriles con flashbacks y flashforwards, alternando a los personajes niños (Oakes Fegley/ FinnWolfhard /Aimée Lawrence) con personajes adolescentes (Ansel Elgort /Aneurin Barnard/Ashleigh Cummings). La fotografía y las actuaciones son impecables. Pero, para los que aman el buen cine, lo que falla es el guión.

No he leído la novela, que tengo entendido tiene más de 700 páginas y se me ocurre que su hilo conductor es la aceptación de un destino que no se puede cambiar, sobre todo porque es una apología del pragmatismo: para sobrevivir hay que sacar provecho de cada situación y lo que cuenta son los resultados.

Su estructura narrativa me recordó la película Hoy como ayer (Never Say Goodbye, de Jerry Hopper y Douglas Sirk, 1956), basada en una obra de Luigi Pirandello, con Rock Hudson y Corbell Borchers, que vi en el rotativo Avenida Matta con otras dos películas hace muchos años. Trataba de un médico militar que, con su hija pequeña, se separaba de su esposa y volvían a encontrarse mucho tiempo después. La historia no daba para más, pero se alargaba y alargaba y no terminaba nunca. Ahora me informo que duraba 96 minutos; en cambio El jilguero dura 122… ¡y se siente!

(The Goldfinch. USA, 2019)

jueves, 19 de septiembre de 2019

El Jilguero - Por Juan Pablo Donoso

La novela homónima de Donna Tartt ganó el premio Pulitzer de ficción 2014. Bien escrita, con amplia gama de personajes, y un drama íntimo que recorre la vida de un joven confundido.

Nos parece que el error de esta película fue ser demasiado fiel a la estructura literaria descuidando la narrativa audiovisual.

El resultado es un filme con excelente fotografía, una ambientación de lujo, algunas espléndidas actuaciones y toda la envergadura propia de un gran presupuesto.

Sin embargo, en vez de crear un filme “basado” en una gran novela, su guionista Straughan y el director John Crowley (Brooklyn, 2015) creyeron que siguiendo la misma estructura literaria repetirían en imágenes el impacto original.

El resultado - con todas sus virtudes actorales y técnicas - fue un película innecesariamente larga, con demasiados episodios secundarios intercalados, atiborrada de raccontos, y con algunos personajes que tal vez fueron gravitantes en el texto y que ahora carecen de justificación. Un ejemplo, la presencia de Nicole Kidman quien, con su talento y prestigio, se diluye en el discurso global.

Al igual que “rosebud” en El Ciudadano Kane, aquí la motivación existencial del niño - y luego adulto - Theo Decker, es el cuadro de un jilguero rescatado de una explosión terrorista en el Museo Metropolitano de Nueva York.

En esa ocasión el niño perdió a su madre, y de entre las ruinas heredó esta pintura como símbolo de su identidad afectiva. Teniendo este tesoro escondido y secreto, fue creciendo de familia en familia, conociendo a su padre semi delincuente, haciendo amigos de turbios orígenes (admirable Finn Wolfhard, como Boris), cayendo en la drogadicción, aprendiendo el oficio de anticuario, y siendo víctima de codiciosos amores femeninos.

Durante la larga exhibición - tan llena de méritos visuales y actorales - nos preguntamos a dónde conducen estos saltos narrativos. Y como la respuesta se nos escabulle, terminamos pensando que al guion le faltó concreción dramática, y sentimos el peso de su longitud.

Sólo después, cuando la rearmamos en la memoria, recién vislumbramos donde tendría la columna vertebral. Y nuevamente admiramos la actuación de Oakes Fegley, como Theo cuando pequeño.

EN UN DESPLIGUE DE LUCIMIENTO AUDIOVISUAL DESCUIDARON CENTRAR EL DISCURSO DRAMÁTICO. POR ESO QUEDÓ ERRÁTICA Y DEMASIADO LARGA.

Ficha técnica

Título Original: The Goldfinch 
Drama Warner Chile EE.UU. - 2,29 hrs. 
Fotografía: Roger Deakins 
Edición: Kelley Dixon 
Música: Trevor Gureckis 
Diseño Prod.: K.K. Barrett 
Guión: Peter Straughan 
Actores: Oakes Fegley, Finn Wolfhard, Ashleigh Cummings, Sarah Paulson 
Director: John Crowley

Infierno en la Tormenta - Por Juan Pablo Donoso

Su objetivo principal es mantenernos al borde del asiento. Y si entramos al juego, lo consigue.

Un feroz huracán azota Florida. El agua inunda rápidamente toda la zona. La población debe huir. Una muchachita (Kaya Scodelario), campeona de natación, manejando su camioneta, va sola en rescate de su padre que está en una casa de campo. Lo encuentra desmayado, y herido, en el subterráneo (Barry Pepper). ¿Qué le sucedió?

Fue atacado por un enorme cocodrilo que se filtró por del desagüe. Mientras intenta reanimarlo para escapar de ahí, nota que tiene una pierna destrozada. Deberá arrastrarlo lentamente hasta la escalera. Pero -¡horror! - hay otros lagartos pululando también por el sótano.

El resto de la película será presenciar cómo el nivel del agua sube, cómo los cocodrilos de 3 metros de largo los acechan, y cómo se las ingenian para combatirlos y escabullirse de ellos.

La situación se torna cada vez más claustrofóbica y peligrosa.

Los habitantes reales de Florida saben que en semejante situación podrían andar reptiles por las calles anegadas. Pero hay medidas precautorias. Aquí nos ponen en un caso tan extremo que, si perdonamos las inconsistencias lógicas, sufriremos a la par con sus personajes.

La joven Scodelario lleva el peso dramático del relato. Es difícil matizar tantas emociones en tan estrecho lugar, cada vez más opresivo, y rodeada de lagartos que hasta han puesto huevos en el lugar. En medio de los sobresaltos y mordiscos, nos dan breves momentos de distensión para que padre e hija conversen, y se reconcilien de antiguas disputas familiares.

A pesar de incluir un par de típicas víctimas que intentan rescatarlos, sin duda fue meritorio filmar tanto rato en un subterráneo penumbroso y sumergidos en el agua hasta el cuello. ¡Y qué decir de los cocodrilos!

ANGUSTIOSA Y ADMIRBLE REALIZACIÓN PARA MANTENERNOS EN SUSPENSO. SI PERDONAMOS SUS INCONGUENCIAS, LOGRA SU PROPÓSITO.

Ficha técnica

Título Original: Crawl 
Acción, terror, suspenso Andes Films EE.UU., Serbia, Canadá - 1,27 hrs. 
Fotografía: Maxime Alexandre 
Edición: Elliot Greenberg 
Música: Max Aruj, Steffen Thum 
Diseño Prod.: Alan Gilmore Guion: Michael Rasmussen, Shawn Rasmussen 
Actores: Kaya Scodelario, Barry Pepper, Morfydd Clark 
Director: Alexandre Aja

Chicos Buenos - Por Juan Pablo Donoso

Para disfrutarla, hay que identificarse con esos tres niños de doce años, y compartir con ellos sus inquietudes eróticas y sus peligrosas aventuras.

