Juan Carlos Moreno -Darío Grandinetti-, vive en Madrid con su esposa y su hija. Un repentino llamado desde su natal Argentina trastoca la rutina cotidiana. El aviso lo fulmina: su expareja de baile, se ha suicidado. Con ella, ambos fueron famosos bailarines de tango, estrellas de una época que ha quedado atrás, muy atrás, una caja de recuerdos a punto de pasar al olvido.
La nostalgia invade a Carlos. Debe viajar al funeral. Decide ir solo, sabiendo de los celos y el enfado que ello provoca en su actual mujer. Al menos tiene el apoyo de su hija, una relación que, en breves minutos, podemos percibir como genuina y de gran ternura.
El arribo a Buenos Aires es el esperado. Un taxista típico (con esas conversaciones sobre política que siempre iluminan al viajero internacional), y la muestra de esa idiosincrasia porteña, se combinan perfectamente. El encuentro con “Pichuquito” -Jorge Marrale-, gran amigo en común de la pareja, devela una gran historia de amistad que la trama va desarrollando lenta y pausadamente, hasta que un giro radical -que es mejor no adelantar- pone el relato de cabeza.
¡Qué buena configuración de personajes tiene esta película escrita y dirigida por Marina Seresesky! Es cierto que el trío protagonista es de lujo, pero la convicción de la dirección, los espacios individuales, y el adecuado pulso entregado a cada uno, potencia actuaciones que quedan de inmediato en nuestra retina. Grandinetti expresa prestancia, una tranquilidad que solo la experiencia puede entregar, un peso y serenidad fundamental que entrega bases sólidas para el desarrollo de esta aventura. Mercedes Moran, por su parte, está estupenda interpretando a “Marga”, con todas sus luces y sus sombras, empecinada en cumplir un objetivo que para ella asoma primordial, y que refiere a su pasado con Carlos, también a sus mayores miedos y quizás escasa perspectiva futura. Jorge Marrale es el tercero en el panel, el eje, el mediador, pero también de conexiones profundas con ambos, además de un íntimo secreto que le carcome por fuera y por dentro.
El guion está muy bien compuesto. Todo resulta tan cotidiano y tan simple, que permite que se desarrolle una gran química entre los protagonistas. La humanidad que conlleva la trama es la sustancia de fondo; una crónica de recuerdos imborrables que involucra alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, enmarcada en la carrera profesional y personal -la vida entera- de Marga, Carlos y Pichu.
Después de una inesperada confesión, las sorpresas continúan y la trama se enreda aún más. ¡Qué facilidad para reírse de las tragedias tienen algunas películas Argentinas! Esta no es la excepción, pues el cruce de géneros se advierte claro. Fluctúa entre un drama robusto, una comedia negra aligerarte, y una “road movie” que parece perseguir el lema “cada día puede ser… peor”. Una tragicomedia de tomo y lomo.
Simpática, cautivante, deliciosa, y encantadora, “Empieza el baile” cubre de un especial ropaje un viaje esencial que quiere reconciliar el pasado, ubicar el presente y encontrar paz. Cuando la película se arriesga a seguir abriendo posibilidades, ya bien avanzado el metraje, uno se pregunta cómo podrá hacer el cierre. En otro acierto de la directora, aquello se produce sin más, con sutileza y mucha delicadeza, al ofrecer un final abierto a la interpretación, pero que se cuida de tomar varios detalles enunciados con anterioridad.
Muy recomendable, una agradable sorpresa de temporada, para disfrutarla y saborearla con mucha calma.
Ficha técnica
Título original: Empieza el baile
Año: 2023
Duración: 98 minutos
País: Argentina
Compañías: Coproducción Argentina-España; Meridional Producciones, Oeste Films, Patagonik, El Gatoverde Producciones, Áralan Films, Habitación 1520 Producciones, Sur Films, Reina de Pike
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática. Vejez / Madurez. Road Movie
Guion: Marina Seresesky
Música: Nicolás Guerschberg
Fotografía: Federico Rivares
Reparto: Darío Grandinetti, Mercedes Morán, Jorge Marrale, Pastora Vega, Agostina Pozzi, Lautaro Zera, Marcelo Xicarts, Carolina Sobisch
Dirección: Marina Seresesky
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jueves, 11 de mayo de 2023
Empieza el Baile - Por Carlos Correa Acuña
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