miércoles, 29 de marzo de 2017

La bella y la bestia - Por Carlos Correa

Disney regresa a uno de los clásicos más recordados de los 90. La historia de "La bella y la bestia", está vez en una versión real que es prácticamente idéntica a la original animada. Ello ya es un gran logro del director Bill Condon, quien se abocó a la tarea de hacer realidad este relato escrito por Evan Spiliotopoulos y Stephen Chbosky y que está basado en el cuento de hadas francés de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. 

Bella -Emma Watson- vive en una pequeña aldea junto a su padre, cuyo oficio es fabricar inventos para vender en ferias y eventos. En uno de sus viajes, el anciano se pierde en medio del camino, y llega a un castillo habitado por una Bestia -Dan Stevens- que lo encierra por invadir su propiedad. Bella corre al rescate de su padre y cuando descubre el castillo logra introducirse y hacer un veloz intercambio para liberarlo. Allí comienza poco a poco a conocer el lugar y a entender el por qué de la presencia de objetos que cobran vida y que le ayudan a acercarse a la temible bestia.

La cinta tiene un excelente nivel de producción, una atractiva banda sonora que incluye nuevos temas además de los ya conocidos y un sinnúmero de efectos especiales que permiten hacer "convivir" la realidad con la animación de los objetos. Este punto tal vez sea el menos logrado -quizás producto de la edición o el montaje-, pues provoca que algunas escenas queden un poco en el "limbo" o con falta de conexión entre los actores reales y las animaciones lo que sin embargo no le resta puntos a la eficiente producción.

Esta nueva recreación, donde la fantasía y la realidad se cruzan, da cuenta de la creciente necesidad de volver a relatos que se transforman con el tiempo en inmortales, y cuya actualidad parece siempre estar vigente. Puede ser que estemos ante la ausencia de nuevas historias, sin embargo es interesante revisar estas nuevas lecturas, modernas y actualizadas, que dan nueva vida a estos clásicos. ¿Qué significa hoy esta película? Esta pregunta se puede responder desde varios frentes. Uno de ellos, tal vez el más evidente, es desde el significado de la fuerza del amor como eje central de la historia. Por más predecible que resulte, siempre será un tema atractivo y vigente. La apariencia versus el fondo, antagónicos las más de las veces, cobra acá una importancia radical y con tono de fábula quiere refrendar la moraleja y enseñanza del cuento original. Por otra parte, la fantasía cobra también un carácter fundamental. ¿Queremos escapar de la realidad o bien vemos la fantasía como un recurso para intentar cambiarla?, podría ser otra pregunta que se desprendería, analizando la cinta desde el "hoy", a casi 30 años de su versión de 1991. 

"La bella y la bestia", como la mayoría de las producciones de Disney, es una película que habla de valores y antivalores. Su fórmula es totalmente barroca, donde el claro - oscuro, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo se van contraponiendo en cada secuencia y a cada momento. Los estereotipos abundan y las caricaturas también. Todo ello conjuga un mundo fantástico, tan irreal como verdadero, un poco dando cuenta del actual formato de la cinta con personajes de carne y hueso interactuando con animaciones digitales y efectos especiales. El prototipo de "malo" y el ideal de "bueno", como es obvio, están también siempre presentes y desarrollados ampliamente en diferentes aspectos y formas, es decir, la historia es relatada de la forma más clásica que podamos imaginar.

Una tímida -aunque arriesgada y no exenta de polémica- incursión en temáticas de género le dan a "La bella y la bestia", versión 2017, una excusa y un contexto para situarnos en el complejo universo actual, algo que podría resultar sorpresivo pero que sin duda va de la mano con los tiempos que corren.

Ficha técnica

Título original: Beauty and the Beast
Año: 2017
Duración: 123 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Walt Disney Pictures / Mandeville Films
Género: Fantástico. Romance. Musical | Cuentos. Remake
Música: Alan Menken
Fotografía: Tobias A. Schliessler
Guión: Stephen Chbosky, Evan Spiliotopoulos (Novela: Jeanne-Marie Leprince de Beaumont)
Reparto: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Emma Thompson, Ewan McGregor, Ian McKellen, Kevin Kline, Josh Gad, Audra McDonald, Gugu Mbatha-Raw, Stanley Tucci, Hattie Morahan, Adrian Schiller, Chris Andrew Mellon
Director: Bill Condon