Si se la mira con ojos moralizantes, la comedia podría parecernos casi obscena y de mal gusto.

Pero como su propósito es hacernos reír, y recordar nuestras propias infancias y torpezas, sin duda será graciosa y bien intencionada.

Tres colegiales- preadolescentes - están despertando a la curiosidad sexual y al erotismo. Y otro tanto les ocurre a sus compañeritas de la misma edad, aunque para ellas predomina todavía lo puramente afectivo.

Ambientada en EE.UU. de hoy - con toda la tecnología al alcance de las manos, incluyendo el temprano uso de drogas - será en semejante bosque de posibilidades donde estos niños vivirán el impulso de explorar y responder a su manera de las consecuencias.

Ya conocíamos a Jacob Tremblay y lo admiramos en La Habitación (2015), y como el pequeño del rostro deformado en Extraordinario (2017). Y en esta sátira se nos revelan los otros dos jóvenes actores con mucho futuro: Keith L. Williams y Brady Noon.

Es posible que la novela entregue pormenores psicosociales más reflexivos. Más, al llevarla al cine, es inevitable que sea chocante para algunos mayores ver a niños diciendo tantas groserías y acompañarlos en descubrir, personalmente, drogadicciones y entretelones morbosos de la sexualidad de sus mayores.

COMEDIA PICARESCA QUE SE VALE DE PERSONAJES INFANTILES PARA EXPONER SECRETOS DEL MUNDO DE LOS ADULTOS.

Ficha técnica

Título Original: Good Boys 
Comedia Andes Films, Universal EE.UU. - 1,30 hrs. 
Fotografía: Jonathan Furmanski 
Edición: Daniel Gabbe 
Música: Lyle Workman 
Diseño Prod.: Jeremy Stanbridge 
Guionistas: Lee Eisenberg, Gene Stupnitsky 
Actores: Jacob Tremblay, Keith L. Williams, Brady Noon 
Director: Gene Stupnitsky

martes, 17 de septiembre de 2019

Durmiendo con el asesino - Por José Blanco Jiménez

Recuerdo haber dicho que Lily Collins en Sin salida (Abduction, de John Singleton, 2011) había sido escogida como partner de Taylor Lautner para no incomodar a las espectadoras. En efecto, esa flaquita no era competencia para las admiradoras y desempeñaba bien su papel. Reapareció en Tolkien (de Dome Karukoski, 2019) como una figura digna de una novela de Dickens, interpretando a la esposa del escritor, capaz de sentirse mal por no usar un sombrero en un café.

Después supe que es hija del cantante Phil Collins, pero eso no quita ni agrega nada a su capacidad dramática. En efecto, en esta película es el hilo portante de la reconstrucción de la vida de Ted Bundy, un asesino múltiple que existió verdaderamente y que fue ejecutado después de confesar 30 homicidios en siete Estados, ignorándose el número total.

El relato está planteado desde la perspectiva de su pareja, Elizabeth Kloepfer, que creyó por mucho tiempo en su inocencia y que, con pseudónimo, publicó sus memorias.

Todo empieza en la cárcel, cuando el femicida está a punto de ser condenado y la mujer recuerda cuando lo conoció siendo madre soltera, en los años ’70, colocando un disco en un jukebox. Su actitud fue respetuosa, lo invitó a pasar a su casa y durmió junto a ella y su hija. Queda preguntarse por qué ninguna de las dos mujeres fue víctima y por qué pudo mantener años de convivencia. El filme no da respuesta, pero creo que insinúa que se enterneció con la figura de la joven sola que cuida a su criatura. Tal vez así vio el reflejo de su madre y suplió la figura de su propio padre ausente.

No he leído el libro, pero – según me he informado – la actitud de Elizabeth fue mucho más proactiva de lo que muestra la película.

Debido al régimen federal norteamericano, Bundy fue llamado en causa por varios Estados, pero las telecámaras de Florida se encargaron de transformar el proceso en un espectáculo. Es así como el personaje se hizo conocido (escenas de archivo se incluyen entre los créditos finales), declarando su inocencia y teniendo mucho arrastre entre el público femenino. Además fue su vocera una ex novia. No era tan atractivo como el actor Zac Efron, que lo interpreta, pero tenía sin duda un carisma muy especial. Según él, se estaba instrumentalizando su juicio con fines políticos, porque el gobernador buscaba su reelección.

Es este último punto el que me lleva a pensar como también en Chile abundan cada vez más este tipo de argumentos: se acusa a un juez de dictaminar con miras a una promoción a la Corte Suprema, una ministra se defiende porque la quieren juzgar políticamente y no por su mal desempeño, los que acusan a un parlamentario querrían ocupar su puesto. Se trata obviamente de manipulación mediática, que redunda en una presunta manipulación personal.

Bundy era culpable y fue ejecutado. Para postergar su condena, empezó a reconocer algunos de sus crímenes, obligando a abrir nuevos expedientes. Al final, nunca se supo (y probablemente nunca se sabrá) cuántas mujeres mató en la más completa impunidad.

Dos detalles puramente cinematográficos: John Malkovich es uno de los jueces y el ahora obeso Haley Joel Osment (el niño de El sexto sentido, 1999 y A.I. – Inteligencia Artificial, 2001) es el tímido colega enamorado de Elizabeth. Ambos resultan creíbles.

(Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile. USA, 2019)

lunes, 16 de septiembre de 2019

Sr. Link - Por José Blanco Jiménez

Esta stop-motion entretiene de principio a fin mezclando temáticas de aventuras ya conocidas con reflexiones de tipo ecológico propias de nuestro tiempo, a pesar de que los hechos se desarrollan a fines del siglo XIX. Y es necesario insistir en este punto, porque Sir Lionel Frost quiere formar parte, a cualquier costo, de un exclusivo Club que se distingue por sus exploraciones y descubrimientos. Sólo que su actitud pone en riesgo la visión conservadora y antiprogresista de sus miembros.

El prólogo comienza con el descubrimiento de una criatura que podría ser el Monstruo de Loch Ness y cuya dramática aventura lleva a Mr. Lind, valet de Frost, a renunciar para siempre a sus funciones. Encontrándose ahora solo, repara en una carta que le llegó de Norte América y que no había abierto. Ésta se refiere a un ser que es el último de su especie y que vive también solitario y deseoso de encontrar individuos parecidos a él. Se trata nada menos que del “Eslabón Perdido” (Missing Link, en inglés) y parte en su busca con la esperanza de ser admitido en el Club.

Resulta que la criatura en cuestión es todo menos que una bestia: habla inglés y escribe correctamente, al punto de que fue él quien escribió la carta y tiene la esperanza de conocer los Himalaya para encontrar a esos “abominables” que podrían ser sus parientes lejanos. De allí a hacerlo su valet, cambiando en los documentos el apellido de Lind por Link hay un paso. Y para llegar al Himalaya es necesario un mapa que posee Adelina, una joven viuda mexicana, que fue su novia alguna vez.

