domingo, 30 de abril de 2017

Un Hombre llamado OVE - Por Juan Pablo Donoso

Siendo sueca pudo ser amarga, deprimente o nihilista. En cambio, resulta encantadora por su impúdica manera de recordarnos que la vida, tarde o temprano, es una tragicomedia.

Los ingredientes de la historia son tristes, pero sus personajes y la forma en que se los retrata resultan atractivos y dignos de compasión.

El protagonista es Ove, un anciano de pésimo genio, jubilado, que hace la vida difícil a los vecinos de su condominio. Su orgullo es ser antipático y controlador del barrio. Vive solo y su obsesión es suicidarse. Pero ni siquiera eso le resulta.

Llega a la comunidad un matrimonio joven compuesto por un marido sueco, una esposa iraní embarazada, padres de dos niños.

Los fallidos intentos de suicidio de Ove nos permitirán conocer – por medio de raccontos – el motivo de su amargura y su agresividad hacia el resto de las personas.

Pero la forma gradual en que la nueva familia, los niños, el gato, y los tolerantes vecinos van influyendo en su diario vivir, terminarán reconciliándolo con las ganas de vivir, y consolándolo por la pérdida de su adorada esposa.

Es una fábula de convivencia, de cercanía con los sentimientos de ese anciano gruñón (para quien todos son “idiotas”), y de cómo sigue profundamente enamorado de su mujer fallecida, y con la cual desea reunirse en la muerte.

Filme lleno de graciosos incidentes cotidianos que, alternados con recuerdos tristes y nostalgias amorosas, van tejiendo un enjambre de emociones que nos invitan a aceptar la vida tal como viene, y a tolerar a ciertas personas cuando conocemos el motivo de sus agresividades.

Bellas actuaciones por la pureza de sus comportamientos, guiados por un director respetuoso del flujo natural de los hechos y de los recuerdos. Todos, incluidos niños y animales, parecieran vivir sin un guión prefabricado.

Su actor principal, Rolf Lassgård, es un prestigiado intérprete escandinavo. Cada secundario reacciona con naturalidad a los sencillos acontecimientos. Y para nosotros resulta una revelación la actriz Ida Ingvoll, como Sonia la esposa fallecida, que con su sola sonrisa y carisma, nos permite comprender y empatizar con aquel anciano viudo tan enojado con la vida, y a la vez tan vulnerable y ameno en sus reacciones.

TRAGICOMEDIA SUECA ENCANTADORA POR LA MADUREZ DE SU RELATO Y LA HUMANIDAD DE SUS PERSONAJES.

Ficha técnica

Título Original: En Man Som Heter OVE
Cine-Arte Galería Patricia Read
Tragicomedia Suecia
116 minutos
Música: Gaute Storaas
Fotografía: Göran Hallberg 
Actores: Rolf Lassgård, Bahar Pars, Filip Berg
Guionista y Director: Hannes Holman

En la Casa - Por Juan Pablo Donoso

Refinado suspenso multifacético. Con inteligente narrativa Francois Ozon combina tres ingredientes dramáticos: frustración artística, soledad y voyerismo. Con la reiteración de la palabra “Continuará” urde estos tres elementos.

Germaine (Fabrice Luchini), escritor frustrado, es profesor de Lenguaje en un colegio donde sus alumnos detestan leer y escribir. Claude (Ernst Umhauer), un alumno solitario que debe cuidar a su padre inválido, es el único que demuestra talento literario en sus tareas. Rapha (Bastien Ughetto), un compañero de curso e hijo de una familia normal de clase media, despierta el instinto voyerista de Claude por conocer aquel hogar “por dentro”. Con el pretexto de enseñarle matemáticas a su compañero, logrará entrar en esa casa, espiará a sus habitantes y escuchará sus conversaciones.

Las intimidades que Claude va relatando de aquella familia en sus composiciones despiertan la curiosidad del profesor. En forma gradual asesora a su alumno, le perfecciona la redacción, le presta libros; pero en verdad el maestro quiere conocer más detalles de esa familia e, inconscientemente, se contagia e incentiva el fisgoneo de su pupilo.

Al final de cada composición la palabra “Continuará” constituye el poderoso afrodisíaco para seguir adelante con el morbo del proceso.

Para Claude, es como el hogar que nunca tuvo; Rapha se va transformando en una especie de hermano; Esther, la madre (Emmanuelle Seigner), cuya intimidad casera es obvia, le despierta el erotismo; el papá de Rapha es vigoroso y deportista, en fin, las preocupaciones laborales y secretos de esa familia van envolviendo tanto al muchacho solitario como estimulando la fantasía de su profesor cuya vida marital (Kirstin Scott Thomas), sin hijos, se pone cada vez más monótona y vacía.