martes, 28 de marzo de 2017

Fragmentado - Por Carlos Correa

M. Night Shyamalan está de regreso con una cinta que tiene su sello, un thriller de suspenso elaborado que si bien no vuela tan alto como "Sexto Sentido", permite distinguir claramente la mano y el talento de su director. Kevin -James McAvoy, en un rol que le queda y que además interpreta muy bien- secuestra a tres adolescentes. Hasta ese momento no sabemos ni conocemos que Kevin tiene 23 personalidades, que es tratado por la Dra. Fletcher -Betty Buckley- y que cada una de sus versiones tiene motivaciones muy diferentes. Una de las chicas raptadas, Casey -Anya Taylor-Joy- entra en sintonía con la personalidad probablemente más vulnerable de Kevin y apela a su ayuda, sin embargo no es tan sencillo pues Kevin muta en los momentos menos pensados. Hablar más de la historia es develar la trama, la que si bien podría ser predecible, posee elementos que logran sostener un relato pausado y en ocasiones, aparentemente desconectado.

Shyamalan es muy interesante como guionista y director. Sus cintas muchas veces no son fáciles de interpretar y de seguir. En ocasiones son verdaderos puzzles, con acertijos, atajos y situaciones que parecen ser reales y que sin embargo resultan ser todo lo contrario. Su trabajo en "Split", su título original, sigue esa línea y además está enmarcado por un relato paralelo que entrega ciertas luces sobre la temporalidad presente. El tiempo es vital en la construcción de Shyamalan, tanto como presencia como por ausencia. Hay un esfuerzo importante para sostener la cinta desde la intelectualidad, desde los diálogos y desde las diversas formas que permiten las múltiples personalidades, a pesar que no son muchas las que se desarrollan explícitamente a lo largo del metraje. La construcción del suspenso hace suponer que en cualquier momento se revelará algo trascendente, o sucederá algo que estamos esperando -o no esperamos-, es decir, la magia está en la forma de relatar más que el fondo relatado. Y esto lo consigue de manera espléndida M. Night Shyamalan, es sin duda parte de su particularidad.

"Fragmentado" es una película íntima y filmada hacia el interior. No es mucho lo que sucede y en parte ello podría ser también evidente, sin embargo pesa más aquello que está implícito que aquello que se revela sin atisbos de duda. Ciertas teorías o hipótesis sobre las personalidades disociadas se abren paso durante el metraje. Es cierto que 23 son un número tal vez exagerado, pero ¿tres o cuatro, podrían ser reales? ¿Cuántas formas tenemos de relacionarnos las personas que nos autodenominamos "normales"? Claramente no actuamos igual cuando estamos solos, en un grupo de confianza o en público. Tal vez no alcanza para decir que tenemos "personalidades diferentes" o "disociadas", pero sí perfectamente puede llevar a algunos a decir que conocen a otra persona, dependiendo del entorno en que esta se encuentre. Y acá revelo mi propia hipótesis de la película: una búsqueda y exploración interior de nuestra forma de ver el mundo, de relacionarnos, qué pasa con nuestro propio autocontrol y con los comportamientos que están determinados por la sociedad en la que nos desenvolvemos.

Me gusta el cine de Shyamalan, incluso en sus cintas anteriores bastante criticadas. Y por varias razones: es valiente, honesto, no intenta complacer y entrega siempre una historia original. A veces puede ser más interesante y otras veces menos prolijo, sin embargo algo que caracteriza su relato es que nunca va a entregar todas las respuestas. Su cine es de preguntas, de exposición y de reacción, y ello entrega un componente adicional y reflexivo, no solo emocional. Es un cine diferente, tal vez no multitudinario, pero que incomoda, provoca e inquieta. ¡Y así da gusto experimentar una inmersión en la pantalla grande!

Ficha técnica 

Título original: Split
Año: 2016
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Género: Thriller. Intriga | Thriller psicológico. Secuestros / Desapariciones
Guión: M. Night Shyamalan
Música: West Dylan Thordson
Fotografía: Michael Gioulakis
Reparto: James McAvoy,  Anya Taylor-Joy,  Betty Buckley,  Brad William Henke, Haley Lu Richardson,  Sterling K. Brown,  Kim Director,  Sebastian Arcelus, Lyne Renee,  Neal Huff,  Jessica Sula,  Maria Breyman,  Steven Dennis, Peter Patrikios,  Matthew Nadu
Director: M. Night Shyamalan

miércoles, 22 de marzo de 2017

Un jefe en pañales - Por Carlos Correa

DreamWorks Animation nos sorprende con ideas originales, puestas en escena atractivas y "The Boss Baby" no es la excepción. Basada en el libro de dibujos del mismo nombre de Marla Frazee, la cinta cuenta la historia de un bebé particular que llega a una familia con una clara misión: descubrir por qué las mascotas están acaparando todo el amor de los padres y están así desplazando y reemplazando a los bebés. Y este pequeño, que es especial porque viste traje, lleva un maletín y trabaja en Baby Corp., no puede hacerlo solo, necesita de su hermano mayor Tim para poder lograr su propósito.

