miércoles, 28 de septiembre de 2022

No te preocupes cariño - Por Carlos Correa

Década de 1950, Victoria, California. Alice -Florence Pugh-, y Jack -Harry Styles-, conforman una joven pareja que habita una comunidad idílica en un barrio experimental, creado y gestionado por una misteriosa empresa fundada y dirigida por el carismático Frank -Chris Pine-. Este “proyecto” naturalmente tiene tintes especiales; los hombres van a trabajar durante el día en algo ultra secreto mientras sus esposas se quedan en casa encargadas de los quehaceres del hogar. Al caer la tarde, a su regreso, todo está limpio y ordenado, la cena está lista, y las mujeres les reciben con especial cariño, haciendo efectiva la promesa de una vida placentera y soñada. 

Todo parece tan perfecto que aparentemente no se observan grietas. Sin embargo, y producto de lo cotidiano, Alice comienza a tener ciertas dudas. Su círculo cercano no entrega pistas, pero hay algunos quiebres, algunas luces que dejan entrever que tal vez no todo es lo que parece. Un hecho inusual, un avión que cae detrás de una montaña, provoca que los cuestionamientos se acrecienten cuando Alice comience a investigar lo sucedido y se acerque a una zona límite, en una incursión que resultará ser el comienzo de una serie de sorpresas y giros que el relato traerá aparejados.

El guion escrito por Katie Silberman, Carey Van Dyke y Shane Van Dyke resulta interesante por las ideas que expone, mas no por su desarrollo y ejecución. En este caso, vemos que la historia es bastante más interesante que su puesta en escena, y probablemente por varias razones. Por ejemplo, demora en exponer el nudo principal del conflicto, es decir, este existe desde un comienzo -las sospechas de que algo está mal, este curioso mundo de vida tan perfecta, etc-, pero el real conflicto tarda mucho en aparecer, y cuando emerge ya es tarde, todo se desencadena muy rápido y sin mayor consistencia.

Bajo una óptica podríamos mencionar que es una cinta que denota abuso y opresión sobre la mujer. Hay una utilización, un rol fijado, un estereotipo. Si sumamos el ambiente de los 50, lo anterior podría ser respondido desde una fuerza feminista, de reacción, de empoderamiento, sin embargo la cinta es ambigua en su definición producto de los hechos que lentamente va develando.

De lo más destacable de este filme son sus actuaciones. Florence Pugh configura un personaje que encarna muy bien su rol y que, al mismo tiempo, es capaz de dejar entrar la luz de la desconfianza. Ese juego bivalente, o al menos plagado de incertidumbres, lo personifica correctamente, tal vez incluso postergando a un segundo plano al buen Harry Styles en su papel de esposo tremendamente cariñoso pero insanamente adicto al trabajo. Por su parte, el ininteligible Frank, resulta ser predecible, aunque su figura debiera haber cumplido con otra condición dado que corresponde la parte misteriosa del relato.

“Don't Worry Darling” -bien traducida al español-, resulta lenta a pesar de tener buenos ambientes y buena fotografía. Sumado a lo anterior, estas recreaciones de un mundo ideal, a lo “Truman Show”, no alcanzan para darle vuelo a una película fallida que deja sabor a poco aunque finalmente se deje ver.

Ficha técnica

Título original: Don't Worry Darling
Año: 2022
Duración: 122 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Vertigo Entertainment, New Line Cinema. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Thriller. Intriga | Thriller psicológico. Años 50
Guion: Katie Silberman, Carey Van Dyke, Shane Van Dyke
Música: John Powell
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Florence Pugh, Harry Styles, Olivia Wilde, Gemma Chan, Chris Pine, KiKi Layne, Nick Kroll, Douglas Smith, Kate Berlant, Asif Ali, Dita Von Teese, Timothy Simons, Sydney Chandler
Dirección: Olivia Wilde

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