sábado, 31 de diciembre de 2016

Fuerza Mayor - Por Juan Pablo Donoso

Un drama de conciencia e inmadurez narrado con la calma y prolijidad típica del cine escandinavo.                                                                                                                   

¿En qué consiste el coraje?  ¿Qué es un héroe? ¿Cuándo se nos tambalea el respeto por alguien que amamos?  ¿Cuál es la verdad de nuestros sentimientos? La película nos plantea algunos dilemas como estos. 

Una bella familia sueca toma sus vacaciones en un elegante hotel de los Alpes de Francia. El padre, la madre y los dos hijitos almuerzan tranquilos en la terraza del hotel. El paisaje nevado es sobrecogedor. De pronto, por la ladera de las montañas del frente se desata una feroz avalancha de nieve. Los turistas escapan en todas direcciones. La terraza se llena de polvo y bruma. Gritos por doquier. Cuando baja la neblina vemos que en la mesa ha quedado la madre abrazando a sus dos niños. Todos ilesos pero aterrados. Más, el padre, al sentir el estruendo escapó a refugiarse lejos del comedor. Dejó a la familia entregada a su suerte.

El dilema que atraviesa el resto de la película es la confrontación de la esposa y los hijos con la cobardía del padre. En los días siguientes, y ya más tranquilos, en conversaciones con parejas amigas, revisan la conducta del marido y sus instintivas motivaciones. 
Muchos y largos plano-secuencias. La lenta revisión del hecho vergonzoso en los días siguientes, va gradualmente atormentando al marido. Aunque los demás están dispuestos a perdonarlo, él se desmorona frente a su imagen y a su conciencia. 

El aislamiento de esa familia que parecía normal, los induce a redefinir los valores que creían tan sólidos.

Largos diálogos, bellísimos paisajes nevados, silencio tanto en las habitaciones como en las jornadas de esquí, intercambio de opiniones sobre la vida matrimonial, se van urdiendo sin apuro, con creciente franqueza, hasta terminar con un incidente absurdo, casi buñueliano. Un chascarro final que confronta una experiencia deslumbrante en lo exterior, con la triste revelación de nuestras debilidades en momentos de crisis.  

SIN  SER  UN FILME  DE CATÁSTROFE,  DESATA  UNA CATARSIS  DE CONCIENCIA Y  DE  VALORES QUE  PARECÍAN  SANOS  Y  NORMALES. 

Ficha técnica

Título Original: Turist
Drama familiar
Suecia, Francia, Noruega, Dinamarca
120 minutos
Cine Arte Galería Patricia Ready
Fotografía: Fredrik Wenzel
Música: Ola Flotum
Edición: Jacob Secher Schulsinger
Actores: Johannes Kuhnke, Lisa Loven Kongsli, Clara Wettergren
Director y Guionista: Ruben Östlund

jueves, 22 de diciembre de 2016

Florence Foster Jenkins - Por Juan Pablo Donoso

Otra espléndida versión del caso de Florence Foster Jenkins.

En el reciente mes de julio comentamos el filme MARGUERITE, dirigido por Xavier Giannoli, en una coproducción franco-belga-checa, protagonizada con gran talento por Catherine Frot. En ese artículo elogiamos tan bella y patética película. Y también anunciamos el pronto estreno de otra versión a cargo de Stephen Frears como director  y con Meryl Streep como protagonista titulada FLORENCE FOSTER JENKINS.

En la anterior, si bien tomaron los elementos fundamentales del caso, hubo deliberadas alteraciones, incluyendo el título – MARGEURITE – quizás para hacer menos doloroso el relato y privilegiar la ambientación y la fábula.

En esta se narran los hechos con más realismo. Y el éxito se logra por la sensible mano del director Stephen Frears con su equipo técnico, y la eximia actuación de Meryl Streep muy bien secundada por Hugh Grant y Simon Helberg.

El guión tragicómico de Nicholas Martin da en el clavo para mantener el equilibrio entre lo trágico del personaje central y lo ridículo de su comportamiento inevitablemente jocoso. 

Ahora se acentúa la soledad y desamparo psicológico de aquella mecenas multimillonaria que insiste en cantar famosas arias de ópera careciendo por completo de talento, oído musical y sentido de autocrítica. 

