Esta es la tercera adaptación cinematográfica del libro de Maugham, después de una película de 1934, protagonizada por Greta Garbo y Herbert Marshall, y una versión de 1957 llamada El séptimo pecado con Bill Travers y Eleanor Parker.
Estamos ante una historia de decepción, pasión, perdón y amor.
El doctor Walter Fane se enamora de la joven e inquieta Kitty, quien viene de una acomodada familia, pero que ansía casarla luego. Estamos a comienzos de los años 20, donde las mujeres deben estar casadas muy jóvenes, y Kitty quiere vivir la vida sin ataduras, pero la mala relación en casa hace que acepte la propuesta de matrimonio del joven doctor, sin embargo, su inmadurez y deseos de experimentar hace que le sea infiel a su esposo. Este, al enterarse, la lleva a una aventura a Asia, lejos de su gente y de todas las comodidades conocidas, y la aventura pondrá a prueba este matrimonio.
Walter es un epidemiólogo que se ofrece de voluntario a ayudar en pueblos donde la pobreza es extrema, el cólera azota vorazmente, el agua escasea, y enseñar hábitos de higiene es un caos, sin dejar de lado las costumbres sagradas. Eso implica que los choques culturales se vean enfrentados.
Kitty está desesperada.
Un matrimonio que se pone a prueba, pues ya la confianza se perdió, el amor no se siente, y la pasión se ve perdida. Walter está sumido en el trabajo y su ego roto, su amor inicial a esta bella mujer no se ve. Kitty busca cómo pasar la soledad en este lugar lejos. Su vecino, el Sr. Waddington, se transforma en su distracción con gratas charlas o silencios, pero, por sobretodo, en su apoyo. Pero Kitty necesita más, y de acuerdo al transcurso de la trama, veremos la necesidad de sentirse útil y respetada, para lo cual encuentra aquello que la hace sentir útil y que llena ese espíritu inquieto en un internado, donde su conexión con la Madre Superiora, con sus diálogos, la hacen ser más sensible y realista a la vida, al amor al prójimo y al de su marido.
Una historia intensa en todos los aspectos, la he visto en innumerables de ocasiones y me atrapa como si fuera la primera vez cada vez que la visualizo. Las actuaciones de los principales son notables, los secundarios y secundarísimos realmente buenas;, como aquel soldado/guardaespaldas que vela por su deber, ese médico que se desvela y que apacigua los momentos duros con un trago hecho a pulso, una monja que abriga con un abrazo a un bebé, el amante desvergonzado, o la compañera fiel que no necesita hablar para llenar ese espacio de alivio. Cada personaje entrelaza su historia para entregarnos una trama cautivante, con un guión armonioso, lúdico y, a veces, desgarrador.
Los paisajes son hermosos, sea en una toma delicada de un atardecer como de muerte brutal ante la epidemia. El vestuario bello y acorde que no descuida los detalles propios de la época. La música atrapa, te hace suspirar.
Una historia de dos personas encerradas en un matrimonio sin vida, donde uno ama y el otro es indiferente, donde la autodestrucción los lleva a conocerse y, por qué no, a la redención.
Es un camino a la transformación, que puede sacarte alguna lágrima.
Disponible en Netflix.
Ficha técnica
The Painted Veil
Director: John Curran
Guion: Ron Nyswaner
Basado en: The Painted Veil, 1925 Novela: W. Somerset Maugham
Edición: Alexandre de Franceschi
Musica: Alexandre Desplat
125 minutos
The Painted Veil
Director: John Curran
Guion: Ron Nyswaner
Basado en: The Painted Veil, 1925 Novela: W. Somerset Maugham
Edición: Alexandre de Franceschi
Musica: Alexandre Desplat
125 minutos
2006
Idiomas: inglés, chino, francés
Protagonistas: Naomi Watts, Edward Norton, Liev Schreiber, Toby Jones, Diana Rigg, Lü Yan
Idiomas: inglés, chino, francés
Protagonistas: Naomi Watts, Edward Norton, Liev Schreiber, Toby Jones, Diana Rigg, Lü Yan
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