Queda establecido el trío, que recuerda La vuelta al mundo en 80 días, incluido el trayecto en elefante y un sicario enviado por el Presidente del Club para asesinar al Lord. Y las aventuras se suceden con claras alusiones a Indiana Jones (sobre todo el episodio del puente) y a otras películas de matinés de otros tiempos. Todo ilustrado por mapas sumamente didácticos.

Contar las vicisitudes no tiene sentido. Es una película para disfrutar sanamente en familia. Además que el Sr. Link, con sus más de dos metros de estatura y su peso desproporcionado, se perfila como un simpático personaje que podría seguir apareciendo en películas.

Y agrego un detalle, que me resulta simpático, porque tiene mucho de personal. Adelina, a quien le presta voz Zoe Saldaña, tiene un curioso parecido con una ex alumna mía de la Scuola Italiana y talentosa actriz chilena: Paola Volpato.

(Missing Link. Canadá/USA, 2019)

jueves, 12 de septiembre de 2019

Ted Bundy: durmiendo con el asesino - Por Juan Pablo Donoso

Convivimos con uno de los más despiadados y carismáticos asesinos seriales de Estados Unidos.

En forma simultánea con esta película, el mismo director Joe Belinger, estrenó en TV un documental de 4 horas llamado Las Grabaciones de Ted Bundy. Fue tal su éxito que, junto con estremecer de terror, fascinó a sus televidentes.

La película la produjo Zac Efron para demostrar su calidad actoral más allá de las habituales comedias en que suelen encasillarlo (High School Musical 3, Haispray y El Gran Showman 2017).

Como los crímenes de Ted Bundy fueron exhaustivamente divulgados por los medios, nos abocaremos sólo a comentar este filme.

Lo que predomina aquí es el talento diabólico de un asesino. A pesar de todas las evidencias, manipuló a la opinión pública durante 10 años convenciendo a millones de personas de su inocencia.

La opción narrativa del director Belinger es demostrar cómo el personaje consigue maniobrarnos a nosotros también. Lo vemos encantador, enamorado, alumno estudioso de abogacía, buen padre y capaz de convencer de su bondad. Su sonrisa es tan diáfana que dan ganas de creer que se trata de un error policial y de la Justicia.

Nunca le vemos una reacción psicopática, y menos una razón para su comportamiento criminal. Junto a sus dos esposas, Liz y Carole Ann (excelentes Lily Collins y Kaya Scodelario), confiamos en su honestidad y aplaudimos su ingenio para escapar de las cárceles y defender su propia causa en los Tribunales.

Fue capaz de conquistar con la arrogancia de un político en campaña y, a la vez, pisotear la dignidad de sus víctimas e ignorar el dolor de sus familias.

Revela la dualidad de un monstruo; su talento para relacionarse con las personas y atraer simpatía hasta de los Jueces.

Vemos cómo deslumbró a la gente. Nos llaman a fijarnos en detalles más sutiles. Hay quienes son maestros en ocultar sus verdaderos instintos.

Estupenda ambientación de los juicios en la Corte de Miami. Agradecemos el buen gusto de evitar la exposición visual de las masacres. Sensible proceso emocional desde la perspectiva de sus esposas.

Al final, junto con mostrarnos a los verdaderos testigos del relato, exponen una lista con al menos 30 nombres de víctimas detectadas.

Recomendamos, en lo posible, ver antes la película que el documental. Así la disfrutarán mejor.

RETRATO DE UN BRUTAL ASESINO CAPAZ DE MANIPULAR A LAS MASAS CON TALENTO GENIAL.

Ficha técnica


Título Original: Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile 
Biografía, crimen drama BFDistribution EE.UU. - 1,50 hrs. 
Fotografía: Brandon Trost 
Edición: Josh Schaeffer 
Música: Marco Beltrami, Dennis Smith 
Diseño Prod.: Brandon Tonner-Connolly 
Guion: Michael Werwie,Elizabeth Kloepfer (libro) 
Actores: Lily Collins, Zac Efron, Angela Sarafyan 
Director: Joe Belinger

Mi Amigo Enzo - Por Juan Pablo Donoso

Las historias narradas desde la óptica de un niño o un animal, debido a la pureza de sus miradas, suelen ser tiernas, tristes y graciosas a la vez.

Aquí nuestro anfitrión es un perro Golden Retriever quien desde cachorro es el único compañero de Denny, un eximio piloto de autos de carrera. Lo llamará Enzo en homenaje al propietario de los veloces Ferrari.

El perrito - en la voz de Kevin Costner - irá expresando sus emociones y sus afectos por cada persona que se acerque a su amo. Lo acompañará en el encuentro con su futura esposa, Eve, y luego con el nacimiento de su única hijita, Zoe.

Y vibrará con ellos durante el ascenso profesional de Denny en las cada vez más importantes carreras automovilísticas.

Serán 17 años de fiel compañía con aquella familia en que se vivirán momentos de humor, tristeza y conflictos.

Si bien la historia fluye con naturalidad y tiene actores carismáticos, en todo momento nos trae a la memoria esas joyas de emoción que fueron La Razón de Estar Contigo 1 y 2. (2017 y 2019).

Y en la inevitable comparación, ésta resulta inferior, más plana y menos impactante.

Para colmo, en ambas el narrador es también un perro de la misma raza.

En aquella, el perro Bailey muere y se reencarna muchas veces, manteniendo la esperanza de volver a encontrarse con los miembros de su primera, y más amada, familia. Cada una de sus vidas, en distintas razas, será una nueva aventura que lo irá llenando con más sabiduría.

Quienes desconocen La Razón de Estar Contigo, disfrutarán de manera menos prejuiciada con el perrito Enzo de este filme.

En inglés se titula El Arte de Correr en Pistas Mojadas por la Lluvia. Y en ese título se incuba la idea central de esta obra: para triunfar mantén la vista fija en tu objetivo, ama de verdad y se fiel a ti mismo y a tus seres queridos.

Con un presupuesto de US$20.000.000. la cinta acertó con los actores adecuados: Milo Ventiglia, como el padre (Jefa por Accidente - Creed II); Amanda Seyufried, la madre (Cosette en Los Miserables); y con Ryan Kiera Armstrong, la hijita de aún cortos años de edad.

Es admirable cómo logran que Enzo (diferentes perros según sus edades), sin ser éste un dibujo animado, comunique con tal precisión los pensamientos y sensaciones que el narrador va entregando.

UNA HISTORIA EMOTIVA, BIEN REALIZADA, QUE ENTREGA UN MENSAJE DE AMOR Y COMPRENSIÓN POR LOS ANIMALES.