Si bien fue pasto de aduladores, mentirosos y aprovechadores de su fortuna, ella, la verdadera Florence, logró sus anhelos de llenar las principales salas de Nueva York y grabar un considerable número de discos. Aunque el público y los críticos la ensalzaran sólo para burlarse de sus horripilantes chillidos, terminó sus  días convencida de su talento y contenta con su fama.

Ambas películas son excelentes. Aquí Meryl Streep una vez más conmueve con histrionismo, y se agrega el mérito de ser ella misma quien canta con semejantes desafinaciones. Hugh Grant, como el esposo St.Clair Mayfield, a pesar de hacer vida marital con una amante, logra mantener a Florence arrullada con paternal ternura. Vemos cómo este actor  puede también interpretar personajes con mayores matices de profundidad. Además de la calidad de todos los secundarios, juega aquí un difícil rol el joven actor Simon Helberg, a quien sólo conocíamos como comediante  en la serie televisiva The Big Bang Theory. Le corresponde ser el frágil y afeminado pianista acompañante de Florence a lo largo de toda su vida. Sus expresiones de asombro, unidas a su solidaria compasión por la cantante, dicen más que mil palabras. 

Quienes sólo vean esta cinta conocerán el caso de Florence y disfrutarán de una esplendida realización. Pero el mayor deleite lo tendrán aquellos cinéfilos que puedan ver ambas versiones, disfrutar con las diferencias de tratamiento y, muy en especial, admirar cómo dos equipos cinematográficos, utilizando un mismo caso real tan insólito, consiguen filmar dos excelentes películas.

ADMIRABLE   2ª VERSION  DE  UN  FENÓMENO  LÍRICO PATÉTICO Y GRACIOSO  A  LA  VEZ.

Ficha técnica

Inglaterra, EE.UU.
2016
111 minutos
Tragicomedia biográfica
Fotografía: Danny Cohen
Música: Alexandre Desplat
Edición: Valerio Bonelli
Vestuario: Consolata Boyle
Guión: Nicholas Martin
Actores: Meryl Streep, Hugh Grant, Simon Helberg, Rebecca Ferguson
Director: Stephen Frears

Sing - Por Juan Pablo Donoso

Tal vez el mejor filme animado de 2016. US$ 75.000.000. 

Aunque nada tiene que ver con Navidad, esta es la mejor fecha para estrenarlo.

Además de entretenida, su argumento, la galería ingeniosa de personajes, la evolución de sus caracteres, la luminosidad y dinamismo de su técnica, y la acertada selección de canciones, harán que niños y adultos salgan encantados de la sala.

Agreguemos que guarda un mensaje hermoso y positivo que - sin ser predicante - subyace en el desarrollo de la trama.

Ya la motivación inicial de su protagonista – Buster Moon – nos conquista desde el comienzo. Es un pequeño koala que desde niño soñó con ser empresario de una gran Compañía de Revistas  Musicales.  Y al crecer lo logró. Pero su enorme y viejo teatro de San Francisco acumula tantas deudas que está a punto de ser expropiado.  El público de vaudeville ha decaído.

La involuntaria chambonada de la secretaria – una torpe iguana tuerta – difunde una falsa convocatoria por toda la ciudad ofreciendo estupendo sueldo a los nuevos artistas que resulten seleccionados.

Como la demanda será inmensa, asistiremos a la postulación de múltiples animales (estupendas réplicas de tipos humanos) que competirán cantando y bailando decenas de canciones.

Conoceremos el hogar y familia de muchos aspirantes – en especial de Rosita, una chancha madre de 20 cerditos, que a pesar de atender a su esposo e hijos, se atreve a concursar como cantante y bailarina para realizar el sueño de toda su vida. Grata sorpresa es descubrir el talento lírico de la actriz Reese Witherspoon en este rol.

Sobrevendrán muchos contratiempos  al pobre Buster Moon (Matthew McConaughey) y a sus compañeros Mike (Seth McFarlane), Ash (Scarlett Johansson), Eddie (John C. Reilly), Meena (Tori Kelly) y muchos conocidos actores y cantantes que aportan sus voces y estilos diferentes.

La historia está tan bien estructurada, el ritmo es tan fluido, los personajes son tan graciosos, la música es tan bella y contagiosa, que a lo largo de toda la película anhelamos que los problemas se resuelvan. Los espectadores adultos distinguiremos, tras aquellos dibujos de animales, la caricatura de muchas personas de carne y hueso que en la vida cotidiana se han cruzado por nuestro camino.

