miércoles, 28 de febrero de 2018

Lady Bird - Por Carlos Correa

“Lady Bird” es una película realizada con delicadeza y mucha sustancia. Tiene múltiples capas que es necesario ir descubriendo a través de sus 94 minutos, en un proceso que resulta tan interesante como cautivador.

Christine “Lady Bird” McPherson -Saoirse Ronan- es una joven de 17 años que vive con sus padres en una pequeña casa en Sacramento, California. Su grupo familiar incluye también a su hermano mayor y su novia. Christine es fuerte y tiene un carácter que choca a menudo con el de su madre -Laurie Metcalf- una enfermera obstinada e incansable que trabaja duro para mantener unida y a flote a su familia, especialmente después que el padre de Christine pierde su trabajo.

La guionista Greta Gerwig hace su debut como directora con esta cinta sobre lo difícil que es el crecimiento y adaptación adolescente, la búsqueda de espacios propios, la definición de la identidad y la siempre compleja relación con los padres. En otra capa tenemos el contexto. Transita entre el año 2002 y comienzos del 2003, con el trasfondo de la guerra en Irak y un escenario económico pre crisis subprime.

“Lady Bird”, el nombre que ella misma se ha dado, denota su alma libre en busca de nuevas emociones. Ella dice “vivir en el lado contrario de las vías” y es literal. Su personalidad la lleva a ir contra todo, en un permanente camino de exploración y descubrimiento. Los sueños e ilusiones de “Lady Bird” la llevan naturalmente a tener desengaños y frustraciones. No quiere permanecer en Sacramento -en verdad odia Sacramento-, porque ello responde al plan conservador de su madre. Aspira a la costa este, donde según ella está la cultura. Su norte ideal es la gran manzana, Nueva York.

En el contexto escolar la protagonista tiene a su mejor amiga. La relación con sus pares no es sencilla lo que se agudiza cuando se trata de entablar algo con los chicos que le gustan. Este camino se le hace especialmente difícil, con aciertos y desaciertos que incluso la llevan a buscar la amistad de una “compañera popular”, dejando un poco de lado a su gran amiga, tal vez buscando ser centro de atención o simplemente dando cuenta de un momento sin un rumbo preciso o determinado.

Christine tiene en su familia un ejemplo encomiable de esfuerzo y apoyo permanente. El amor incondicional de sus padres -que en el caso de su madre se extrema al punto de querer inconscientemente dirigir su vida- se palpa en todo momento. Su padre, quien cumple un importante rol de contención, trata de mediar siempre en esta relación turbulenta madre-hija. No siempre lo logra, sin embargo, el soporte emocional y también práctico que le entrega es importantísimo para la joven protagonista.

Christine “Lady Bird” busca siempre algo especial y único. Nada parece ser suficiente. Estudia en una escuela católica y con los años ha desarrollado una animadversión hacia la religión, al punto de tener claro que luego de terminar sus estudios nada tendrá relación con en mundo de la fe.

El relato construido por Greta Gerwig tiene muchos detalles que son imposibles de describir en extenso sin develar puntos importantes de la historia. El cuidado puesto en cada escena, en cada cuadro de fotografía y en cada uno de los diálogos hace que “Lady Bird” sea una cinta especial y única. Incluso, gracias a ello, logra superar algunos momentos de la historia que son irremediablemente previsibles.

La madre de Christine quiere que su hija desarrolle constantemente la mejor versión de si misma. ¿Y si, en las propias palabras de la protagonista ”está es su mejor versión”?

Interesante de principio a fin, “Lady Bird” se inscribe dentro de las mejores películas del 2017 y ya incluye numerosos premios y nominaciones. ¡Imperdible!

Ficha técnica 

Título original: Lady Bird
Año: 2017
Duración: 94 minutos
País: Estados Unidos
Productora: IAC Films / Scott Rudin Productions / Film 360. Distribuida por A24
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática. Cine independiente USA
Guion: Greta Gerwig
Música: Jon Brion
Fotografía: Sam Levy
Reparto: Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Lucas Hedges, John Karna, Beanie Feldstein, Tracy Letts, Timothée Chalamet, Danielle Macdonald, Bayne Gibby, Victor Wolf, Monique Edwards, Shaelan O'Connor, Marielle Scott, Ithamar Enriquez, Christina Offley, Odeya Rush, Kathryn Newton, Jake McDorman, Lois Smith, Andy Buckley, Daniel Zovatto, Laura Marano, Kristen Cloke, Stephen Henderson
Dirección: Greta Gerwig

El Proyecto Florida - Por Carlos Correa

Es verano en Florida. Un grupo de niños juegan en los alrededores de “The Magic Castle", un económico motel cercano a Disney World. Ellos viven allí. Más bien sobreviven. Su vida es principalmente al aire libre, en la calle y en los alrededores, pues dentro de sus pequeñas habitaciones no existe mayor espacio ni privacidad.

Moonee -Brooklynn Prince- es la líder del grupo. Tiene seis años, pero su experiencia y sagacidad es mucho mayor. Su madre Halley -Bria Vinaite- es soltera y trata de obtener recursos de diversas formas. Debe pagar la renta y ello habitualmente es una tarea compleja. Bobby Hicks, muy bien interpretado por Willem Dafoe -nominado al Óscar por el papel-, es el gerente del motel. Debe lidiar con las travesuras de los niños, intervenir en problemas de adultos, reportarle al dueño y administrar esta comunidad lo mejor posible, dentro del reducido espacio y sus limitadísimas opciones.

Esta película del director Sean Baker es incomoda. En forma crítica y dolorosa nos muestra una realidad que existe y que en ocasiones está oculta o simplemente no queremos ver. Es fuerte, queda dando vueltas. No es grato ver la pobreza y la marginalidad. Con cámaras interesantes, en primeros planos y seguimientos, el director conduce con acierto un relato cadencioso que muestra el día a día de sus personajes. No se apura, tampoco lleva a grandes tensiones. No es necesario. Es una cinta sobre los excluidos del sueño americano. Aquellos que lo tienen pero no lo pueden llevar a cabo. Ninguno de ellos tiene esperanza. La tolerancia y acogida es mínima y solo la representa el personaje de Bobby.

Este relato crudo y sin filtro escrito por el mismo Sean Baker y Chris Bergoch no nos deja indiferentes. Las relaciones entre los niños, de los adultos con ellos y entre los adultos están muy bien descritas. Hay contención y soporte, sin embargo por muchos minutos somos observadores pasivos de una realidad que sobrecoge.

“The Florida Project” está muy bien actuada. Dirigir a niños no es fácil, y Baker acierta magistralmente. Es todo muy natural y fluido. Mientras el tratamiento del relato es sutil, observamos un desarrollo interesante y que cautiva. Cuando deja de serlo, pierde magia y con ello sustancia, sin embargo la cinta no deja de ser interesante y reveladora. Dar cuenta del abuso y del desinterés no es tarea sencilla. Las comparaciones son odiosas y esos detalles generan inmediato rechazo.

Esta película no es agradable de ver, sin embargo nos pide ir más allá. Incluso más allá de lo evidente de cada una de las historias que presenta y de cada uno de los personajes que las retratan. La cinta tiene mucho de resiliencia. Es un llamado, una denuncia, una dura crítica social. La inocencia de los niños está muy bien filmada. Y también la pérdida de aquello se visualiza muy bien. ¿Cómo nos hacemos cargo? ¿Qué responsabilidad tenemos como sociedad? Preguntas que buscan respuesta cuando nos muestran aquello que es evidente y no queremos ver. Mérito para Sean Baker y todo un desafío para nosotros.

Ficha Técnica

Título Original: The Florida Project
Distribuidora: Diamond Films Chile
Duración: 115 minutos
Diseño de Vestuario: Fernando Rodriguez
Guión: Sean Baker, Chris Bergoch (guión)
Elenco: Brooklynn Prince, Bria Vinaite, Willem Dafoe, Valeria Cotto, Caleb Landry Jones, Macon Blair, Sandy Kane, Karren Karagulian, Lauren O'Quinn, entre otros.
Director: Sean Baker

Operación Red Sparrow - Por Carlos Correa

Basada en la novela del mismo nombre escrita por Jason Matthews en el año 2013, “Red Sparrow” recoge en el guión de Justin Haythe sus características más interesantes. Dominika Egorova -Jennifer Lawrence- es una joven bailarina rusa que brilla y encanta. Cuida a su madre enferma y vive en un pequeño apartamento facilitado por el Ballet Bolshoi de Moscú, donde ella es su primera bailarina. Tras sufrir un accidente, bailando, su tío Ivan Dimitrevich Egorov -Matthias Schoenaerts- le ofrece ayuda para mantenerse y seguir cuidando a su madre a cambio de participar en un programa de entrenamiento de jóvenes “gorriones”, agentes del gobierno ruso que usan sus encantos físicos y su poder de manipulación para obtener información de inteligencia. Y el primer objetivo está muy claro. Un agente norteamericano, Nate Nash -Joel Edgerton- quién tiene una fuente, un “topo”, infiltrado en medio de la más alta seguridad e inteligencia rusa.

