Este documental parece toda una película de acción. Con una historia alambicada, llena de recovecos, de sospechas e investigaciones -todos ingredientes necesarios para configurar un buen thriller-, queda demostrado, una vez más, que la realidad supera ampliamente la ficción.
La narración del director Daniel Roher se centra en Alexei Navalny, el carismático líder de la oposición rusa. El 20 de agosto de 2020, en pleno vuelo de Tomsk a Moscú, Navalny se enferma grave y el capitán decide aterrizar de emergencia en el aeropuerto más cercano, en la ciudad de Omsk, lo que resulta ser providencial.
Tras ser atendido de urgencia, y luego de dificultosas gestiones, su familia consigue trasladarlo al hospital Charité de Berlín, Alemania. Hasta ese momento, las causas de la repentina enfermedad se desconocen, sin embargo, estudios posteriores concluyen que Navalny ha sido expuesto a un agente nervioso llamado “Novichok”, es decir, han intentado matarlo.
Las sospechas sobre el atentado recaen en el presidente ruso Vladimir Putin, sin embargo el Kremlin niega tajantemente cualquier participación. Se deben buscar pruebas para demostrar la teoría sobre el envenenamiento. Comienza, entonces, una investigación a gran escala liderada por el periodista de Bellingcat, Christo Grozev, y Maria Pevchikh, de parte de la Fundación Anticorrupción de Navalny, quienes consiguen recabar gran cantidad de información para confirmar que se trataría de un complot diseñado para asesinar a este ferviente opositor del régimen.
La película tiene muy buen ritmo, suspenso permanente -a pesar de ser hechos conocidos-, y una edición a ratos vertiginosa. Sus puntos más altos están en una sorprendente y crucial llamada telefónica, en la publicación en simultáneo, y por diferentes medios de alcance mundial, de un extenso reportaje que profundiza en detalle los hechos, y el controvertido regreso a Moscú del protagonista luego de completar su rehabilitación.
Este testimonio fílmico configura un retrato bastante íntimo de Alexei Navalny. El extraordinario carisma público, sus cercanas relaciones familiares, los valores en que sustenta su acción política y la lucha por sus objetivos, se conjugan con su valentía para enfrentar la adversidad, signos inequívocos de un liderazgo que va más allá de un hecho puntual. El relato deja poco espacio a la duda, las piezas van calzando unas con otras, sin embargo, confronta poco, aunque queda la incógnita si esto es posible en un ámbito de altas esferas, que naturalmente es muy difícil y riesgoso de explorar.
El periodismo de investigación se anota, una vez más, un punto importante, con hechos, con datos, y movimientos que descolocan a los actores. “Navalny” constituye un documental necesario, vigente, de extrema actualidad, y que obliga a buscar más información. Asimismo, el llamado que hace su protagonista a no rendirse, incluso ante las situaciones más duras e implacables, indica que, tal vez, en esa persistencia y perseverancia se puede encontrar la clave para llegar a la verdad, y cambiar el curso de la historia.
Ficha técnica
Título original: Navalny
Año: 2022
Duración: 98 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: CNN, Cottage M, Fishbowl Films, RaeFilm Studios
Género: Documental | Basado en hechos reales. Política. Biográfico
Música: Marius De Vries, Matt Robertson
Fotografía: Felix Angermaier, Nikita Pavlov, Niki Waltl
Reparto: Documental, Intervenciones de: Alexei Navalny, Mariya Pevchikh, Yulia Navalnaya, Christo Grozev, Vladimir Putin
Dirección: Daniel Roher
La narración del director Daniel Roher se centra en Alexei Navalny, el carismático líder de la oposición rusa. El 20 de agosto de 2020, en pleno vuelo de Tomsk a Moscú, Navalny se enferma grave y el capitán decide aterrizar de emergencia en el aeropuerto más cercano, en la ciudad de Omsk, lo que resulta ser providencial.
Tras ser atendido de urgencia, y luego de dificultosas gestiones, su familia consigue trasladarlo al hospital Charité de Berlín, Alemania. Hasta ese momento, las causas de la repentina enfermedad se desconocen, sin embargo, estudios posteriores concluyen que Navalny ha sido expuesto a un agente nervioso llamado “Novichok”, es decir, han intentado matarlo.
Las sospechas sobre el atentado recaen en el presidente ruso Vladimir Putin, sin embargo el Kremlin niega tajantemente cualquier participación. Se deben buscar pruebas para demostrar la teoría sobre el envenenamiento. Comienza, entonces, una investigación a gran escala liderada por el periodista de Bellingcat, Christo Grozev, y Maria Pevchikh, de parte de la Fundación Anticorrupción de Navalny, quienes consiguen recabar gran cantidad de información para confirmar que se trataría de un complot diseñado para asesinar a este ferviente opositor del régimen.
La película tiene muy buen ritmo, suspenso permanente -a pesar de ser hechos conocidos-, y una edición a ratos vertiginosa. Sus puntos más altos están en una sorprendente y crucial llamada telefónica, en la publicación en simultáneo, y por diferentes medios de alcance mundial, de un extenso reportaje que profundiza en detalle los hechos, y el controvertido regreso a Moscú del protagonista luego de completar su rehabilitación.
Este testimonio fílmico configura un retrato bastante íntimo de Alexei Navalny. El extraordinario carisma público, sus cercanas relaciones familiares, los valores en que sustenta su acción política y la lucha por sus objetivos, se conjugan con su valentía para enfrentar la adversidad, signos inequívocos de un liderazgo que va más allá de un hecho puntual. El relato deja poco espacio a la duda, las piezas van calzando unas con otras, sin embargo, confronta poco, aunque queda la incógnita si esto es posible en un ámbito de altas esferas, que naturalmente es muy difícil y riesgoso de explorar.
El periodismo de investigación se anota, una vez más, un punto importante, con hechos, con datos, y movimientos que descolocan a los actores. “Navalny” constituye un documental necesario, vigente, de extrema actualidad, y que obliga a buscar más información. Asimismo, el llamado que hace su protagonista a no rendirse, incluso ante las situaciones más duras e implacables, indica que, tal vez, en esa persistencia y perseverancia se puede encontrar la clave para llegar a la verdad, y cambiar el curso de la historia.
Ficha técnica
Título original: Navalny
Año: 2022
Duración: 98 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: CNN, Cottage M, Fishbowl Films, RaeFilm Studios
Género: Documental | Basado en hechos reales. Política. Biográfico
Música: Marius De Vries, Matt Robertson
Fotografía: Felix Angermaier, Nikita Pavlov, Niki Waltl
Reparto: Documental, Intervenciones de: Alexei Navalny, Mariya Pevchikh, Yulia Navalnaya, Christo Grozev, Vladimir Putin
Dirección: Daniel Roher
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