El proceso voyerista comienza a tener graves consecuencias en ambas familias. El profesor llegará a falsificar una prueba de matemáticas para que su discípulo continúe sus relatos. Y ello le afectará incluso su carrera docente y matrimonial.

Son muchas las facetas de esta historia – inspirada en la obra teatral de Juan Mayorga “El Niño de la Última Fila” – que el director y guionista Ozon teje con sensibilidad y buena dosis de humor negro. Fantasía literaria vs. realidad, voyerismo vs. erotismo, talento vs. frustración, clase media “normal” vs. tedio y rutina, en fin, un caleidoscopio de realidades cotidianas que culminan con la única pasión restante: soñar con los dramas íntimos que cada hogar guarda en secreto tras las puertas y ventanas cerradas de un gran edificio de departamentos.

Excelentes actuaciones, jóvenes y adultos, en un collage magistralmente orquestado por Francois Ozon.

LOGRADO SUSPENSO EN UNA HISTORIA VOYERISTA QUE CONFUNDE REALIDAD CON FANTASÍA.

Ficha técnica


Título Original: Dans la Maison
Tragicomedia – literatura - suspenso
Francia
105 minutos
Fotografía: Jérôme Alméras
Música: Philippe Rombi
Edición: Laure Gardette
Dramaturgo: Juan Mayorga
Actores: Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kirstin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner
Director y Guionista: Francois Ozon

miércoles, 19 de abril de 2017

Una mujer fantástica - Por Carlos Correa

La última película del cineasta chileno Sebastián Lelio ha sido reconocida en el Festival Berlín con el Oso de Plata al mejor guión. Y no es casualidad, pues luego del éxito de “Gloria”, su anterior cinta, Lelio enfrentó un desafío que no es menor. Filmar la historia de Marina Vidal -Daniela Vega-, una mujer transexual, 20 años menor que su pareja Orlando -Francisco Reyes- quien muere en la urgencia de la clínica luego de una noche de fiesta. A las sospechas sobre la causa de muerte de Orlando quien tenía moretones y golpes recientes, Marina debe hacer frente a una brutal discriminación, marginaciones y humillaciones por parte de la familia del difunto y también de Carabineros, médicos y de la sociedad en general que no entiende su condición.

Esta cinta es tremendamente honesta y valiente. Abordando una temática que no es sencilla, tiene múltiples capas por las que transitan los protagonistas y también nosotros los espectadores. Sin duda no estamos acostumbrados a las reacciones que nos puede provocar, que por cierto cambian constantemente durante los 104 minutos de un metraje perfectamente desarrollado y estupendamente filmado. La transexualidad, el fondo de la historia, es la primera capa. Si logramos pasar, al interior encontramos un desarrollo expresivo de victimización, agresividad, sentimientos de empatía y de rebeldía por lo que le toca vivir a la protagonista. Su lucha la hacemos propia y si nos sumergimos más aun podremos explorar nuestras propias convicciones que son puestas a prueba en forma cruda, vital y sin concesiones.

El lenguaje visual de Sebastián Lelio posee finas texturas, colores particulares, planos especiales y una convicción precisa de lo que significa el mundo femenino. Su dirección se explaya en aquellos planos íntimos de Marina, donde lo que sostiene la cinta son los sentimientos más que la razón o la acción. Aquello es de una gran finura y revela un gran trabajo en la fotografía de Benjamín Echazarreta. Son muchos los elementos que Lelio utiliza para crear la atmósfera de esta cinta, pues lentamente, con oscuridad y claridad, nos va llevando de la mano hasta la profundidad a la que aceptemos llegar.

“Una mujer fantástica” posee atributos que la hacen aun más interesante. No se trata solo de poner encima de la mesa un tema que por años ha sido tabú, ocultado, ignorado, desechado o tal vez solo de una reivindicación de género de connotación social. La producción va más allá. Cuestiona con hechos, violenta con lenguaje, empatiza con acciones y profundiza con emociones. 

La cinta en si misma también es “transgénero” pues cruza elementos policiales, de thriller y de drama. La crítica explícita a la sociedad conservadora no es burda sino que contiene elementos de fondo en su argumentación. El rechazo a la condición sexual y física de Marina visto como una “aberración”, o aquella insólita -y trascendente- conversación entre la inspectora y el médico forense que debe tomarle fotografías, despliega, entre otros ejemplos y en dos planos diversos, lo que sustenta la esencia del relato. Si algo podría cuestionarse, a mi modo de ver, es un solo exceso. Creo que no era necesaria tanta victimización, sin embargo aquello, más que una crítica, responde a que en lo personal me provoca ausencia de esperanza. 