Ficha técnica


Título Original: The Art of Racing in the Rain 
Tragicomedia familiar Fox EE.UU. - 1,49 hrs. 
Fotografía: Ross Emery 
Edición: Adam Recht 
Música: Volker Bertelmann, Dustin O'Halloran 
Diseño Prod.: Brent Thomas 
Guion: Mark Bomback, Garth Stein (novela) 
Actores: Milo Ventimiglia, Amanda Seyfried, Ryan Kiera Armstrong. 
Director: Simon Curtis (Mi Semana con Marilyn2011 - La Dama de Oro 2015)

Dora y la Ciudad Perdida - Por Juan Pablo Donoso

Ameno largometraje que deleitará a niños actuales y adultos que hasta hace poco también eran niños.

Durante 19 años la TV ha entregado más de 136 episodios de la serie animada Dora la Exploradora, creada por Eric Weiner, Chris Gifford y Valerie Walsh.

Ahora, en una coproducción EE.UU. y Canadá decidieron hacer un largometraje combinando actores con dibujos animados.

Y el resultado fue feliz justificando los US$ 49.000.000 de su presupuesto.

Había que hallar a la actriz de carne y hueso que hiciera creíble a la pequeña heroína de la serie. Atinaron poniendo a Isabella Moner en el rol. Una actriz de 18 años, muy bajita, oriunda de Cleveland, Ohio, hija de peruanos y con un carisma que invade la pantalla en todo momento.

Se supone que el personaje es preadolescente; vive en la selva con sus padres arqueólogos. Su mejor amigo y compañero es un monito pequeño llamado Botas. El conflicto se desata cuando deben enviarla a estudiar Enseñanza Secundaria en la ciudad.

Al principio será objeto de “bullying” por sus costumbres selváticas, pero ella supera los obstáculos manteniéndose fiel a sus valores: “Seguiré siendo yo misma y jamás alguien diferente”.

Con esta actitud reclutará a otros 4 compañeros y partirán nuevamente a la jungla al rescate de sus padres perdidos en una misteriosa ciudad mágica repleta de oro.

Vivirán muchas aventuras y vencerán grandes peligros.

Es ingeniosa la manera en que mezclan las animaciones con los actores reales. Todo se complementa para dar fluidez, y humor, al relato.

Para quienes nunca vieron la serie de monitos animados en la TV algunas hazañas les parecerán abundantes. Pero los que cuando niños compartieron con Dora y su Monito Botas, gozarán acompañándolos en estas nuevas peripecias que incorporan a nuevos, siniestros y pintorescos personajes.

INGENIOSO LARGOMETRAJE CON UNA CARISMÁTICA DORA, CUYO MÁS AGRADECIDO PÚBLICO SERÁN LOS NIÑOS DEL SIGLO XXI.

Ficha técnica

Título Original: Dora and the Lost City of Gold 
Aventuras Andes Films, Paramount Australia, EE.UU. - 1,42 hrs. 
Fotografía: Javier Aguirresarobe 
Edición: Mark Everson 
Música: John Debney, Germaine Franco 
Diseño Prod.: Dan Hennah 
Guion: Matthew Robinson, Chris Gifford (creador de la serie) 
Actores: Isabela Moner, Eugenio Derbez, Michael Peña 
Director: James Bobin

lunes, 9 de septiembre de 2019

IT: Capítulo 2 - Por Jackie O.

“27 años después volvemos a Derry”.

Creo y si más bien recuerdo, las películas dentro del género de terror más largas fueron Suspiria y El Resplandor. Pero IT2 se encargó de agregarle unos minutos más para romper el record de casi 3 horas.

La película podríamos decir que se divide en dos: la vida de los grandes y el recuerdo de los chicos, intercalando las historias.

Lo que quiere decir, que si no viste la 1 no te perderás en esta ya que Muschietti se encarga de contártela.

La película comienza mostrándonos a un premiado director de cine en un hecho homofóbico brutal (bueno, X.Dolan también es actor), una introducción para mi gusto muy larga.

Dando paso a que Mike convoque al grupo haciendo alusión a una antigua promesa (y es el único que recuerda el pacto).

Ahí comienza la pesadilla que algunos tenían olvidada.

Aunque en algunos momentos resulta repetitivo y puede cansar, Muschietti aminora eso con moustros de mucho CGI.

La elección de estos actores mayores funciona bien como la de los muchachitos. Hay química y son creíbles en sus roles. Pero James McAvoy siendo un excelente actor, en esta oportunidad para mi fue opacado por otros, en especial por Bill Hader.

Bill Skarsgard tiene un buen maquillaje y gran actuación, pero ya no tiene ese toque de sorpresa que impresionó la primera vez.

La película muestra buenas escenas que no pasan desapercibidas, un buen manejo de la puesta en escena. La narrativa del subconsciente de los personajes está bien detallada, y el tema de la amistad bien resuelta.

Simpático fue ver la actuación a Stephen King, lo que le da la venia a esta película.

Lo otro que me pareció bien ejecutado, es la historia de amor escondida de Richie que se trató con sutileza.

El humor y terror bien equilibrados, en momentos. Aunque cumple con los cánones de terror no te hará saltar de tu asiento.

En cuanto a elección, prefiero el IT1 pues tenía más contenido, más emoción, lo que no significa que ésta sea mala. No me aburrí. Pero con 20 minutos menos habría estado mejor ya que hay diálogos y momentos muy repetitivos. Así como, cuando crees que terminó la película pero no y sigue, después vuelves a creer que termina pero sigue de nuevo. Hasta que termina.

Aunque esperaba más de esta película, igual entretiene pero si dispones de 3 horas sin moverte.

Ficha técnica

Distribución: Warner Bros.Año 2019.
Director: Andrés Muschietti
Guión: Gary Dauberman, de la novela de Stephen King
Cinematografía: Checco Varese
Diseño de producción: Paul D. Asterberry
Editor: Jason Ballantine
Música: Benjamin Wallfisch
Reparto: Jessica Chastain, James McAvoy, Bill Hader, Isaiah Mustafa, Jay Ryan, James Ransone, Andy Bean, Bill Skarsgård, Jaeden Martell, Wyatt Oleff. Jack Dylan Grazer, Finn Wolfhard. Sophia Lillis, Chosen Jacobs, Jeremy Ray Taylor, otros.

sábado, 7 de septiembre de 2019

IT: Capítulo Dos - Por José Blanco Jiménez

Si el espectador desea acercarse a la psicología de los personajes, debe haber visto el capítulo anterior que - en todo caso - no tenía número como si fuera un filme completo. Los hechos ahora ocurren en 2016, o sea 27 años después de lo acontecido en la pequeña ciudad de Derry, en la que una fuerza maligna, con el rostro del payaso Pennywise, mataba niños.

Los que, como yo, vieron la miniserie televisiva, dirigida por Tommy Lee Wallace en 1990), y ambientada en 1976, tienen presente que el relato se desarrollaba en la “época actual” con continuos flashbacks, que rememoraban los acontecimientos. La novela tiene más de mil páginas y los que la han leído dicen que está dividida en dos planos temporales. Es la elección de Andy Muschietti, que en 2013 dirigió Mamá (acerca de un espectro que cuida a dos niñitas que fueron abandonadas) y que dedicó el primer capítulo al Club de los Perdedores. Ahora vuelve a encontrarlos cuando Mike, el afroamericano, que permaneció en Derry, llama a reunirse al grupo porque han empezado nuevos crímenes.