La película es entretenida para chicos y grandes, algo que ya es marca registrada en las actuales cintas animadas. A pesar de apelar a muchas caricaturas y estereotipos, la temática aborda tópicos interesantes como la llegada invasora de un hermano menor -en especial si se es hijo único-, el radical cambio familiar que se vive con ello, la tiranía de algunos bebés -acá asociado al autoritario molde de jefatura-, la creciente disminución del número de hijos por familia y con ello el también creciente aumento en la tenencia de mascotas. Es cierto que un guión más elaborado habría contribuido a mejorar el predecible último tercio de la película, sin embargo alcanza para, al menos, conseguir que los mensajes que trae para los más adultos sean perfectamente claros -y algunos vergonzosamente divertidos- y que los más pequeños gocen con la naturalidad de los personajes.

La narración que realiza Tim en primera persona es deliciosamente poco objetiva. Siempre en tono de comedia, se preocupa de transmitir sus sentimientos intentando entregar esa visión del mundo a los siete años, con inocencia pero a la vez con mucho realismo. La ironía es fundamental en el relato, como por ejemplo que los papás de Tim trabajen justamente en la empresa Puppy Corporation, encargada de las mascotas o la producción en serie de los bebés que son elegidos o descartados para ir a una familia o ser jefes, luego de hacerles una simple prueba de cosquillas. Son justamente esos pequeños detalles los que más gozaremos los adultos, ya que al ver esta cinta volvemos a ser niños y redecubrimos lo importante que es no dejar de serlo nunca, que podría ser otro de los mensajes centrales. La familia como eje importante e irreemplazable, la convivencia entre hermanos y la adaptación a los diferentes entornos giran también como temáticas abordadas en forma divertida y ágil, no pretendiendo dar clase, ni juzgar, pero si poniéndolas de relieve en una trama sencilla y de fácil comprensión.

“Un jefe en pañales” funciona bien a pesar de no ser demasiado brillante. Tiene elementos como para pensar en alguna secuela, pero ojo, si fuera tan evidente como su desarrollo final, es posible que caiga en desgracia. DreamWorks Animation deberá proponerse trabajar mejor la historia porque una buena idea no asegura necesariamente que pueda llegar a materializar una buena animación. Por ahora podemos disfrutar con este nuevo jefe vestido de bebé -¿o bebé vestido de jefe?-, de sus aventuras y desventuras y de una entretenida y moderna propuesta visual.

Ficha Técnica

Título original: The Boss Baby
DreamWorks Animation
Animación 3D
97 minutos
Voces: Alec Baldwin, Lisa Kudrow y Jimmy Kimmel
Director: Tom McGrath

Silencio - Por Carlos Correa

“Silencio”, la última cinta del director Martin Scorsese, basada en la novela homónima de Shushaku Endo, relata la historia de dos sacerdotes jesuitas portugueses, Sebastião Rodrigues -Andrew Garfield- y Francisco Garupe -Adam Driver-, que viajan a Japón en la época más dura de la persecución cristiana -en la segunda mitad del siglo XVII- tras la huella de su mentor, Cristóvão Ferreira -Liam Neeson-, quien supuestamente habría renunciado públicamente a su fe, luego de haber sido brutalmente torturado. Este viaje revela crudamente a los misioneros el sufrimiento y martirio que viven los cristianos japoneses: denigración, violencia y torturas que llegan incluso hasta la muerte.

Scorsese, con su talento único para filmar, nos sumerge en una experiencia tan traumática como demoledora. No solo cuestiona los pilares fundamentales de la fe, del budismo y de la religión católica sino que revela en profundidad los cuestionamientos más humanos que cualquier persona puede llegar a hacerse al vivir situaciones límite. Las interrogantes que surgen de este viaje son profundas y trascendentes. La persecución es despiadada, no da tregua y tampoco permite una respuesta parcial: si se es capturado o se renuncia públicamente a la fe o se mantienen los valores y principios fieles e inalterables, lo que sin ambigüedades conducirá al sacrificio de la propia vida.