Un progreso notable en el género de animación moderna. ¡Brillante!  

UNA  REALIZACIÓN  ANIMADA  EXIMIA  EN  TODO  SENTIDO. LA  DISFRUTARÁN  GRANDES  Y  CHICOS.

Ficha técnica

Sing
2016
Animación. Tragicomedia. (Doblada al español)
EE.UU. – 108 minutos
Distribuidor: Andes Films
Dirección de Arte: Francois Moret
Música: Joby Talbot
Edición: Gregory Perler
Actores (voces): Matthew McConaughey, Reese Witherspoon, Seth MacFarlane, Scarlett Johansson, Tori Kelly.
Directores y Guionistas : Garth Jennings y Christophe Lourdelet

El País de las Maravillas - Por Juan Pablo Donoso

Es difícil que agrade a todo público. Para muchos parecerá casi aburrida y sin propósito. Creemos necesario, para disfrutarla, descifrar algunas de sus claves.

Alice Rohrwacher le dio el tratamiento del más clásico neorrealismo  italiano: filmar un trozo de vida tal cual es, y dejar que hable por sí mismo. Sin duda la joven realizadora adoptó ese estilo para que su mensaje  fuera más sugerente que explícito. ¿Por qué? Para empaparnos de una atmósfera muy específica; para hacernos convivir con campesinos sencillos, casi ignorados; para transmitirnos una familiaridad cotidiana, sin  grandes  eventos, y conmovernos en base a la natural convivencia diaria.  

La carencia de una típica historia hará que el filme parezca plano y vacío, donde nada es demasiado importante. Sin embargo, tras esa aparente banalidad, subyace la conjunción de muchas culturas amenazadas con desaparecer. Tejidas en  tradiciones, hábitos, sentimientos y relaciones de personas tan puras y descontaminadas como estas. 

Ya sus títulos sugieren el tema: El País de las Maravillas o, simplemente, Maravillas.

Nos situamos en los campos de la Toscana. En el hogar de una rústica familia que vive de la apicultura. Un padre alemán y su esposa italiana. Carecen de hijos varones. De las cuatro hijas sólo la mayor, Gelsomina, de 12 años, puede ayudar a su papá a recoger y envasar la miel. La madre cuida el hogar y a las más chiquitas. Así ha sido por siglos.

Pero la modernidad y sus instrumentos se acercan cada vez más. Los insecticidas ahuyentan a las abejas y disminuyen los ingresos. Se incrementa la caza y el turismo en la zona y, por lo tanto, aquellas tierras tientan a los urbanizadores. Finalmente, una empresa cinematográfica de avisos comerciales se instala en la cercanía para promover por TV un producto de golosinas. 

Para los habitantes de la zona el oropel de vestuarios, pelucas,  maquillajes, y actriz estrella (Monica Bellucci) será irresistible. Incluso la publicidad creará un concurso entre los campesinos para promover el producto. Y en la transmisión de esos programas, luciendo lo autóctono de esas tierras, brotarán las raíces milenarias hasta de remanencias etruscas.

Esto podría considerarse un adelanto positivo para esos habitantes pobres. Más, al haber convivido nosotros, los espectadores,  en tan cercana intimidad con esa familia, presenciamos también el  terremoto existencial que sufren, y de cómo esos niños, tal vez por instinto, tienden a escapar y a refugiarse en las cavernas más primitivas de la región. 

Ya lo enunció Nataniel Hawthorne a comienzos del siglo 19: “Los desconciertos existenciales de los adultos, a menudo se reflejan en el comportamiento inexplicable de sus niños”.

Filme que a ratos pareciera un documental entrega, además de una inquietante voz de alarma ante la pérdida de nobles tradiciones, la actuación deslumbrante de niños y campesinos. Por su fina sensibilidad fue destacada en un reciente Festival de Cannes.

INTELIGENTE  Y  SENSIBLE.  AMENA  SÓLO PARA QUIENES  DESEEN  DESCIFRAR  SU  MENSAJE.

Ficha técnica

Le Meraviglie
Drama costumbrista
Italia - 110 minutos 
2014
Cine Arte Galería Patricia Ready
Fotografía: Helene Louvart
Música: Piero Crucitti
Edición: Marco Spoletini
Actores: Alba Rohrwacher, Maria Alexandra Lungu, Monica Bellucci, Sam Louwyck, Andre Hennicke
Directora y Guionista: Alice Rohrwacher

martes, 20 de diciembre de 2016

La Estudiante y el Sr. Henri - Por Juan Pablo Donoso

Grata tragicomedia que entrelaza a jóvenes con adultos y ancianos hasta llegar a una conmovedora conclusión.  