La película tiene un muy buen ritmo que mantiene el suspenso de principio a fin. Su extensión de dos horas con veinte minutos no es ningún inconveniente, pues la cinta fluye con total naturalidad y logra capturar la atención.

Jennifer Lawrence, en el rol más adulto que ha interpretado hasta ahora, ha debido hacer concesiones importantes para su papel. Desde aprender ballet, atrevidas escenas desnuda y otras de mucha violencia, son parte de una caracterización que la actriz logra a cabalidad. Además, la química desarrollada con Joel Edgerton es clave para la elaboración del filme.

El director Francis Lawrence -es sólo un alcance de apellido- quién ya la había dirigido en varias ocasiones, conduce el relato con buen pulso. La fotografía es un buen aporte y la delicadeza de la filmación otorga los entornos adecuados a los lugares donde transcurre la trama.

El elenco que acompaña es muy sólido. Jeremy Irons interpretando al General Vladimir Andreievich Korchnoi y Charlotte Rampling como la Directora de la Escuela Sparrow, otorgan un peso especial a la cinta.

Puede parecer extraño volver a filmar historias de espías y de redes secretas, algo tan propio de la época de la guerra fría. Sin embargo en los tiempos actuales es perfectamente posible pensar en que cualquiera de estas situaciones podrían ocurrir. Agentes, seguridad, contra agentes y contra seguridad, secuestros, torturas, asesinatos, poder y control, parece que no se han quedado atrás y al contrario, son temáticas tal vez más actuales que nunca.

Quizá uno de los detalles más finos e interesantes de la cinta es la música de James Newton Howard. El excelente compositor elabora una partitura que va generando múltiples atmósferas y que contiene detalles musicales especiales que incluso llegan a ser clave en el desarrollo general.

“Red Sparrow” cumple bien su propósito. Entretiene, mantiene la tensión y el suspenso con personajes interesantes y se desarrolla de manera sólida dentro de lo que esperamos de su género.

Ficha técnica 

Título original: Red Sparrow
Año: 2018
Duración: 139 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Chernin Entertainment / Film Rites / Soundtrack New York. Distribuida por Twentieth Century Fox Film Corporation
Género: Thriller | Espionaje
Guion: Justin Haythe (Novela: Jason Matthews)
Música: James Newton Howard
Fotografía: Jo Willems
Reparto: Jennifer Lawrence, Joel Edgerton, Jeremy Irons, Charlotte Rampling, Mary-Louise Parker, Matthias Schoenaerts, Joely Richardson, Nicole O'Neill, Sergej Onopko, Sergei Polunin, Kristof Konrad, Simon Szabó, Ciarán Hinds, Thekla Reuten, Joel de la Fuente, Sakina Jaffrey, Douglas Hodge
Dirección: Francis Lawrence

miércoles, 21 de febrero de 2018

Pequeña gran vida - Por Carlos Correa

Es una idea interesantísima. ¿Cómo hacer frente a la sobrepoblación mundial y a la escasez de alimentos? ¿Qué tal si ocupamos menos espacio y reducimos nuestra masa corporal? Por ejemplo, ¿pasar de un metro ochenta a doce centímetros, proporcionalmente? Suena bien de entrada. Este es el centro de la historia que tiene a Paul Safranek -Matt Damon- intrigado desde que este innovador desarrollo tecnológico se hace público. Paul es terapeuta ocupacional y trabaja en una empresa ayudando a los empleados a superar problemas físicos producto de malas posturas o excesiva carga laboral. Casado con Audrey -Kristen Wiig- llevan una vida normal aunque por supuesto quisieran tener menos deudas y poder aspirar a una mejor calidad de vida.

La película tiene un buen inicio producto de la premisa del relato. Nos muestra el desarrollo de la tecnología, la vida de Paul y su esposa, los sueños frustrados y la posibilidad de verdaderamente hacer algo para cambiar y también con ello ayudar al planeta. No obstante este promisorio comienzo, el relato tiene un pobre desarrollo. El director y también guionista Alexander Payne -de la recordada “Entre Copas”- matiza un relato fluido con asuntos que son bastante más profundos. ¿Cuál es la verdadera razón de fondo para reducirse? ¿Es salvar a la tierra o salvarse a sí mismo? Las motivaciones de quienes aspiran al procedimiento pueden ser muy variadas.

La trama de la cinta, tan interesante como improbable, abre interrogantes que no se logran resolver con el correr del metraje. El director deriva los focos de tensión y también diluye el conflicto en una historia que se está abriendo constantemente. La construcción de los personajes es bastante débil. Christoph Waltz, que interpreta al excéntrico vecino de Paul, no es más que una caricatura. Es cierto, logra provocarnos sonrisas y tal vez alguna carcajada, pero no aporta mucho al relato. De Audrey conocemos poco, de la sobreviviente vietnamita interpretada por Hong Chau, tal vez menos, aunque su papel -y gracias al equilibrio que se logra con Damon- cobra protagonismo hacia el último tercio.

La vida en “Leisureland” es mágica. Parece que todo está resuelto y se ve como un verdadero paraíso. ¿Lo es en verdad? ¿Qué sucede en realidad con las vidas y relaciones que se dan en este mundo en miniatura? ¿Quién define los roles a cumplir? ¿Cómo se determina este orden interno, indispensable para poder alcanzar esta promesa de vida sin preocupaciones? Muchas interrogantes, interesantes, pero poca evolución de una historia que se entrampa en sí misma. Tal vez la expectativa es muy alta para el resultado ofrecido. Entretiene, si, pero tal vez con treinta minutos menos podría haber sido más precisa e interesante.

Ficha técnica

Título original: Downsizing
Año: 2017
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos Estados Unidos
Productora: Annapurna Pictures / Paramount Pictures / Ad Hominem Enterprises
Género: Ciencia ficción. Comedia. Drama | Comedia dramática. Distopía
Guion: Alexander Payne, Jim Taylor
Música: Rolfe Kent
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Matt Damon, Christoph Waltz, Hong Chau, Kristen Wiig, Jason Sudeikis, Udo Kier, Neil Patrick Harris, Laura Dern, Margo Martindale, Kerri Kenney, Maribeth Monroe, Niecy Nash, Donna Lynne Champlin, Joaquim de Almeida, Rolf Lassgård, Ingjerd Egeberg, Søren Pilmark, Jayne Houdyshell, James Van Der Beek, Patrick Gallagher, Kevin Kunkel, Kristen Thomson, Brendan Beiser, Don Lake, Mary Kay Place, Juan Carlos Velis, Veena Sood, Jeff Clarke, Pepe Serna
Dirección: Alexander Payne

Noche de Juegos - Por Carlos Correa

Esta es una típica comedia que cumple con entretener un poco y que por cierto no tiene ninguna aspiración mayor. Es súper liviana, no esperen nada más elaborado ni profundo.

Dos oponentes en juegos grupales, muy competitivos y algo arrogantes, interpretados por Jason Bateman y Rachel McAdams se conocen, se enamoran y finalmente se casan. Su costumbre se mantiene, es como su razón de vida. Organizan juegos en su casa a los que invitan parejas de amigos muy distintos entre sí. Quienes participan, responden casi siempre a estereotipos y caricaturas de personalidades diversas: las bellas y poco astutas parejas ocasionales del más simple de los amigos, una pareja de color que se conoce desde el colegio y que no ha tenido otros novios, salvo ellos, y otra pareja dispuesta a ganar, transando cualquier principio. Y dos personajes importantes adicionales: un vecino que ha sido excluido de los juegos y el hermano del protagonista, un exitoso hombre de negocios, que rivaliza con él y que está de paso por la ciudad.

Este elenco hace que la cinta sea torpemente divertida. Es absolutamente lineal, llena de prejuicios y su base son los enredos y confusiones en una trama que se torna evidente con el correr de los minutos.

Es cierto, incluye algunas sorpresas y giros que no están mal. Sin embargo las débiles actuaciones y lo reiterado de algunos efectos y temáticas, hacen que el guion no tome vuelo en ningún momento. 

Escenas de acción, diálogos desafortunados y un sinnúmero de otros detalles la llevan más hacia la parodia que a la comedia. Aun así, no alcanza a cubrir ni a cumplir en un género que es siempre complicado, porque para que parezca simple y fácil se requiere mucho esfuerzo y trabajo en todas sus fases.