“Silencio” es semejante a una inmensa Catedral. Es una obra compleja, gigante y difícil tanto por su forma narrativa como por su sólido pilar argumental. Martin Scorsese no hace concesiones de ningún tipo. La violencia es desgarradora, la tortura intolerable y las dudas van apareciendo y creciendo en un entorno hostil, lleno de miedos; todo es tan humano, terrenal y pantanoso que parece absorber todo a su paso sin dejar nada reservado a la propia espiritual. La colonización católica versus la resistencia japonesa es un choque de fuerzas potentes y en claro desequilibrio. Surgen entonces más preguntas: ¿los campesinos siguen verdaderamente la fe o simplemente el cariño y afecto de los sacerdotes? ¿Dónde está la compasión, uno de los pilares del budismo? ¿El amor al próximo es tanto más fuerte que permite hacer sacrificios personales por los hermanos? Ninguna de ellas es sencilla de responder y la cinta no se hace cargo de aquello, solo nos enuncia más y más cuestionamientos en tanto avanza el rodaje.

Esta película no es fácil de ver. 161 minutos es un metraje extenso para un relato que sin apuro alguno tiene como fin invitarnos a ser parte de la historia, que vivamos de cerca los sentimientos que expresan los protagonistas, que empalicemos con ellos y que finalmente las interrogantes queden en nuestro lado, esperando reflexión, escucha, calma y alguna decisión. Hay algo que cuesta mucho entender en el arte de la música y es que “el silencio también es música”. Esto puede ser aparentemente contradictorio, sin embargo, magistralmente Martin Scorsese nos demuestra acá que el silencio es también cine, relato y comunicación. El mensaje central es que Dios nos habla a través del silencio, incluso tal vez más fuerte y claro que si fueran palabras. Es posible que a través de ese profundo silencio podamos lograr una conexión aun más cercana con el creador y por supuesto con la profundidad e inmensidad de nuestro propio ser. En este caso el silencio no es ausencia sino presencia, una presencia viva que llega y transforma profundamente al corazón de nuestra fe.

Ficha técnica

Silencio
País: EE.UU., Taiwan, México
Año: 2016
Género: Drama histórico religioso
Duración: 161 minutos
Actores: Andrew Garfield, Adam Driver, Liam Neeson, Yosuke Kubosuka, Issei Ogata, Tadanobe Asano
Director: Martin Scorsese

domingo, 19 de marzo de 2017

Silencio - Por Musia Rosa

Basada en la novela del mismo nombre del escritor japonés católico Shusaku Endo, la historia transcurre en el siglo XVII, durante la persecución de los jesuitas en Japón y narra el viaje de los padres  Rodrigues (Andrew Garfield) y Garupe (Adam Driver) quienes deciden ir a Japón para saber qué ha pasado con su mentor, el jesuita Ferreira (Liam Neeson) que dicen ha renegado de su fe, lo cual ellos no creen.

Las bellas imágenes brumosas de la notable fotografía de Rodrigo Prieto –nominado al Oscar 2016 por este trabajo – que se unen a los leves sonidos de percusión, nos sumergen en la atmósfera cruel, hostil y dolorosa que nos seguirá en el relato de pavorosa crueldad y confusión moral que nos sobrecogerá durante más de dos horas.

Una vez ya en Japón, Rodrigues y Jarupe comienzan la búsqueda de Ferreira, guiados por Kichijiro, quien los traiciona una y otra vez y luego vuelve arrepentido pidiéndoles perdón. 

Algunos campesinos son débiles ante el dolor y otros fuertes con la esperanza de un mejor futuro. Las torturas son pavorosas, muy difíciles de resistir y cuando Rodrigues los ve sufrir, la confusión lo invade y vacila en qué camino seguir.

El cristiano, frente a su condición religiosa en Japón, tenía dos opciones: 

1. Doblegarse por el gesto exigido de pisar la imagen de Cristo, para así librarse de la tortura.
2. Resistirse al gesto y aceptar la tortura, por la fe, hasta la muerte.

En otras palabras: ser un apóstata o un mártir.

El conflicto mayor en esta historia lo tiene el jesuita Sebastiao Rodrigues, quien parece vacilar en la validez de su sueño egoísta de un Japón cristiano, frente a la responsabilidad y el peso que siente al ver morir a los que se resisten a la apostasía, dudando quizás si es por creer en el Dios cristiano o por creer más en él y en los jesuitas que se Lo han traído en reemplazo de Buda y con la esperanza de una vida mejor.

Rodríguez sufre con esta responsabilidad y reza a Dios por una respuesta… que parece no llegar.

OBRA MAESTRA DE MARTIN SCORSESE.

