viernes, 21 de enero de 2022

Belle - Por Carlos Correa

Esta fantasía audiovisual animada del director Mamoru Hosoda resulta asombrosa. Es una película profunda y sencilla a la vez, con múltiples capas, significados e interpretaciones. 

Suzu Naito, una adolescente de diecisiete años, vive con su padre en las afueras de la prefectura de Kōchi, en Japón. Tras perder de niña a su madre, a Suzu le cuesta congeniar con sus compañeros de clase aunque con unos pocos es bastante cercana. En un permanente estado de melancolía y emocionalmente sin un rumbo, descubre un popular mundo virtual llamado “U”. Para ingresar es sencillo, basta descargar la aplicación, crear una cuenta y configurar su avatar, para comenzar a ser parte de un universo que se ofrece como un nuevo inicio, el lugar indicado para desplegar una nueva personalidad.

La aventura parece fascinante y Suzu se hace llamar “Bell”, la traducción al inglés de su propio nombre. Ademas, como este universo se nutre de parámetros biométricos de la persona para completar al nuevo usuario, también se incorporan algunas características y talentos de cada nuevo participante, por lo que “Bell” muy pronto obtiene reconocimiento como cantante, éxito que poco a poco la hace conocida como “Belle”, que significa “hermosa” en francés.

Pero no todo es ideal. La vida real de Suzu enfrenta conflictos y en esta especie de escape virtual tampoco está libre de críticas y problemas. Parece ser el momento indicado para conseguir definiciones, para descubrir su esencia personal, su identidad, su verdadera personalidad. ¿Quién prevalecerá, a fin de cuentas, la Suzu real o la Bell virtual?

La animación de esta cinta es arrebatadora. El original guion está repleto de detalles, giros e inmersiones, en una fábula visual que tiene un claro mensaje nutrido de contenido, valores y enseñanzas. La dolorosa y temprana pérdida de su madre marca la vida de la protagonista. Necesita protección y refugio, algo que le resulta esquivo. Es por ello que este descubrimiento de una virtualidad que le ofrece ser otra persona, nueva y diferente, resulta ser tan atractiva. Es como volver a nacer, es la creación de un otro yo, un súper yo; en definitiva, supone para ella ser quien quiere realmente ser.

Mamoru Hosoda se sumerge en el proceso de desarrollo de la propia identidad, en los roles, las caretas, y en lo que podríamos llamar la personalidad real y la personalidad virtual. Se visualiza fácilmente esta dualidad, esta aparente doble vida, algo que retrata muy bien los tiempos actuales capturados por las redes sociales y las pantallas, con sus indudables beneficios y los peligros subyacentes. Está en juego la relación con los demás y también el aislamiento producto de determinadas condiciones, situación que pone de relieve un tema fundamental que se refiere a la propia aceptación además de la que proporciona el entorno.

“Bell” vive todo un proceso de transformación que hace “click” cuando conoce y se acerca a “la bestia”, un avatar que genera inquietud y que es perseguido por los guardianes de “U”. En esta actualización de “La bella y la bestia”, emerge la necesidad de conexión, tal vez por el reconocimiento de un estado similar, o quizás por una sintonía fina que los hace vibrar en una misma frecuencia. Fruto del contacto, surge la honestidad y la sinceridad, caen las barreras y aparece la empatía y la solidaridad, en un proceso de crecimiento interno que pronto se expande hacia otros porque simplemente es algo tan profundo que no se puede contener.

En “Belle”, Hosoda pone el foco en lo esencial, en lo primario y sustantivo que significa conocer quién es realmente cada persona, quién quiere ser y cómo la ven los demás. Es un tema complejo, íntimo y profundo, tratado con la sutileza de un cuento animado pero que no pierde un ápice de profundidad. A través de la película, el cineasta nos habla a nosotros mismos como espectadores, y nos toca según nuestra propia realidad. Porque lo que le sucede a Suzu podría ser similar a lo que vivimos nosotros, es decir este paralelismo entre nuestra vida cotidiana y lo que somos, o pretendemos ser, en nuestras redes sociales digitales.

¿Hay acá un dilema que resolver? ¿Llevamos existencias paralelas? ¿Debemos optar? Es justamente la actualidad del mensaje y la interpelación que surge en esta cinta lo que nos lleva a reflexionar. Y se hace más interesante aun, cuando cuestiona lo que hacemos y pensamos, en el momento en que nos expresa la necesidad vital de asumir nuestra propia realidad y el vital espacio de encuentro con los demás.

Preciosa película, tanto por su lograda estética como por la inteligencia de su contenido. Para disfrutar y pensar. Imperdible.

Ficha técnica

Título original: Ryū to Sobakasu no Hime
Año: 2021
Duración: 122 minutos
País: Japón
Productora: Studio Chizu, Dentsu Inc, Kadokawa, Nippon TV, Toho
Género: Animación. Ciencia ficción | Internet / Informática
Guion: Mamoru Hosoda
Música: Taisei Iwasaki
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Mamoru Hosoda

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