Sebastián Lelio, con esta su quinta película, se consolida como uno de los jóvenes directores chilenos más talentoso de los últimos años junto a Pablo Larraín, cuya Productora “Fábula” también forma parte de esta realización. Impecable en la forma, sólido en el fondo y con un trabajo de lujo junto a Gonzalo Maza en el guión, Lelio aporta una mirada coherente, crítica y fundada sobre problemáticas actuales sin quedarse en el eslogan o en la frase tipo cuña. Al contrario, supera aquello y lo transforma en una historia de carácter verdadero, apasionada, crítica y profundamente humana.

Ficha Técnica

Título original: Una mujer fantástica
Año: 2017
Duración: 104 minutos
País: Chile
Género: Drama | Transexualidad / transgénero
Guión: Sebastián Lelio, Gonzalo Maza
Música: Matthew Herbert
Fotografía: Benjamín Echazarreta
Productora: Coproducción Chile-España; Fabula / Komplizen Film / Setembro Cine
Reparto: Daniela Vega,  Francisco Reyes,  Luis Gnecco,  Aline Küppenheim,  Amparo Noguera
Director: Sebastián Lelio

Día del Atentado - Por Juan Pablo Donoso

Tema de plena actualidad: atentados terroristas islámicos en sitios y ciudades muy pobladas. Este sucede en la maratón de Boston de 2013; murieron 3 personas y 260 resultaron heridas y mutiladas. Trata sobre la investigación para hallar y detener a los autores.

Con un alto presupuesto, actores de renombre y excelente montaje, fallaron en equilibrar lo documental con la ficción dramática.

La tragedia real impacta por sí misma. Las secuencias de multitudes – antes, durante y después de las explosiones – entregan un ritmo eximio de edición, música y sangrientos detalles. Pero a diferencia de grandes películas anteriores (El Día del Chacal, por sólo nombrar una de ellas), aquí el argumento desmerece en la selección de las escenas y de los personajes individuales.

Por ejemplo, si desde el comienzo nos introducen en el hogar del pequeño grupo terrorista, quedamos cortos en comprender sus motivaciones psicológicas. El fanatismo religioso sólo se salva durante el interrogatorio a Katherine Russell (Melissa Benoist), la joven esposa tejana convertida al islamismo quien, imbuida en su fe, justifica la masacre con plena convicción cuando es interrogada. 

Pero los hechores, los torpes dinamiteros, sólo se comportan como delincuentes habituales orgullosos de su protagonismo mediático. Caricaturas. Más tarde, cuando ya son detectados, intentan escapar de los policías y de los helicópteros como se ha visto en tantos filmes de acción y en TV. Mejor es cualquier capítulo de Mentes Criminales, Hawaii 5.0, NCIS o Cuántico.

Todo el despliegue espectacular pareciera decirnos que tanto los organismos del FBI como de la policía local son muy eficientes, heroicos, abnegados y – la moraleja más obvia – que si la población colabora, mejor será la captura de los asesinos. 

Hay demasiados personajes; poco aportan al discurso dramático de fondo, que es donde deberían proponer una reflexión más profunda sobre quiénes y por qué se produce el terrorismo urbano, más que en lo admirables que son las autoridades estadounidenses para combatir  estos delitos. 

La participación de actores como Mark Wahlberg, Kevin Bacon, Michelle Monahan, un más delgado John Goodman, y la inclusión casi caprichosa de J.K. Simmons (Whiplash), sólo suenan a ganchos comerciales, ya que sus personajes tienen mínima gravitación y, en muchos momentos, escenas y diálogos claramente prescindibles. 

UNA TRAGEDIA REAL DE TERRORISMO AMORTIGUADA POR UNA FICCIÓN DÉBIL Y MAL PULIDA. DESPERDICIO DE UN TEMA CANDENTE. 

Ficha técnica

Título Original: Patriots Day
Drama, suspenso
EE.UU. – 133 minutos
Música: Trent Reznor y  Atticus Ross
Fotografía: Tobias A. Shliessler
Edición: Gabriel Fleming y Colber Parker Jr.
Guionistas: Peter Berg, Matt Cook, Joshua Zetumer
Actores: Mark Wahlberg, Michelle Monaghan, J.K. Simmons
Director: Peter Berg

La Mujer Invisible - Por Juan Pablo Donoso

Narra una etapa en la vida de Charles Dickens, cuando tuvo una joven amante, con la que convivió bajo riguroso secreto.

