jueves, 21 de abril de 2022

El Estado Imaginario - Por Carlos Correa

Disponible en https://altoparlante.cl


Matías Said -Francisco Sobrado- regresa a la ciudad donde nació, Estocolmo, Suecia. Los motivos de su viaje no quedan demasiado claros. Busca a unos “primos”, unos familiares lejanos tal vez, que llevan muchos años viviendo en la ciudad. Poco a poco vemos que Matías, quien vivió desde los ocho años en Chile, tiene un pasado que le atormenta. Un hecho doloroso ha impactado a su familia y decide tomar cartas en el asunto. Es una deuda pendiente. Se propone conseguir un objetivo radical, cueste lo que cueste.

Esta película dirigida por Alan Fischer, hablada en sueco, español, kurdo, árabe y farsi, constituye un gran desafío de construcción en la identidad de sus personajes. Centrada en Matías -e inspirada en hechos reales-, aborda varios temas en paralelo que logra unir bajo un formato de thriller que plantea incógnitas y genera suspenso gracias a la configuración de un guion sobrio.

Las actuaciones, en general, resultan un poco encuadradas, tal vez incluso forzadas. Hay algo que no fluye con naturalidad. Puede ser el efecto que se quiere conseguir, pero las luces en ese sentido son contradictorias. Se nota el deseo de transmitir más emoción, sin embargo lo que se expresa queda en tono menor. La cinta se percibe larga, en especial por la lentitud de su exposición central, aunque repunta en sus treinta minutos finales, cuando logra enfocar los momentos de mayor tensión y conflicto.

“El Estado Imaginario” sí resulta interesante desde la configuración de su relato. El uso de cruces temporales y la decisión de develar la historia por partes funciona adecuadamente. Hay que tener paciencia para armar las piezas de este puzzle que tiene muchos cabos sueltos y que muestra el contexto y realidades de dos países muy diferentes entre sí. El contrapunto respecto a la imaginación, por un lado, y la construcción de ambientes por otro, también despierta inquietud, aunque lo evidente se transforme en certeza y no se profundice en las motivaciones personales, las grupales, las de una comunidad en particular o de una sociedad en general.

Me llama la atención la desconexión de la acción con la música que la acompaña durante muchos pasajes. No genera unidad, parecen dos lenguajes diferentes, cada uno por su lado, sin un fin común. Eso descoloca, y si es un efecto buscado, está bien, sin embargo no parece ser ese uno de sus objetivos.

Con una temática muy actual, presenciamos una buena idea que quizás pudo ser mejor ejecutada. El resultado es una propuesta más interesante que inquietante, que desconcierta más que atrapa al espectador. Aun así, la experiencia puede resultar vital dependiendo del punto de vista -o de vida- que tengamos para abordarla. Y, además, es cine de autor, subjetivo y opinable, lo que indudablemente genera válidas visiones diferentes.

Ficha técnica

El Estado Imaginario
País: Chile – Suecia
Género: Drama / Suspenso
Duración: 100 min.
Productoras: Ant Fire Productions – Yagán Films – D21
Año: 2020
Idiomas: Sueco – Español – Árabe
Subtítulos: Español – Inglés
Director: Alan Fischer
Elenco: Francisco Sobrado, Susana Hidalgo, Isa Aouifia, Siham Shurafa, Sandra Redlaff, Pedram Shahlai.

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