Los filmes franceses suelen privilegiar – en vez de conflictos frontales – la convivencia e interacción de personajes con problemas individuales. Tal es el caso de este filme, como ya lo comentamos hace poco en esta página con Un Médico en la Campiña, Carol, La Chica Danesa y otras. 

Henri, un anciano cascarrabias, viudo, le arrienda un cuarto de su  departamento a una joven estudiante que viene de provincia. Se lo cede con la imperiosa condición que ella seduzca a su hijo casado y le destruya el matrimonio. Lo hace porque detesta a su nuera que ni siquiera logra embarazarse.                      
                                  
La muchacha, Constance (Noemi Schmidt), dejó su casa paterna para viajar a la ciudad y preparar su ingreso a una carrera universitaria. Para sobrevivir ejerce como mesera en un restaurante. Cuando conoce al hijo del anciano (Guillaume de Tonquedec) lo que menos siente por él es atracción. Ante el dilema de carecer del dinero para vivir en otra parte inicia de muy malas ganas la misión encomendada. Pero conocerá a la inocente esposa (excelente caracterización de Frederique Bel) y sucumbe bajo el cargo de su conciencia.

El anciano Henri gradualmente se irá encariñando con la estudiante, en especial porque puede tocar piano como lo hacía su difunta esposa. Si bien la pensionista progresa en ilusionar al hijo, el sorpresivo embarazo de su mujer alterará la agria atmosfera familiar. La presencia de Constance irá resblandeciendo al Sr. Henri y tras varios momentos de vacilación e intolerancia, hallarán una armonía fraternal que, al comienzo, parecía imposible.

Claude Brasseur (hijo del legendario actor Pierre Brasseur de mediados del siglo XX), transmite con eficacia la transición desde un hombre solitario, maniático y amargado, a un anciano frágil y sensible gracias a los cambios que comienzan a surgir en su hogar. Será él quien conseguirá que Constance tenga nuevas oportunidades para realizar su vocación como estudiante de música. 

El filme nos demuestra cómo, sin proponérselo, la llegada de una persona extraña a una familia disfuncional puede recuperar la armonía, el afecto y la pertenencia. Porque al final de la fábula ella, la desvalida Constance, será como una nueva hija y nieta de un abuelo que nunca tuvo.

Para llegar a este cierre debimos  acompañarlos en las vicisitudes tristes y alegres con que todo proceso profundo humaniza y despeja la íntima comunicación de quienes anhelan la paz y el cariño.

UN  SENSIBLE  PROCESO DE  RECONCILIACIÓN  FAMILIAR.   NARRADA  CON  DELICADEZA  Y  REALISMO.

Ficha técnica

Título Original: L´Etudiante et Monsieur Henri
Comedia
Francia
98 minutos
Cine Arte Patricia Ready
Fotografía: Vincent  Mathias
Música: Laurent Aknin
Actores: Claude Brasseur, Guillaume de Tonquédec, Frederique Bel, Noémie Schmidt
Director y Guionista: Ivan Calberac

sábado, 17 de diciembre de 2016

Elle - Por Juan Pablo Donoso

Una gran maraña psíquica, torcida y perversa, que para muchos será una sátira, y para otros sólo un filme francés ingrato pero muy bien realizado. 

Paul Verhoeven (Robocop, Desafío Total, Delicias Turcas) así como es artísticamente inteligente, es igualmente morboso y nihilista en sus temáticas. Su pasión es provocar al espectador hasta donde sea resistible… o fascinante. Él mismo lo declara: “Soy gran admirador de Luis Buñuel”.

Esta película irrita a muchos y deleita a otros. Es difícil hallar términos medios.

Michel (Elle), Isabelle Huppert, soberbia jefa de una empresa de vídeo-juegos  eróticos, será posesiva con sus subalternos, desde lo sexual hasta lo humillante. “Mientras antes admitamos nuestra capacidad de perversión, menos capaces seremos de destruirnos mutuamente” (Verhoeven).

