Lo más loable es la factura: buenos efectos especiales, y un prolijo diseño de producción (Yuliya Charandaeva).
Lo decepcionante es cómo varios temas, que pudieron profundizarse, solo se enuncian y acumulan. Diálogos obvios e innecesarios. Actuaciones acartonadas y personajes superficiales mal diferenciados.
Entre tantas grandes películas que se han hecho con aventuras galácticas, ésta tuvo en su mano entretejer tres líneas centrales, humanizarlas, y obtener con ellas fantasía, romance y tensión.
En cambio, optó por salpicarla con retazos de 2001, muchos Viajes al Espacio, y una truncada mezcla de Alien, el Octavo Pasajero (1 y 2) y, por último, Tiburón (¡!).
Cuando un virus global destruye todos los sistemas ecológicos de nuestro planeta, nadie halla el antídoto, y el nivel de oxígeno en la atmósfera decrece, es necesario repoblar otro planeta virgen, aún descontaminado.
Un equipo de astronautas emprende el viaje sideral llevando la réplica de una esfera meteórica que golpeó la Tierra hace billones de años. De ella surgió toda la vida en nuestro planeta.
Pero algo falla misteriosamente en el viaje de la nave. La tripulación se desmaya y despierta sin saber dónde están en el universo. Sólo tienen ante sí un planeta desolado.
Deciden visitarlo y depositar en una de sus cavernas la esfera que le daría vida en el futuro.
De aquí en adelante aparecerán los monstruos, las riñas entre los tripulantes, las sucesivas muertes, una baba venenosa en las cañerías de la nave, y un frustrado afán por engañar al monstruo dejándolo afuera.
La faceta romántica es hermosa ya que por medio de “raccontos” nos enteramos que el marido, último sobreviviente, le dejó a su esposa embarazada una pulsera, trozo del viejo meteorito, con la cual podrían amarse para siempre gracias al poder holográfico del brazalete.
Como podrá verse, hay muchos temas potenciales, incluso la sorpresa que nos depara un salto crucial en el tiempo.
Con mayor sutileza narrativa pudo tener más riqueza humanitaria (que solo la predican), sacrificar acción por calma reflexiva, y sensibilizar a los personajes. Hasta la oración final de “Gracias a Dios y a su infinita Misericordia” se siente postiza por falta de motivación previa.
PUDO SER PROVOCATIVA, MÁGICA Y ROMÁNTICA. CON SEMEJANTE SÚPERPRODUCCIÓN ELIGIÓ UN GUION FACILISTA PROPIO DE ANTIGUAS MATINÉES. UNA LÁSTIMA.
Ficha técnica
Título original: Zvyozdniy razum
2022 Aventura, ciencia ficción, suspenso Rusia, Chipre - 1,38 hrs.
Fotografía: Kirill Zotkin
Edición: Serik Beyseu
Música: Konstantin Poznekov
Diseño Prod.: Yuliya Charandaeva
Guion: Natalya Lebedeva,Dmitriy Zhigalov
Actores: Egor Koreshkov, Alyona Konstantinova, Samoukov Kostya
Dirección: Serik Beyseu
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