Historia deportiva tensa, con un conflicto muy humano, realizada con inteligencia y emoción.
Primer largometraje de la francesa Elsa Amiel, quien escogió un tema pocas veces tratado en el cine: el fisiculturismo femenino.
Léa Pearl (Julia Föry) postula por primera vez al prestigioso título de Miss Heaven, para cuya consecución ha dedicado cuatro años de trabajo.
Por ganar ese premio abandonó a su hijito Joseph, de 2 años, dejándolo al cuidado de su padre.
Los concursantes están confinados en el lujoso Eden Palace europeo. Sólo faltan horas para la gran contienda.
Muy bien captado el ambiente de nerviosismo general previo a la competencia.
Largas escenas de dolorosos entrenamientos con pesas y dietas rigurosas.
Tratamiento de cámara muy cerrado en los personajes, aumentando así el apremio y la confusión del momento.
El maduro entrenador (Peter Mullan) la presiona, además de lo físico y sexual, con el tormento psicológico de triunfar a toda costa. Quiere realizar en ella la victoria que él nunca logró por un accidente.
El giro patético surge cuando el ex marido de Léa irrumpe en este torbellino preparatorio con el pequeño Joseph, ahora de 6 años. Deberá dejarlo a su cuidado mientras él acude a realizar un trabajo indispensable por varias horas.
Ni el niño recordaba a su madre, ni ella siente ningún afecto por esa criatura, que ahora sólo viene a perturbar su concentración deportiva.
El pequeño deambula solitario por ese maremágnum de hombres y mujeres semidesnudos dotados de gigantescas musculaturas.
El meollo del drama es la imposición de un niño justo antes de la gran competencia. ¿qué puede hacer esa mujer? ¿Dónde esconderlo y cómo resguardarlo mientras dura el torneo?
Admirable labor de Vidal Arzoni, como actor infantil, capaz de transmitir desconcierto, miedo y desamparo.
El desarrollo de la trama irá tejiendo el proceso. Léa hallará la manera de llegar a la ansiada pasarela, someterse en plenitud a los Jueces y, a la vez, atinar con aquel sepultado instinto maternal.
La cinta, más que un típico “final feliz”, nos sorprende con una resolución mucho más madura y sublime.
Elsa Amiel declaró: “Quise plantear un personaje fuerte, en que jugaran la femineidad, la maternidad, la belleza y el coraje. Hay algo narcisista y obsesivo en este deporte, pero aquí también encontré fragilidad. Hay algo de mitología, porque son personas buscando una perfección física cercana a los dioses”.
UN PENOSO DILEMA FEMENINO Y DEPORTIVO ENTREGADO CON TALENTO Y SENSIBILIDAD. BUENA.
Ficha técnica
Drama, deportes
Drama, deportes
2018 Francia, Suiza - 1,22 hrs.
Fotografía: Colin Lévêque
Edición: Caroline Detournay, Sylvie Lager
Música: Fred Avril
Diseño Prod.: Valérie Rozanes
Guion: Elsa Amiel, Laurent Larivière
Actores: Julia Föry, Peter Mullan, Agata Buzek
Director: Elsa Amiel
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