Ficha técnica

Silencio
País: EE.UU., Taiwan, México
Año: 2016
Género: Drama histórico religioso
Duración: 161 minutos
Actores: Andrew Garfield, Liam Neeson, Adam Driver, Yosuke Kubosuka, Issei Ogata, Tadanobe Asano.
Director: Martin Scorsese

jueves, 16 de marzo de 2017

Silencio - Por Juan Pablo Donoso

La temprana vocación sacerdotal de Martin  Scorsese  se asoma en algunos de sus filmes. Especialmente en los que  suscitan  polémicas  teológicas.

Esta vez se sumerge en un largo y complejo pantano narrativo para sembrar dilemas en cualquiera que sea nuestra postura existencial, religiosa o política.

El filme presenta tres caras simultáneas de evaluación: 

1.- La factura cinematográfica.
2.- El periodo histórico medieval en Japón vs. el impulso misionero de la Iglesia Católica.
3.- El dilema teológico de la Compasión y el Amor al Prójimo. 

Es la historia de dos jóvenes misioneros católicos (Andrew Garfield y Adam Driver) que exponen sus vidas viajando a Japón en una época en que los cristianos eran brutalmente perseguidos. Van en busca del sacerdote que fue su tutor (Liam Neeson) y de quien nunca más supieron.

Allá, inmersos en pequeñas comunidades de campesinos católicos clandestinos, administran los sacramentos, presencian  feroces  torturas y ejecuciones, y siguen rastreando la huella del Padre Ferreira, de quien se dice que aún está con vida. Tal es el periplo de esta larga gesta. ¿Sobrevivirán ellos? ¿Hallarán al maestro espiritual que les consolidó la vocación sacerdotal?

1.- LA  FACTURA  CINEMATOGRÁFICA.  El talento de Scorsese ya está comprobado a lo largo de sus 59 películas, muchas de ellas paradigmáticas. Esta vez se basó en la novela de Shusaku Endo para seguir la gesta de esos dos jóvenes jesuitas. En todo lo formal es impecable: excelentes actuaciones, prolija ambientación  nipona del siglo 17, bellísima fotografía, montaje de alto nivel artístico y artesanal. Scorsese quiso imbuirnos en ese mundo y familiarizarnos con sus personajes. Y se tomó su tiempo – 161 minutos – para detallar cada episodio. La reiteración de torturas, cárceles, traiciones y abusos de autoridad se suceden rutinarias y progresivas en la búsqueda del Padre Ferreira. Fue el camino escogido por el director: empaparnos con esa atmósfera. Y lo logró. Otra opción habría sido sintetizar la gesta con sus momentos más intensos y dejar la obra como un drama de suspenso, preparándonos para la sorpresa del final.   En cambio, es un largo cuento como narrado junto a la quietud de un fogón nocturno. 

2.- EL  JAPÓN  HISTÓRICO  DEL SIGLO 17. Allí también se practicó la Inquisición con la misma brutalidad que en Occidente durante la Edad Media. Las autoridades  por ningún motivo permitirían una alteración de sus estructuras político-religiosas (feudalismo budista) aceptando la inclusión del cristianismo. Y menos la práctica del mensaje de Cristo entre sus habitantes más pobres, como eran los campesinos. Además, los jerarcas sabían que esos plebeyos entendían muy poco lo que era el catolicismo del Vaticano. Esos campesinos sólo se fascinaban con la bondad y palabras de los clérigos europeos. “Más que a Cristo siguen al cura… porque los ama como personas y los consuela”. Y este desvío de veneración popular era peligroso para el régimen tiránico de los shogunes y terratenientes.  

3.- EL  DILEMA  TEOLÓGICO.  Tanto los sacerdotes como los campesinos conversos debían renegar de su nueva religión. Debían apostatar pisoteando en público la imagen de Cristo. Quien se negaba era de inmediato decapitado, y también su familia. Persistir en esta devoción, y seguir a los misioneros, era entrar en una espiral de matanzas que más parecía un holocausto de gañanes ignorantes que un martirio santificador. El dilema profundamente teológico para los sacerdotes era mantenerse fieles a los dogmas de la Iglesia Católica, o apostatar para salvar la vida de aquellos nipones humildes, y a sus familias, de  morir  mártires  sólo  por obedecer los preceptos del Vaticano.

Preguntas de fondo: ¿Cómo se ejerce la verdadera Compasión (pilar del Budismo), la Caridad y el Amor al Prójimo (pilar del cristianismo)?

