Para ambientarnos en el contexto de la trama, nos encontramos la transición de 1899 a 1900, donde la aristocracia gobernaba Rusia y las diferencias sociales eran mayúsculas.
En San Petersburgo, su invierno es crudo y sus canales se congelan, lo que da lugar a patinar sobre el hielo, y no solo como un deporte, sino que es parte del día a día del tránsito.
En la película, se muestra la historia de un joven llamado Matvey, quien es muy pobre e intenta sobrevivir honestamente con su anciano y enfermo padre, pero al quedar sin trabajo y empeorar su padre, termina involucrándose con un grupo de “carteristas”. Estos tienen mucho éxito robando debido a su destreza patinando. Y en el momento de iniciación de este joven para integrar el grupo, conoce a Alissa la hija de un aristócrata. Ella tiene planes de estudiar, lo que no era para nada bien visto por su padre ni menos por el resto de la aristocracia. Y como era de esperar, Matvey y Alissa tienen un “flechazo”, que va creciendo en cada momento en que se encuentran.
No solo tenemos un trío amoroso, ese amor imposible de la joven rica y el muchacho pobre, con el pretendiente interesado; es, además, bueno que naveguemos en otras culturas, ya que esta es una cinta Rusa y se rodó en los meses de invierno en San Petersburgo, por lo que la fotografía es bella, con mucha nieve, y las escenas al aire libre fueron rodada en varios puntos históricos de la ciudad. Nos hace adentrarnos en la película e incluso sentir frío con solo mirarla. Hay muchos lugares impresionantes, tanto en exteriores como dentro de los palacios, decorados y vestuarios rigurosamente cuidados, tanto es así, que algunas joyas eran reales. Tiene buenas coreografías en patines y excelente banda sonora.
Para la mayoría, esto se sería lo medular de la película, pero no, tiene interesantes subtramas.
Conocemos a sus personajes, que todos están bien interpretados, cada quien con su problemática, son carismáticos y con mucha química.
Está Alex, quien dice robarle a los ricos ya que ellos son ricos porque también roban, justificando el robo; pero no hay ninguna justificación para ello, sea la razón que sea, es robo. Pero aún en su delito, estos carteristas tienen honor entre ellos, lealtad. Esto roza, también, con el tema político que vive el país. Viendo la tremenda desigualdad social que existe, donde la chica en un momento determinado confiesa que no conoce su ciudad, y menos a la gente que vive ahí.
El tema religioso no deja de ser otro tema ya que acá la magia y poner atención al zodiaco se tocan como actividades de atracción e interés en la clase alta. Pero existen los creyentes, por ejemplo el padre de Matvey, que no solo le indicaba lo bueno y malo de la vida, sino que la bondad y las buenas acciones.
La educación es otro tema relevante. Las mujeres de clase alta tenían institutrices y estaba prohibido estudiar una carrera, salvo que su padre o marido las autorizara. Nuestra protagonista es muy inteligente, le encanta la ciencia, la química, y se siente frustrada ante la negativa de su padre al estudio.
Una historia muy disfrutable, simple y sencilla, que no solo habla de Amor, también de lo ya comentado, y además sobre la aceptación y rechazo, donde al final el ser humano se da cuenta de sus intereses, sus carencias y lo que los llena como ser.
En cuanto a la historia, se señala que está basado en “Hans Brinker” de Mary Mapes Dodge; la verdad es que no sé en qué, salvo lo frío del lugar, ya que las historias son absolutamente diferentes. Y también se hace referencia a “Romeo y Julieta”; más o menos diría yo, ya que acá no hay disputas de familias entre sí.
Disponible en Netflix.
En San Petersburgo, su invierno es crudo y sus canales se congelan, lo que da lugar a patinar sobre el hielo, y no solo como un deporte, sino que es parte del día a día del tránsito.