Ficha técnica

Título original: Game Night
Año: 2018
Duración: 98 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Warner Bros. / Aggregate Films / Davis Entertainment / New Line Cinema
Género: Comedia | Parodia
Guion: Mark Perez
Música: Cliff Martinez
Fotografía: Barry Peterson
Reparto: Jason Bateman, Rachel McAdams, Jesse Plemons, Kyle Chandler, Kylie Bunbury, Lamorne Morris, Michael Cyril Creighton
Dirección: John Francis Daley, Jonathan Goldstein

Las Grietas de Jara - Por Juan Pablo Donoso

Una maraña de cabos sueltos que ni siquiera al final dan una visión de conjunto.

Claudia Piñeiro (Premio Clarín de Novela) es una escritora, dramaturga y periodista argentina de 57 años. Varias de sus novelas se han llevado al cine con buenos directores y reconocidos actores.

Tal vez su libro LAS GRIETAS DE JARA entrega una motivación más íntima de sus personajes y el misterio de su trama resulte más poético y sugerente.

La película pretende ser un malabarismo de pasados, presentes y, tal vez, futuros para narrar una historia bastante simple que con dos o tres alteraciones de tiempo habría quedado más sólida y menos rebuscada.

En manos de Hitchcock o Chabrol, por sólo nombrar algunos, habría logrado el suspenso requerido.

Jara, habitante solitario de un departamento (Oscar Martínez) extorsiona con denunciar a los ejecutivos de la empresa constructora porque la pared del edificio en que vive se está agrietando velozmente y amenaza derrumbarse por completo. Por el silencio exige una cuantiosa suma en dinero.

El dueño de la empresa, un español inescrupuloso, (Santiago Segura) se niega a indemnizar. El demandante Jara logra inquietar la conciencia del antiguo arquitecto (Joaquín Furriel) que construyó el edificio y busca, junto a una colega (Soledad Villamil) la manera de resolver el problema.

El despiadado acosador incluso amenaza con dañar a la familia del arquitecto.

Una noche, misteriosamente, Jara aparece muerto en el foso del edificio que la misma empresa construía en el vecindario. Los ejecutivos lo sepultan con toneladas de hormigón sobre el cual levantan un nuevo rascacielos.

Por documentos y hechos posteriores surge la posibilidad que Jara sobrevivió y prepara su venganza. Esa es la línea argumental básica.

Pero la película nos introduce en el hogar del atormentado arquitecto, con cuya esposa (Laura Novoa) lleva un matrimonio rutinario y cuya hija adolescente (Zoe Hochbaum) en su desorientación juvenil está incursionando en el lesbianismo. (¿Alguna relación con el conflicto central?)

Por otro lado aparece (Sara Sálamo) una joven fotógrafa que habita el depto. del fallecido Jara, que al parecer conoce algunos secretos, y que seduce al atormentado arquitecto.

El guion y el montaje barajan todos estos elementos saltando hacia atrás y adelante en el tiempo. La mayoría de las secuencias se interrumpen “justo” cuando podrían sugerir alguna clave. Con tales cortes, saltos cronológicos y música temblorosa crean un suspenso tramposo que nos deja torpemente “en el aire”. Y al final, quedamos igual de ignorantes y confundidos con respecto a lo que realmente sucedió.

INNECESARIAMENTE ALAMBICADA. PREDOMINA EL MALABARISMO DE MONTAJE SOBRE LA INTELIGENCIA ARGUMENTAL

Ficha técnica

Drama, misterio, suspenso 
Argentina, España - 1,34 hrs. 
Fotografía: Martin Litmanovich 
Edición: Alberto Ponce 
Música: Nicolás Sorin 
Diseño Prod.: Graciela Oderigo 
Guion: Nicolás Gil Lavedra, Claudia Piñeiro, Emiliano Torres 
Actores: Oscar Martínez, Joaquín Furriel, Soledad Villamil 
Director: Nicolás Gil Lavedra

martes, 20 de febrero de 2018

Testamento - Por Juan Pablo Donoso

El tenaz afán por descubrir la VERDAD, cobra un precio doloroso en el mismo investigador implacable.

Aunque es ficción, se inspiró en un hecho real.

La investigación es tan minuciosa que nos hace olvidar que es película. Junto al protagonista, sólo queremos que triunfe la VERDAD.

A fines de la Segunda Guerra Mundial – 1945 – un grupo de aristócratas nazis en Rechnitz, Austria, por divertirse decidieron soltar a 200 prisioneros judíos en un bosque y salir a cazarlos como si fueran animales de presa. Los mataron a todos y los sepultaron en la cercanía. El hecho se guardó como secreto oficial. Pero había rumores de quienes escucharon la masacre a la distancia.

Cuando, hace pocos años, se supo que iban a pavimentar esa zona y construir sobre ella un suburbio de Lansdorf, el joven historiador judío Yoel solicitó a las autoridades buscar la fosa con los cadáveres de las víctimas para darles digna sepultura.

Nadie le creía la versión. Le dieron un corto plazo para buscar la supuesta fosa antes de iniciar la urbanización de la zona.

Yoel, luchando contra el tiempo, comienza la titánica tarea de hallar posibles testigos del crimen. Pero casi nadie quería colaborar: dos judíos que lo hicieron tiempo atrás, fueron misteriosamente asesinados.

La película juega a dos bandas: la búsqueda urgente de testigos y excavaciones, y, una revelación familiar de Yoel que le trastocó de raíz su identidad religiosa.

Yoel practicaba el judaísmo de forma estrictamente ortodoxa. Lo manifestaba en su vestuario y en sus cabellos. Educaba a su pequeño hijo con el máximo rigor para el Bar Mitzvá. Como ferviente científico fundamentó su acción diciendo: “El arqueólogo busca el valor en las cosas antiguas; el historiador lo hace buscando la VERDAD DE LOS HECHOS”.

Y si bien su epopeya vindicatoria de las víctimas logró un resultado positivo, en su vida personal y religiosa se repitió de alguna forma el revés con que Shakespeare castiga a su Shylock en El Mercader de Venecia.

Es un filme inteligente y muy bien armado. Con personajes hablando en inglés, alemán, hebreo y yidish mantiene el suspenso y el interés. Y al mismo tiempo, en el nivel humano, nos invita a reflexionar sobre los límites aceptables de las intransigencias milenarias de algunas religiones.

APASIONANTE INVESTIGACIÓN DE POST-GUERRA QUE COMBINA SABIAMENTE EL RIGOR DE LA VERDAD CON LA VIRTUD DE LA TOLERANCIA.

Ficha técnica

Título Original: The Testament (Haedut) 
BAMA (Bs.As.) Drama, suspenso Israel y Austria – 1,28 hrs. 
Fotografía: Moshe Mishali 
Edición: Gilad Inbar 
Música: Walter.W. Cikan y Marnix Veenenbos 
Diseño Prod.: Tamar Gadish 
Actores: Ori Pfeffer, Rivka Gur, Hagit Dasberg 
Guionista y Director: Amichai Greenberg 
Premio al Mejor Filme – Festival de Haifa 2017

jueves, 15 de febrero de 2018

Paterson - Por Juan Pablo Donoso

“El mundo está lleno de pequeñas alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas”. Li Tai Po (China – 701 al 762 d.C.)

Jim Jarmusch sabe conmover con cosas aparentemente insignificantes, personajes de poco relieve, y diálogos triviales.

Para lograrlo requiere de extraordinaria sensibilidad poética, inmenso amor por el ser humano, y gran dominio del oficio cinematográfico. Ya lo demostró antes con filmes como Extraños en el Paraíso (1984), Café y Cigarrillos (2003), entre otros.

En sus películas pareciera que nada espectacular sucede. Que lo más impactante reventará pronto; que toda esa tranquilidad es la calma que precede a la tormenta. Y lo esperado nunca llega, ni llegará, porque la riqueza está en el momento presente de cada personaje. En la sencilla respuesta al estímulo de cada instante.

Quienes esperan acción y grandes conflictos quedarán decepcionados con sus películas. Creerán haber perdido el tiempo y el dinero de la entrada. Que la obra carece de objetivo. Que ni su autor sabía para qué la hizo.

Pero ahí está el secreto – y la valentía – de su encanto: revelar la poesía sencilla y profunda que, como un suave aroma, comienza a emanar el relato.

Hay que captar la sutileza de lo cotidiano, y Jarmusch sabe hacerlo con maestría. Nos revela que bajo lo efímero se manifiesta, en todo momento, la verdadera poesía de VIVIR.

Mantiene una luz crepuscular para captar mejor el secreto de las sombras y del silencio.

Paterson es chofer de un bus colectivo en un barrio de Nueva Jersey, curiosamente también llamado Paterson. Vive con su esposa, sin hijos, con sólo Marvin, un perro bulldog, en una casa sencilla como cualquier otra.

Se nos muestra - ¡con deliberación! – su rutina diaria, que durante siete días de la semana despertará junto a su mujer, tomará desayuno, irá al trabajo, escuchará conversaciones inocuas de los pasajeros, almorzará de su cocaví, volverá a casa en la tarde, enderezará la caseta de correos, cenará y conversará con su esposa sobre lo que ella hizo durante el día: decorar pequeños queques, tocar un poco de guitarra y teñir las cortinas. Al anochecer sacará a pasear al perro y se tomará una cerveza en el bar de la esquina, donde todos se conocen sólo tangencialmente.