Es un error pensar que It (Eso) sea Pennywise: es sólo una de sus personificaciones. De hecho, puede ser una monstruosa araña (que deja huevos) y se presenta a cada una de sus víctimas de una manera diferente: el hermanito muerto, un hombre lobo, el padre fallecido, un leproso, Paul Bunyan. En suma: todo aquello que te puede causar pavor.

La película entrega antecedentes acerca del origen de It, que es - realidad - un monstruo que existe desde antes de la formación del universo y que llegó, en forma de meteorito, durante la prehistoria al lugar en que habría de surgir Derry. Mike ha logrado descifrar el misterio investigando en libros y hablando con los habitantes autóctonos del lugar. Es así como cree haber encontrado la clave para destruirlo.

Tengo que detenerme aquí.

El director cumple con los requisitos de Hollywood al crear a los personajes: una mujer (pelirroja), un judío, un gay, un afroamericano y tres caucásicos. Se sirve de actores consagrados como James McAvoy y Jessica Chastain, pero para mi gusto siguen siendo superiores los protagonistas infantiles: Sophia Lillis como Beverly Marsh, Jaeden Martell como Bill Denbrough y Jeremy Ray Taylor como el obeso Ben Hanscom. Por un lado, la calidad de la interpretación despierta una profunda simpatía y, por el otro, King es un maestro para describir el mundo infantil. Baste un solo ejemplo: Cuenta conmigo (Stand By Me, de Rob Reiner, 1986) en la que trabajaron Casey Siemaszko, Kiefer Sutherland, Corey Feldman y el inolvidable River Phoenix.

El clown, obviamente, sigue siendo Bill Skarsgård, difícil de equiparar con Tim Curry. En este mundo perverso, los matones son eficaces y malvados; los adultos incapaces y nocivos (el padre de Beverly, por ejemplo). Al ver a la gente indiferente, la niña llega a decir que It es el Mal y forma parte de Derry. Es la insensibilidad de la sociedad ante su propia insensatez y genera monstruos como la Sra. Kersh.

Allí están las temáticas preferidas del prolífico escritor: la Amistad sincera, que permite que la unión haga la fuerza (con su emblemático contenido político); el Mal que, escondido en las alcantarillas, es un reflejo del que se vive en la superficie. Por ello pueden suscitar terror globos de colores, un laberinto de vidrios y espejos, o las galletas chinas de la suerte.

Y para concluir, debo citar algunas palabras del director, que es de nacionalidad argentina: “Derry es probablemente una metáfora del mundo de hoy, en el sentido de que el poder usa el miedo como un instrumento para controlar a las personas: ciertos gobiernos, y ciertos presidentes, la utilizan para dividir y provocar confusión, espantando a las personas para someterlas. Una cosa horrible. El aspecto positivo de la historia es que habla de esperanza, de personas que enfrentan esta situación, la combaten y comprenden que se puede hacer algo y que esos miedos no son reales, sino mentiras de los adultos”.

(It. Chapter Two. USA, 2019)

viernes, 6 de septiembre de 2019

Yesterday - Por Carlos Correa

Dirigida por Danny Boyle -“Quién quiere ser millonario”- la cinta narra la historia de Jack Malik -Himesh Patel-, un cantautor empeñoso que no logra tener éxito ni conquistar a un público que vaya más allá de su familia o de sus fieles amigos. Malik lo intenta, con mucha ilusión, apoyado por Ellie -Lily James-, amiga y también su manager, quien hace lo imposible por posicionar al músico en otras instancias.

Decepcionado por su última actuación y abrumado por su trabajo de reponedor en un gran almacén, decide tirar la toalla y no seguir intentando más. Sin embargo, dos hechos simultáneos ocurren y cambian para siempre la vida del cantante. Un apagón eléctrico de 12 segundos a nivel mundial y un accidente que lo deja en la clínica con dos dientes menos provocan algo que para Jack es verdaderamente como un milagro. Solo él recuerda a “Los Beatles”, sus melodías y sus letras. Los registros han desaparecido de todas partes, Internet incluido. Tímidamente empieza a interpretar las canciones primero a sus amigos, luego a su familia y después en diversos eventos. Se corre la voz, son un éxito inmediato. Entonces, casi sin proponérselo, Jack hace pasar por propias las canciones famosas del gran cuarteto de Liverpool y con ello se lanza al estrellato.

Esta película es por un lado un homenaje a una banda que cambió la historia de la música y por otro una sencilla comedia romántica sostenida en la relación de Ellie con Jack. La premisa del guion es muy interesante por el escenario propuesto post accidente. Solo pensar que nadie recuerde a Los Beatles es algo que nos parece imposible y que alguien se adjudique sus temas, un acto de osadía irreverente. Jack ha buscado toda su vida tener éxito y de pronto, de golpe -literalmente- lo encuentra. Las canciones son tan hermosas que incluso mal tocadas o mal cantadas, con letras invertidas o incluso cambiadas, irrumpen con un peso propio que seducen a cualquier audiencia de inmediato. Esta es la magia del homenaje que se le hace a una música transversal y que se reconoce como imperecedera.

La película mantiene siempre un tono liviano y muchísimos toques de humor. Es notable la incursión del famoso músico Ed Sheeran que desborda sencillez y simpatía, buscando a Jack, admirando su trabajo, llevándolo de gira y presentándole a su manager, reconociendo algo que rara vez es percibido en el mundo de la música que es la solidaridad y reconocimiento hacia un colega. Esta fresca participación le da a la cinta un tono actual e increiblemente las canciones de “Los Beatles” suenan absolutamente contemporáneas.

“Yesterday” funciona libre y nunca olvida que primero es una comedia romántica. Cuando el conflicto se manifiesta, es decir llega el éxito para Jack y Ellie se ve desplazada, surge justamente ese amor oculto y silencioso que durante años se mantuvo cubierto por una profunda amistad. Es en ese momento cuando deben tomar decisiones. Jack y Ellie se enfrentan a sus propios temores, ansiedades y sueños. Deben elegir el camino a seguir. Y aunque todo resulte previsible, la amabilidad del relato deja a fin de cuentas un saldo positivo, un gusto dulce de haber visto una cinta agradable escuchando las canciones de “Los Beatles”, con actuaciones protagónicas simples y convincentes, Ed Sheeran incluido. En ocasiones uno siempre espera algo más, sin embargo este tipo de películas nos recuerda que una buena historia, por sencilla que sea, merece ser contada y la podemos disfrutar sin hacer tanto análisis.

