jueves, 9 de febrero de 2023

Los Fabelman - Por Carlos Correa Acuña

¡Cuánta fascinación puede provocar una película! Esa noche del 10 de enero de 1952, en Haddon Township, Nueva Jersey , Sammy -Mateo Zoryan Francis-DeFord- alucina cuando sus padres Mitzi -Michelle Williams- y Burt Fabelman -Paul Dano- lo llevan a ver “The Greatest Show on Earth”, de Cecil B. DeMille. Y no es para menos. La escena que involucra el choque de un tren es tan espectacular que lo deja absolutamente embobado.

La vida en casa es ajetreada pero sencilla. Entre el piano interpretada por su madre, los temas de ingeniería de su padre, y las travesuras con sus hermanas, cobra vida en Sammy una idea fija: reproducir en casa esa escena que no le deja dormir por la noche. Y lo consigue, pero para no destruir las preciosas réplicas, su madre pone en sus manos su primera cámara, una de 8 milímetros de su papá, sin sospechar que estos incipientes juegos marcarán la vida de su hijo.

Siguiendo una mejor oferta laboral, la familia se traslada a Arizona y les acompaña el mejor amigo, partner, y casi socio de Burt, Bennie -Seth Rogen-. A esas alturas, los acercamientos de Sam -ahora interpretado por Gabriel LaBelle-, con las filmaciones son cada vez más frecuentes y audaces. Incluso, padre e hijo conversan sobre la similitud que existe entre el director de una película y un gerente, es decir, sobre la motivación y la supervisión de equipos de trabajo, aunque para Burt lo que hace su hijo sigue siendo un hobby, no algo útil y concreto.

El tono suave, sutil y hasta tierno del metraje, cambia cuando muere la madre de Mitzi. El duelo por dicha pérdida y una corta pero intensa visita del hermano de la abuela, dejan huella en el joven Sam. Comienza lentamente a percibir su vida sujeta a esa dicotomía entre arte y ciencia, y más profundamente, esa bifurcación que comienza a emerger entre la familia y sus sueños. El descubrimiento de algunas imágenes de su madre junto a Bennie, más un nuevo traslado familiar, esta vez a California, hace que Sam quiera cortar de raíz con su pasión. Pero las cosas no son definitivas y una serie de hechos claves, lograrán que este inquieto aspirante a cineasta se refugie en su vocación y retome su ubicación detrás de la cámara.

Steven Spielberg nos trae tal vez su película más personal, un vibrante relato biográfico de su niñez y adolescencia, con esos primeros acercamientos al mundo cinematográfico. La cinta se advierte muy honesta y sincera, igual que las relaciones que existen en este especial ambiente familiar, con sus problemas y conflictos, con sus luces y sombras en cada uno de los rincones que explora.

Es notable cómo el director transmite a través de lo que enfoca. No necesitamos ver, solo requerimos captar esas emociones para saber de qué se trata una escena o una secuencia. Micro películas dentro de la película dan cuenta de numerosos detalles, una delicia para cinéfilos, toda una aventura para los amantes del cine, como aquellos primeros rodajes artesanales con todos ayudando en los efectos especiales; o los primeros pasos en la dirección de actores; o la película para el fin del año escolar, que hace estragos, tanto por su intención como por las reacciones que provoca en los involucrados.

Spielberg se filma a sí mismo y resulta convincente. En un ejercicio de reducción, corresponde al tránsito desde el asombro que deviene en fascinación juvenil, para luego dar paso al refugio adolescente y al descubrimiento de un camino que permite conectar con el mundo. Es notable cuando tomamos conciencia que el cineasta empieza a ver su entorno como una película, un cristal especial, artístico y delicado.

“The Fabelmans” es encantadora, nostálgica y sentimental, una apuesta personalísima que resulta entrañable. Excelentes actuaciones individuales y grupales no hacen más que refrendar el gran oficio de su director, coautor, también, del guion junto a Tony Kushner. Una sobria partitura de John Williams -su partner durante décadas- aporta cuotas de dulzura, y soportes clave para ilustrar cada segmento, al tiempo que la fotografía y edición fluyen como ráfagas, raudamente. El encuentro final de Sam con el famoso director John Ford es una conclusión tan sabrosa como notable, no solo por quien lo interpreta sino por lo breve y esencial de su contenido. Es un cierre que no es un cierre; es la apertura a un mundo por descubrir y soñar, justamente todo lo que el cine puede ofrecer en gloria y majestad, esta vez de la mano de uno de sus más ilustres realizadores.

Ficha técnica

Título original: The Fabelmans
Año: 2022
Duración: 151 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Amblin Partners, Universal Pictures, Amblin Entertainment. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Drama | Biográfico. Familia. Infancia. Adolescencia. Cine dentro del cine. Años 50. Años 60
Guion: Tony Kushner, Steven Spielberg
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Michelle Williams, Paul Dano, Gabriel LaBelle, Seth Rogen, Judd Hirsch, Mateo Zoryon Francis-DeFord, Julia Butters, Jeannie Berlin, Oakes Fegley, David Lynch
Dirección: Steven Spielberg

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