Pero, así mismo, es una mujer confundida. Y más aún cuando es víctima, en su hogar, de un salvaje violador enmascarado, al comienzo de la película. Sin denunciar al delincuente iniciará un plan de venganza y auto-protección. Aquí comienza el ángulo “policial”: descubrir quién fue el agresor, sospechando de todos los empleados de su empresa. 

Oscilará entre vengarse de quienes la atacan, como de masturbar  a otros y masturbarse  ella recordando a esos mismos  victimarios.  El único inofensivo es su joven vecino, muy católico y ejemplar padre de familia. Espiar a este paradigma de virtud también desata en ella sus prácticas secretas de onanismo. 

Predomina la frialdad emotiva.

Los personajes secundarios tampoco lo hacen mal: desde abominar a su nuevo nietecito nacido negro de padres blancos hasta desembocar en el lesbianismo. Total, mientras nadie sienta emociones, nobles o aviesas, cualquier reacción inmediata es aceptable. 

Mientras seguimos buscando la pista del violador inicial, la misma señora será víctima de dos violaciones adicionales. 

Se dice que los filmes de Verhoeven tienen humor. Bueno, si consideramos  que en medio de tres violaciones a la protagonista todos los personajes – cual más cual menos – están psicológicamente desviados y cometen una estupidez tras otra, sin duda hay humor negro. Por donde se la mire es nihilista. Se “supone” que la carencia de emociones y sentimientos otorga un nivel de distinción y mayor intelectualismo a sus personajes. (¡!)

Pero, en verdad, es sólo insensibilidad sumergida en un absoluto desconcierto existencial. Si a lo lejos se vislumbra algún valor ético, a poco andar este se derrumba y, peor aún, queda deliberadamente en ridículo. Mientras se mantengan los rostros serenos cualquier vivencia se asume con naturalidad. 

El motivo policial de la historia es sólo el pretexto para observar la forma ambigua en que reaccionan – desde la protagonista hasta los secundarios – ante lo que va ocurriendo. 

La puesta en escena, los lugares públicos, la ambientación, el ritmo, actuaciones y edición testimonian, una vez más, el alto nivel profesional del cine francés. “Trato de ser realista incluso en lo obsceno, como fueron los grandes pintores flamencos”. (Verhoeven)

Por los motivos señalados habrá espectadores que detesten la película y otros que disfruten tal desquicio de comportamientos  libidinosos, criminales, familiares e histéricos. Eso sí, siempre con gran elegancia y dignidad. ¿Habrá alguien que tome en serio este filme?
“Reconozco que me encanta choquear al público” (Verhoeven)

UN REFINADO EMBROLLO PSÍQUICO - SUPUESTAMENTE GRACIOSO - CARENTE DE VALORES  Y  DE  COMPASIÓN.

Ficha técnica

Drama, suspenso
Francia, Alemania, Bélgica
130 minutos
Fotografía: Stéphane Fontaine
Música: Anne Dudley
Guión: David Birke - Philippe Djian (basado en su novela)
Actores: Isabelle Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny
Director: Paul Verhoeven

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El Amor se Hace - Por Juan Pablo Donoso

¿Qué consecuencias traen a la pareja las llamadas “desviaciones” sexuales?  De eso trata esta comedia.

Además de amena y graciosa, ¡y sólo para público adulto! -resultará  útil conocer  algunos  pintorescos caprichos sexuales, oficialmente llamados “parafilias”.

Poco  apta  para  personas  escrupulosas o escandalizables; en cambio, para  mentes más  tolerantes  será  una  comedia  encantadora.

Es la recreación española del filme original australiano titulado LITTLE DEATH (Pequeña Muerte) 2014, de Josh Lawson,  y que obtuvo gran acogida mundial en su momento.

Su tema es el fenómeno psiquiátrico de la “parafilia”= excitación sexual provocada por objetos, situaciones, actividades o individuos estrambóticos.

Se concentra en cinco parejas  principales, y  algunos pintorescos  secundarios, que se sienten  atormentados por inclinaciones eróticas atípicas. Por más que intentan ajustarse a los padrones normales del comportamiento sexual, sus tendencias  les acarrean  graves problemas en  la  feliz convivencia  amorosa.

Así, y en forma humorística, vemos personas supuestamente “normales” que son adictas de “harpaxofilia”= ser asaltadas; “Elifilia”=textiles; “Urofilia”= orina; “Coprofilia”=excrementos; “Somnofilia” e “Hipnofilia”=dormidos (Bellas(os) durmientes); “Misofilia”= ropa sucia; “Dacrifilia”=lágrimas; “Audiolagnia”=sonidos; etc.

