Una de las cosas que llama la atención de este filme, es su bella estética, desde la presentación de esta, lo que podemos apreciar a lo largo del desarrollo de su trama, donde con bellas tomas, algunas muy originales, a través de las que vemos los bonitos paisajes naturales que esta directora hace lucir en su esplendor.
Aunque no todo es bonito, Arthur llega de regreso a su pueblo natal, rodeado de mucha naturaleza, pero también vemos la vivienda donde llega, sucia y muy deteriorada. En ese lugar lo espera su madre, Flora (Isabela Rosellini), postrada en una silla de ruedas y algo perdida en la realidad; junto a ella vive Italia (Carol Duarte), una joven aspirante a cantante, que para pagar sus clases atiende en labores domésticas a Flora, para que ella le enseñe a cantar.
Arthur se reencuentra con sus amigos y vuelve a las andadas, en búsqueda de “Tesoros”, una actividad que realiza en forma clandestina, porque a pesar de tener opciones, continúa dedicado a eso, la tierra lo llama, siente una poderosa conexión. A medida que vamos viendo el desarrollo de la trama, logramos entender sus motivaciones.
Es un agrado ver a Isabella Rosellini, es muy sólida su interpretación; Carol Duarte realiza una gran actuación, logra ser simpática, dulce y perspicaz; en tanto Josh O’Connor, a quien conocimos en “The Crown”, como el príncipe Carlos en su juventud, realiza un papel tan complejo; Arthur es un hombre callado, observador, nostálgico. Los personajes secundarios también son un aporte, están muy bien en sus papeles.
Esta película no tiene una trama tradicional, es distinta, pero eso hace que tenga un encanto porque queremos saber dónde nos llevará este viaje que nos ofrece Alice Rohrwacher. Creo que está bien hecha, finalmente logramos entender las motivaciones de Arhur y sus actitudes. Un filme, para ver, contemplar y reflexionar, el final es impresionante, por supuesto no lo contaré. Vayan a verla!
Director: Alice Rohrwacher
Duración: 133 Minutos
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