El drama se centra en los recuerdos de ella, la entonces actriz Nelly Ternan de 18 años (Felicity Jones), que deslumbrada por el talento de Dickens aceptó ser su querida en las sombras para protegerlo del escándalo social. 

La esposa del novelista inglés, Catherine (excelente Joanna Scanlan), le había dado 10 hijos, estaba obesa y tenía nulo interés por la carrera de su marido.

Ralph Fiennes (El Paciente Inglés, La Lista de Schindler, Voldemort en Harry Potter y muchas más) además de dirigir esta película logra una fiel caracterización física de Dickens.

Los logros indiscutibles de este filme están en su ambientación victoriana de escenarios y vestuarios, en la iluminación evocando el claroscuro que dan las velas, y también las actuaciones. Incluso en el ritmo tranquilo del relato, tan ajeno a nuestro pulso actual. 

La cinta transcurre en base a los recuerdos y a la nostalgia de Nelly, años después del fallecimiento de Dickens, cuando es la esposa de otro hombre y madre de familia.

Todos estos ingredientes de fuerte romanticismo debieron cristalizarse en una conmovedora historia de amor imposible. Hasta la cruel egolatría del novelista, que cuidaba más su prestigio e ingresos económicos que la desolación de su amante, eran motivos poderosos para sustentar un drama femenino.

Sin embargo, algo falla en el argumento o en la dirección; nos impide empatizar con los personajes. Admiramos la factura pero nos deja distantes, sin tocar nuestra emotividad, sólo nos entrega una detallada información de lo que fue aquella historia sentimental. Tan diferente a clásicos similares como JANE EYRE, ORGULLO Y PREJUICIO o la dolorosa tragedia de ELVIRA MADIGAN que sucumbió bajo una sociedad decimonónica llena de prejuicios e hipocresía.

La misma represión emotiva de Nelly, en lugar de incitarnos a la empatía, contagia el tono distante del relato y nos deja como  meros espectadores. 

HERMOSA  RECREACIÓN  DE  UNA  HISTORIA  DE AMOR VERDADERA  QUE  DEBIÓ  SER   MÁS  CONMOVEDORA.

Ficha técnica

Título Original: The Invisible Woman
Cine-Arte Galería Patricia Ready
Romance, drama, historia
Inglaterra – 111 minutos
Fotografía: Ron Hardy
Música: Ilan Eshkeri
Ambientación: Tatiana Macdonald
Guionistas: Abi Morgan y Claire Tomalin (novela)
Actores:  Ralph Fiennes, Felicity Jones, Kristin Scott Thomas, Joanna Scalen
Director: Ralph Fiennes

El día del atentado - Por José Astorga

El atentado terrorista en el Maratón de Boston de 2013 es recreado con realismo por el director Peter Berg (Battleship, Horizonte profundo: desastre en el Golfo), quien desarrolla una historia emotiva sin llegar al sensacionalismo lacrimógeno de otras cintas con marcado discurso patriótico.
Los primeros minutos del filme reconstruyen la vida de la gente común de la ciudad de Boston y su preparación para la tradicional competencia de carreristas que une a la nación desde abril de 1897, fecha en que se corrió por vez primera para celebrar el Patriots Day (Día de los Patriotas), que conmemora la batallas de Lexington y Concord, las cuales marcaron el inicio de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
Utilizando distintos recursos que mezclan imágenes reales con recreaciones exclusivas para la película, el cineasta relata los acontecimientos que ocurrieron el 15 de abril de 2013, cuando dos hermanos chechenos explosaron bombas caseras en plena maratón, mataron a tres personas, hirieron a 283 y conmocionaron a la nación entera.
Su discurso, que habla del bien contra el mal, del amor contra el odio, se apoya en los registros de la época y muestran el coraje de la comuidad de Boston y de aquellos que son rescatados del anonimato y protagonizan la historia, encarnados convincentemente por renombrados actores encabezados por Mark Wahlberg (Ted, Planet of the Apes), con quien Berg ha trabajado en varias oportunidades y se espera regresen juntos en 2018 con The Six Billion Dollar Man, El hombre nuclear, un remake de la clásica serie de televisión protagonizada por Lee Majors entre 1973 y 1978.
En suma: el retrato de un hecho histórico llevado a la gran pantalla con limpieza y sin mayores aspavientos políticos ni dramatismo desenfrenado.