En la película, se muestra la historia de un joven llamado Matvey, quien es muy pobre e intenta sobrevivir honestamente con su anciano y enfermo padre, pero al quedar sin trabajo y empeorar su padre, termina involucrándose con un grupo de “carteristas”. Estos tienen mucho éxito robando debido a su destreza patinando. Y en el momento de iniciación de este joven para integrar el grupo, conoce a Alissa la hija de un aristócrata. Ella tiene planes de estudiar, lo que no era para nada bien visto por su padre ni menos por el resto de la aristocracia. Y como era de esperar, Matvey y Alissa tienen un “flechazo”, que va creciendo en cada momento en que se encuentran.
No solo tenemos un trío amoroso, ese amor imposible de la joven rica y el muchacho pobre, con el pretendiente interesado; es, además, bueno que naveguemos en otras culturas, ya que esta es una cinta Rusa y se rodó en los meses de invierno en San Petersburgo, por lo que la fotografía es bella, con mucha nieve, y las escenas al aire libre fueron rodada en varios puntos históricos de la ciudad. Nos hace adentrarnos en la película e incluso sentir frío con solo mirarla. Hay muchos lugares impresionantes, tanto en exteriores como dentro de los palacios, decorados y vestuarios rigurosamente cuidados, tanto es así, que algunas joyas eran reales. Tiene buenas coreografías en patines y excelente banda sonora.
Para la mayoría, esto se sería lo medular de la película, pero no, tiene interesantes subtramas.
Conocemos a sus personajes, que todos están bien interpretados, cada quien con su problemática, son carismáticos y con mucha química.
Está Alex, quien dice robarle a los ricos ya que ellos son ricos porque también roban, justificando el robo; pero no hay ninguna justificación para ello, sea la razón que sea, es robo. Pero aún en su delito, estos carteristas tienen honor entre ellos, lealtad. Esto roza, también, con el tema político que vive el país. Viendo la tremenda desigualdad social que existe, donde la chica en un momento determinado confiesa que no conoce su ciudad, y menos a la gente que vive ahí.
El tema religioso no deja de ser otro tema ya que acá la magia y poner atención al zodiaco se tocan como actividades de atracción e interés en la clase alta. Pero existen los creyentes, por ejemplo el padre de Matvey, que no solo le indicaba lo bueno y malo de la vida, sino que la bondad y las buenas acciones.
La educación es otro tema relevante. Las mujeres de clase alta tenían institutrices y estaba prohibido estudiar una carrera, salvo que su padre o marido las autorizara. Nuestra protagonista es muy inteligente, le encanta la ciencia, la química, y se siente frustrada ante la negativa de su padre al estudio.
Una historia muy disfrutable, simple y sencilla, que no solo habla de Amor, también de lo ya comentado, y además sobre la aceptación y rechazo, donde al final el ser humano se da cuenta de sus intereses, sus carencias y lo que los llena como ser.
En cuanto a la historia, se señala que está basado en “Hans Brinker” de Mary Mapes Dodge; la verdad es que no sé en qué, salvo lo frío del lugar, ya que las historias son absolutamente diferentes. Y también se hace referencia a “Romeo y Julieta”; más o menos diría yo, ya que acá no hay disputas de familias entre sí.
Disponible en Netflix.
Ficha técnica
The Silver Skates (en ruso: Серебряные коньки. Romanizado: Serebryanye konki )
Dirigido: Michael Lockshin
Escrito: Roman Kantor
Música: Guy Farley
Duración: 136 minutos
País: Rusia
The Silver Skates (en ruso: Серебряные коньки. Romanizado: Serebryanye konki )
Dirigido: Michael Lockshin
Escrito: Roman Kantor
Música: Guy Farley
Duración: 136 minutos
País: Rusia
Año: 2020
Fedor Fedotov como Matvey
Sofya Priss como Alisa
Kirill Zaytsev como el Capitán Príncipe Arkadiy
Yuri Borisov como Alexey
Aleksei Guskov como ministro Nikolai Nikolaevich
Severija Janusauskaite como Severina
Fedor Fedotov como Matvey
Sofya Priss como Alisa
Kirill Zaytsev como el Capitán Príncipe Arkadiy
Yuri Borisov como Alexey
Aleksei Guskov como ministro Nikolai Nikolaevich
Severija Janusauskaite como Severina
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