En la rutina de cada día habrá pequeños cambios sin mayor relieve, y una extraña reincidencia de gemelos de diversas edades y sexos.

Lo especial es que Paterson lleva consigo un cuaderno donde escribe con fruición poemas muy elementales, que son su íntimo tesoro.

Habrá un solo accidente desolador relativo a sus poemas... Sería la gran tragedia de la película, pero que culmina con el diálogo providencial con un japonés desconocido que nos hereda su mensaje final: “en el VACÍO que deja un pérdida dolorosa yace el germen de la SABIDURÍA que está por nacer”.

EL TESORO DE LA VIDA ESTA EN LAS COSAS – APARENEMENTE - SIMPLES DE CADA DÍA. (Dr. William Carlos Williams, gran poeta de Nueva Jersey)

Ficha técnica

BAMA (Bs.As) Tragicomedia, romance, filosofía 
EE.UU. - Francia - Alemania - 1,58 hrs. 
Fotografía: Frederick Elmes 
Edición: Alfonso Goncalves 
Música: Jim Jarmusch, Carter Logan y Squrl 
Edición: Alfonso Goncalves 
Diseño Prod.: Mark Friedberg 
Guion: Jim Jarmusch, William Carlos Williams, Ron Padgett (poetas) 
Actores: Adam Driver, Golshifteh Farahani, Nellie (bulldog) 
Director: Jim Jarmusch

miércoles, 14 de febrero de 2018

Pantera Negra - Por Carlos Correa

El universo de Marvel sigue en expansión. Ahora nos trae una nueva cinta, “Pantera Negra”, con un gran elenco y que nos atrapa presentando al primer héroe de color.

En una arriesgada y muy apropiada reinvención de una clásica historia de superhéroes, se sitúa después de los eventos de Capitán América: Civil War. El Rey de Wakanda ha muerto y el príncipe T'Challa debe regresar a su hogar para tomar el trono dejado por su padre. Esta ficticia nación, buscada incansablemente en los cinco continentes, está en el corazón de África. No está a la vista. Es secreta y está aislada. Nadie -sin permiso- puede entrar, y si lo logra, tal vez no salga con vida. Detrás de unos campos extensos, altas montañas y enormes bosques se encuentra esta especial población originaria que tiene ritos ancestrales y se comporta de manera tribal. Sin embargo su desarrollo tecnológico es sorprendente, casi de otro planeta, gracias al trabajo de un metal precioso llamado vibranium que con sus características especialísimas les ha permitido construir un entorno súper desarrollado y al servicio de la mayoría de sus habitantes, algunos de los que si han visitado y vivido en el mundo exterior.

“Black Panther” sorprende porque es una película muy actual, muy clara y también muy política. No solo hay un desarrollo interesante al reescribir la historia sino que su guión, obra de Joe Robert Cole y del mismo director Ryan Coogler -basado en el Cómic de Jack Kirby y Stan Lee-, tiene una fuerza que viene desde diversos puntos de la realidad y de su propio contexto. El relato es claro y sus mensajes también. La combinación de tecnología y humanidad es exacta, y en dosis más que justas.

La clásica lucha de poder, el bien contra el mal, el protagonista y su antagonista cobra novedad y brilla con imaginación en un relato que tiene pocos momentos de pausa y que cautiva de inmediato. No es volver a lo mismo; es elaborar y evolucionar a partir de lo que conocemos construyendo algo que resulta novedoso. El abandono, la soledad, la reivindicación, la venganza y la búsqueda de riqueza y poder son puntos centrales del relato y que van adquiriendo dimensiones más amplias en la medida que la narración les abre paso con diversas formas y situaciones. ¿Encierro o apertura? Otros dos temas fundamentales de nuestro mundo actual y que también están presentes, se exponen con visiones tan opuestas como el significado de ambos conceptos.

No es bueno contar más detalles de la historia, solo algunos puntos en los que poner atención. Michael B. Jordan y Andy Serkis en sus papeles de villanos están brillantes. Lupita Nyong'o como la “ex” del príncipe aporta sensibilidad y un atractivo especial. Forest Whitaker en un papel secundario pero importante habla de un elenco muy bien trabajado y que logra compenetración y química natural. El director Ryan Coogler crea una continuidad admirable en un metraje que no es sencillo de conducir. La fotografía Rachel Morrison es amplia e imponente y la música de Ludwig Göransson está en su punto. Son muchos elementos, muy bien combinados entre sí, los que hacen de ésta, décimo octava película de Marvel, una de sus mejores entregas.

Y por supuesto lo que no puede faltar. No se apuren en salir al finalizar la cinta, porque hay escena post créditos. Y sin duda vale la pena. Totalmente actual y precisa, casi a modo de editorial, con una fuerte posición social y política. ¡Imperdible!

Ficha técnica

Título original: Black Panther
Año: 2018
Duración: 134 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Marvel Studios / Walt Disney Pictures
Género: Acción. Fantástico. Aventuras | Superhéroes. Cómic. Marvel Comics. 3-D
Guion: Joe Robert Cole, Ryan Coogler (Cómic: Jack Kirby, Stan Lee)
Música: Ludwig Göransson
Fotografía: Rachel Morrison
Reparto: Chadwick Boseman, Lupita Nyong'o, Michael B. Jordan, Andy Serkis, Angela Bassett, Forest Whitaker, Danai Gurira, Winston Duke, Daniel Kaluuya, Florence Kasumba, Letitia Wright, Stan Lee, Sterling K. Brown, Martin Freeman, Phylicia Rashad, Sydelle Noel, John Kani
Dirección: Ryan Coogler

Todo el dinero del mundo - Por Carlos Correa

Esta película del director Ridley Scott llega no exenta de polémica. Se trata del secuestro de John Paul Getty III, en 1973 en Italia, y las intensas gestiones de su madre por conseguir que John Paul Getty, abuelo del joven y tal vez el hombre más rico del mundo en ese momento, accediera a pagar un rescate de 17 millones de dólares. Estos son los hechos reales en los que la película se inspira, sin embargo la polémica se instaló pues quien estaba a cargo de encarnar a Getty era Kevin Spacey. Ya estaba todo filmado cuando una acusación en su contra por abusos sexuales hizo que el director decidiera convocar de urgencia a Christopher Plummer para el papel y grabar nuevamente todas las escenas en que participaba el ya apartado Spacey.

El resultado es que Plummer está brillante, entregando una sólida actuación, junto a la excelente Michelle Williams como Gail Harris, Mark Wahlberg como Fletcher Chase, mano derecha de Getty y Charlie Plummer como John Paul Getty III.

La cinta aso si es extensa y por momentos cansadora. El guión elaborado por David Scarpa hace énfasis en dejar claro el carácter especial del magnate petrolero, su aura de ogro solitario, avaro y tacaño, incapaz de sentir emociones y preocupado solo de acumular más y más dinero. La contraposición de su nuera Gail provoca un contrapeso interesante aunque no necesariamente suficiente.

La película provoca un efecto tal vez deseado por el director. Repulsión y odio hacia esta absurda obsesión por el dinero. Los problemas familiares de Getty, el hijo perdido en alcohol, drogas y separado de su mujer, su nieto adorado pero siempre tratado con distancia y la madre desesperada, que sostiene una batalla legal y emocional con él, representan una aguda crítica a la riqueza, al mundo del poder y a todo lo que rodea las circunstancias de vida de quienes están en su centro. Las conductas extrañas provocan distancia. ¿Acumular por acumular? ¿Dónde termina la obsesión y dónde comienza la humanidad? Si la vida de su nieto no logra conmoverlo, si el pago de esos millones podrían no significar nada para su imperio, ¿por qué la negativa rotunda a dar su brazo a torcer?

Ni Scott ni el guión pretenden responder muchas de las preguntas que plantean y dejan abiertas. En ese sentido podemos sospechar que la película no se hace cargo totalmente de lo que su inspiración provoca.

Desde el punto de vista de la filmación, la película es estupenda. Scott nos demuestra que sigue siendo un director vigoroso y atrevido, capaz de imprimir ritmo y emoción cuando se lo propone, combinar suspenso y tensión, conducirlos a varios puntos de inflexión y lograr un elaborado desarrollo que sin duda resulta visualmente atractivo. No obstante lo anterior, y no sabemos si a causa de la edición, del montaje o de las grabaciones posteriores de Plummer, parece que el metraje se extiende en círculos que hacen que el thriller pierda potencia hacia el último tercio.

“Todo el dinero del mundo” es bastante más que la polémica circunstancial en que se ve envuelta por la sustitución de Spacey. Tal vez al pretender ser una reflexión más profunda acerca del dinero, queda a medio camino. Sin embargo, aquello no le quita interés ni menos propiedad a una cinta que provoca en todo sentido de la palabra.