¿Dónde, cómo y  cuándo los hombres de FE están más cerca del Dios verdadero? 

Y el SILENCIO del  filme alude al silencio elocuente con que Dios le habla a cada hombre en su corazón y en su conciencia, aunque se trate de abnegados sacerdotes  fielmente vocacionales, o budistas igualmente fieles de corazón.  

La  voz  del  SILENCIO  es  la  MISERICORDIA  DIVINA.

LA  ÚLTIMA  TENTACIÓN  DE  SCORSESE: ¿CUÁL  ES  EL MEJOR  CAMINO  PARA  LLEGAR  A  DIOS? 

Ficha técnica

Título Original: Silence
BFDistribution
Drama, historia, religión
EE.UU., Taiwan, México – 161 minutos
Fotografía: Rodrigo Prieto
Edición: Thelma Shoonmaker
Música: Kathryn Kluge y Kim Allen Kluge
Guión: Jay Cocks, Martin Scorsese, Shusaku Endo
Director: Martin Scorsese

Acuarius - Por Juan Pablo Donoso

Un logrado homenaje a la DIGNIDAD femenina.

Con inteligencia, sobriedad y respeto, el laureado director y guionista brasileño, Kleber Mendonça Filho, nos introduce en el hogar de Clara, una viuda y periodista madura, de clase acomodada, que se opone a los intereses de una empresa constructora cuando trata de erradicarla del departamento en que ha pasado la gran parte de su vida.

Incluso sus hijos, ya adultos, intentan persuadirla de vender la propiedad e irse a un mejor lugar.

El desarrollo de la película nos ayuda a comprender las motivaciones  viscerales de esta mujer para mantener su decisión: una vida llena de recuerdos y secretas intimidades. Sólo lo dejará cuando se muera.

Durante casi dos horas y media compartimos con ella sus momentos de soledad y erotismo, la grata relación con sus hijos y nietos, sus amistades del vecindario, e incluso la entrañable comunicación con su fiel cocinera de tantos años.

La empresa constructora ya desalojó a los habitantes de los demás departamentos del edificio. Al comienzo intentará gentilmente persuadirla de vender. Más, ante su tenaz resistencia, iniciarán una campaña de hostigamiento, facilitando las dependencias vacías para fiestas ruidosas y bacanales. Comenzarán a invadir el estacionamiento de vehículos, a mantener un continuo tránsito de obreros, hasta usar el patio común para quemar viejos colchones y contaminar así el aire del lugar.

Cuando la situación ya pareciera insostenible, Clara, mediante una abogada amiga, logra dar un golpe maestro inesperado con el que triunfará sobre el abuso y la prepotencia de los contubernios políticos y financieros.

Sonia Braga (Doña Flor y sus Dos Maridos) a sus 66 años realiza una actuación espléndida; aún manteniendo una serena sensualidad demuestra que siempre ha sido también una gran actriz. Aunque la historia se pivotea primordialmente en ella, el director obtuvo un eficaz rendimiento de los personajes secundarios.

Si bien casi todas las secuencias fluyen en un tono cotidiano, la construcción del relato, el tratamiento de cámara y edición, mantienen un suspenso latente que nos va condicionando para el impacto final.   

Es interesante constatar cómo el autor Mendonça Filho integra en esta obra ciertos elementos que reinciden en su poética: la convivencia en edificios (Sonidos Vecinos – 2012) y los discos de vinilo (Vinilo Verde – 2004). Aquí, dentro del conflicto central, estos elementos constituyen también un nostálgico factor complementario.

UN  MADURO Y REPOSADO TESTIMONIO DE DIGNIDAD FRENTE A  LA  PREPOTENCIA  EMPRESARIAL  Y  A  LA  MANIPULACIÓN POLÍTICA. 

Ficha técnica

Título Original: Acuarius
Drama
Brasil – Francia – 142 minutos
Fotografía: Pedro Sotero y Fabricio Tadeu
Edición: Eduardo Serrano
Actores: Sonia Braga, Maeve Jinkings, Irandhir  Santos
Director y Guionista: Kleber Mendonça Filho

Un Espacio entre Nosotros - Por Juan Pablo Donoso

Ingenua historia de amor interplanetario, especial para adolescentes, y con un presupuesto de US$ 30.000.000.

En la primera misión tripulada de la NASA al planeta Marte, la Jefa de la expedición da a luz en el planeta rojo y fallece con el parto. Por ello, además de mantener el hecho en secreto a la opinión pública terrestre, el niño Gardner debe quedar como incógnito y crecer allá. Los demás astronautas serán como sus padres adoptivos.