Ficha técnica

Título original: Patriots Day
Duración: 130 minutos
Calificación: +14
Género: Drama 
Año: 2016
País: Estados Unidos
Elenco: Mark Wahlberg,  John Goodman,  Kevin Bacon,  J.K. Simmons,  Michelle Monaghan, Rachel Brosnahan 
Director: Peter Berg

martes, 18 de abril de 2017

Rápidos y furiosos 8 - Por Carlos Correa

Esta octava entrega de la saga no decepciona. Es muy entretenida y, aunque pueda resultar un molde que ya conocemos, se las ingenia para cumplir cabalmente su propósito. Hay un cierto "placer culpable" en el seguimiento de estas películas, lo reconozco, sin embargo también hay que reconocer que en su estilo, con limitaciones, aciertos y errores, uno puede entender por qué son éxito de taquilla y convocan a un público muy diverso dentro de sus fieles espectadores.

La historia es simple (hay otras versiones que se han enredado tanto en lo argumental que les ha costado un mundo llevar la trama) y si bien puede considerarse bastante predecible, sirve de pretexto y contexto a la centralidad de la cinta que es la acción. Con Dom y Letty de luna de miel, Brian y Mía sin participar en nada y sus leales amigos sin responsabilidades, la aparente normalidad de esta particular “familia” parece no ser puesta en jaque por nadie hasta que una atractiva mujer -Charlize Theron- se encuentra con Dominic Toretto -Vin Diesel- y literalmente lo obliga a volver al mundo del crimen. Ello significará traición a sus cercanos, escenarios complejos y una serie de aventuras a las que nunca se habían enfrentado.

El director F. Gary Gray no se complica en nada, al contrario, parece que entiende perfectamente de qué se trata el oficio y lo conduce con agilidad y fluidez. La habitual combinación entre acción y reposo está bien coordinada. Las escenas se suceden sin pausa y su variedad hace que no cansen ni saturen. Solo ya después de las dos horas, en un final que pudo ser algo más breve, la cinta da muestras de un pequeño “bajón" que por lo demás es perfectamente normal aunque inexcusable a estas alturas.

Desde la colorida Cuba -filmación interesante que muestra La Habana desde el aire y también en sus pequeñas calles, recovecos, mercados y pobreza- hasta la "gran manzana" de Nueva York, con sus rascacielos, sobrepoblación y normal ajetreo, el argumento parece recordarnos siempre aquello barroco que tienen los opuestos: riqueza, pobreza; amor, odio; fraternidad, venganza; el bien y el mal; el día y la noche; lo claro y lo oscuro y una gran lista adicional. Nada nuevo, cierto, pero aún así motor del mundo, propulsor de historias y fiel reflejo de una realidad que supera la ficción.

"The Fate of the Furious" no es cine arte, es pura y sencilla entretención y está bien lograda. Se disfruta mejor en pantallas grandes y me imagino que con más efectos especiales del tipo 4DX, pero aún en una sala sencilla logra lo que se propone. Aunque simple y sencilla, siempre se impone su moraleja: la importancia de la familia, el amor y la leal fraternidad. Por ello seguramente la historia continuará, aunque ya no esté el fallecido Paul Walker, para quien esta cinta se transforma en un gran homenaje.

Ficha técnica 

Título original: The Fate of the Furious
Año: 2017
Duración: 136 minutos
País: Estados Unidos
Acción. Thriller | Coches / Automovilismo. Secuela
Guión: Chris Morgan, Gary Scott Thompson
Música: Brian Tyler
Fotografía: Stephen F. Windon
Reparto: Vin Diesel, Dwayne "The Rock" Johnson, Jason Statham, Charlize Theron, Michelle Rodriguez, Tyrese Gibson, Ludacris, Helen Mirren, Scott Eastwood, Chris Bridges, Kurt Russell, Kristofer Hivju, Nathalie Emmanuel, Don Omar, Tego Calderon, Elsa Pataky, Luke Evans
Director: F. Gary Gray

El Cristo ciego - Por Carlos Correa

Michael -Michael Silva- es un joven mecánico que siente que es un enviado de Dios y que su misión es ser un Cristo en la tierra. Su vida ha estado marcada por la búsqueda de señales divinas, diversas historias, aceptaciones y rechazos. La historia transcurre en el norte de Chile, con sus habitantes viviendo en un entorno difícil, rudo, solitario y carenciado, y es justamente este el lugar donde Michael se propone llevar a cabo su primer milagro: sanar a su amigo de la infancia, accidentado en una mina, recorriendo un largo camino desde los parajes del interior hasta la costa.