Actores lúdicos y personajes simpáticos con cuyos traumas resulta factible solidarizar… hasta donde es posible. 

Parecieran  autorizarnos  a  practicar  el  amor - cuando es verdadero - de la forma en que mejor se cumpla, sin prejuicios neuróticos ni tapujos hipócritas. “El sexo en la pareja es, en primer término, alegría de amarse libremente y de estar juntos”.   

COMEDIA  SEXUAL  DE  TONO MUY  SUBIDO, PERO GRACIOSA  Y  LOGRADA EN SU GÉNERO

Ficha técnica

Comedia erótica
España - 104 minutos
BFDistribution
Fotografía: Kiko de la Rica
Edición: Alberto de Toro
Actores: Candela Peña, Luis Callejo, Paco León, Belén Cuesta, David Mora (Rubén), Natalia de Molina, Álex García, Jacobo Sánchez
Guión Original: Josh Lawson

Director: Paco León

domingo, 11 de diciembre de 2016

Sully - Por Carlos Correa

Hay dos momentos que resultan clave en la brillante actuación de Tom Hanks caracterizando al capitán Chesley “Sully” Sullenberger. El primero, tal vez su primera entrevista en televisión, donde señala que ha volado por 42 años, “mi vida… toda mi vida”… Y el segundo cuando es revisado médicamente en el hospital y le informan que el recuento que había solicitado con premura arroja 155 sobrevivientes, es decir, la totalidad de quienes estaban a bordo del vuelo 1549 de US Airways aquel recordado 15 de enero de 2009. Lo que sería un tranquilo y rutinario vuelo desde el aeropuerto “LaGuardia” en Nueva York con destino a Charlotte (Carolina del Norte), se transformó en una emergencia cuando a poco de despegar -solo seis minutos-, una bandada de aves se estrelló contra el avión y dañó ambos motores, dejando al Airbus 320 sin impulso y cayendo sobre una de las ciudades más pobladas del mundo.

Clint Eastwood, a sus 86 años, está tan preciso y claro como en sus mejores trabajos. Nos regala una obra perfectamente narrada, intensa, emocionante y sobrecogedora. Su estilo es perfectamente reconocible, sus cámaras están siempre bien ubicadas y su notable dirección de actores es ya una marca registrada. Además, como si esto fuera poco, colabora en la hermosa y sencilla banda sonora junto a Christian Jacob y The Tierney Sutton Band. 

Tom Hanks entrega tal vez su mejor actuación, principalmente por una excelente construcción dramática de un personaje que se debate entre las dudas, el reconocimiento heroico, y la serenidad de solo haber hecho correctamente su trabajo. La forma de la narración no lineal elegida por Eastwood favorece un metraje tenso en una historia en la que ya conocemos el final. ¡Qué difícil es pensar y desarrollar un guión cinematográfico sabiendo el final! Es como ver un partido de cualquier deporte sabiendo ya el resultado. Sin embargo acá es donde aparece el estilo y maestría del director que nos mantiene en suspenso durante los 95 minutos de duración del filme.

Chesley Sullenberger acaba de salvar a 155 personas acuatizando de emergencia sobre el Río Hudson, sin embargo es investigado por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, sus siglas en Inglés) pues las pruebas en simuladores computacionales y con pilotos humanos señalan que podría haber aterrizado sin daños en “LaGuardia” o en “Teterboro”, los dos aeropuertos más cercanos. Además, se suma un reporte que indica que el motor izquierdo aun habría funcionado, en "ralentí", por lo que la decisión del capitán podría haber puesto en riesgo la vida de los pasajeros. “Sully” tiene pesadillas -aun despierto- con al accidente. Ve estrellarse su avión contra los edificios de Manhattan e incluso sueña que dudan en Televisión si él es un “héroe o un fraude”, pues habría nuevos antecedentes sobre la emergencia declarada y sus decisiones. Toda esta tensión interna y externa es desarrollada con mano maestra por un inspirado Clint Eastwood junto a un gran elenco donde destacan el primer oficial Jeff Skiles -Aaron Eckhart- y Lorraine Sullenberger -Laura Linney-, la esposa de “Sully”.