Gardner, de 17 años – por computación – entabla amistad con una muchacha estadounidense llamada Tulsa (Britt Robertson). Ella es una colegiala huérfana, de carácter rebelde, que ha circulado por varios hogares adoptivos sin éxito.
Como Gardner le dice que sufre de una enfermedad que requiere mantenerlo recluido en Nueva York es imposible que se encuentren personalmente: hay un “espacio” entre ellos (¡obvio, son millones de kilómetros de distancia!).

Pero el muchacho tiene gran curiosidad por visitar la Tierra. Insiste en visitarnos a pesar de tener un organismo frágil para habitar en nuestro planeta. Y se arriesgan a enviarlo como experimento bajo estricta vigilancia médica. 
Una vez acá el joven se ingenia para escapar del laboratorio e internarse en el mundo. 

Los objetivos de Gardner son tres: conocer la Tierra, hallar a su padre biológico y encontrarse personalmente con su amiga Tulsa. 

Tras su fuga de la clínica inicia la consecución de sus propósitos. Las aventuras y la persecución constituyen el resto de la trama. 

El doble argumento – su vida en Marte y los percances terrestres - alargan demasiado el tema de fondo: hallar  sus orígenes familiares y despertar al Amor con Tulsa.

Lo que comienza como un elucubrado relato de ciencia ficción  se transforma en una dulce historia de amor entre dos adolescentes confundidos que se aman.

Especial para jóvenes entre 13 y 17 años, particularmente para muchachitas que vibran con las escenas de romance. 

La elección de Gary Oldman – como el ingeniero responsable de la expedición - es garantía de contar con un buen actor. 

Por su parte Asa Butterfield (La Invención de Hugo y El Niño del Pijama a Rayas), como el marciano, con su candor y ojos tan azules, excitará los instintos materno/eróticos de las espectadoras quinceañeras. Los demás intérpretes secundarios, por falta de profundidad en sus personajes, harán lo mejor posible por mantener la historia de amor avanzando.

Con los elementos señalados, más una superproducción con bellos paisajes y despliegue de tecnología espacial (ya muy vista en filmes anteriores), conseguirá su propósito de complacer principalmente al público juvenil y ser comercialmente productiva.

ALAMBICADA  Y LARGA HISTORIA DE AMOR ENTRE ADOLESCENTES SAZONADA CON CIENCIA-FICCIÓN  INTERPLANETARIA.   NADA MÁS HAY QUE PEDIRLE.

Ficha técnica

Título Original: The Space Between
EE.UU. – 120 minutos
Dirección de Arte: Dominic Silvestri
Fotografia: Barry Peterson
Musica: Andrew Lockington
Edición: David Loritz
Guionista: Allan Loeb, Stewart Schill (novela)
Actores: Gary Oldman, Asa Butterfield, Carla Gugino, Britt Robertson y Janet Montgomery
Director: Peter Chelsom

lunes, 6 de marzo de 2017

Luz de Luna - Por Musia Rosa

El realizador norteamericano Barry Jenkins, basado en la obra de Tarell Alvin McCraney “In Moonlight Black Boys Look Blue”, escribió el guion y dirigió la película “Luz de Luna”, ganadora del premio Oscar 2017.

El filme muestra la azarosa vida del joven afroamericano Chiron, a través de momentos importantes que desconciertan y condicionan su vida de niño, de adolescente y de adulto, en un medio hostil, de miseria y agresividad.

La madre drogadicta (Naomi Harris) lo echa de casa en las noches ocasionales en que recibe “clientes” y el niño debe refugiarse en distintos lugares.

Un traficante de drogas, Juan (Mahershale Ali), quien obtuvo el Oscar por este rol) sensibiliza con el niño y en ocasiones, con su mujer lo acogen en la casa y Juan lo lleva a la playa y le enseña a nadar, en paternal y emotiva escena.

En la escuela le hacen “bulling” por su sexualidad indefinida, pero encuentra un amigo Kevin (André Holland) quien lo aprecia y entiende, y que de adultos se volverán a encontrar…

La historia se narra con pocos diálogos, pero con imágenes potentes y extensas, donde las miradas y los gestos dicen todo lo que las palabras no podrían o no sabrían comunicar.

Ellas nos permiten entrar, sin bullicio ni furia, a una realidad que viven seres marginales en todo el mundo, y así comprender y sentir desde el interior de ellos, su lucha anónima por sobrevivir al infortunio y la miseria, con las herramientas buenas o malas que tienen a su alcance.

