miércoles, 10 de abril de 2024

Kung Fu Panda 4 - Por Carlos Correa Acuña

Po, el Guerrero Dragón, se encuentra en un momento especial de su vida. De improviso es llamado a tomar el papel de líder espiritual del Valle de la Paz, sin embargo, para poder hacerlo, debe encontrar y entrenar a un nuevo Guerrero Dragón. La malvada “Camaleona” amenaza con robar el poderoso Bastón de la Sabiduría, y Po se enfrenta a esta nueva y poderosa enemiga con la ayuda de una inesperada compañera de ruta. ¿Logrará, Po, encontrar al próximo Guerrero Dragón y proteger el Valle?

El Maestro Shifu toma por sorpresa a nuestro carismático protagonista. Sin duda no se esperaba esto de tener que buscar a un sucesor. ¿Qué hace ahora, qué lugar va a ocupar en el mundo? Suena a retiro, y es lo que menos quiere nuestro querido Po. Y ahí están esas voces interiores que no lo dejan tranquilo en este complejo dilema, y es algo que podemos perfectamente asimilar a nuestra propia vida si pasamos por situaciones similares.

La aparición de Zhen, una astuta zorra ladrona, complica todavía más el panorama. Ella es sagaz y muy hábil, por lo que no tarda en ganarse la confianza de este bueno, confiado y animado guerrero, quien, a pesar de todo, no parece perder un segundo de vitalidad y ánimo. Cuando emprenden juntos la búsqueda de la “Camaleona”, las aventuras se suceden, unas tras otras, en un camino que les impone desafíos y dificultades a cada paso que dan, y que deben ser capaces de sortear con éxito si quieren llegar a su punto de destino: la ciudad Junípero.

“Kung Fu Panda 4” toca varios temas importantes y también se sustenta en valores. Por ejemplo, en el cómo depositamos confianza en las personas, si acertamos o nos equivocamos en ello, el miedo al cambio y los desafíos que esto representa, la protección parental, porque los padres de Po salen a buscarlo, no sabemos si para ayudarlo, salvarlo, o solo acompañarlo, entre muchos otros tópicos. Asimismo, la maldad se ejemplifica con la ambición y la búsqueda de poder que representa la “Camaleona”, y todo ese séquito de malulos que le siguen, temerosos, con marcado interés.

La animación de DreamWorks es, como siempre, genial. Los colores, las secuencias de acción, las tomas y la configuración de escenarios preciosos, abarcan un conjunto de detalles y de elementos que cada vez parecen más reales, lo que sin duda es un lujo en cuanto a destreza técnica para combinar todas las piezas involucradas. ¿Dónde podría flaquear, entonces, esta película? Creo que en el natural desgaste de la idea original y lo difícil que resulta reinventarse y aportar novedad en cada nueva entrega, lo que podría cansar o fatigar un poco, especialmente a quienes no son niños, porque los pequeños sí que disfrutan el colorido y animado espectáculo que se les presenta.

Esta cuarta versión de nuestro Guerrero Dragón entretiene, qué duda cabe, y entrega un mensaje final que resulta ser potente. Ante las dificultades, y aquello que parece ser el oro más brillante, siempre es necesario ver un poco más allá. El fin no justifica los medios, y, por sobre todo, siempre debemos hacer lo correcto, aunque nos signifique alguna pérdida o la negación de alguna amistad o sueño por cumplir. Solo así, y siempre flexibles frente a los cambios, podremos seguir navegando por la vida con la seguridad que entregan principios sólidos y valores bien aprendidos.

Ficha técnica

Título original: Kung Fu Panda 4
Año: 2024
Duración: 94 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: DreamWorks Animation, DreamWorks SKG, Universal Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Animación. Comedia. Acción | Artes marciales. Secuela
Guion: Jonathan Aibel, Glenn Berger
Música: Steve Mazzaro, Hans Zimmer. Canción: Tenacious D
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Mike Mitchell, Stephanie Stine

1 comentario:

  1. La voy a ver después de leerte. Po es un gran personaje de la vida y hay que darle una cuarta oportunidad. Mil gracias, Carlos

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