¿Llegó el Apolo 11 a la Luna en 1969? La historia dice que sí, sin embargo durante años hemos tenido versiones que apuntan a un truco publicitario de Estados Unidos para ganar la carrera espacial a la URSS. El manto de duda persiste, hasta el día de hoy, y esta película promete otra vertiente, esta vez jocosa y divertida, del hasta ahora, evento más trascendente en el ámbito de la exploración humana fuera de nuestro entorno natural.
Volvamos a la película del director Greg Berlanti, quien con un guion de Rose Gilroy, basado en la historia de Keenan Flynn y Bill Kirstein, nos sitúa en los preparativos del lanzamiento de la versión 11 del proyecto Apolo. Cole Davis -Channing Tatum-, es director de vuelo, y sobre él recae el peso de conducir al enorme equipo humano que tendrá por objeto abordar con éxito la misión. A la par, a las instalaciones de la NASA, en Florida, llega intempestivamente Kelly Jones -Scarlett Johansson-, experta en comunicación y marketing, contratada para subsanar los crecientes problemas de imagen y financiamiento que por años ha presentado la Agencia Aeroespacial. El choque entre ambos es instantáneo, noche y día, agua y aceite.
Moe Berkus -Woody Harrelson-, juega de pivote. En línea directa con la presidencia, y supervisor máximo en terreno, es quien mueve los hilos de todo el aparataje, tanto político, como financiero y también técnico. De él depende, en última instancia, la responsabilidad del programa, y como buen estratega, no está dispuesto a correr riesgos innecesarios. Entonces, en una carrera a tres vías, la oportunidad de mostrar al mundo tamaño suceso no puede tener margen de error y la transmisión oficial es vital para esos efectos. ¿Será realmente un evento llevado a la pantalla de televisión “en vivo y en directo”, vale decir captado por la cámara abordo del módulo de alunizaje, o bien, la mejor opción, y la más segura, será poner los mayores esfuerzos en un ultrasecreto montaje paralelo, donde todo estaría bajo control, con un porcentaje de falla cercano a cero? Hagan sus apuestas, la mesa está servida.
Siempre me ha gustado el tema de la Misión Apolo y todas sus etapas. Y soy de los que no dudan de la veracidad de la historia, y que, en efecto, Neil Armstrong pisó de verdad la Luna cuando lanzó su famosa frase “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”. Pero bueno, eran otros tiempos y el debate persiste, y no quiero desviarme, aunque esta sea la arista más interesante de una película que trae a Scarlett Johansson de regreso a la comedia en un formato clásico, sin mucho aspaviento, y también sin mayores complicaciones. En esta ocasión la acompaña el versátil Channing Tatum, quien, a esta altura, ya no tiene que demostrar nada, porque los roles de este tipo le quedan bien y fluyen naturalmente.
El director Greg Berlanti, en lo único que tal vez pueda ofrecer algún pequeño reparo, intenta mezclar varios géneros al interior de una película eminentemente liviana y cuyo principal objeto es la entretención. No obstante aquello, y a mi modo de ver, sale airoso del desafío, porque logra revestir una clásica comedia romántica, con algunas capas sensibles, tanto técnicas como políticas, de una época marcada por la lucha encarnizada entre los Estados Unidos y la Unión Soviética por el control del orden mundial y también espacial.
Química hay entre los dos actores protagónicos, por cierto, y se transforma en un atractivo de entrada. Tatum se ve comodísimo frente a una carismática Johansson que hace gala de sus destrezas para configurar un personaje en apariencias trivial, pero que esconde una historia pasada que quisiera enterrar. La comunicación es muy buena entre ambos, y va “in crescendo”, pero no lograría el resultado final sin el trabajo de Harrelson y sin la cuota de exageración de Jim Rash -como el excéntrico director de TV Lance Vespertine-, quien, caricaturas más, caricaturas menos, aporta frescura a una trama que sabemos hacia dónde va, pero no sabemos cómo lo logrará.
“Fly Me to the Moon”, su título original -además es un gusto escuchar la canción de Bart Howard, popularizada en 1964 por Frank Sinatra, e interpretada acá por RAYA-, funciona muy bien a pesar de sus más de dos horas duración. Se siente fresca y liviana, una “versión” diferente del Apolo 11 como telón de fondo para una historia que hemos visto bastantes veces pero que entretiene como si fuera la primera vez, todo gracias al carisma y prestancia de dos figuras consagradas que continúan en ascenso, tal vez hacia lugares desconocidos, como si se tratara también de una carrera por conquistar el espacio.
Ficha técnica
Título original: Fly Me to the Moon
Año: 2024
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Berlanti Productions, Apple Studios, Apple Original Films, These Pictures, Scott Free Productions. Distribuidora: Sony Pictures, Apple TV+
Género: Comedia. Drama. Romance | Comedia romántica. Años 60
Guion: Rose Gilroy. Historia: Keenan Flynn, Bill Kirstein
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Scarlett Johansson, Channing Tatum, Jim Rash, Anna Garcia, Donald Elise Watkins, Noah Robbins, Colin Woodell, Christian Zuber, Nick Dillenburg, Ray Romano, Woody Harrelson
Dirección: Greg Berlanti
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lunes, 22 de julio de 2024
La Otra Cara de la Luna - Por Carlos Correa Acuña
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