Esta cinta del director Christopher Murray, estrenada justamente en la Semana Santa del año 2017, imprime mucho de piedad popular, de mística y tal vez superstición, contraponiendo aquello a la poco clara -y siempre en duda- fe profunda de su protagonista. Hay mucho del relato que no está entregado explícitamente por lo que esos vacíos los debemos llenar los espectadores que podamos ver esta realización.

Destacada en varios festivales, "El Cristo ciego" llega entonces precedida de alguna atmósfera que impulsa a verla. Su ritmo y guión son en extremo pausados, tanto como el paisaje desértico que la hermosa fotografía nos va revelando constantemente. Con un solo actor profesional, su protagonista, la cinta emplea a las personas de cada lugar para interactuar con Michael, en un esfuerzo notable por dotar de naturalidad y frescura un relato filmado de manera simple y sencilla -muy difícil de sostener por momentos- en un metraje de 85 minutos que parecen extenderse indefinidamente.

Si estamos en presencia de un estilo particular de su director, no lo sabremos hasta sus próximas creaciones. Por el momento, esta cinta se asemeja más a una experiencia, a un camino y a una búsqueda de algo poco definido, difuso y por cierto contradictorio. Cuando los elementos presentes son tan simples como los que entrega esta cinta, sin duda el camino de exploración propia suele ir más allá y por cierto depende de cada uno la profundidad del viaje interior que aquello represente. Sin duda acá hay un mérito que no es menor, sin embargo queda tal vez demasiado condicionado a la recepción particular de un público masivo (o más bien específico). En ese sentido tal vez sea bueno tomar más riesgo o contar una historia con una posición más "jugada", sin embargo esas son justamente las decisiones que están en las manos de cada director y productor, lo que naturalmente determina los atributos de una película.
       
Ficha técnica

País: Chile
Año: 2016
Género: Drama
Duración: 85 minutos
Calificación: Todo espectador
Elenco: Michael Silva, Ana María Henríquez, Mauricio Pinto, Pedro Godoy, Bastián Inostroza
Director: Christopher Murray

El Cristo ciego - Por José Blanco Jiménez

Christopher Murray es chileno y no tengo el gusto de conocerlo. Lo digo de inmediato para dejar en claro que lo que voy a escribir es mi impresión directa como espectador sin tener información colateral alguna.

Viendo El Cristo ciego, me ha dado la impresión de estar frente a una película de Pier Paolo Pasolini y no tanto por El evangelio según Mateo (Il vangelo secondo Matteo, 1964) del que la secuencia del bautismo en el riachuelo es una transparente recreación andina, sino también por Pajarracos y pajaritos (Uccellacci e uccellini, 1967) y – aun antes - por Accattone (1961), basado en sus novelas Ragazzi di vita y Una vita violenta. Tampoco me parece una casualidad que Michael Silva actúe más como Franco Citti que Ninetto Davoli. Y Murray también se sirve de actores no profesionales.

El hecho es que el espectador está ante una película de búsqueda, de un camino que se recorre en pos de un triunfo místico. El desierto de Atacama nos ofrece un panorama similar al de Galilea y sus habitantes recuerdan a los rudos testigos de la época del Nazareno.

Todo empieza con un rito iniciático, que genera unos estigmas inducidos y una convicción: Dios está dentro de nosotros. Pero de ahí a los resultados hay un largo camino. No se me puede ser taumaturgo de manera automática, menos todavía en un mundo en el que los creyentes se mueven más por superstición que por fe.

Al igual que decía el Cristo, “esta generación perversa quiere un signo”, pero éste no llega porque no se trata de un prestidigitador de plaza (de un Zampanò, por decirla junto a Fellini, que también en parte está presente en esta cinta).

Cuando Michael sabe que un gran amigo suyo, que partió a trabajar en una minera, está inválido, parte del pueblo de La Tirana a encontrarlo. Conocerá a un joven que lo llevará a Huara, donde intimará con la madre de éste. Tiene un desagradable episodio en una gruta dedicada a San Lorenzo y conoce a algunos marginados de la sociedad: un drogadicto que quiere salir de la adicción, un ex convicto que quedó a cargo de una iglesia a la que el cura nunca más volvió.

La fotografía y el montaje son impecables. Los grandes planos del desierto y los fuertes contrastes de luz y sombra sirven de ambientación para expresar el vacío que deja la demanda espiritual. Otro símbolo son las puertas que se abren o cierran hacia una libertad inexistente (como la del preso que deja la cárcel después de 15 años). La música aporta un perfecto sincretismo religioso, en el que lo cristiano y lo autóctono se conjugan. Y no falta un homenaje al Mantegna, cuando el protagonista intenta la sanación que tanto deseaba realizar.