Debemos agradecer una película como esta. Hacer de algo ordinario -realizar bien el trabajo y tomar decisiones oportunas- algo extraordinario, marca la diferencia entre la vida y la muerte. “Sully” no se cree héroe. Solo cumplió con su trabajo y no fue él solo, sino en equipo, con la tripulación, los pasajeros, los rescatistas, los equipos de emergencia y todos quienes participaron en un rescate que duró solo 24 minutos. Esta serenidad, experiencia, sabiduría y por sobre todo humanidad, es lo diferente, aquello que inclina la ecuación hacia el “factor humano” que ninguna computadora ni ningún simulador puede repetir. Hay que estar allí, vivir la situación, decidir y actuar. “Sully” hizo todo aquello y logró una hazaña que recordaremos para siempre.

Ficha Técnica

Título original: Sully
Drama
EE.UU.
95 minutos
Fotografía: Tom Stern
Efectos Especiales: Ryan Meinardus
Edición: Blu Murray
Guionista: Todd Komarnicki (Libro: Chelsey Sullenberg, Jeffrey Zaslow)
Actores: Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, Valerie Mahaffey, Mike O´Malley
Director: Clint Eastwood

jueves, 8 de diciembre de 2016

Locas de Alegría - Por Juan Pablo Donoso

Es admirable cómo un guionista y director masculino – Carlo Virzi - logra una historia tan comprensiva del alma femenina; y más aún, de dos mujeres psíquicamente trastornadas.

El tratamiento de cámara en mano y la edición van a la par con las turbulencias mentales y emotivas de aquellas dos protagonistas.

El perfecto equilibrio narrativo, que oscila entre lo gracioso y lo patético, nos va sumergiendo en el corazón de esas mujeres y nos permite aceptarles incluso sus estados de locura y bipolaridad. Y logra, al final, junto con ellas, hacernos sonreír mientras nos conmueve hasta las lágrimas.

Un lenguaje cinematográfico también semi-desquiciado que, mientras avanza, se nos mete bajo la piel hasta llegar a comprender a esas dos mujeres sin racionalizarlas, porque están locas,  sino sólo por CONMISERACIÓN.

Pero jamás lo habrían logrado sin la autenticidad de las actrices Valeria Bruni Tedeschi (hermana mayor de Carla) y Micaela Ramazzotti. Cabe preguntarse si estas actrices abordaron cerebralmente lo que estaban haciendo o sólo se dejaron llevar por la más visceral intuición. Sólo así – como a veces sucede con los actores infantiles – pudieron alcanzar semejante inocencia y pureza lúdica.

En una clínica psiquiátrica, en medio de muchos  otros pacientes, se conocen Beatriz y Donatella. Beatriz, con desbocada hiperquinesis, ejerce su mitomanía de gran dama proveniente de ambientes económicamente acomodados. En todo momento se conduce con la autoridad de quien sabe que todo le está permitido. Donatella, en cambio, llega lesionada, con una profunda depresión, caótica y angustiada por desconocer lo que mentalmente le sucede.

Por un sorpresivo descuido escapan del asilo y vuelven al mundo exterior. Cada una, en su demencia, lleva en el corazón un anhelo insatisfecho. Lo tratarán de alcanzar haciendo disparates, robando autos, visitando familiares desconcertados al verlas libres, consiguiendo dineros de maneras descaradas, llamando a cualquier hora por teléfonos celulares, y causando accidentes por sus comportamientos en una ciudad de personas “oficialmente” normales.

Esa es la faceta lúdica y graciosa de sus andanzas; pero al irnos enterando de sus historias, y de cómo llegaron a esta condición mental, nos revelan lo que realmente sus corazones necesitan. Para concluir que sus almas están sedientas de un amor inconcluso  que, durante todo el loco relato, sólo buscaba concretarse.

Y es aquí donde la historia de estas dos amigas, al terminar, consigue conmovernos con lágrimas de ternura.      

GRACIOSA  Y  MUY CONMOVEDORA. RECOMENDABLE.

Ficha técnica

Título original: La Pazza Gioia
Tragicomedia
Italia y Francia – 118 minutos
Cine-Arte Galería Patricia Ready
Fotografía: Vladan Radovic
Música: Carlo Virzi
Edición: Cecilia Zanuso
Actores: Valeria Bruni Tedeschi, Micaela Ramazzotti, Anna Galiena, Valentina Carnelutti
Director y Guionista: Paolo Virzi

lunes, 5 de diciembre de 2016

Sully - Por Juan Pablo Donoso

Clint Eastwood, a los 86 años, mantiene su sensibilidad y destreza para seguir haciendo  excelentes  películas.
    
