viernes, 23 de diciembre de 2011

La víctima perfecta

Título original: The Resident
Calificación: mayores de 14 años
Duración: 91 minutos
Género: Thriller
Año: 2011
País: USA - Reino Unido
Director: Antti Jokinen
Elenco: Hilary Swank, Jeffrey Dean Morgan, Christopher Lee.

José Astorga @signiscinechile

Los puentes de Brooklyn son el escenario de fondo y el eslabón que conduce hacia el viejo Nueva York, el de los barrios y edificios llenos de sombras, rincones y secretos, esos secretos, rincones y sombras que gustaban a la productora Hammer y, cuya sola mención, trae a la memoria cientos de películas del género de terror y la imagen del octogenario Christopher Lee.



La tradición de la Hammer, sin embargo, es que realiza películas de mala calidad para la crítica pero con mucho éxito de público. Hay que reconocer que la historia no suele equivocarse.


Hillary Swank (Million Dollar Baiby) interpreta a una doctora que busca rehacer su vida amorosa y, en esa búsqueda de renovar todo lo pasado, le ofrecen un nuevo apartamento a muy bajo precio en uno de los vetustos edificios de Brooklin, cuyo plus es un casero atractivo que parece ideal para un nuevo romance.



Sir Christopher Lee entra entonces en la escena para crear la atmósfera de suspenso en la cinta dirigida en forma plana por Antti Jokinen, cuya carrera está ligada a los videoclips de Thalía, Anastacia, Celine Dion o Shania Twain y a experiencias de seriales de televisión.

El realizador finlandés recurre a los clásicos trucos del susto fácil para hacer saltar al espectador –se rompe algo, se cae algo, alguien aparece de pronto en la toma casi haciendo un ¡bu!–, en vez de mantener la tensión que a sus 89 años aún provoca la voz grave de Lee, su estatura impresionante y la mirada que parece penetrar hasta el tuétano de quien la mira. Como también las sombras y recovecos dentro del edificio y del departamento de Devereau (Swank) que a modo de loft permite mirar casi todos los espacios a la vez, con reflejos en cristales de ventanas y espejos, recurso que magistralmente uso Silvio Caiozzi en La Luna en el espejo (1990), donde Rafael Benavente encarnaba a un viejo marino postrado en cama que controlaba la vida del resto de los habitantes de la casa mediante esos reflejos.

Así, los pocos momentos de tensión real, donde el espectador es testigo de la presencia del psicópata junto a la ignorante protagonista, se vuelven reiterativos y se pierden, en estas repeticiones constantes, el momento secreto para la sorpresa, ese estirar del elástico por las fuerzas opuestas y que tiene en constante presión al que observa y que en La victima perfecta no es más que un soñoliento bu.

martes, 20 de diciembre de 2011

Gatos Viejos

Calificación: Todo espectador +7
Duración: 88 minutos
Género: Drama
Año: 2010
País: Chile
Director: Sebastián Silva y Pedro Peirano
Elenco: Bélgica Castro, Alejandro Sivieking, Claudia Celedón, Catalina Saavedra.

Musia Rosa @signiscinechile



La relación entre madres e hijas que nos enseña la vida, no siempre es fácil, amorosa y comprensiva, puede tener de dulce y agraz, como también ser odiosa e incluso cruel.

En Gatos Viejos, la relación entre la madre (Bélgica Castro) y su hija (Claudia Celedón) está dada con la dureza y frialdad de años de incomprensión y desencuentros entre dos personalidades que intercambian amargura, histeria, odio e intolerancia., mientras la ponderación la pone el esposo de la madre (Alejandro Sieveking) en un rol menor, pero imprescindible para captar el cariño que los une.

Película de actores, porque lo actoral supera lo visual, aunque hay una cámara inquieta que juega con los planos para reforzarnos lo que el fuerte y explosivo diálogo nos dice, y roza casi lo esperpéntico en un acercamiento audaz a los rasgos inmisericordes del paso del tiempo.