Además de las historias que cuenta Michael, que son modernas parábolas, están las reflexiones de gente sencilla, cargadas de reminiscencias evangélicas: “Lo que hace el hombre, desaparece”, “Creo en Dios, pero creo que no tengo salvación”, “Si Dios está en Ud., no debería tener miedo”.

Hay necesidad de Dios, porque se siente que no está. Es esa privación la que se explica por boca del “sacristán” del templo abandonado: “Jesús desapareció para que nosotros llenemos ese vacío”. Y – efectivamente – se puede afirmar que “la fe es el sonido que llena el vacío”.

Regresando a casa completa su periplo, pero – como un moderno Odiseo – deberá volver a partir.

(El Cristo ciego. Chile/Francia, 2016)

miércoles, 12 de abril de 2017

El Cristo ciego - Por Musia Rosa

Rafael (Michael Silva) es un joven humilde que trabaja como mecánico y siente a Dios en su interior y una misión en la vida: viajar a pie descalzo al lugar donde vive su amigo de infancia con quien compartió valiosas y místicas experiencias de vida y que ha sufrido un accidente, frente a lo cual él quiere hacer el milagro de sanarlo.

En su peregrinación encontrará personas que lo rechazan y otras que lo escuchan y a las cuales ayuda, quienes lo consideran un enviado de Dios y lo hacen sentirse como Cristo.

La historia se toma su tiempo con planos largos y silenciosos acorde a la naturaleza del paisaje de la pampa nortina y la lentitud del pensamiento, la meditación y las acciones del protagonista, todo ello sustentado con la eficaz y hermosa fotografía de Inti Briones.

El lenguaje cinematográfico es simple y sencillo para mostrar lugares del norte de Chile desérticos y poblados con gente también sencilla y simple, lo que contrasta con la forma confusa y más compleja para mostrar una cierta religiosidad, que parece basada más en la superstición que en una fe profunda y verdadera.

El director trabaja su película con los habitantes de los lugares donde filma, sus personajes son los lugareños, con excepción del protagonista que sí es un actor quien interpreta su papel con talento y honestidad.

Es una película interesante, destacada en festivales europeos, donde los jurados valoran lo primitivo y exótico de regiones americanas cuando, al reconocer méritos cinematográficos en el relato de sus historias, se sienten también conmovidos con la pobreza de sus habitantes, al contrastarla con los ambientes de más riqueza y tecnificación de otros lugares del mundo.

Frente a esto claro, no parece justo ni realista pensar que la felicidad o la insatisfacción material y espiritual son privativas de la vida en riqueza o en pobreza, porque estos distintos estados anímicos se dan en ambos ambientes, ya que el ser humano es responsable en gran medida de su mirada y actitud frente a lo que es bueno o malo para él y su prójimo y por tanto es responsable también de saber y querer o no, actuar en consecuencia y ser o no feliz con su vida.

Podríamos decir que cada cual traza su destino, con los valores éticos, habilidades y herramientas que estén a su alcance y ateniéndose obviamente a las posibilidades que le otorgue el lugar donde le tocó vivir.
Ficha técnica

País: Chile
Año: 2016
Género: Drama
Duración: 85 minutos
Calificación: Todo espectador
Elenco: Michael Silva, Ana María Henríquez, Mauricio Pinto, Pedro Godoy, Bastián Inostroza
Director: Christopher Murray

Esteros - Por Juan Pablo Donoso

Resulta extraño que este filme haya obtenido premios en 8 festivales de temática Gay. Desde hace muchos años existen obras más profundas, sensibles e inteligentes.

Para contar una historia tan simple invierten 83 minutos que se hacen eternos. Su mérito principal es la belleza fotográfica de los paisajes y pantanos del norte de Argentina. Los actores ponen lo mejor de su parte, pero el ritmo y la falta de tensión dramática del director perjudican una historia predecible que pudo decirse de manera más precisa y poética. Pretendió ser sutil y quedó majadera.

Matías y Jerónimo son amigos desde la infancia. Sus padres son propietarios de pequeños terrenos en aquella región. Los niños juegan libremente en el campo y en los esteros. Su amistad es tan auténtica que incluso descubren juntos el despertar sexual mediante juegos inocentes. Cuando uno de los padres vende su parcela los muchachitos dejan de verse.

