domingo, 10 de enero de 2021

Pearl - Por José Blanco Jiménez

Una fisicoculturista, que está a punto de ganar un Premio Internacional, ve aparecer en su vida a un hijo de seis años, del que ha estado lejos hace cuatro. ¿Deporte o cosificación de las personas? 


Julia Föry no es actriz y se nota. En el fondo, Elsa Amiel (ayudante de dirección de Raúl Ruiz, entre otros) la escogió para interpretar lo que ella es: una fisicoculturista. Pero cumple su función, mientras que la película en sí tiene un relato lineal y con una cierta fluidez. 

Faltan pocas horas para que Léa Pearl se presente a un campeonato de bodybuilding y, además de la tensión natural que esto implica, sufre los apremios de su preparador (Peter Mullan) que le exige reducir su peso en 300 gramos y que la atosiga de fármacos para alcanzar esa meta. Todo esto unido a los trabajos con pesas y aparatos. Con su 1.76 de estatura y sus 80 kilos de peso, la protagonista es una masa de músculos que la hace aparecer con un cuerpo varonil, al punto que el sostén que usa no pasa de ser un adorno de vestuario como el que le ponen a las niñitas que están aprendiendo a caminar en la playa.

Mientras contrastan con su ceño duro la actitud cariñosa de una madura concursante que conoce al entrenador desde hace años y otras mujeres hacen gala de sus hermosas nalgas en el hotel, se produce un hecho inesperado: aparece su ex junto con el hijo de ambos, que ahora tiene 6 años y que prácticamente no la conoce.

Dejo hasta aquí la historia para denunciar que la práctica de este “deporte” es, en realidad, la absoluta cosificación del ser humano: Pearl es una masa de músculos que no tiene derecho siquiera a menstruar o a mantener una relación afectiva. Cuando el padre de su pequeño le dice “Para mí siempre serás Julia”, ella responde: “Ahora soy este cuerpo”. Y el niño (hermosa interpretación de Vidal Arzoni), producto desechable de una relación extinguida, es también una “cosa” que molesta, que perjudica el buen resultado de la competencia.

No puedo omitir un mérito de la película: la cinematografía. En efecto, los primerísimos primeros planos, el travelling a través de los corredores y camarines, el descenso del niño por la escala son de un valor estético inobjetable.

(Pearl. Suiza/Francia, 2018)

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