viernes, 22 de abril de 2022

Cantos de Represión - Por Carlos Correa

Recuerdo haber leído mucho sobre Colonia Dignidad. La figura de su líder, Paul Schäfer siempre me resultó indignante, incluso mucho antes de conocerse los abusos sexuales que cometía dentro del enclave. Posteriormente, y con los años, se confirmó lo que era un secreto a voces; el encubrimiento y complicidad en torturas y desapariciones de presos políticos durante la dictadura militar chilena. Colonia Dignidad era todo lo opuesto a su denominación; de dignidad, nada, y de colonia, tal vez las peores prácticas que podamos imaginar. 

Este documental escrito y dirigido por Marianne Hougen-Moraga y Estephan Wagner se basa en una premisa diferente a lo que hemos visto anteriormente en reportajes y series. Su punto de partida es la situación actual de la ahora llamada Villa Baviera y de quienes habitan este idílico paraje, una comunidad de unas 120 personas que se sustentan gracias al turismo que les visita para disfrutar del bello entorno y, por supuesto, de la tradicional comida y cerveza alemana.

La cámara contempla paisajes y también rostros. Rostros curtidos, ajados, heridos. Muchos de ellos son sobrevivientes de los peores años la secta, instalada en el lugar por un grupo de colonos el año 1961 con el supuesto fin de ayudar a los pobres. Otros son descendientes, y aún quedan algunos fundadores, ya ancianos y enfermos, esperando tal vez su tránsito definitivo.

Posterior a la captura de Schäfer, el año 2007, varios habitantes huyeron del lugar en busca de nuevos horizontes. Quienes se quedaron debieron intentar mantenerse y sobrevivir, dejar atrás un pasado cuyo peso es casi insostenible, para encontrar esperanza y sanación.

La historia es tremenda y la conocemos de primera fuente a través de los ojos de los entrevistados. A veces más que las palabras son sus miradas las que denotan el sufrimiento extremo que han vivido. Inconcebible, denigrante. ¿De dónde sacan el valor para seguir en pie? ¿Cómo logran convivir golpeadores con golpeados, abusadores con abusados?

La tensión interior aumenta con el correr de los minutos. No sabemos hacia dónde nos lleva ni cuál será su resolución. La dicotomía entre los bellos paisajes y la abyecta inhumanidad vivida se hace cada vez más patente. Me da pudor observar cuando algunas personas mencionan que quieren superar el pasado, que no quieren volver a abrir las heridas, pero que siempre les vuelven a preguntar sobre lo mismo, porque es lo que también este trabajo documental efectúa.

Sin duda no es un tema fácil para nadie, ni para los espectadores ni menos para los protagonistas de una historia que les toca en lo más íntimo y les avergüenza. Pero no a todos. Hay opiniones, las menos, diferentes. Valientes quizá, perdidas tal vez, o probablemente confusas. Corresponden a una clara negación o bien a una férrea defensa de un validado actuar determinista. Y es que el ideal de la fundación de Colonia Dignidad choca de bruces con la brutalidad de las acciones llevadas a cabo puertas adentro. Absolutamente incomprensible, inimaginable, deleznable.

Méritos tiene en abundancia este documental. Sin juzgar, presenta una linea editorial clara y precisa. Deja que los protagonistas sean quienes exponen el relato para que luego las piezas se acomoden en este puzzle intrincado y complejo.

“Cantos de Represión” se escucha fuerte, con luces y sombras, con contradicciones y contrapuntos, con figuras antiguas y con las nuevas generaciones. Es un testimonio vivo y presente, un retrato de la historia, un relato necesario que deja una reflexión acuciante: ¿es posible el perdón genuino y la superación de una historia, o son hechos que, por su trascendencia, no se podrán superar jamás?

Ficha técnica

Título original: Songs of Repression
Año: 2020
Duración: 90 minutos
País: Dinamarca
Productora: Final Cut for Real, Cactus World Films
Género: Documental | Sectas
Guion: Marianne Hougen-Moraga, Estephan Wagner
Reparto: Documental
Dirección: Marianne Hougen-Moraga, Estephan Wagner

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