Samira -Lupita Nyong’o-, una paciente que sufre un cáncer terminal, vive en un hospicio en las afueras de la ciudad de Nueva York junto a su gato Frodo. Un día, Reuben -Alex Wolff-, su enfermero y cuidador, la convence para que se una a una salida grupal. ¿Objetivo? Presenciar un espectáculo de marionetas en el centro de Manhattan. Durante el viaje, el grupo se da cuenta que objetos parecidos a unos meteoritos se estrellan contra la ciudad. Poco después, criaturas extraterrestres hostiles comienzan a atacar a la gente. En el caos que sigue, Sam queda inconsciente. Al despertar debe correr y luchar por su vida.
Precuela de las películas del 2018 y del 2020, esta cinta, dirigida por Michael Sarnoski, ofrece varios puntos para analizar. El primero, cómo no, es el ya manido escenario post apocalíptico, lo que no es novedad pues, además de estar presente en la saga, lo hemos visto infinidad de veces. ¿Algo distinto? Tal vez, porque acá vemos cómo comienza todo, el caos generalizado, y la principal característica de los invasores: un oído ultra sensible y preciso. El segundo aspecto deriva de esto último, ya que la sobrevivencia depende de estar y permanecer silencio, algo difícil de entender y casi imposible de aplicar. Y tercero, al menos desde una mirada más amplia, se refiere a la forma de construir una película con mínimos diálogos y que aún así resulte tensa y provoque expectación. Me enfocaré, en adelante, en el último punto, a mi modo de ver, lo más destacado de la cinta.
Un comienzo contextual que da paso a un ataque brutal, nos pone de inmediato en alerta sobre el devenir de la trama. Se desencadena un verdadero infierno y, a poco andar, tenemos un dantesco escenario configurado. Pero, de ahí en más, poco y nada cambia con el transcurso de las horas. ¿Qué sostiene el relato, entonces? Lupita Nyong’o. El peso completo, total, exclusivo, lo lleva ella, con una permanencia en pantalla cercana al cien por ciento. Y en esto recuerda otras tantas producciones que podrían compartir troncos, pero tienen diferentes ramas que ofrecen diferentes caminos. Bien la protagonista, imbuida de su papel, a nivel consciente e inconsciente, con un manejo notable del lenguaje no verbal, y siguiendo al pie de la letra un guion prácticamente sacado de un manual de estilo.
Pero la historia necesita de giros y detalles, y para eso están Froddo y Eric, los coprotagonistas, cada uno en lo suyo, en sus propios mundos, siempre funcionando como enlaces o puentes que colaboran en la fluidez de la trama, pero sin perder individualidad. Una extraña química se percibe entre Sam y Eric, como dos imanes que intentan conectar pero los separa una fuerza que va más allá de la voluntad, interesante construcción para una atípica dupla que va generando un vínculo lento y sólido con el correr de los minutos. ¡Y Froddo, qué decir! Encantador, mágico, un tercero que enternece los momentos más álgidos con dulzura, y por qué no decirlo, con la necesaria cuota de esperanza.
Dejo para el final otro aspecto destacado. La película funciona muchísimo mejor cuando no hay diálogos. De hecho, la sección intermedia, aquella que contiene intercambios verbales, tiende a decaer. Lo mismo sucede cuando es solo Eric quien completa la pantalla. ¿Dependencia protagónica? Puede ser, pero se nota un cierto desequilibrio en ese sentido, que no enturbia, pero se siente. Es por eso que cuando estamos “en silencio”, la película se hace nervio, vemos a través de los ojos de sus protagonistas, y caminamos con ellos. Esperamos juntos el peligro en cada esquina, en cada rincón, saltamos con las incursiones inesperadas, y nos asustamos con una amenaza implacable que tiene vocación de exterminio.
“A Quiet Place: Day One”, no desperdicia ninguno de sus cien minutos de duración. No permite respiro, y aunque podamos anticipar su argumento -por conocer detalles de la saga y también por su anunciado desarrollo-, se mueve permanentemente en tono inquieto, expectante y ansioso. Contar con Lupita Nyong’o, y en un escalón un poco más bajo con Joseph Quinn, ayuda muchísimo a una cinta que supera las expectativas generadas, y que usa como excusa una invasión alienígena para sumergirnos en una historia humana respecto a la relación de una persona con su inminente muerte, la nostalgia familiar de un pasado anhelado, los miedos y horrores ante amenazas desconocidas, y la trascendencia del genuino acompañamiento en situaciones que escapan absolutamente a nuestro control.
Ficha técnica
Título original: A Quiet Place: Day One
Año: 2024
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Paramount Pictures, Platinum Dunes, Sunday Night. Distribuidora: Paramount Pictures
Género: Terror. Thriller. Drama. Intriga. Fantástico | Precuela. Futuro postapocalíptico. Monstruos. Supervivencia
Guion: Michael Sarnoski. Historia: John Krasinski, Michael Sarnoski. Personajes: Scott Beck, Bryan Woods
Música: Alexis Grapsas
Fotografía: Patrick Scola
Reparto: Lupita Nyong’o, Joseph Quinn, Alex Wolff, Djimon Hounsou,
Dirección: Michael Sarnoski
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viernes, 5 de julio de 2024
Un lugar en silencio: día uno - Por Carlos Correa Acuña
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