Ficha técnica

Título original: Yesterday
Año: 2019
Duración: 116 minutos
País: Reino Unido
Productora: Working Title Films / Etalon film. Distribuida por Universal Pictures
Género: Comedia. Fantástico. Romance | Música. Comedia romántica
Guion: Richard Curtis (Historia: Jack Barth)
Música: Daniel Pemberton. (Canciones: The Beatles)
Fotografía: Christopher Ross
Reparto: Himesh Patel, Lily James, Kate McKinnon, Ed Sheeran, Lamorne Morris, Ellise Chappell, Camille Chen, Alexander Arnold, Joel Fry, Sophia Di Martino, James Corden, Robert Carlyle
Dirección: Danny Boyle

La boda - Por José Blanco Jiménez

El tema de la vida del inmigrante se suele plantear desde la perspectiva de su inserción en el país donde logra radicarse o de su convivencia con el resto de sus propios compatriotas. Además, suele teñirse de aspectos delincuenciales como es el caso de los italianos y los irlandeses en Estados Unidos o de los rusos en Gran Bretaña.

En Bélgica, el tema de la xenofobia parece ser menor, pero no basta con la buena acogida que se brinda al forastero: cada etnia conserva las costumbres y, por lo tanto, la “moral” que la rige.

Zahira es una bella muchacha pakistana, que es obligada a abortar, porque toda su familia le ordena casarse con uno de los tres candidatos que le han escogido y que le dan a conocer por Skype. La madre, incluso, le hace notar que a ella no le dieron posibilidad de elección y que ha logrado ser feliz. Lo mismo le confirma su hermana mayor, que reconoce que “todo es injusto” y que debe ser así desde el momento que son mujeres.

No hace mucho que algunos occidentales se sacaron de encima muchos prejuicios, pero sólo algunos. La “cuestión de honor” sigue existiendo en el Sur de Europa a pesar de haber dado origen incluso a más de una comedia negra, como Divorcio a la italiana, de Pietro Germi (1961). Todavía se muere por asuntos de virginidad, de “faidas” familiares y de subvaloración de la mujer. Pero en el ámbito oriental, es una cuestión antropológica. En este caso, rechazar un matrimonio o escoger a un extranjero es un estigma que daña a toda la familia.

La película logra ser paradojal en todo momento, contraponiendo la tecnología más moderna al conservadurismo más añejo: todos aceptan tecnologías altamente avanzadas como el aborto “terapéutico” y la reparación del himen, pero con la finalidad de consagrar la tradición; la ceremonia del matrimonio se ejecuta por Internet, con pétalos de flores incluidos, pero tiene una frialdad que abisma.

La mujer que no dispone de su cuerpo ni de su vida no es un tema tan lejano a nuestra realidad y los latinoamericanos en general (y los chilenos en particular) también tienden a ser ultraconservadores. Si no resulta evidente, baste con revisar las temáticas de las telenovelas y seguir el macabro escrutinio que la prensa escrita y audiovisiva lleva de los femicidios que se cometen cada año llegando al extremo de numerarlos y de irlos comparando con las estadísticas anuales anteriores.

(Noces. Bélgica / Francia / Luxemburgo / Pakistán, 2016)

¿Dónde estás, Bernadette? - Por José Blanco Jiménez

La cincuentona australiana Cate Blanchett ha hecho de todo en innumerables películas, incluso de mala en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, de Steven Spielberg, 2008). Pero creo que hay un rol que la marcó y se siente en esta película: Blue Jasmine, de Woody Allen, 2013. En efecto, Bernadette Fox es locuaz, dispersiva e impredecible. Fue (y aún lo es) una gran arquitecta y ahora vive retirada del mundo y en litigio con el mismo. No le gusta salir y acepta con reticencia acompañar a su marido (Billy Crudup) y su hija Bee Branch (Emma Nelson) a la Antártica en vista de que ha terminado la escuela media.

Como en la primera secuencia Bernadette aparece en un kayak entre los hielos, la respuesta a la pregunta del título ya está dada. No que el espectador deberá conocer son las circunstancias que han determinado esa situación.

Basada en una exitosa novela de Maria Semple, la historia está narrada por la hija que, con una excelente interpretación, representa tanto la “edad del pavo” como el aspecto andrógino que la caracteriza y su ya decidida personalidad.

El tono de comedia está bien tratado y tiene mucho de los desastres de películas menores con una víctima recurrente, en este caso la vecina Audrey (la siempre encantadora Kristen Wiig), que sufre las consecuencias de las equivocaciones de Bernadette.

Para dar un tono de crónica televisiva, interviene también Laurence Fishburne, que aparece como su mentor y sentencia: "Las personas como tú deben crear o convertirse en una amenaza para la sociedad”.

Me detengo aquí, señalando sólo que el título original es más explícito: “¿Dónde vas, Bernadette?” Y, efectivamente, ése es el meollo del comportamiento del personaje, que trata de arreglar arquitectónicamente su mundo y se encuentra con numerosas dificultades.

(Where’d You Go, Bernadette?, USA, 2019)

jueves, 5 de septiembre de 2019

It Capítulo Dos - Por Juan Pablo Donoso

Una pesadilla mal soñada.

Si la primera de 2017 ya se veía manipulada, esta secuela es definitivamente una LÁSTIMA.

Eterna de larga: casi 3 horas. Tiene 200 finales. Recargada con efectos de terror manidos. Acumulación gratuita de situaciones y monstruos ya vistos en demasiadas otras películas (escarabajo con cabeza humana, ojos en blanco, rostros con dientes de estalactitas que se abalanzan hacia la pantalla para comernos a nosotros, etc.).

Llena de metáforas pueriles. Reflexiones filosóficas forzadas: “Lo mejor de ser “perdedores” es que no tenemos nada que perder, por lo tanto acéptate como eres” (¡!).

Para ambas películas debieron comprender mejor el fondo de la novela de Stephen King. Cero lógica y sentido común. Así, da lo mismo que Pennywise sea un payaso caníbal o la Pequeña Lulú satánica.

Si estos mismos personajes en el filme de 2017 generaban a ratos algo de empatía, aquí la pierden por exceso de reiteraciones. Además de abusar de los raccontos, abundan los “screamers” anticipados por la música estridente. Escenas de homosexualidad ramplonas e innecesarias.

En las interminables secuencias finales ya nada nos asusta por abuso de efectismos y CARENCIA DE SÍNTESIS NARRATIVA. Es como el gran borrador de una historia que debió concentrar su clímax y durar la mitad. ¿Olvidaron editarla?

Creyeron que metiendo “cameos” (rostros conocidos) - del antiguo director Peter Bogdanovic y Stephen King, autor de la novela - conquistarían la simpatía del público. Lo potencial de la 1ª se chacrea con lo pretencioso de ésta. Sin duda algunos actores conocidos accedieron a quedar ensangrentados, vomitados y ensartados como anticuchos por el sueldo que recibieron. Resultan esquemáticos. Se vislumbra que - los niños o los grandes - intentan dar humanidad a sus personajes, pero con semejante guion es imposible.

