martes, 30 de abril de 2024

Un gato con suerte - Por Carlos Correa Acuña

Me encantan las películas animadas. Trato de ver todos los estrenos en el cine, sin embargo a veces la vorágine no lo permite, o bien, no coinciden necesariamente los horarios. Esto me pasó con esta propuesta, me demoré en verla, pero no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. Además, los buenos comentarios recibidos por esta animación se justifican plenamente, ya que se trata de una sencilla fábula animada con un protagonista encantador, un personaje que, además, está a medio camino entre varios de sus congéneres archiconocidos.

Vamos por parte. La historia corresponde a Beckett, un gato mimado y un poquitín egoísta que se siente pleno por la buena suerte que ha tenido en la vida. La película se centra en su transformación, pues tras perder su novena vida, se embarca en una serie de reencarnaciones que le enseñan lecciones importantes sobre el amor, la vida y el apoyo mutuo.

Lo que primero observamos es la forma cómo Rose lo rescata de morir atropellado. De ahí en más, viene la vida cotidiana, ese lazo y vínculo que se forma entre ambos, en especial al comienzo, cuando Beckett es aún un pequeño gatito, una ternurita que dan ganas de no soltar jamás. Pero bueno, crece, y bastante, y en eso llega un tercero, el ex novio de Rose, y la cosa se complica porque obviamente se siente desplazado, tiene celos, y todo termina mal. Se acaban, entonces, sus nueve vidas.

Beckett llega al cielo y suplica por clemencia. Un “Guardián” le permite regresar a la Tierra con otras nueve vidas. Pero esto no es una repetición de lo anterior, pues, con esta nueva oportunidad, nuestro gatito experimenta diversas formas de existencia a través de las que debe aprender, a la fuerza, sobre la importancia de las relaciones y sobre el amor desinteresado.

En paralelo se encuentra el tema de las abejas con las que Rose trabaja en diversos experimentos cuyo fin es salvarlas del exterminio, con un jefe preocupado y sistemático pero que oculta un gran secreto. No adelantaré nada de esta trama para que la puedan descubrir, porque es otra de las lindas enseñanzas que destaca en esta simpática película.

Volviendo a Beckett, la experiencia de ser pájaro, perro, pez y caballo, entre otros, no le sienta muy bien, está perdido, y lo único que quiere es poder volver a estar con Rose, tal como era antes.

En el interin, la maldad a su alrededor va en aumento, y cuando nuestro protagonista se da cuenta, no duda un segundo en sacrificarse para proteger a su querida Rose. Por eso, cuando ya el segundo racimo de vidas está por terminar, comprende, tal vez, la mayor lección de todas, esa que reza que “cuando amas con todo tu corazón, solo una vida es lo que necesitas”.

Dirigida por Mark Koetsier y Christopher Jenkins, “10 Lives”, su título original, seduce por la simpatía y simpleza que tiene al momento de entregar su mensaje. Beckett no solo aprende sobre el amor al prójimo y el valor de la vida, sino que también se enfrenta a una profunda transformación que lo lleva a encontrar la mejor versión de sí mismo, un tema valórico primordial traducido a un lenguaje sencillo que, además, permite que grandes y chicos lo disfruten al máximo. Y me incluyo, naturalmente, entre los “chicos” grandes.

Ficha técnica

Título original: 10 Lives
Año: 2024
Duración: 78 minutos
País: Reino Unido
Compañías: GFM Animation, Original Force, 10 Lives Productions, Align, Caramel Film, Netflix Animation
Género: Animación. Comedia | Gatos. Cine familiar
Guion: Ken Cinnamon, Karen Wengrod
Música: Geoff Zanelli
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Mark Koetsier, Christopher Jenkins

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