Esta es la tercera película de la serie sobre los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren. Y al igual que las películas anteriores, está basada en hechos reales.
Estamos ante una desgarradora historia de asesinato, y un crímen impactante que requiere de los experimentados investigadores de lo paranormal Ed y Lorraine. Se dice que es uno de los casos más sensacionales de sus archivos, ya que era solo un caso de posesión demoniaca más, comenzando con una lucha por el alma de un niño, pero luego los lleva más allá de cualquier cosa que hayan visto antes, marcando como la primera vez, en la historia de Estados Unidos, que un sospechoso de asesinato reclamaría la posesión satánica como defensa.
Sabemos que en un juicio son los antecedentes tangibles los que se deben mostrar como evidencia, así es que esta defensa deberá, junto a los Warren, probar la inocencia, o no realmente la inocencia, sino que el acto brutal cometido contra su voluntad, contra su sano juicio; así es que los Warren deben buscar pruebas en el más allá para dárselas a la abogada defensora, quien las adaptará tangiblemente.
Por primera vez vemos la juventud de este matrimonio, la vez que se flecharon totalmente, donde su mayor fortaleza nace de ahí, donde su mayor poder no es la fe o las creencias religiosas, es el amor y la unión entre ambos.
Con un cambio de Director viajamos en esta aventura, donde los Warren salen a la calle, se mueven de casa en casa y del bosque a la morgue.
Es la más débil de las tres películas pero no deja de ser interesante la temática, ya que siempre nos cautivan los hechos basado en la realidad, y si son demoníacos nos llaman más la atención.
Sí tiene muchas falencias, varios efectos visuales se notan, no hay tensión, no hay terror propiamente tal, solo el susto simple; y la edición no fue del todo prolija. Pero nos mantiene interesados de saber el desenlace, donde no es solo la figura demoníaca presente, sino que ya estamos en temas de brujería.
Las actuaciones son simples y nada destacables, salvo Vera Farmiga y Patrick Wilson, cuyos roles los tienen más que ganados. La ambientación de principios de los ochenta está buena, la música con algunos clásicos de fondo son contagiosas. Los efectos de sonidos no son todos muy buenos, y eso se lamenta, ya que se confunden los sonidos.
Una película que quedará como una más en la historia del cine, dentro del género catalogada de terror sobrenatural. Lo que la diferencia de las dos anteriores fue la falta de esa gran atmósfera que nos cautivó y que fue desconcertante, y es de lo que carece ésta, reduciéndose a los sustos de saltos genéricos. Pero les servirá mucho a los más nerviosos, y que se asuntan rápido.
Independiente de todo, los Warren se ganaron nuestro cariño hace rato. Sigamos esperando más sobre esta saga, pero se pide más proligidad, en especial en estos tiempos en que sí existen los recursos para poder dar a la fanaticada algo potente.
Disponible en cine y HBOmax
Ficha técnica
The Conjuring: The Devil Made Me Do It
Dirección: Michael Chaves
País: EEUU
Año: 2021
Género: Terror sobrenatural
Duración: 112 minutos
Producción: Peter Safran y James Wan
Guion: David Leslie Johnson-McGoldrick y James Wan
Música: Joseph Bishara
Fotografía: Michael Burgess
Montaje: Peter Gvozdas y Christian Wagner
Reparto: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Ruairi O'Connor, Sarah Catherine Hook, Julian Hilliard, John Noble, Eugenie Bondurant, Shannon Kook, Ronnie Gene Blevins, Keith Arthur Bolden, Steve Coulter
Género: Terror sobrenatural
Duración: 112 minutos
Producción: Peter Safran y James Wan
Guion: David Leslie Johnson-McGoldrick y James Wan
Música: Joseph Bishara
Fotografía: Michael Burgess
Montaje: Peter Gvozdas y Christian Wagner
Reparto: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Ruairi O'Connor, Sarah Catherine Hook, Julian Hilliard, John Noble, Eugenie Bondurant, Shannon Kook, Ronnie Gene Blevins, Keith Arthur Bolden, Steve Coulter
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