Fruto de un proceso de investigación -el cineasta es académico y Máster en Antropología visual de la Universidad de Manchester-, la cinta se enfoca en Rosa -Valentina Véliz Caileo-, una niña huilliche de 13 años que vive en una colonia de alemanes en Chiloé. Luego de la dramática muerte de su padre -el capataz -Sebastian Hülk-, le suelta unos fieros perros que lo devoran-, Rosa no cesa en su búsqueda de justicia.
Rosa quiere también entender su destino. Recurre al alcalde y también al cura de la localidad pero no consigue resultados. Es por eso que pide techo y ayuda al líder de los brujos chilotes -Daniel Antivilo-, para lograr su objetivo.
Con una filmación pausada, lineal y principalmente compuesta por diversas atmósferas, la película expone la represión hacia los pueblos originarios, la aniquilación de su identidad cultural, y se interna en fenómenos sobrenaturales explorando los ritos de magia y brujería que ponen en práctica los habitantes de la zona.
La fotografía de María Secco es algo más cercana al blanco y negro. Con filtros grises, es poca la luz que imprime, y solo en las escenas nocturnas, con las antorchas, expande un poco más la paleta hacia los tonos amarillos. La banda sonora aporta tensión a las secuencias, gracias a una partitura de Leonardo Heiblum que demarca los espacios abiertos de los cerrados y captura la esencia de los ritos mágicos. Hay, también, muchos elementos de la naturaleza expuestos en la cinta, principalmente la tierra, el agua, el fuego y el aire, elementos que generan contrapunto con escenas en espacios comprimidos y diálogos parcos.
¿Justicia o venganza? “Que le duela a quien mató a mi padre”, dice Rosa. Hay un juicio, pero no al autor del crimen sino a los brujos. Algunos signos mezclan religión y hechizos; pájaros muertos que quitan la pena, una piel que transporta, gusanos que se transforman, imágenes que se desvanecen, un fuego que borra todo, trenzas con propiedades mágicas…
El abuso y la indefensión de un pueblo parece ser una predestinación. ¿Cómo contrarrestarlo? ¿Cómo defenderse de la injusticia? Se intensifican los castigos, también el desamparo, se justifican los hechos; el agua purifica pero también consolida los ritos.
“Brujería”, a lo largo de sus 100 minutos es íntimamente interpretativa. Las conexiones no llevan, necesariamente, a conclusiones precisas. Todo flota en un ambiente etéreo, nebuloso y confuso. Ciertos intercambios parecen claros, sin embargo no se logran desarrollar y quedan solo expuestos; no se entienden algunos pasos que no se condicen con el ritmo del metraje.
Christopher Murray -“Cristo Ciego”-, acierta en la estética con su nueva propuesta, aunque siembre dudas respecto a la elaboración dramática del relato, dado que allí es donde la película se presenta delgada e incluso pone en riesgo cierta continuidad. Al margen de dicha apreciación, “Brujería”, consolida a su director construyendo un aura especial que no deja de ser interesante.
Ficha técnica
Título original: Brujería
Año: 2023
Duración: 100 minutos
País: México
Compañías: Coproducción México-Alemania-Chile; Bord Cadre Films, Fabula, Match Factory Productions, Pimienta Films, Sovereign Films
Género: Fantástico. Aventuras | Brujería. Familia
Guion: Christopher Murray, Pablo Paredes
Música: Leonardo Heiblum
Fotografía: María Secco
Reparto: Sebastian Hülk, Daniel Antivilo, Valentina Véliz, Daniel Muñoz, Neddiel Muñoz Millalonco
Dirección: Christopher Murray
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