SÚPERPRODUCCIÓN EFECTISTA, INSOPORTABLEMENTE LARGA, ABSURDA Y ERRÁTICA EN SU GÉNERO DE TERROR.

Ficha técnica

Terror Warner Bros. Canadá, EE.UU. - 2,49 hrs. 
Fotografía: Checco Varese 
Edición: Jason Ballantine 
Música: Benjamin Wallfisch 
Diseño Prod.: Paul D. Austerberry 
Guion: Gary Dauberman, Stephen King (novela) 
Actores: Bill Skarsgård, Finn Wolfhard, Jessica Chastain 
Director: Andy Muschietti

Vencedor - Por Juan Pablo Donoso

Es difícil que un espectador de buena voluntad desprecie esta película.

La fórmula de sus realizadores aplica todos los ingredientes probados para entretener, emocionar y bañar el relato con trascendencia espiritual.

Hay una equilibrada dosificación de suspenso deportivo, solidaridad racial, personas que se arrepienten de sus pasados vicios, y un cuadro casi estereotipado de familia feliz y bien constituida.

Es decir, puros ideales de vida que, una vez resueltos los problemas ocasionales, culminan con el esperado “final feliz”.

Para lograr esta química emotiva es necesario que sus personajes experimenten momentos de frustración - siempre superables con optimismo; que algunos leves conflictos conyugales se resuelvan con amor y arrepentimiento; que un ex drogadicto sufra las consecuencias clínicas de su vicio; y que una huerfanita negra, asmática y cleptómana, descubra que puede triunfar en el más exigente de los deportes gracias a su fe en Jesucristo.

Contar más detalles de la historia sería arruinársela a los espectadores.

A favor de este filme podemos decir que sus personajes son empáticos - aunque demasiado “ejemplares”; - que tiene un eficaz tratamiento cinematográfico hollywoodense; - que los actores de color son más conmovedores que los blancos - en especial la pequeña Aryn Wright-Thompson y su moribundo padre Cameron Arnett, capaz de transmitir emoción en tomas de largo aliento.

Al comienzo hay diálogos demasiado obvios, para preparar al público de lo milagroso que vendrá. Pero en la segunda mitad, cuando se desata lo deportivo será, al igual que Rocky y tantas otras, el suspenso lo que predomine.

Aunque a veces bordea lo predicante, lo propio de esta película es - como siempre en las obras de los hermanos Kendricks - la invitación a entregarnos con humildad a los prodigios de la fe, y muy en especial, a confiar en el amor de Jesucristo que nos rescatará cuando más lo necesitemos.

Para financiarla confluyó el apoyo de muchas iglesias evangélicas, y la participación de varios miembros de la familia Kendricks en diversas tareas.

UN FILME MUY AMENO Y EMOTIVO. SIN OCULTAR SU MENSAJE CRISTIANO LOGRA UN ECUMENISMO GRATO E INSPIRADOR PARA QUIENES CONFÍAN EN DIOS.

Ficha Técnica


Título Original: Overcomer 
Cinemark y Canzion Films EE.UU.- 1,59 hrs. 
Fotografía: Bob Scott 
Edición: Steve Hullfish, Alex Kendrick 
Música: Paul Mills 
Diseño Prod.: Trey Reynolds 
Actores: Alex Kendrick, Aryn Wright-Thompson, Camderon Arnett 
Guion: Alex Kendrick, Stephen Kendrick 
Director: Alex Kendrick

miércoles, 4 de septiembre de 2019

La Boda - Por Juan Pablo Donoso

Una nueva tragedia contemporánea producto del choque de culturas y de férreas tradiciones familiares.

En Aix la Chapelle, histórica ciudad fronteriza de Europa, co-habitan grupos humanos provenientes de muchos países del mundo.

Nuestra protagonista, Zahira (Lina El Arabi), una muchacha de 18 años, de una familia inmigrante de Pakistán, ya termina el colegio y congenia con amistades de su edad.

Su primer drama fue quedar embarazada por accidente, exponiéndose al oprobio de su familia. Su deseo era gestar ese hijo, aunque el padre ya era irrelevante para ella. Sin embargo, su hermano y confidente, para evitar la hecatombe social, la convence de abortar.

Con ese dolor secreto en su conciencia deberá luego casarse, según la tradición de su pueblo, con un novio desconocido que sus padres habían seleccionado para desposarla. Ella deberá elegir - ¡por internet! - a uno de los tres candidatos que, además, viven en Medio Oriente.

La muchacha intenta rebelarse contra semejante imposición, incluso huyendo del hogar. Para sus parientes, este tipo de boda es la más sana y adecuada. Le señalan el ejemplo de sus padres, casados sin conocerse previamente, y que han sido siempre felices. Hasta una hermana mayor (estupenda Aurora Marion) le expone su armonía conyugal como paradigma de realización.

Zahira, quien se sentía atraída por un joven belga, abominaba de semejante destino. Pero la presión del ambiente, los ejemplos que le da su padre de lo tristes que son las vecinas solteras del barrio, y el frágil estado cardíaco de éste, la harán consentir finalmente en una pre-ceremonia nupcial – a distancia – dejando el vínculo establecido, y faltando sólo la consumación definitiva de la boda.

Zahira hará un último intento de liberarse y escapar, confiando a ciegas en su adorado hermano, que siempre la comprendió.

Los múltiples vericuetos de la trama, en que solidarizamos con el instinto de dignidad personal de la niña, y lo inesperado del desenlace, consolidan la premisa de los autores del filme: aún en nuestros días, y a pesar del inmenso cariño familiar, hay tradiciones tan hondas que resultan casi imposibles de cambiar.

DOLOROSA DENUNCIA CONTRA LA RIGIDEZ DE TRADICIONES MILENARIAS.

Ficha técnica


Título Original: Noces
Drama cultural Bélgica, Pakistán, Luxenburgo, Francia – 1,40 hrs.
Fotografía: Grimm Vandekerckhove 
Edición: Jerome Giot y Mathilde Muyard 
Diseño Prod. Catherine Cosme 
Actores: Lina El Arabi, Sebastien Houbari, Babak Karimi, Nina Kulkarni, Aurora Marion, Zacharie Chasserlaud 
Guionista y Director: Stephan Streaker

La Boda - Por Jackie O.

“Cuando las tradiciones son más importantes que la felicidad”

¿Cuál es la idea de salir de la tierra natal para emprender una nueva vida, sea económica, educacional, etc. Hacia una tierra occidental, si siguen aferrándose a culturas que no se rigen en las nuevas tierras?

El conflicto de la dualidad.

Un film europeo que muestra el complicado momento que debe enfrentar una adolecente pakistaní que vive en Bélgica, donde ha sido criada. Vive con su familia compuesta por sus padres y dos hermanos (la hermana mayor casada y fuera del país), pero mantienen estrictas costumbres de su país Pakistán.

La película arranca cuando “Zahira” se entera q ue a sus 18 años está embarazada y no sabe qué hacer. Su familia está avergonzada y su novio la deja. ¿Qué hace?