Ahora abordó el vuelo1549 de US Airways para exponer un incidente que sólo duró 208 segundos, y que perdurará para siempre en la historia de la aviación mundial.

El 15 de enero de 2009  un avión comercial con 155 pasajeros, a poco de despegar en Nueva York, chocó con una bandada de pájaros, averió ambos motores, y sólo planeando pudo acuatizar de emergencia en el río Hudson.
    
La noticia dio la vuelta al mundo. Todos sobrevivieron, y sus pilotos, el capitán Chesley “Sully” Sullenberger y Jeff Skiles, fueron aclamados como héroes internacionales.
   
El brevísimo momento del incidente, la decisión del Comandante, imposibilitado de volver al aeropuerto por la baja altura, dieron tema para que el guionista Todd Komarnick, el director Eastwood y el editor Blu Murray lograran un relato apasionante y controversial múltiples implicancias humanas y legales.
   
Si todo se hubiera concentrado en la hazaña aérea, ya sería espectacular, como lo fue. Pero el hecho trajo una secuela de investigaciones por parte de la de la FAA (Federal Aviation Administration, máxima autoridad fiscalizadora de EE.UU.) cuyo férreo objetivo era demostrar que el Comandante Sullenberger equivocó la decisión y podría haber regresado al aeropuerto de Newark; así, a pesar de haberse salvado todos los pasajeros, habrían evitado que el avión vacío se hundiera en las agua del Hudson. La Compañía debía demostrar que Sully era culpable y que por ello, terminaría su larga carrera sin siquiera derecho a jubilación.
    
La estructura del guión nos permite alternar el relato inicial del accidente, con las instancias del juicio cruento contra los pilotos. Para ello, cada acusación es ratificada con simuladores de alta tecnología que recrean el momento, y demuestran el error de los pilotos. Por lo tanto, vemos el accidente muchas veces desde diferentes perspectivas. Hasta cerca del final tememos lo peor para los aviadores y el triunfo de la FAA.  Mas, a medida que avanza la investigación, y con pruebas absolutamente humanitarias - ¡y profesionales! – versus las económicas, emerge la realidad que toda la población intuía como la verdadera y más acertada.
    
Como en todo gran momento de la Historia del Hombre, la riqueza de una tragedia se concentra en la toma inevitable de una gran DECISIÓN. Y a partir de este axioma, y de sus consecuencias tanto felices como dolorosas, nos internan en el corazón de esta noticia tan reciente que, gracias a su hábil tratamiento dramático, la eleva por encima de un rutinario acontecimiento periodístico. 
    
Lograda en todos sus aspectos. Al igual que con Mystic River, Eastwood evita el sensacionalismo musical; como en Los Puentes de Madison palpa las flaquezas de una situación afectiva; como en Million Dollar Baby lleva a sus personajes hasta el extremo de sus posibilidades, y en Gran Torino redime al desvalido.
     
Sin duda esta película proyectada en el sistema IMAX resultará aún más impactante. Y su mérito es que lo anecdótico jamás excluye las resonancias humanitarias más profundas que, tarde o temprano la historia se encarga de rescatar.
    
La madurez profesional de Clint Eastwood permite que la historia parezca que se cuenta por sí misma, sin la intervención del creador, y obteniendo el máximo de credibilidad en sus actores; una nueva composición de Tom Hanks (quien se preparó conociendo de cerca al verdadero Sully); la discreción de Aaron Eckhart (Batman, El Caballero Oscuro), da calidez a Skiles; y solidarizámos con aquella esposa, en una reprimida expresividad de Laura Linney.
   
Si nos quedamos a leer los créditos finales nos mostrarán a los pasajeros y tripulación reales que, para terminar, rematarán con un grito de júbilo

PROVIDENCIAL  HEROISMO DE GENTE  SENCILLA  EN UNA  SITUACION  EXTRAORDINARIA.   TALENTO  Y  MADUREZ  NARRATIVA.

Ficha Técnica

Drama histórico contemporáneo, suspenso
EE.UU.
95 minutos
Fotografía: Tom Stern
Efectos Especiales: Ryan Meinardus
Edición: Blu Murray
Guionista: Todd Komarnick
Actores: Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, Valerie Mahaffey, Mike O´Malley
Director: Clint Eastwood