Creemos que en un escenario teatral, las tres grandes y premiadas actrices nos entregarían lo mismo y con más fuerza de llegada aún, por la presencia física de los actores. Aquí, en el ámbito cinematográfico, todo sucede en el departamento real de Bélgica Castro y  Alejandro Sieveking,  donde el espacio, los muebles, la decoración y la terraza que mira al cerro Santa Lucía, constituyen el escenario virtual que no juega un rol especial en la dramática acción fílmica, no así la ausencia de música incidental que sí enfatiza el drama.




Merece  destacarse el notable histrionismo de la gran Bélgica Castro en expresar sin pudor el paso de los años con el rostro y los gestos de una  natural ancianidad. Por otra parte debemos agradecer a la actriz Catalina Saavedra (La Nana) que pone el respiro y la gracia en el desarrollo del argumento, componiendo inteligentemente un controvertido personaje, para hacerlo vital, humano y sincero, que nos llame  a la tolerancia, a la generosidad  y nos reconcilie con la vida y el mundo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Misterios de Lisboa - Primera parte

Calificación: Todo espectador +7
Duración: 120 minutos
Genero: Drama
Año: 2010
Pais: Portugal
Director: Raúl Ruiz
Elenco: Maria Joâo Bastos, Adriano Luz, Albano Jerónimo, Alfonso Pimentel, Ricardo Pereira, Clotilde Hesme
Musia Rosa @SignisCineChile



Raúl Ruiz nació en Puerto Montt y murió en París, el pasado agosto a los 70 años, decía que vivía en su país Chile, pero que pasaba once meses al año viajando por Europa. Recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile y el Oso de Plata en el Festival de Berlín, entre muchas otras distinciones, como la dedicación de un número completo de la revista “Cahiers du Cinema” de Francia, por su gran talento y trayectoria que comprende más de 200 obras cinematográficas.




El cine de Ruiz es aclamado por la crítica, pero en general, es considerado un cine para una elite especializada e intelectual, porque su escritura fílmica es difícil, un tanto hermética y laberíntica, con claves para explorar dentro de las imágenes, para no sólo maravillarse con lo visual, sino gozar con el sentido o el sinsentido de los recuerdos y los sueños.





Misterios de Lisboa , basada en la novela del escritor portugués Camilo Castelo Branco, narra la historia de Ángela de Lima (Maria Joào Bastos)  hija segunda del marqués de Montezelos (Rui Morrison), quien, por esta condición secundona , es obligada a casarse con el conde de Santa Bárbara  (Albano Jerónimo) para no vivir en la pobreza el resto de su vida. Ella está enamorada de un joven, también hijo segundo de un noble, por tanto el futuro de la pareja se ha cerrado y sólo queda el fruto de este romance, Joâo, un pequeño que no conoce a sus progenitores y queda a cargo del padre Dinis (Adriano Luz). La historia continúa con más personajes, nuevas vicisitudes de la condesa y las ansias del niño de conocer su historia y a sus padres.

Pareciera que previendo el pronto final de su existencia, Ruiz decidió bajar de las alturas psicoanalíticas y de las formas surrealistas de gran parte de su filmografía, para realizar una especie de testamento fílmico en Misterios de Lisboa, con toda su belleza visual, su refinamiento escénico y su sutil forma de narrar, para llegar a las multitudes que aún no lo conocen ni lo aprecian en su merecido talento. Es un regalo para muchos chilenos que tal vez sólo lo recuerdan  por Tres Tristes Tigres y Palomita Blanca.




Raúl Ruiz, refiriéndose a su película dijo: “la vida es un folletín” y nosotros diríamos sí…y que su película es un melodrama, llevado a su máxima expresión y narrado cinematográficamente con espléndidas imágenes y una cámara que se mueve en forma sutil y majestuosa, marcando el ritmo con los espacios y los tiempos, la música y los silencios, para provocar la armonía perfecta y seductora hasta el fin.

Las excelentes actuaciones, hacen creíble esta historia de maldad, arrepentimiento y perdón, mientras esperamos ver la segunda parte que se ha anunciado ya, donde creemos se confirmará la fe en el ser humano, en la justicia y la posibilidad de redención.