Ficha técnica

Título original: All the Money in the World
Año: 2017
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Imperative Entertainment / Scott Free Films / TriStar Productions / RedRum Films
Género: Drama. Thriller | Secuestros / Desapariciones. Años 70. Basado en hechos reales
Guion: David Scarpa
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Michelle Williams, Mark Wahlberg, Christopher Plummer, Timothy Hutton, Romain Duris, Charlie Shotwell, Charlie Plummer, Andrea Piedimonte, Marco Leonardi, Roy McCrerey, Kit Cranston, Maya Kelly, Stacy Martin, Olivia Grant, Adam Astill, Andrew Buchan, Charlotte Beckett, Francesca Inaudi, Giulio Base, Olivia Magnani, Maurizio Lombardi
Dirección: Ridley Scott

martes, 13 de febrero de 2018

Vergel - Por Juan Pablo Donoso

Cumple a cabalidad con el concepto de CINE-ARTE. Es decir, una obra concebida y realizada para espectadores exigentes de un contenido profundo y de una forma prolija, sin concesiones. En otras palabras, poco recomendable para público masivo.

Kris Niklison es una artista múltiple. Coreógrafa, dramaturga y directora teatral nacida y formada inicialmente en Argentina. Más tarde fundó su propia Compañía de teatro en Holanda. Colaboró con Peter Greenaway, Darío Fo, y la academia Nacional de Ballet de ese país. Intervino en el Cirque de Soleil. Sus espectáculos, presentados en más de 20 países de 4 continentes, combinan textos, pantomima, danza y vídeo-proyecciones.

Con este filme, VERGEL, concentra su talento en la vivencia, casi claustrofóbica, de una joven mujer brasileña que acaba de enviudar. Permanece encerrada en su departamento del 6° piso de un edificio céntrico de Buenos Aires, esperando que las autoridades le devuelvan el cuerpo de su esposo, fallecido en un accidente callejero, para llevarlo de regreso y sepultarlo en Brasil.

La exquisita fotografía y armonía de colores, nos encierra junto a la protagonista para compartir con ella la pena, desolación, los recuerdos y la descarga de su furia ante la lentitud de los trámites burocráticos.

Lo que se inició como unas gratas vacaciones junto a su marido se transforma, de golpe, en el lento y doloroso proceso de asumir su viudez en la soledad de aquel pequeño departamento arrendado. Al comienzo, sus únicos recursos son los baños de tina caliente, mirar a los habitantes de los edificios vecinos desde su balcón y, una terraza llena de plantas que debe regar diariamente. A este balcón alude el título de la cinta: VERGEL (“huerto exuberante de plantas y frutos”).

Y será este jardín suspendido y cuya agua cae al balcón del departamento inferior, el que le permitirá conocer a la vecina que lo habita. Muy gradualmente, como es el ritmo de toda la película, surgirá entre ellas una amistad que - en medio de la tristeza compensará – hasta donde es posible - el vacío desgarrador que le dejó la partida de su esposo.

El consuelo que le aporta la vecina, ayudándola a regar y mantener el jardín del balcón, emerge como un diluvio providencial de ternura para evitar que nuestra viuda enloquezca o se quite la vida. La relación entre ellas constituyó mucho más que una experiencia lésbica. Fue el paréntesis espiritual que le devolvió la fe en sí misma, en sus instintos y en el coraje para asumir su nueva condición de mujer, y viuda del hombre que amó.

Hay que disfrutarla con calma, tolerancia moral y enorme empatía con el vacío que deja en el corazón la pérdida del ser amado.

UNA BELLÍSIMA, ÍNTIMA Y DELICADA VIVENCIA DEL DOLOR INCONSOLABLE DE LA VIUDEZ.

Ficha técnica


BAMA Argentina - Brasil
1,26 hrs. 
Música: Arrigo Barnabé 
Actrices: Camila Morgado, Maricel Álvarez, Maria Alice Vergueiro 
Guion, Fotografía, Edición y Dirección: Kris Niklison 
Cinco premios internacionales

viernes, 9 de febrero de 2018

13:17 Tren a París - Por Juan Pablo Donoso

Esta vez Clint Eastwood quedó corto. Nos tenía acostumbrados a relatos con mayor solidez dramática.

Si bien el hecho fue real, el guion se siente disperso, superficial y seudo didáctico. Sobran antecedentes de los héroes que pudieron seleccionarse mejor, y converger hacia lo que realmente importa en el filme: de POR QUÉ lograron frustrar el ataque de un terrorista en un tren de pasajeros que viajaba de Amsterdam a París.

En lo teórico todo queda claro: tres amigos que desde la infancia tenían fallas de conducta, de aprendizaje y rendimiento, ingresan a las fuerzas armadas donde tampoco las cosas les fueron fáciles. Aunque todos tenían una poderosa, pero frustrada, vocación de servicio

Ya adultos se reencuentran en Europa y recorren varias ciudades como turistas ávidos de conocer lugares históricos, y personas de ambos sexos con quienes entablan gratas pero efímeras amistades.

El incidente heroico del tren, que ocupa sólo los últimos 20 minutos de la película, les da la ocasión para desatar y concretar los ideales más profundos que traían desde chicos: ser útiles a la humanidad.

Las etapas de infancia, junto a sus madres sobreprotectoras, los torpes procesos de entrenamiento, y luego el larguísimo paseo por Europa se estiran sin necesidad. Sólo gracias a que comienza mostrando el conflicto del terrorista, para después ir, de racconto en racconto, es que, al menos, sabemos hacia dónde va la historia.

La trascendencia dramática de la mayoría de los filmes anteriores de Eastwood reside en la condición dolorosa y desvalida de sus personajes y, principalmente, en la depuración de sus escenas y diálogos. Aquí faltó aquello. Es como el largo borrador – sin suspenso - de una hazaña que debió ser culminante: la erupción apoteótica de nobles ideales latentes. Por el contrario, se siente elemental e incluso mensajosa con el discurso final del Presidente de Francia.

CONOCIENDO A EASTWOOD DEBIÓ TENER MÁS SUSPENSO Y SU HABITUAL IMPACTO HUMANITARIO

Ficha técnica


TítuloOriginal: The 13:17 to Paris 
Historia, amistad, turismo y acción 
EE.UU. - 1,34 hrs. 
Fotografía: Tom Stern Edición: Blu Murray 
Música: Christian Jacob 
Diseño Prod.: Kevin Ishioka 
Guionistas: Dorothy Blyskal, Anthony Sadler (libro) 
Actores: Alek Skarlatos, Anthony Sadler, Spencer Stone 
Director; Clint Eastwood

El Bosco: El jardín de las delicias - Por Juan Pablo Donoso

Una estupenda lección para saber más del pintor flamenco Jerónimo Bosch, conocido como El Bosco (1450 a 1516).

Por medio de su famoso cuadro El Jardín de las Delicias (o los Sueños) un conjunto de 39 expertos analizan la obra desde sus respectivas especialidades.

El enorme tríptico – ubicado en el Museo del Prado – sigue fascinando al público después de 500 años, tanto como lo hizo en su época, en que incluso Felipe II de España lo tenía colgado en su dormitorio de El Escorial.

La pintura, exuberante en imágenes de personas mezcladas con animales, plantas y frutas, es una síntesis que va desde la Creación del Mundo pasando por los caprichos de la Naturaleza, las virtudes y debilidades del alma, el Cielo, Purgatorio e Infierno, y figuras enigmáticas de infinitos significados según lo que sugieran a cada espectador.

Si consideramos la época en que fue realizado, es innegable su influencia en creadores contemporáneos surrealistas como Dalí, Gaudí, Picasso y Matisse hasta nuestro coterráneo Roberto Matta, entre mucho más.

Cada experto entrega reflexiones relativas a sus propias áreas: poetas, pintores, compositores, cantantes, novelistas, historiadores, etc., y para cada uno hay una respuesta reveladora en el cuadro.

Después de ver esta película quedamos mejor preparados para entender y disfrutar de esa obra. Y para ver en ella resonancias de nuestras propias inquietudes y misterios existenciales.

Hasta exploraron –mediante rayos ultra-violeta – lo que había debajo de la pintura, Es decir, los bosquejos y fases con que el pintor fue sobreponiendo colores y figuras, y también suprimiendo otras que merecían omitirse. Junto con recibir la Génesis conceptual planteada, accedemos también a la génesis de la realización misma del tríptico.

Hay dos pintores flamencos de aquel período que incursionaron con intuición casi profética en la historia pasada y futura del hombre. El otro fue Pieter Brueghel,​ el Viejo (1525 - 1569), con lienzos atestados de figuras en diversas actitudes cotidianas que permiten leer la historia de las humanidad de manera casi más elocuente que un libro, una historieta o, incluso, un filme de nuestros tiempos. Son obras que pueden contemplarse sin descanso y seguir descubriendo tesoros de convivencia. Con Jan Van Eyck, el Bosco y Pedro Pablo Rubens, Brueghel es considerado como una de las grandes figuras de la pintura flamenca.

