viernes, 12 de mayo de 2023

Misántropo - Por Carlos Correa Acuña

Noche de Año Nuevo. Baltimore. Fuegos artificiales, celebración, jolgorio. Un francotirador, 29 víctimas. Un departamento destruido por una explosión. No hay explicación, ni antecedentes, ni tampoco relaciones. Ningún cabo del cual tirar.

La policía local está sobrepasada y actúa el FBI. Geoffrey Lammark -Ben Mendelsohn-, el investigador que asume el caso, exuda experiencia, liderazgo, prestancia, seguridad; excelente imagen externa, pero no resultados. Eleanor Falco -Shailene Woodley-, oficial de bajo rango y una de las primeras en llegar a escena, le atención, y no por sus mejores atributos. Ve en ella a una persona retraída, con una personalidad asimilable al victimario, pero que ha tomado un camino diferente. En vez de salir a eliminar al mundo exterior, ha intentado eliminarse.

El centro de esta película escrita y dirigida por Damián Szifrón es su título original: atrapar al asesino. El comienzo es escalofriante, seco, duro, impactante. La tensión sube lentamente. No es necesario acentuar nada: asesinatos a sangre fría, dirigidos, claros, certeros.

La interrogante a resolver es quién es el culpable, por qué hace lo que hace. Parece algo vago y sin sentido, pero es obra de un profesional entrenado. Hay sospechosos, y se investiga. Una clave: se trata de un perfil, se deben leer los detalles. De esa lectura pueden desprenderse indicadores que despejen la incógnita.

Szifrón maneja los tiempos, el ritmo y la profundidad. Porque no es solo la presa lo importante, también los cazadores. No vemos al responsable pero sí sabemos de él. Vamos configurando su imagen, su personalidad. Imaginamos algunas motivaciones, pero no tenemos total seguridad. La psicología comienza a jugar un papel relevante, porque el paralelismo de perfiles es evidente. ¿Y el de Lammark, encaja también?

La película adquiere otro matiz a partir del segundo tercio. Otra masacre, pero ya se observa algo más. Un descuido, imágenes, y restos encontrados en un basural. Es todo un desafío unir los hilos, encontrar las piezas, rellenar los espacios vacíos. Las estrategias policiales difieren, la prensa se involucra, la difusión se transforma como una tragedia paralela. Un error, una falla; consecuencias fatales.

Justo antes de emprender el tercio final, cunde la desesperanza. Están perdidos entre luchas internas de poder. Emerge una conclusión que es, casi, como un volver a empezar. Eleanor se enfrenta sola con sus miedos y sus traumas, con serias dudas, en una lucha intensa contra ella misma. Se repite la historia. Cuando se abre una pista, el relato se completa, todo adquiere sentido.

Interesante trabajo del director Argentino de “Relatos Salvajes”. Con un estilo diferente y manteniendo su característica dirección, ubica las piezas en lugares estratégicos para provocarnos. Caminos difusos se separan y se unen; configuración de personajes muy bien logrados; actuaciones sólidas, creíbles y complementarias; escenarios oscuros, grises, deprimentes. Un invierno permanente, frío, lúgubre, asociado, así, a personalidades nubladas y en extremo vulnerables.

“To Catch a Killer”, funciona como thriller pero es más un drama psicológico. Una exposición de elementos para analizar profundamente, para explorar, y discutir. El cara a cara final resulta casi una sesión de terapia, convincente y a la vez definitoria, lo mismo que ese final ácido en contra del “establishment”, tan real y decadente como podemos suponer que es.

Ficha técnica

Título original: To Catch a Killer
Año: 2023
Duración: 119 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Filmnation Entertainment, RainMaker Films. Distribuidora: Vertical Entertainment
Género: Thriller. Intriga. Drama | Policíaco. Asesinos en serie
Guion: Damián Szifrón, Jonathan Wakeham
Música: Carter Burwell
Fotografía: Javier Juliá
Reparto: Shailene Woodley, Ben Mendelsohn, Jovan Adepo, Ralph Ineson, Dusan Dukic, Mark Camacho, Richard Zeman, Nick Walker, Sean Tucker, Jason Cavalier
Dirección: Damián Szifrón

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