lunes, 22 de enero de 2024

El Niño y la Garza - Por Carlos Correa Acuña

Basada en la novela de 1937, “Kimitachi wa Dō Ikiru ka”, escrita por Yoshino Genzaburō, esta película sigue a un niño de 12 años llamado Mahito, quien pierde trágicamente a su mamá. Luego de un tiempo, junto a su padre abandonan Tokio y se trasladan a otra ciudad y visitar a Natsuko, su tía. Para Mahito, esto es incómodo, toma distancia de ella, una situación que se acrecienta cuando la joven mujer queda embarazada de su padre. Ensimismado y solitario, Mahito comienza a relacionarse más y más con un ave especial, una garza parlante que le desafía a incursionar en un torreón abandonado. Es en ese lugar donde Mahito comienza una aventura maravillosa en la que busca a su madre mientras, poco a poco, va descubriéndose a sí mismo.

Esta película de Hayao Miyazaki, es una joya desde el punto de vista artístico por su maravillosa y cuidada animación, y también desde el punto de vista literario, dada su exposición conceptual y narración fluida. No es fácil enfrentar una historia de pérdida y de trauma que refleje la desprotección, la incertidumbre y la tristeza de la que da cuenta el pequeño protagonista. Esa torre clausurada, misteriosa y atractiva, es sin duda una invitación para un alma inquieta que necesita obtener respuestas. Mahito ve allí una oportunidad, una ventana a un mundo desconocido, con cierto temor pero también con mucha esperanza. Y todo no nace de él, el impulso se lo da la garza, que al comienzo pelea, lo provoca, lo enfrenta, despierta su curiosidad y produce que la indecisión propia de la circunstancia de vida por la que transita se transforme en un fuego necesario y vital.

Hábilmente, este gran realizador nos muestra un camino, un tránsito repleto de metáforas, una síntesis de un viaje que perfectamente puede resumir una vida entera con un recorrido cuyos caminos son esenciales para entender el origen de la vida y la permanente búsqueda de la paz. ¿Cuánto de sí mismo encuentra Mahito en esta formidable excursión? Mucho, tal vez, porque bastante de lo que vemos puede interpretarse como un reflejo, un sueño, un espejo de su propia espiritualidad que poco a poco se va develando y dando a conocer.

Hay muchísimos elementos interpretables en el curso de este relato. Por ejemplo, los conceptos de arriba y abajo, las almas por nacer que necesitan madurar, la abundante belleza, la protección de la familia, la historia de los antepasados, etc. Mucho de esto funciona, además, en clave de homenaje, junto con esa división de dimensiones, esos paralelos, tratados conjuntamente y por separado.

“El niño y la garza” habla de un descubrimiento permanente, de enfrentarse a uno mismo y a nuestros propios temores sin achacarle nada de esto a los demás. Las reglas y el deber ser, dan paso a la inspiración y al brillo de una luz esperanzada, porque las decisiones y opciones que corresponden a cada uno de nosotros, y mucho más, nuestros vínculos más trascendentes, no se consiguen sin primero descubrir nuestro propio camino interior. Si bien la esencia -o motivación inicial-, es la búsqueda de su madre, lo que emerge es la multidimensionalidad del ser, con los pasos y traspasos que moldean la personalidad y construyen el yo, íntimo, social y lleno de vida.

Dentro de los puntos importantes que el relato releva, se encuentra presente el legado necesario y la permanente dicotomía entre el bien y el mal. Así, emergen como puntales fundamentales, tres ideas, tres conceptos que son desarrollados en múltiples direcciones y ejemplificados con una delicada pluma artística. Se trata de la generosidad, la paz y la belleza, elementos particulares que tienen valor en sí mismo, pero que al estar juntos, potencian la forma de ser y de vivir, de desarrollarse, y con ello, finalmente, trascender.

“El niño y la garza” es una poesía audiovisual, una fábula fantástica sobre la vida, una síntesis magistral que Hayao Miyazaki nos regala sobre ese mundo interior, amplio y inescrutable que llevamos dentro.

Ficha técnica

Título original: Kimitachi wa dô ikiru ka
Año: 2023
Duración: 124 minutos
País: Japón
Compañías: Studio Ghibli. Productor: Toshio Suzuki. Distribuidora: Toho
Género: Animación. Drama. Fantástico | Años 40. Drama psicológico
Guion: Hayao Miyazaki
Reparto: Animación
Música: Joe Hisaishi. Canción principal: Kenshi Yonezu
Fotografía: Animación, Atsushi Okui
Dirección: Hayao Miyazaki

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