Más de 10 años después, vuelven a encontrarse durante un carnaval de provincia. Matías tiene una bella novia brasilera pero con gustos diferentes a los de él. Jerónimo es maquillador de actores de cine. Los amigos deciden visitar la parcela de Jerónimo para recordar tiempos de la infancia. 

Alojan en la vieja casa paterna, donde sus padres están ausentes por un par de días. Recorren y reviven los hermosos lugares silvestres en que jugaron cuando chicos. Pero, gradualmente, sienten rebrotar en ellos el cariño y la nostalgia por sus jugueteos sexuales infantiles. Después de mucho disimular lo que sienten, terminarán dando rienda a su ahora mutua atracción homosexual. 

Cuando al día siguiente comprenden que sus vidas tienen destinos diferentes, se despiden. Pero la novia de Matías intuye que algo importante ha muerto en su relación y lo abandona. Matías, entonces, se siente libre de volver donde Jerónimo para consolidar el vínculo que los unía desde niños y asumir abiertamente sus naturalezas reales.

BELLA  FOTOGRAFÍA  SÓLO  PARA  RECONOCER  UNA HOMOSEXUALIDAD  LATENTE.  INNECESARIAMERNTE LARGA  Y TEDIOSA. 

Ficha técnica

Drama, romance
Argentina, Brasil, Francia – 83 minutos
Fotografía: Eric Elizondo
Edición: Luz López Mañe
Guión: Andi Nachon
Actores: Ignacio Rogers, Esteban Masturini, Joaquín Parada
Director: Papu Curotto

Es Sólo el Fin del Mundo - Por Juan Pablo Donoso

Muy íntima y sensible. Estupendas actuaciones y bellísimo tratamiento fotográfico. Tal vez demasiado íntima para quienes le piden más acción externa al cine.

La trama transcurre en un día, desde el amanecer hasta el ocaso. Un dramaturgo de 32 años, homosexual (Gaspar Ulliel), visita a su familia en la provincia. Abandonó el hogar hace 12 años. Viene a comunicarle a los suyos que sólo le quedan pocas semanas de vida. Un paso difícil y delicado de dar.

En la casona familiar, para recibirlo, están su madre (Natalie Baye), su hermano mayor Antoine (Vincent Cassel) quien siguió viviendo allí junto a su esposa (Marion Cotillard) y sus pequeños hijos, y Susanne, su hermana menor (Lea Seydoux).

El joven director canadiense Xavier Dolan, de sólo 27 años, se inspiró en la obra teatral homónima de Jean-LucLagarce para traducir en imágenes esa frágil situación. Y logró un producto cinematográfico artísticamente muy provocativo.

El meollo del drama, y lo que nos mantiene en tensión, es cuándo hallará el momento adecuado para comunicar la noticia. Irá conversando con cada miembro de la familia. Y notará que cada uno tiene una distinta perturbación personal. Que son desdichados y sufren de alguna amargura. ¿Cuándo y cómo dar la noticia?

Para seguir este proceso, casi todas las escenas tienen iluminación claroscura, y predominan los primeros planos de sus rostros. Gran desafío para los actores quiénes a través de miradas, humo de cigarrillos, silencios y frases inconclusas deben traslucir sus tormentos interiores.

Con cada pariente sostendrá diálogos privados, y comprenderá lo traumático que resultaría contarles su verdad. Cada uno está patológicamente sumergido en sus problemas personales, que oscilan entre el resentimiento iracundo, la confusión existencial, la soledad, y el autoengaño de fingir que todo está bien (la madre). Sólo la cuñada (Marion Cotillard), nueva en la familia, intuye que esta visita trae un misterioso subtexto, pero que tampoco consigue descifrar.

Los diálogos – externos o implícitos – unidos a sus recuerdos de adolescencia, convencerán a Louis que más vale partir esa misma noche y dejar atrás aquel mundo de absoluta incomunicación.

Gran trabajo en la dirección de actores, elocuentes encuadres, sutil sarcasmo, y una selección musical techno-pop que, de manera subliminal nos alivia de aquella circunstancia tan dolorosamente disfuncional.

UNA OBRA DE ARTE MUY ÍNTIMA, LOGRADA EN LA FORMA Y EN SU AMARGO TRASFONDO. 

Ficha técnica

Título Original: Juste la Fin du Monde
Drama familiar
Canadá y Francia – 97 minutos
Fotografía: André Turpin
Música: Gabriel Yared
Dramaturgo: Jean-Luc Lagarce
Actores: Nathalie Baye, VincentCassel, Marion Cotillard, Lea SeydouxGaspar Ulliel
Guionista y Director: Xavier Dolan