UN DOCUMENTAL QUE NOS ABRE LA CAPACIDAD DE PERCIBIR Y COMPRENDER LA OBRA DE UN PINTOR GENIAL Y VISIONARIO.

Ficha técnica

Documental, pintura, filosofía 
España y Francia - 1,30 hrs.
Edición: Pablo Blanco Guzmán 
Guionistas: Reindert Falkenburg y Cristina Otero 
Invitados: Orhan Panuk, Salman Rushdie, Renee Flemming, Ludovico Einaudi, Guo-Qiang Cai, y muchos más. 
Fotografía y Dirección: José Luis López-Linares

jueves, 8 de febrero de 2018

15:17 Tren a París - Por Carlos Correa

Las historias verdaderas tienen una potencia exponencial cuando son llevadas al cine. Y esto es justamente lo que sucede con este homenaje que hace el director Clint Eastwood al producir y dirigir esta película basada en el libro de Anthony Sadler, Alek Skarlatos, Spencer Stone y el escritor Jeffrey E. Stern, que narra la historia de tres amigos norteamericanos que se ven enfrentados a un ataque terrorista a bordo de un tren con destino a Paris. La singularidad de este ataque que conmocionó al mundo entero y que llamó la atención de Eastwood, es retratada fielmente en esta cinta pues los elegidos para protagonizar la narración son precisamente ellos mismos, es decir, los héroes reales que la vivieron.

Spencer Stone, Anthony Sadler y Alek Skarlatos se conocen desde pequeños. Han compartido educación, los malos tratos de sus compañeros y la rebeldía escolar, es decir han desarrollado toda una historia de vida común. Por cierto si pensamos en el ataque terrorista y lo sucedido a bordo del tren, por si solo es suficiente material para una película que relate lo sucedido con lujo de detalles. Sin embargo, este filme pretende ir más allá y el guión de Dorothy Blyskal se encarga de profundizar en la historia personal de cada uno de los protagonistas. Luego viene la delicadeza de Clint Eastwood para tratar el tema, para conducir el metraje y para montar una película que fracciona de manera interesante el relato. Va construyendo lenta y profundamente una vida de sueños y frustraciones, de valor y amistad de estos jóvenes y que parece predestinada a confluir en aquel tren de las 15.17.

La película sin duda es interesante. Está bien tejida y muy bien narrada. Los detalles de la mano del director siempre resultan interesantes. Las escenas iniciales, esos pasos sin rostro en una estación de trenes, los saltos temporales del relato y las pequeñas luces que van acercando el ataque, hacen que la atención la centremos en la forma de construir el discurso narrativo. Por momentos el foco de la cinta parece desviarse. Tal vez nos perdemos un poco pues todos esperamos y de alguna manera ansiamos el desenlace, sin embargo, y como un largo “ritenuto”, este final se contiene y se hace esperar. Con la utilización de este recurso Eastwood logra generar una tensión creciente que nos mantiene alertas y concentrados permanentemente.

Hay muchísimos detalles que marcan diferencias lo que ya es un sello de su veterano director. La forma de filmar los primeros planos, el ritmo impreso en la edición y el montaje, la delicada fotografía y la calidad de las imágenes da cuenta de un trabajo arduo de elaboración y composición. Si a esto sumamos el desafío de conducir a los mismos protagonistas -sin ser actores profesionales- entrega a la cinta características únicas. Clint Eastwood logra transmitir profundas emociones con varios elementos que podríamos denominar “comunes”. ¿Dónde está la novedad?, podríamos preguntarnos. Tal vez no la hay, sino que existe la utilización correcta de los ingredientes y una sabia experiencia de dónde situar los actores, los escenarios y las cámaras, junto con la música apropiada para cada secuencia fílmica.

La película hace referencia a un “momento clave”. Es aquel donde debemos hacer algo, hacer lo correcto y frente a ello no podemos permanecer inmóviles o impávidos. No sabemos cuál será ese momento, sin embargo parece que estamos en permanente preparación para ello. Estos tres jóvenes no sabían que “El 15.17 a Paris” sería ese instante, sin embargo tal vez intuían que caminaban hacia un común denominador, algo mayor y significativo. Su fuerte amistad y sus profundos lazos de hermandad y de solidaridad ya habían dejado huella en sus vidas. Quizás aún no estaban preparados, sin embargo en ese momento actuaron valerosamente, juntos y coordinados para frustrar el que habría sido un atentado terrorista de grandes proporciones. El merecido reconocimiento del gobierno francés y también el recibimiento que tuvieron en sus hogares en Estados Unidos corresponden a las imágenes reales de dichos homenajes. Hombres normales, comunes, que en su “momento clave” se transformaron en héroes al realizar una reacción extraordinaria que permitió salvar decenas de vidas.

Ficha técnica 

Título original: The 15:17 to Paris
Año: 2018
Duración: 94 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Malpaso Productions / Village Roadshow Pictures / Warner Bros.
Género: Drama | Basado en hechos reales. Terrorismo. Trenes/Metros. Ejército. Amistad
Guion: Dorothy Blyskal (Libro: Anthony Sadler, Alek Skarlatos, Spencer Stone, Jeffrey E. Stern)
Música: Christian Jacob
Fotografía: Tom Stern
Reparto: Spencer Stone, Anthony Sadler, Alek Skarlatos, Judy Greer, Jenna Fischer, Ray Corasani, Tony Hale, Thomas Lennon, Sinqua Walls, Paul-Mikel Williams, Max Ivutin, Bryce Gheisa, Cole Eichenberger, William Jennings, Jaleel White, P.J. Byrne, Robert Pralgo, Steve Coulter, Gary Weeks, Timothy Carr, Cecil M. Henry, Lillian Solange Beaudoin, BreeAnna Marie, Ethan Rains, Mariam Vardani, Jeanne Goursaud, Irene White, Seth Meriwether, Matthew Barnes
Dirección: Clint Eastwood

miércoles, 7 de febrero de 2018

La maldición de la casa Winchester - Por Carlos Correa

La mansión existe realmente. Data de 1884 y está en San José, California. Se le llama la “mansión misteriosa” o “el lugar más embrujado de Estados Unidos”. Es enorme, cerca de 24.000 metros cuadrados, y estuvo en permanente construcción por 38 años hasta 1922. Sarah Winchester, tras la muerte de Annie, su hija, en 1866, y de su esposo William en 1881, recibe la mitad de las acciones de la compañía Winchester Repeating Arms Company, con un sueldo diario de mil dólares y de por vida. Hasta allí, todo es cierto. Luego vienen los mitos y las historias que rodean a Mrs. Winchester y a esta casa laberíntica que ciertamente es muy especial.

Vamos a la película. Sarah -la siempre sólida Helen Mirren- está obsesionada con la construcción y reconstrucción de una habitación tras otra en su gran mansión. Los directores de la compañía Winchester creen que ha perdido el juicio y por ello contratan al doctor Price -Jason Clarke- para que haga una evaluación personal de las condiciones mentales de Sarah. Price llega a la mansión, y allí comienza su estudio, las entrevistas personales y también empieza a percibir y observar fenómenos curiosos sin aparente conexión ni explicación. Se sienten extrañas presencias y ocurren situaciones claramente anormales, lo que hacen dudar al doctor de cada paso que da. Además, él trae una cruda historia personal, también ligada con las armas y con la muerte, un pasado que no lo deja tranquilo.

Parte importante de la historia está basada en uno de los mitos más arraigados sobre esta misteriosa casa. Se trata de la presencia de los espíritus de quienes han sido muertos o asesinados por algún rifle Winchester. Esta directa relación, haría que estos espíritus atormenten a Sarah principalmente por la culpabilidad de ser la dueña de una compañía que fabrica las armas que les han quitado la vida. Y agrega el mito que estos espíritus necesitan liberarse -o bien encerrarse hasta que puedan hacerlo- para realmente partir y descansar en paz.

La cinta se sostiene bien desde su premisa principal. Primero misterio, luego suspenso y con el correr de los minutos se acrecienta aún más la incógnita respuesta a los fenómenos que suceden día a día, noche tras noche, jornada tras jornada. Con un ambiente de época muy bien logrado, buena fotografía, vestuario y música, más los clásicos golpes del género, la película no defrauda y mantiene bastante la tensión. Aunque decae hacia el último tercio, se logra recuperar pronto para abrochar correctamente el final.

La historia de la cinta es sobre armas, muertes, espíritus, fantasmas, seres, culpas y tormentos, todo junto y revuelto en un verdadero laberinto de muchas sensaciones. Con personajes que tienen marcadas características y que actúan impredeciblemente, el guión de los hermanos Spierig junto a Tom Vaughan fluye a pesar de dejar solo en manos de los dos personajes principales casi la totalidad de la responsabilidad conductiva del relato.

