martes, 10 de mayo de 2022

130 Hermanos - Por Jackie O.

“Para ayudar no se necesita dinero, sino que voluntad”.


Sinopsis: Melba y Víctor, un matrimonio de la tercera edad Costarricense, han formado una familia excepcional que nunca ha parado de crecer, teniendo 6 hijos biológicos y acogiendo a más de 130 niños y niñas en situación de vulnerabilidad, desde hace 40 años. Hoy, algunas de ellos buscan distintos caminos hacia la adultez mientras un nuevo niño llega a su hogar, integrándose de a poco con las aventuras y dificultades de esta gran familia que sigue multiplicándose, aunque sus padres estén cada días mayores.

Después de la pérdida de un hijo el dolor es indescriptible para este matrimonio, pero vieron mitigar esa tristeza al adoptar a una niña abandonada, ya que su fe atribuía a que podían entregar amor y recibirlo de alguien que no fuera de su misma sangre también. Ellos tenían amor que dar, y así, cada cierto tiempo, comenzaron a ver que a su hogar llegaban niños y niñas de diferentes edades, porque el hospital o alguna institución les pedía ayuda. Pero también tuvieron casos donde encontraron que padres, escondidos en la oscuridad de la noche, dejaban, tal como si fuera una película, en una caja, a un pequeño, para así olvidarse de él.
Amor, solo amor necesita el ser humano y este matrimonio tiene al parecer bastante.

Melba y Víctor ya son mayores, sus hijos biológicos ayudan, pero, ¿cómo vivir con tantas bocas que alimentar? Dios provee dicen. Y así pareciera que es, pues la ayuda aparece de diferentes formas: comida, actividades, hasta una casa, nunca falta nada.

Vivir con tantos niños y niñas, de diferentes edades, diferente carácter, diferentes historias. Vaya que difícil, pero ellos buscan la forma de mantener el control aunque cueste.
¿Por qué el resto no hacemos lo mismo? ¿Por qué no llevamos a nuestro a hogar a uno, solo un niño o niña para así mitigar la soledad de ese pequeño, de cualquier edad? Dar amor, educar, crear un lazo, salvar una vida…
No, no lo hacemos porque no queremos, porque no nos queremos comprometer, no queremos tener responsabilidades o, no es mío biológico así que no. Son muchas las respuestas negativas que se encontrarán para no hacer este acto, son muchos peros, no soluciones.

Hoy en día las personas con un hijo dicen que basta, y se desesperan o simplemente no tener. Somos seres individualistas. Melba y Víctor, no pensaron en “peros”, solo soluciones cristianas, acoger.

El documental nos sumerge al interior de esta casa, a veces caótica porque hay muchos jovencitos de todas las edades gritando, discutiendo, conversando, apoyándose, haciendo nada, etc. Una mezcla que se encuentra en cualquier hogar. El desorden es descomunal, difícil mantener el control; pero lo lindo es que a pesar del caos que a veces se genera, está la unión, el apoyo entre ellos mismos. Vemos y escuchamos a la paciente Melba hablar con ellos y explicarles las razones del castigo o las situaciones de la vida. Tienen mucho trabajo diario. Y eso lo vamos viendo.

Técnicamente pudo haberse desarrollado mejor, conocer más de la historia, tal vez la edición jugó algo mal. Lo otro fue el idioma, la misma pronunciación y expresión oral de ellos impedía a veces entender lo que hablan. Pero no impide entender el fondo de todo.

Un documental que nos conmueve por su simpleza y su bondad.

Ficha técnica

Disponible actualmente en cines.
Dirigido por: Ainara Aparici
Producido por: Daniela Camino y Ainara Aparici
Casa Productora: Mimbre Producciones
Duración: 70 minutos
Países: Costa Rica y Chile
Guión: Ainara Aparici y Susana Quiroz
Dirección de fotografía: Eduardo Guaita
Género: Documental
Año: 2021

No hay comentarios.:

Publicar un comentario