Misterios de Lisboa, galardonada con la “Concha de Plata” en el Festival de Cine de San Sebastián, merece estar en salas, más allá de las especializadas donde se está exhibiendo, sino también en aquellas donde va un gran público transversal, para que tenga  la oportunidad de conocer, apreciar y de extasiarse con este filme de un chileno reconocido en el mundo entero como un artista excepcional.

Misterios de Lisboa - Segunda parte


Titulo Original: Misterios de Lisboa - Segunda parte
Calificación: Todo Espectador +7
Duración: 120 minutos
Genero: Drama
Año: 2010
Pais: Portugal
Director: Raúl Ruiz
Elenco: Adriano Luz, José Manuel Mendes, Carloto Cotra, Clotilde Hesme, María Joäo Pinho, Ricardo Pereira
Musia Rosa @SignisCineChile


Misterios de Lisboa, la  premiada película del chileno Raúl Ruiz concebida como un todo redondo y perfecto de cuatro horas de duración, se exhibe separadamente en primera y segunda parte en diferentes salas de la capital. Se recomienda verla en el orden que corresponde para captar mejor las intrigas  que relacionan y complican a los misteriosos personajes, que además esconden distintas personalidades, a lo largo del transcurso de sus vidas.


Esta segunda etapa de la historia del niño huérfano, que quedó bajo la custodia del Padre Dinis (Adriano Luz), se reinicia cuando Fray Baltasar de Encarnaçao (José Manuel Mendes) decide reunirse con el Padre Dinis para ir desenredando la enmarañada trama que ha sido construida por tantos y complejos personajes. Resulta  apasionante desentrañar los misterios para ir armando el  puzzle que alivianará las tensiones y las culpas, en esta búsqueda afanosa de la verdad y la justicia.

La cámara, la luz, la música y el silencio crean el espléndido lenguaje fílmico que nos seguirá sorprendiendo, mientras lostravellings, que van, vienen y circulan cadenciosamente por los elegantes espacios,  nos  introducen en los enigmas, con dramáticas situaciones y algunas pocas escenas también que bordean un humor desconcertante.

Misterios de Lisboa es una historia folletinesca, como lo afirmó su propio autor, donde las aventuras y desventuras se suceden sin prisa y sin orden, para el deleite del espectador que podrá extasiarse con las bellas imágenes, y la envolvente música, mientras va armando la sorprendente historia.

viernes, 2 de diciembre de 2011

The Way Back, Camino a la libertad, el viaje de los héroes

Título original: The Way Back
Calificación: TE
Duración: 133 minutos
Género: Drama
Año: 2011
País: USA
Director: Peter Weir
Elenco: Ed Harris, Jim Sturgess, Sadirse Ronan y Collin Farrell.

José Astorga @SignisCineChile

La forma en que un autor describe y construye a sus personajes, interna y externamente; el ambiente donde están insertados y la forma en que este ambiente toma cuerpo y va siendo parte fundamental del armado psicológico, físico y afectivo de estos personajes, son parte fundamental en la construcción del relato.

Este es el caso de Camino a la libertad de Peter Weir (La costa mosquito, The Truman Show), quien se toma su tiempo para ir construyendo paso a paso las particularidades de cada uno de sus personajes y cómo se van desenvolviendo en la maravillosa naturaleza que es la amenaza omnipresente que se opone a sus deseos de recuperar la libertad perdida. La naturaleza entonces presenta la dualidad de ser inefable pero a la vez mortífera.

La narración, pausada pero no lata, está apoyada por la excelente fotografía de Russell Boyd (Gallipoli y El año en que vivimos en peligro, ambas de Peter Weir), que transforma los parajes naturales, como el lago Baikal, la mayor reserva de agua dulce de Siberia –nombrado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996–, en una trampa de riveras fangosas imposible de cruzar y una fuente de vida que parece ofrecerles las bendiciones inesperadas.

Weir arma un relato con personajes épicos, personajes que en su evolución van descubriendo la tenacidad, el ingenio, la desesperanza y el tesón que los llevará a conseguir la ansiada libertad aunque sea más allá de su propia muerte.

