martes, 13 de febrero de 2024

El Color Púrpura - Por Carlos Correa Acuña

Habitualmente, un nuevo musical me genera expectación y un buen puñado de dudas. ¿Será solo música, y si es así, qué sucederá con la historia, el drama, los personajes, su evolución y desarrollo? Y si, por el contrario, la música es escasa, ¿se tratará de un tema de marketing o solo un recurso para hacerlo más atractivo? Lo concreto es que me pasan cosas con el género, y siempre resulta ser toda una sorpresa, a veces más, y a veces menos grata. ¿Qué pasa en este caso, con la reversión de la icónica película de 1985?

Lo primero que tengo que decir es que el nivel de producción es fantástico. La apertura es digna de elogios, tanto por sus coreografías, como por su gracia y frescura. Un inicio prometedor y atractivo, a la altura del currículum de sus principales productores, Steven Spielberg y Quincy Jones, quienes, junto con Scott Sanders y Oprah Winfrey, productores del exitoso musical de Broadway, ofrecen una relectura de la novela clásica de Alice Walker en la que no dejan nada al azar.

Mi segunda apreciación es respecto de la historia y la forma de encarar su narrativa. Como conocemos la trama principal, es decir, la lucha de toda la vida de una mujer afroamericana que vive en el sur de Estados Unidos a principios del siglo XX, no es fácil renovarla, ni menos procurar una vuelta de tuerca significativa. Entonces, el éxito debiese estar dado por los detalles, por la forma de presentar cada elemento, por la capacidad de flotación de sus diferentes personajes, e indudablemente por el carisma de los actores que les interpreten.

Quien destaca de inmediato es Fantasia Barrino con el papel principal de Celie, en su debut cinematográfico luego de cosechar abundantes éxitos con el mismo papel en el musical escénico. A renglón seguido, Danielle Brooks, quien da vida a Sofia gracias a un desplante actoral a gran nivel, aparece como el complemento perfecto, y en la vereda totalmente contraria, dos mujeres tan distintas como el agua y el aceite, o como el día y la noche.

Bien sabemos que los matrimonios pactados son un calvario. Incluso es difícil llamarlos matrimonio, porque es lo más cercano a la esclavitud y a la servidumbre, situación que en el caso especial de Celie es literalmente pasar de la sartén que representaba su padre, a una vida en brasas a manos del abusivo y violento “mister”.

La cinta va tejiendo la historia en medio de cantos, bailes y muchos momentos con secuencias que dejan a un lado el sentido musical y se concentran directamente en la dramática situación de vida. Es algo intolerable, no solo para los tiempos actuales. El contexto de comienzos del Siglo XX y sus cánones opresores, es mostrado sin filtro ni contemplación por la firme pluma del director Sam Blitz Bazawule.

El punto clave se da con la llegada de Sofia a la familia. No solo desafía a Harpo -Corey Hawkins-, sino que, además, pone el dedo en la llaga a todo orden establecido. Se vislumbra un cambio de papeles, pero también da lugar a los celos y la envidia, por no ser como ella o no ser como él, por no obedecer, porque le hacen caso en todo.

La entrada en escena de Shug Avery -Taraji P. Henson-, esa cantante desinhibida y provista de una desfachatez proporcional a su físico, termina de poner el parelé a un cúmulo de brutalidades y humillaciones que ya no da para más.

Brillantes escenas, como aquella sobre el toca discos, adornan una historia trágica que, por donde se la mire, cuesta encontrarle alguna luz de esperanza. La rabia que produce es mayúscula, incluso al borde de justificar cualquier reacción que ponga fin al yugo y provoque la liberación de una opresión que no tiene razón de ser alguna. Pero acá parece que encontramos la clave de la novela y el relieve que entrega la nueva versión: el rescate del amor propio y la autoestima, junto con un camino de redención podría conducir al perdón y a la reconciliación. Difícil, muy difícil, pero no imposible, un ideal maravilloso que, en caso de poder concretarse, resultaría enormemente edificante.

“The Color Purple” va de más a menos en sus dos horas veinte minutos de duración. De más música a menos música, y también de mayor a menor tensión. Tal vez, el último quinto de la película es lo que resulta más flojito, dejando la sensación de varios finales posibles y una extensión que probablemente podría haber sido menor. Pero estos son detalles. Lo que vale es una historia que merece ser revisitada, y que gracias a su gran nivel cinematográfico, no solo resulta atractiva sino que aporta muchos elementos para analizar y reflexionar sobre la cultura moderna y las nuevas formas de esclavitud que vemos en nuestros días.

Ficha técnica

Título original: The Color Purple
Año: 2023
Duración: 140 minutos
País: Estados Unidos 
Compañías: Amblin Entertainment, Harpo Films, Scott Sanders Productions, Warner Bros.
Género: Musical. Drama | Racismo. Años 1900 (circa). Años 1910-1919. Años 20
Guion: Marcus Gardley, Marsha Norman. Novela: Alice Walker
Música: Stephen Bray, Siedah Garrett, Brenda Russell, Allee Willis
Fotografía: Dan Laustsen
Reparto: Taraji P. Henson, Danielle Brooks, Colman Domingo, Corey Hawkins, Gabriella Wilson "HER", Halle Bailey, Louis Gossett Jr., Phylicia Pearl Mpasi, Ciara, Jon Batiste, Aunjanue Ellis-Taylor, Fantasia Barrino
Dirección: Sam Blitz Bazawule

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