Histórico es el momento que se transforma en el punto más alto del metraje. La acción transcurre en 1906, dato fundamental a tomar en cuenta para poder explicarlo. Por ello, los créditos finales son muy importantes para el contexto y además para complementar los datos históricos sobre los que la cinta se inspira.

Es una buena película para verla en el cine, donde los efectos y golpes serán oportunos y precisos. Y ojo con el número 13. Ahí existe algo que es real. Escaleras con 13 escalones, 13 ganchos en el armario de Sarah, 13 agujeros en las duchas, candelabros para 13 velas, ventanales con 13 espacios, etc. y también se señala que el testamento de Sarah estaba dividido en 13 secciones. Y pareciera ser todo cierto pues cada vez que hay un viernes 13 se tocan las campanas 13 veces a las 13:00 horas. ¿Solo coincidencia o una excelente publicidad para www.winchestermysteryhouse.com? Valdrá la pena investigar.

Ficha técnica

Título original: Winchester
Año: 2018
Duración: 99 minutos
País: Australia
Productora: Blacklab Entertainment / Imagination Design Works
Género: Terror. Thriller | Casas encantadas. Fantasmas
Guion: Michael Spierig, Peter Spierig, The Spierig Brothers, Tom Vaughan
Música: Peter Spierig
Fotografía: Ben Nott
Reparto: Helen Mirren, Jason Clarke, Sarah Snook, Angus Sampson, Emily Wiseman, Laura Brent, Tyler Coppin, Dawayne Jordan, Jeffrey W. Jenkins, Thor Carlsson, John Lobato, Xavier Gouault, Jeff Lipary, Finn Scicluna-O'Prey, Homero Lopez
Dirección: Michael Spierig, Peter Spierig, The Spierig Brothers

jueves, 1 de febrero de 2018

La forma del agua - Por José Blanco Jiménez

Apenas vi la película, me acordé cuando Marilyn Monroe – en La comezón del séptimo año de Billy Wilder (The Seven Year Itch, 1955) – termina de ver El monstruo de la Laguna Negra (Creature from the Black Lagoon, de Jack Arnold, 1954) y – antes de que se le levante la falda con el aire del Metro - dice a Tom Ewell que la criatura era una pobre víctima necesitada de afecto.

Y ésa es justamente la tónica, que parte del arcano relato de La Bella y la Bestia, tradición francesa que se remonta a El asno de oro de Apuleyo (siglo II d.C.) y que tuvo su primera versión cinematográfica con Jean Cocteau (1945). Y no hay que olvidar los varios King Kong (a partir de 1933: Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedak), el monstruo de Frankenstein (James Whale, 1931) y el mismísmo E.T. (Steven Spielberg, 1981).

Guillermo del Toro, esteta de la fealdad, desarrolla el relato de la manera que le es peculiar: exagerando maniqueamente la diferencia entre buenos y malos; exponiendo a los débiles ante la prepotencia de los fuertes. Valgan tres ejemplos: El espinazo del diablo (2001), El laberinto del fauno (2006), Crimson Peak – La cumbre escarlata (2015).

En La forma del agua, los débiles están representados por los “diversos”, marginados de la sociedad; los fuertes por los “respetables integrados”. Los primeros son: una muda, una afroamericana, un gay y un monstruo. Los segundos: un jefe de Inteligencia despótico, un general de cinco estrellas, violentos espías rusos.

Elisa, la joven muda, es empleada de la limpieza en un laboratorio de Baltimore junto a Zelda, la afroamericana que lucha por sus derechos. Ambas descubren que en una alberca tienen prisionera a una criatura anfibia capturada en Amazonas. Allí se le veneraba como una divinidad; aquí se espera utilizarla en la carrera espacial, que se está llevando a cabo durante la Guerra Fría.

La protagonista, que tiene sólo amistad con su vecino, un viejo dibujante homosexual discriminado en el trabajo, se siente identificada con ese cautivo, que demuestra sensibilidad e inteligencia. Y ello tampoco pasa inadvertido a un científico soviético infiltrado, que prestará su ayuda por razones completamente distintas.

Para seguir las vicisitudes de esta historia, el espectador debe entrar en la magia de la situación, como ocurría en La dama en el agua de M. Night Shyamalan (Lady in the Water, 2006). Contrariamente a las películas clásicas de horror, los recursos estilísticos de otras películas adquieren una nueva connotación. Verbigracia: la mano que surge de la piscina para tomar el huevo no provoca miedo, sino ternura. Los cuerpos que se unen para hacer el amor en un “coitus vetrticalis” generan tanta tensión erótica como la de los más bellos presentados en el cine: y son los de un “monstruo” escamoso de 1.92 m con una mujer de piel blanquísima, que mide 1.57 m.

A este respecto, debo hacer otra cita intertextual. La actriz Sally Hawkins, en su sencilla desnudez, me recuerda a otra muda, interpretada por Holly Hunter (de la misma estatura) en La lección de piano (The Piano, de Jane Campion, 1993): ambas parecen estatuillas de marfil.

En síntesis, creo que Del Toro no busca exorcizar los miedos, sino vivirlos. La violencia de la Historia se estrella con lo imaginario mitológico y, al final, en el silencioso mundo acuático puede estar la salvación de la Humanidad. No hay que olvidar que el agua asume la forma de su continente.

Es una película romántica y creo que como tal hay que disfrutarla.

(The Shape of Water. USA, 2017)

La Forma del Agua - Por Juan Pablo Donoso

Una nueva y hermosa fábula de Guillermo del Toro. Antes nos había deleitado, y aterrado, con su Hellboy (2004) y El Laberinto del Fauno (2006), entre las más señeras.

Sus temas recurrentes suelen ser el contraste entre las potencias tecnológicas y militares versus la fragilidad de personas simples y desvalidas, cuyo único potencial es la fantasía y el ansia de amar y ser amadas.

Y como única solución para tal desequilibrio, Del Toro concibe criaturas que están por encima de la dolorosa realidad cotidiana: sus queridos “Monstruos”. Sólo ellos son capaces de abrir nuevos horizontes de salvación para la raza humana.

Sus engendros pueden venir de la mitología o surgir de recónditas profundidades del mar, la tierra o el universo. Lo importante es que son salvadores de almas inocentes oprimidas.

Ahora es un ente acuático capturado en plena Guerra Fría. Su existencia y poderes curativos serán motivo de disputa de las principales potencias mundiales. Lo tendrán encerrado en estanques ultra secretos para estudiar sus propiedades, poseerlo y eventualmente diseccionarlo.

Eliza (Sally Hawkins), una muchachita solitaria, huérfana y muda, trabaja como aseadora en el laboratorio militar estadounidense donde tienen encerrada a la Criatura.

A escondidas logrará comunicarse por gestos con el monstruo estableciendo una relación de amistad al comienzo, y más tarde de enamoramiento y plenitud sexual.

Cuando se entera que intentan destruirlo, junto a un anciano vecino homosexual (Richard Jenkins) y a su leal compañera negra de trabajo (Ottavia Spencer) lo secuestran conservándolo en su tina de baño.

Las fuerzas militares de ambos hemisferios desplegarán sus fuerzas para recuperar a la Criatura.

A diferencia de antiguos filmes de monstruos malignos y de muchachitas en peligro, esta vez el verdadero enemigo es la Guerra Fría, sus gobernantes y custodios (Michael Shannon). El resto será la epopeya de estas criaturas indefensas que buscan la forma de escapar hacia dimensiones más luminosas de amor y armonía.

Este filme, con crudeza poética, denuncia la sensibilidad mutilada, las aberraciones del abuso de poder, el miedo de acercarnos a otros y la nobleza de la amistad.

Su título alude a cómo sus angustias fluyen, unas en otras, como aguas sucias buscando mares más limpios y abiertos.

Es otra visión de la Bella y la Bestia y de ET. Amor verdadero en circunstancias irreales. Reflexión sobre un amor sin fronteras. Sentimientos “heridos” buscando un sentido a sus vidas. En suma, más que una fantasía imposible es un canto a la TOLERANCIA y a la COMPASIÓN liberadora.

Premio Golden Globe 2018

POÉTICA, HERMOSA Y SENSIBLE

Ficha técnica  

Título Original: The Shape of Water 
FOX 
Fantasía, romance, intriga EE.UU.-Canadá – 2,03 hrs. 
Fotografía: Dan Laustsen 
Edición: Sidney Wolinski 
Música: Alexander Desplat 
Diseño Prod.: Paul D. Austerberry 
Actores: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Michael Shannon, Richard Jenkins 
Guionista y Director: Guillermo del Toro

The Post - Por Juan Pablo Donoso

Recuperamos la “buena mano” del famoso director Steven Spielberg. Es la calidad de sus mejores películas.