Luego debe lidiar con un matrimonio arreglado por sus padres, donde tiene que elegir entre 3 fotos cual sujeto le agrada más y hablar con ellos por Skype. Eso es todo el contacto que tendrá con ellos. Pero tiene la obligación de elegir rápido. Así dice la costumbre.

Pero Zahira tiene ya una vida occidental, es rebelde, vive la pasión, las salidas nocturnas con sus amigos, es una adolecente que estudia, pretende disfrutar la vida acorde a su edad, y casarse cuando ella estime con quien dicte su corazón.

Se encuentra en un dilema entre sus costumbres, su educación occidental y lo asfixiante que se ha vuelto su familia en su vida.

Su familia es unida, sus padres adoran a sus hijos pero sus costumbres son totalmente firmes y algo arcaicas, su hermana mayor la aconseja, su otro hermano mayor la quiere demasiado y es su confidente pero no puede evitar sus costumbres machistas, y la menor escucha y observa pues le espera lo mismo cuando cumpla la edad.

Esta es una historia verídica, con costumbre algo vetustas (discúlpenme quienes están de acuerdo con dichas costumbres) pero estamos en el siglo XXI, hay costumbres que son tal vez necesarias, pero otras no, ya que no se puede decidir por otra persona, no se puede obligar a otro a hacer algo contra su voluntad.

El director sabe manejar con respeto las costumbres, pero también encara una cultural violenta hacia las mujeres.

Los personajes son creíbles, la historia está bien narrada con un estilo sobrio.

La ambientación está bien lograda, ya que muestra lo representativo de cada cultura.

Es interesante para saber cómo lidian los personajes con este conflicto cultural. Ya que las decisiones tomadas pueden sorprendernos.

En qué puede fallar; la película dura una hora y media, pero se hace más larga porque falta sentir la tensión y tragedia en los momentos cruciales. 

¿Qué sucederá con ZAHIRA al final?

Ficha técnica

Título Original: Noces. Dirección: Stephan Streker
Protagonistas: Babak Karimi, Lina El Arabi y Sébastien Houbani
Género: Drama Duración: 98 minutos
Origen: Bélgica 
Año de realización: 2016
Distribuidora: Arcadia films
Fue nominada a 5 Premios César (Incluyendo Mejor Película Extranjera)
Ganadora de 2 Premios Magritte Awards / NOMINADA a 6 Premios Magritte Awards
Nominada Mejor Película Extranjera en Lumiere Awards / Competencia Derechos Humanos en el Festival de Estambul / Mejor Director en el Festival de Rotterdam.

La Boda - Por Carlos Correa

Esta cinta belga es muy interesante. Ofrece un acercamiento cultural que, al menos en nuestra idiosincrasia latinoamericana, nos resulta tremendamente distante.

Zahira -Lina El Arabi-, es una joven paquistaní que vive en Bélgica junto a su familia. En cuanto se entera que ha quedado embarazada de su novio, pide ayuda a su hermano, muy cercano y confidente. Las opciones son complejas porque debe decidir sobre abortar o seguir adelante pese al nulo apoyo de su circunstancial pareja. A pesar que la relación con su familia es normal, Zahira sabe que la decisión no es solo de ella pues les compromete a todos.

En paralelo está la tradición paquistaní que se refiere a la forma de elegir un marido. En este caso, Zahira no tiene prácticamente ninguna opción, pues lo que dicta el rito es que su padre concreta el matrimonio y ella, en el mejor de los casos, puede decidir entre tres jóvenes a quienes ni siquiera conoce en persona, solo por entrevistas vía Skype.

La vida de Zahira es la de una joven adolescente normal, se divierte con sus amigos, vive en un país muy diferente a las costumbres familiares y ello sin duda le permite tener una perspectiva diferente de la manera cómo deben ser las cosas. La rebeldía aparece y también la contención familiar, que evidentemente no es suficiente en ningún momento.

Su padre y su madre quieren lo mejor para ella pero dentro de lo conocido y tradicional. Además, si aquello no se cumple, cualquier acción se considera desprecio y trae consecuencias negativas insospechadas para el apellido de la familia. La tradición manda, y solo resta obedecer. Sin embargo Zahira no está dispuesta a ceder. Descubre que puede seguir su camino a pesar de ir en contra de la línea familiar. Su padre sufre, su madre no sabe qué hacer, su hermana mayor, que ya ha cumplido con el rito, viaja desde España a tratar de convencerla y su hermano se debate entre el amor que le tiene y la lealtad familiar. Una serie de hechos acontecen y llevan el relato a un punto de no regreso. La tensión es máxima y parece que el conflicto mayor no tiene solución.

Esta cinta del director Stephan Streker tiene un particular estilo de narración. Llama la atención porque carece totalmente de banda sonora. No hay música en ninguna escena, algo que podría parecer anormal pero se transforma en un recurso. Escuchamos el silencio, los pequeños sonidos de las cosas e incluso la respiración de los personajes. Es muy tenso porque no estamos acostumbrados a esta ausencia total. El efecto es casi similar al blanco y negro de una filmación, entregando relevancia a otros elementos que asumen protagonismo, primeros planos cerrados, mucho desplazamiento y también escenas completas donde solo existe un seguimiento a los actores.

Dentro del contexto de las temáticas que aborda, “La Boda” sorprende por lo directo de su mensaje y por la claridad con que muestra una cultura muy diferente. Las actuaciones añaden un valor importante al filme pues representan de forma clara la personalidad de cada miembro de la comunidad. En ese sentido, el desarrollo de los personajes es preciso y no da pie a dobles lecturas; los vemos y sentimos empoderados en cada uno de sus roles.

“La Boda”, a pesar de ciertas debilidades referidas a su ritmo o tal vez a una leve tendencia a alargar algunas escenas, tiene su principal fortaleza en una historia basada en hechos reales. Esto conmueve y nos hace empatizar con la protagonista, más por el relato presentado que por la manera de desarrollarlo. A pesar de esta limitación en lo formal, el interés no se pierde nunca y cuando podemos pensar que todo ha concluido tomamos conciencia que no es así y que las distintas posiciones pugnan por imponerse, incluso más allá de toda fraternidad familiar.

Ficha técnica

Título original: Noces
Año: 2016
Duración: 98 minutos
País: Bélgica
Productora: Coproducción Bélgica-Paquistán-Luxemburgo-Francia; Daylight Films / Formosa Productions / Tarantula
Género: Drama | Familia
Guion: Stephan Streker
Fotografía: Grimm Vandekerckhove
Reparto: Lina El Arabi, Sébastien Houbani, Babak Karimi, Nina Kulkarni, Olivier Gourmet, Alice de Lencquesaing, Zacharie Chasseriaud, Aurora Marion, Rania Mellouli, Harmandeep Palminder, Sandor Funtek, Bilel Ghommidh, Qari Ikram Nabi Kailany, Hervé Sogne, Édith Le Merdy, Fayçal Safi
Dirección: Stephan Streker