lunes, 6 de febrero de 2023

Los espíritus de la Isla - Por Carlos Correa Acuña

La película comienza cuando Pádraic -Colin Farrell-, pasa por la casa de su amigo Colm -Brendan Gleeson-, para ir juntos a tomar cerveza, esas tradicionales “pintas” que les han acompañado por años. Al verse solo, Pádraic se encamina al pub de Inisherin, una isla ficticia ubicada en la costa oeste de Irlanda-, esperando encontrar a su amigo, sin embargo lo que viene a continuación es una sorpresa mayúscula para él, y por supuesto también para nosotros. Colm, músico, violinista y creador de piezas folklóricas, ha tomado una determinación radical: no quiere estar más con Pádraic ni conversar con él nunca más, ni un solo momento, y que ni siquiera le dirija la palabra; nada.

Es Abril de 1923, la etapa final de la Guerra Civil Irlandesa cuyos embates aún se perciben, a lo lejos, en la isla grande. Colm vive solo en compañía de su fiel perro. Pádraic, por su parte, comparte casa con su hermana Siobhán -Kerry Condon-, mujer amante de la lectura y con variadas inquietudes, y desarrolla mayormente labores de pastoreo de animales. La vida en la isla es sencilla, apacible, realmente alejada de todo. El centro es el pub del lugar, allí se reúnen los parroquianos, se desarrollan actividades, se hace vida social y se comparte la vida.

Sorprendido por este abrupto rechazo, Pádraic no entiende razones, solo le afloran sentimientos. Si son amigos, y de toda la vida, ¿qué pasó? ¿Le habré dicho algo sin querer? ¿Algo le habrá ofendido? Como no recuerda nada especial, se decide a enfrentarlo para saber cuál es el motivo de tal sin sabor. Colm, provisto de gran honestidad, le señala que es demasiado aburrido. No desea pasar el resto de vida que le queda perdiendo el tiempo con conversaciones simples, superfluas y limitadas. Necesita paz en su corazón, y además quiere hacer algo que trascienda, algo por lo que sea recordado. La amabilidad está bien, pero nadie recuerda a las personas amables, por eso estima que componiendo música podrá dejar un legado.

Pádraic, menos sorprendido pero más desconsolado todavía, comparte lo que sucede con Dominic -Barry Keoghan-, un joven maltratado por su padre Garda -Gary Lydon-, referente policial en la isla. Dominic es inocente y descuidado en su actuar, sin duda vulnerable, tanto así que los hermanos Súilleabháin deben acogerlo temporalmente cuando luego de una pelea con su progenitor es lanzado de su hogar. Mientras tanto, la situación sigue escalando. Pádraic insiste en recomponer la relación, en cambio Colm, se rehusa vehementemente, señalando que es él quien cambió y por eso no quiere saber más nada. Su ultimátum se transforma en algo perentorio, y no cabe ninguna duda de su determinación. A partir de ese momento, ambos deberán transitar por un callejón sin salida, sobre una madeja compleja de acciones, emociones y sentimientos.

Escrita y dirigida por Martin McDonagh, “The Banshees of Inisherin” -Almas en pena en Inisherin-, es una película profunda y conmovedora, un drama intenso y potente, que gracias a un sutil tapiz de comedia negra, se abre paso a través de las fibras íntimas de sus protagonistas. Filmada principalmente en Achill Island y en Inishmore, la cinta destaca gracias a su bella fotografía -con particulares colores y texturas-, una cuidada edición, y una partitura compuesta por Carter Burwell que acompaña muy bien cada uno de sus movimientos.

McDonagh, hábilmente, pone sus piezas en posiciones estratégicas. El ambiente de “pueblo chico, infierno grande” es particularmente decidor. También lo son quienes interceden para tratar de recomponer los lazos de los protagonistas, como por ejemplo el sacerdote en el confesionario. El director también da pie a señales contradictorias. Por ejemplo la golpiza que recibe Pádraic por parte del policía -rescatado y recogido en silencio por Colm-, y luego esos arrebatos borrachos del mismo Pádraic donde expresa sin filtro lo que siente, recibidos con cierto beneplácito por su contraparte.

Colin Farrell -ganador del premio a mejor actor en el Festival de Venecia recién pasado y nominado al Óscar por este papel- hace un trabajo de excepción. No solo entrega credibilidad a Pádraic sino que también, y a través de una expresiva gestualidad corporal, es capaz de representar a este hombre de pensamiento simple -sencillo, bonachón y amigo de todos-, que se desarma -física y emocionalmente-, cuando se rompe su gran amistad. Brendan Gleeson también está notable en su configuración. Sólido y centrado, incluso inamovible racionalmente hablando, reafirma con actos concretos la decisión que ha tomado. Kerry Condon y Barry Keoghan, muy cercanos a los protagonistas, acompañan muy bien, especialmente este último, quien, con su infantil torpeza, provoca algunas dosis de ternura. Una mención especial para Sheila Flitton como la Sra. McCormick, esa mujer añosa y misteriosa -cubierta por un halo indescifrable, una imagen similar a la bruja del pueblo-, que presagia aquellos males que podrían estar por venir.

Como un verdadero estudio de personalidades y de personajes, la sustancia principal de esta cinta refiere al término de una relación afectiva, en este caso de amistad, pero extrapolable a cualquier tipo de vínculo. No conocemos la historia anterior, solo observamos desde el quiebre. Por eso no sabemos si la amistad era genuina o solo una pantalla, o si había una acumulación de situaciones que llevaran hasta el hastío. Las preguntas surgen de inmediato y la búsqueda de explicaciones también. La película, en esencia, no ofrece respuestas, porque se centra en describir el duelo de quienes están involucrados, con sus diferentes etapas en las que afloran variados sentimientos y reacciones. Tristeza, rabia, euforia, resentimiento, pavor, angustia, dolor y soledad, reflejan una sensible caída a un pozo profundo de total oscuridad. El trabajo de Martin McDonagh se hace cargo de las fases, y también de los acontecimientos que marcan cada momento, planteando incógnitas y dejando muchos cabos sueltos sujetos a nuestra interpretación. ¿Existirá algún camino de salida cuando sucede algo como lo retratado aquí en forma cruda y ruda? Pareciera que el tiempo, solo el tiempo, podría tener la última palabra.

Ficha técnica

Título original: The Banshees of Inisherin
Año: 2022
Duración: 114 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Coproducción Reino Unido-Irlanda-Estados Unidos; Blueprint Pictures, Film 4, Fox Searchlight, Metropolitan Films International. Distribuidora: Fox Searchlight, Walt Disney Pictures
Género: Drama. Comedia | Amistad
Guion: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon, Barry Keoghan, Pat Shortt, David Pearse, Gary Lydon, Jon Kenny
Dirección: Martin McDonagh

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