Un reino oprimido es liderado por un rey que solo le gustan las marchas militares, el que se libera gracias al poder de la música.
Una pequeña que le encanta tocar flauta dentro del reino, sus melodías son cautivadoras y delicadas, y un dragón que le encanta escucharla. Pero el rey no soporta esa música y obliga a la niña a tocar marchas militares, cosa que la pequeña de malas ganas hace. Pero cuando el rey se va, ella cambia a esas hermosas melodías. Por otro lado, nuestro amigo el dragón no soporta las marchas, lo hacen sentir muy mal.
Ante la insolencia de esta niña con el rey, de tocar música que a él no le gusta, la expulsa del reino. Así es que en soledad y con miedo en el bosque, se encuentra con nuestro amigo el dragón, y ambos, sin estar ella exenta de miedo, descubren una pasión en común.
Aunque el rey los descubre y apresa, recibe su lección con un final feliz.
Un corto mudo bien hecho, sus dibujos pueden parecer simples pero no, los colores pastel están bien dosificados. Con un guion simple pero efectivo sobre la tiranía y no entender, o escuchar, lo que el resto de la ciudadanía quiere cuando se trata de cosas bellas y delicadas.
Un rey que debió aprender y escuchar.
Ficha técnica
Guionista y directora:
Musica: Thierry Epiney
País: Suiza
Duración: 7 minutos
Año: 2015
Cortometraje - Corto animado
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