Hacia el comienzo, los protagonistas deben enfrentarse a lo agreste de una postal de ceniza que se extiende hasta  donde termina la capacidad de mirar. El escape del gulag ruso en medio de Siberia es la nada misma. Bien lo dice el encargado de la prisión en su discurso de recibimiento de los nuevos prisioneros en tono de epitafio: "Enemigos del pueblo, ni los perros ni las alambradas son su cárcel, sino Siberia con sus 5 millones de km".

Fotogramas de la película



Pero no sólo Siberia es su cárcel, también lo son las llanuras y tundras del Tíbet y los Himalayas, donde deben aprender a compartir, convivir con sus propios secretos y poco a poco ir abriendo sus almas en este viaje desde la muerte a la luz, desde el infierno a la libertad, con pequeños milagros que Dios parece ir poniendo en su camino para recordarnos que en los momentos de crisis nos aprieta el cuello pero no nos ahorca, que tras toda situación imposible de resolver siempre hay una salida si tenemos fe y luchamos, con tesón y entereza contra todo aquello que se opone a nuestros deseos y que el perdón puede ser el más grande de los objetivos para conseguir la libertad y regresar a casa.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Si fueras yo, comedia para adultos

Título original: The Change-Up
Calificación: Mayores de 14
Duración: 112 minutos
Género: Comedia
Año: 2011
País: USA
Director: David Dobkin
Elenco: Ryan Reynolds, Jason Bateman y Olivia Wilde.

José Vicente Astorga @aracnus7

Más de una vez hemos visto películas en que los personajes intercambian sus cuerpos.

Hijas con sus madres, amigos con amigos, hombres con mujeres, abuelos con nietos, asesinos con policías... El resultado es que comienzan a vivir las vidas de los otros y a descubrir lo que se ocultaba en la privacidad. Las cosas buenas, las malas y los secretos también.

La lista es larga y parte en 1916 con Vice Versa, dirigida por Maurice Elvey, basada en la novela del mismo nombre del escritor británico Thomas Anstey Guthrie (1882): un niño cambia cuerpo con su pomposo padre.

Una nueva adaptación llega en 1937 para la televisión; otra en 1948 de la mano de Peter Ustinov, y dos chicos en pugna que cambian entre sí por culpa de un tótem indio con el fin de que aprendan a convivir. La siguiente secuela es de 1988 dirigida por Brian Gilbert.

Similar temática vemos en Freaky Friday, Un viernes de locos, que trueca el cuerpo de Jamie Lee Curtis con su hija encarnada por Lindsay Lohan gracias a una galleta de la fortuna; Big, con Tom Hanks, un niño ve convertido su cuerpo en adulto por una máquina de deseos; 18 otra vez, el fallecido George Burns y Charlie Schlatter intercambian sus almas en un accidente, uno de 81 años y el otro de 18... Contracara (Face/Off, John Travolta y Nicolas Cage) nos pone en la frontera de la ciencia-ficción ciencia-verdad con el cambio de rostro de un policía con un peligroso asesino que se apodera no sólo de su rostro, sino también de su vida... y la lista sigue...


Jason Bateman junto a Olivia Wilde


Esta vez es el turno de Ryan Reynolds y Jason Bateman en Si fueras yo, comedia llena de lugares visitados, estereotipos y clichés que se suman a un vocabulario exageradamente vulgar para sustentar el humor verbal en una cinta que desde el primer momento se desinfla por lo predecible de su guión y lo plagada de bromas escatológicas injustificadas, bebés sacados de la serie Jackass y otras cuantas tosquedades innecesarias en la línea de Scary Movie que no dan respiro al espectador que esperaba una comedia romántica de fin de semana y no una serie de gags con lenguaje periférico acordados en una lluvia de ideas con mucha cafeína y poco seso.

Si obviamos toda la basura de la superficie narrativa, lograremos ver los valores que intentan despegar y sustentar las acciones de los personajes un tanto exagerados, con muecas que emulan a Jim Carrey pero que en la cara de Reynolds resultan plásticas y poco convincentes, como también lo fue su actuación interpretando a Hal Jordan en Green Lantern (Linterna Verde).




La reflexión final, como en toda comedia, es que cada cual debe amar su propia vida y no desear la del prójimo, porque se pueden cumplir nuestros deseos y descubrir que lo que teníamos, aunque no era lo mejor, era lo que realmente amábamos.