La película avanza lenta y suavemente, no podría haber sido de otra manera, para que lográramos, sin prejuicios, entrar en ese mundo, entenderlo y mirarlo como ellos lo ven y lo sienten.

“Luz de Luna” es un llamado, no a condenar comportamientos ni personas, sino a sensibilizar el alma, para comprenderlas y lograr una mirada solidaria a quienes sufren y equivocan el rumbo, para extenderles una mano amiga y darles una esperanza.

Este filme recibió tres OSCAR…y podrían haber sido más.

Ficha técnica

País: EE.UU.
Año: 2017
Género: Drama
Duración: 111 minutos
Calificación: Mayores de 14 años
Elenco: Alex Hibbert, Ashton Sanders, Trevante Rhodes, Mahershala Ali, Naomi Harris.
Director: Barry Jenkins

jueves, 2 de marzo de 2017

Logan - Por Juan Pablo Donoso

En su género despiadado, esta es una película gigantesca. Y  logra su propósito narrativo y comercial. Bien aprovechados los  US$ 127.000.000.

Con ella culmina la epopeya de Wolverine, aquel antihéroe mutante, creado por Marvel Comics, y que desde hace más de 15 años viene combinando la ciencia ficción con la violencia, la perversión con la tecnología, y lo sensible con la bestialidad potencial de los seres humanos. 

Es el último capítulo de la saga. Proviene del comic, de la serie animada de TV y de juegos electrónicos. Ha congregado a millones de seguidores en casi todos los países. 

Wolverine, también llamado Logan de X Men, es un mutante recogido y educado por Charles Xavier (Patrick Stewart), profesor, también mutante, que con su escuela les enseñaba a controlar sus poderes a otros alumnos similares. 

Logan, con agudos sentidos animales, súper poderes físicos, capacidad para regenerarse (factor cicatrizante) posee un arma muy poderosa: tres cuchillos retráctiles como garras, que salen de sus manos. 

En esta última epopeya lo encontramos más cansado y envejecido. Sólo quiere dedicarse a manejar una limosina como taxi. Su anhelo es vivir lejos del mundo, en alta mar, cuidando al anciano maestro, y llevando con ellos a Caliban, albino guardián del profesor enfermo, y frágil espécimen de mutante.    

Pero un poderoso médico, que manipula el ADN de otros ejemplares, necesita rastrear a niños mutantes fugitivos que resultaron “poco perversos”, para eliminarlos y mejorar la raza de clones asesinos. Incluso crear un nuevo e implacable Wolverine.
Los sicarios del satánico doctor se encargarán de presionar a Logan para que encuentre a una niñita, Laura (Dafne Keen), también mutante y con poderes similares a Wolverine, y seguirla para dar con la colonia de niños de probeta, superdotados, que sólo desean sobrevivir.  

A su vez nuestro héroe intentará proteger y salvar a Laura sorteando múltiples ataques, persecuciones en vehículos, y una sucesión de combates en su afán de esquivar al ejército de mercenarios asesinos.

El filme es bastante largo. Pero el guión y la factura son tan acuciosos que mantienen al espectador atento. Maneja elementos de tensión y distensión de manera perfecta. Así, estos anormales personajes pueden combinar las salvajes matanzas con momentos de relativa humanidad… hasta donde es posible con semejantes criaturas.

El trabajo actoral es de alto virtuosismo, tanto de los mutantes como de los malvados. Esta vez Hugh Jackman, como el abatido antihéroe, supera con su interpretación el rendimiento de las aventuras anteriores, porque nos transmite su tormento físico y espiritual, generando en nosotros la compasión propia de los protagonistas de  grandes tragedias clásicas.


Y cabe aplaudir la elección de la pequeña Dafne Keen, como Laura, quien interpreta con excelencia un proceso que va desde una condición de animalito alienado y criminal hasta vislumbrar la ternura de su naturaleza femenina, filial y vulnerablemente humana. 

TRATAMIENTO  DE  TRAGEDIA  GRIEGA  EN  VERSIÓN FUTURISTA, TECNOLÓGICA,  Y  DE  BESTIAL  CRUELDAD. EXCELENTE. 

Ficha técnica

Acción, drama, ciencia ficción
EE.UU. – 137 minutos
Mayores de 14 años
Fotografía: John Mathieson
Cactus Films
Edición: Michael  McCusker  y  Dirk Westervelt
Música: Marco Beltrami
Guionistas: Scott Frank y James Mangold
Actores: Hugh Jackman, Dafne Keen, Patrick Stewart
Director: James Mangold