Aquí se amalgaman un tema importante, excelente guion, feliz selección de actores, adecuados escenarios, y un virtuoso trabajo de edición para un conflicto con tantos personajes. En suma, una estupenda dirección.

En toda gran circunstancia dramática el tema central es la DECISIÓN. Abismo negro que se abre frente al protagonista, y ante el cual debe actuar con prontitud. Un salto a ciegas previendo las consecuencias en pro y contra del camino que elija.

Un analista militar, testigo presencial en la guerra de Vietnam, informa a las altas autoridades que EE.UU. está siendo derrotado. Como éstas siguen difundiendo noticias victoriosas, sustrae documentos secretos que comprometerían a una larga cadena de Presidentes anteriores.

Cuando el New York Time publica algunos documentos clasificados, el Ministerio de Justicia lo clausura. Los mismos documentos secretos – ¡y muchos más! – llegan anónimamente al Washington Post constituyéndose en una de las noticias potenciales más peligrosas de la época: es la voluntad del gobierno estadounidense continuar con la guerra, perdiendo soldados por miles, antes de reconocer la derrota… “sería políticamente HUMILLANTE” (¡!).

Por esos días el Washington Post, aún considerado un diario local relativamente pequeño en comparación con otros, necesita mayor apoyo de sus accionistas. Está cercano a la bancarrota. Y surge la posibilidad de difundir los documentos clasificados que desprestigiarían al gobierno ante la opinión pública.

Katherine Graham (Meryl Streep), propietaria y presidenta del Post, debe tomar la crucial DECISIÓN de publicarlos a riesgo de perder accionistas y ser también objeto de clausura por parte de la Justicia.

Su casa era un punto de referencia de la vida social norteamericana y mundial. A sus eventos acudían presidentes, políticos, senadores, empresarios, intelectuales, artistas y actores.

En su crucial dilema surge como una periodista y empresaria capaz de demostrar la fortaleza del poder femenino, dar un paso más en los derechos de la Mujer, y defender el ejercicio de la auténtica Libertad de Prensa, en desmedro de intereses políticos y financieros.

En 1972 apoyó a Bernstein y Woodward en el caso Watergate. Volvió a enfrentarse con Nixon. Las acciones de la empresa bajaron a la mitad de precio. Defendió la independencia de sus empleados hasta que el presidente dimitió. Y entonces el diario fue aclamado pública y mundialmente.

Son muchos los personajes de la época que van tejiendo esta red tan apasionante como riesgosa por sus consecuencias a todo nivel. El Presidente negó la presencia del diario incluso para cubrir la boda de su hija Tricia.

El filme, de manera compleja al comienzo, va integrando las piezas mediante una admirable edición, hasta dejar en claro qué y cuáles son los valores en juego. El talento de los actores, el ritmo adecuado, la precisión de los diálogos, y el manejo del suspenso hacen de este filme una obra educativa y apasionante.

MAESTRÍA CINEMATOGRÁFICA EN LA DENUNCIA DE UNA POLÍTICA NEFASTA.

Ficha técnica


Título Original: The Post 
Andes Films 
Biografía, periodismo, drama EE.UU. – 1,56 hrs. 
Fotografía: Janusz Kaminski 
Edición: Sarah Broshar, Michael Kahn 
Música: John Williams 
Diseño de Prod.: Rick Carter 
Guión: Liz Hannah, Josh Singer 
Actores: Meryl Streep, Tom Hanks, Sarah Paulson 
Director: Steven Spielberg

Paddington 2 - Por Juan Pablo Donoso

Si la primera Paddington (2014) fue buena, esta segunda parte es aún mejor.

Combina con encanto, y absoluta naturalidad, la convivencia de nuestro osito Paddington con personajes de carne y hueso.

Luego de vivir largo tiempo en Londres con la familia Brown, decide hacerle un regalo de cumpleaños a su recordada tía Lucy, una osa que cumple 100 años. Visita a un anticuario Mr Gruber (Jim Broadbend) para hallar el presente más adecuado. Encuentra un libro que narra la historia de un tesoro escondido. Como es un ejemplar único y muy caro, trabaja en muchos oficios para juntar el dinero.

Pero antes de poder comprarlo, un ambicioso ex actor shakesperiano (Hugh Grant) se entera de la existencia del libro y, usando diversos vestuarios de sus personajes teatrales, ingresa a la tienda de antigüedades a robar el valioso ejemplar y escapa de quienes lo persiguen.

El resto de la película serán las aventuras que corre la familia en busca de Paddington, y de cómo se van agregando nuevas personas en la persecución del malvado y egocéntrico actor.

El osito, con las mejores intenciones comete chambonadas, pero a la vez conquista vecinos con su candor e inocencia.

Nos ambienta en la Inglaterra de comienzos del siglo XX, con sus calles adoquinadas, neblina, edificios victorianos, sus lóbregas cárceles y los trenes a vapor con locomotoras humeantes.

Como es víctima de accidentes y falsas acusaciones, se van sumando muchos antiguos actores conocidos y también actuales como la carismática Sally Hawkins (La Forma del Agua), en el rol de la maternal señora Brown.

Las aventuras están bien tramadas en el guión, cada nuevo personaje tiene su carisma propio, y el relato culmina con la espectacular escena de suspenso en la carrera de dos trenes.

Discreta, pero notoria, se vislumbra una denuncia contra la intolerancia y a favor de la honestidad de los seres sencillos.

Es admirable cómo consiguen que el osito animado mire, se mueva y comporte como cualquiera de los actores reales.

Michael Bond, el creador literario del personaje, lamentablemente falleció a los 91 años poco antes del estreno de este filme. Sin duda lo habría disfrutado, ya que capta la ternura, el humor y las enseñanzas de su obra.

Recomendamos permanecer sentados durante los créditos finales porque con ellos sigue la diversión: un estupendo número musical cantado y bailado por el “recluso” Hugh Grant.

ENCANTADORA, GRACIOSA, MORAL Y MUY ENTRETENIDA.

Ficha técnica

Animación, aventuras, comedia 
Cinecolor Films Inglaterra, Francia y EE.UU. – 1,44 hrs. 
Fotografía: Erik Wilson 
Edición: Jonathan Amos y Mark Everson 
Música: Dario Marianelli (Las Horas más Oscuras) 
Diseño Prod.: Gary Williamson 
Guión: Paul King, Simon Farnaby, Michel Bond (creador del personaje) 
Voces originales: Ben Whishaw, Hugh Grant, Hugh Bonneville, Sally Hawkins 
Director: Paul King

Instinto Satánico - Por Juan Pablo Donoso

¿Para qué rehicieron una película tan lograda como A L´INTERIEUR (En el Interior) de 2007, por una que resultó desmerecida?

La original, francesa, tuvo como guionistas y directores a A. Bustillo y Julien Maury. Esta nueva versión española mantuvo al guionista Bustillo, le agregó a Jaume Balagueró, y le entregó la dirección a Miguel Ángel Vivas.

Para quienes desconocen A L´INTERIEUR esta nueva cinta les parecerá aceptable como argumento y vivirán el suspenso que entrega. Pero la comparación es decepcionante.

Rescata ciertas atmósferas, iluminación, ritmo de edición y el empeño de los actores por encarnar el drama. Pero desmerece en las escenas de horror, en la manipulación del “gore” (sangre y crueldad), en el tormento visceral de las actrices, y tanto en la impotencia por sobrevivir como en el desquicio de la maldad.

Una reciente viuda embarazada, a punto de dar a luz, es satánicamente acosada por una loca desconocida que pretende acelerar el parto para secuestrar al recién nacido.

Quedó innecesariamente larga, reiterativa – con tres o cuatro finales – con el típico recurso de la resurrección del que parece haber muerto para continuar los acosos, y con la inverosímil fuerza con que la parturienta vuelve, una y otra vez, a la pelea cuerpo a cuerpo (habiendo ya perdido el líquido amniótico)(¡!).

Queremos ser justos al comparar películas de horror: ésta es inferior a la original, pero muy superior en factura y relato a Jeeters Creepers 3 que comentamos semanas atrás en esta página.

MANTENDRÁ EN SUSPENSO A QUIENES QUIERAN SUFRIR CON UNA FÓRMULA TRILLADA Y POCO VEROSÍMIL DE TERROR. SÓLO PARA TV NOCTURNA.

Ficha técnica

Título Original: Inside 
BFDistribution 
Terror España, Inglaterra, EE.UU., Francia - 1,40 hrs. 
Fotografía: Josu Incháustegui 
Edición: Luis de la Madrid 
Música: Víctor Reyes 
Diseño Prod.: Didac Bono 
Guión: Jaume Balagueró, Alexandre Bustillo 
Actores: Rachel Nichols, Laura Harring, Andrea Tivadar 
Director: Miguel Ángel Vivas