viernes, 12 de enero de 2024

Los que se quedan - Por Carlos Correa Acuña

“The Holdovers” es de esas películas que tienen mucho contenido y que a veces cuesta abordarlas con una sola mirada general. Abundante en detalles, y como si de un viaje íntimo se tratara, esta realización del director Alexander Payne, basada en el guion de David Hemingson, es, en apariencia, sencilla, sin embargo esconde hábilmente un sinnúmero de temáticas que desarrolla en múltiples capas, para dar forma a un relato que conmueve gracias a lo sutil de su tratamiento.

Paul Hunham -Paul Giamatti, estricto profesor del internado “Barton Academy”, New England, Estados Unidos, recibe un encargo especial. Como una especie de “castigo” por no aprobar al hijo de un conocido benefactor político, y con ello perder la donación que la escuela recibiría, el director le pide quedarse con un grupo de estudiantes que no tienen dónde pasar las fiestas de fin de año. Corre 1970, y el ambiente está cargado por las pérdidas sufridas por muchas familias en la Guerra de Vietnam, pero también por un ritmo social un poquito en cámara lenta, una modorra o resaca que anticipa algunos hechos políticos importantes que están por suceder.

Pero la política o la actualidad de ese entonces no es el tema de esta película, sino la relación que el profesor establece con uno de los estudiantes que permanece en el internado, Angus Tully -Dominic Sessa-, inteligente e emocionalmente inestable alumno que vive un drama familiar. Su madre ha decidido pasar las celebraciones con su nueva pareja, asunto que lo posterga y lo deja al cuidado del colegio. El tercer personaje que completa la ecuación es la jefa de cocina de la escuela, Mary Lamb, -Da'Vine Joy Randolph-, madre desconsolada tras la muerte de su hijo en la guerra ya citada.

Desde el comienzo, la cinta propone mover nuestras emociones. La música inicial evoca situaciones. Mezcla de clásica y balada, el ambiente claramente sensibiliza la audiencia. La caracterización que Giamatti hace de este rudo profesor, que no tranza y que desconoce el significado de la palabra equilibrio, no es más que un anticipo de lo que sucederá a continuación. Al quedarse solo, y con cinco estudiantes a su cargo, no tardan en aparecer los conflictos y peleas que, a la vieja usanza, intenta solucionar con métodos antiguos similares al “divide para gobernar”

No queda duda que la rutina que se practica en el internado es para forjar el carácter de los educandos. Pero este tiempo de vacaciones, tanto o más exigente que lo normal, se pasa un poco de la raya. Y emerge otro problema, porque uno de los padres -uno tremendamente adinerado-, llega en helicóptero para llevar a su hijo de vacaciones sumando a casi todos sus compañeros menos a Tully, porque su madre no es ubicarle para solicitarle el permiso respectivo. Angus Tully se queda solo, dejado de lado, no considerado; en síntesis: no querido.

El paralelo de la situación descrita es la relación de los dos adultos, Paul y Mary, quienes, a pesar de compartir durante el año, aun no se conocen lo suficiente. Este espacio a solas les abre otra perspectiva, ambos comparten más de lo que piensan, especialmente respecto a la soledad y a la frustración.

Un inesperado accidente marca el punto de inflexión. De allí en más, el relato se centra en los intersticios de las relaciones humanas entre sus personajes y retrata, de manera íntima pero elocuente, muchos de sus sentimientos y emociones. Vemos cómo se acercan y se alejan, observamos la desolación que les marca de una u otra forma, somos testigos de la fragilidad del aislamiento y lo que provoca el abandono, y por supuesto de la contraparte, esa energía que produce el acompañamiento y la empatía. Ante temores y traumas compartidos, los vínculos se estrechan. Las profundidades insondables, y las pudorosas intimidades salen a la luz de manera natural.

“Los que se quedan” es un viaje de introspección. Una historia humana, sensible y cálida, tratada como comedia en su punto justo, con algo de humor, pero con respeto, sin caer en exageraciones ni tampoco en concesiones. Una película sobria pero incisiva, que puja por cuestionar los lazos relacionales de sus protagonistas y con ello tocar la fibra de nuestros corazones.

Ficha técnica

Título original: The Holdovers
Año: 2023
Duración: 133 minutos
País Estados Unidos
Guion: David Hemingson
Música: Mark Orton
Fotografía: Eigil Bryld
Reparto: Paul Giamatti, Da'Vine Joy Randolph, Dominic Sessa
Dirección: Alexander Payne

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