viernes, 1 de mayo de 2020

La música del terremoto - Por Carlos Correa

Lucy Fly -Alicia Vikander- va camino a su trabajo. En el metro observa un cartel que señala a una joven desaparecida. ¿Hay alguna relación entre ellas? A los pocos minutos lo dilucidamos pues Lucy es interrogada por la desaparición de Lily Bridges -Riley Keough-. La policía sigue una pista que la señala como la última persona que estuvo con ella. Comenzamos a conocer, a través de flashbacks, la historia de Lucy y de Teiji -Naoki Kobayashi-, un atrevido y audaz fotógrafo que luego de interceptarla en la calle y retratarla, se transforma en su novio.

Basada en la novela de Susanna Jones, “Earthquake Bird” -su título original- es un thriller de suspenso sicológico que comienza intrigante y sin mucha información. Lentamente revela detalles de Lucy, de su Suecia natal y de su pasado doloroso, de su hobby musical -toca el Cello en un cuarteto de cuerdas conformado por mujeres-, y mayormente de su personalidad tímida y retraída. Cuando Lily llega a su vida se transforma en su opuesto. Desde ese encuentro casual, una recién llegada que necesita ayuda, “Fly” es prácticamente obligada a ayudar a esta extranjera que desborda personalidad, inquietud y arrojo.

La historia se sitúa en Tokio el año 1989. Los escenarios elegidos por el director Wash Westmoreland son de dimensiones opuestas, como queriendo hacer un paralelo entre las dos amigas. La ciudad gris y las noches oscuras son contrastadas con verdes paisajes y montañas de un entorno cercano que es visitado por los protagonistas. No sorprende el surgimiento de un triángulo donde Teiji figura como punto de unión y des-unión entre ambas. El relato deja entrever muchos detalles que quedan abiertos, sumando dudas, sospechas y misterio.

La traducción del título -más bien la decisión adoptada- no lo refleja la cinta. Incluso, cuesta comprender el original -“Earthquake Bird”- pues la explicación entregada por Teiji, aunque es consistente, no adquiere forma ni protagonismo en el desarrollo del metraje. Es solo un aspecto más. Tampoco la música es mayormente desarrollada a través del hobby de la protagonista. Da la impresión que son todos elementos aislados que se unen para entregar detalles a la historia pero que no llegan a ser trascendentes. Podemos desprender que la novela tal vez los contiene y los profundiza, pero el resultado en pantalla es solo una brisa que ayuda más a la confusión que a una elaboración más certera del relato.

“La música del terremoto” se diluye hacia el final. Lo que es intriga y suspenso pierde fuerza y solo se mantiene la inquietud por conocer qué sucedió con Lily. La transparente actuación de Alicia Vikander, ganadora del Óscar por Mejor actriz de reparto en “La chica danesa”, y su transmisión emocional de una intimidad dañada entregan peso a la cinta, sin embargo no resulta suficiente para que la tensión se mantenga y crezca hacia el desenlace. Algo cae allí y probablemente sea el guion el responsable al adoptar riesgos que luego no es capaz de sostener. Aun así, un hilo de inquietud se mantiene y nos mantiene hasta un final cadencioso y que lamentablemente se alarga demasiado.

Ficha

Título original: Earthquake Bird
Año: 2019
Duración: 107 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Scott Free Productions / Twenty First City. Distribuida por Netflix
Género: Thriller. Romance. Intriga | Secuestros / Desapariciones. Thriller psicológico. Años 80
Guion: Wash Westmoreland (Novela: Susanna Jones)
Música: Atticus Ross, Leopold Ross
Fotografía: Chung Chung-hoon
Reparto: Alicia Vikander, Riley Keough, Naoki Kobayashi, Jack Huston, Crystal Kay, Yoshiko Sakuma, Kiki Sukezane, Ken Yamamura, Kazuhiro Muroyama
Dirección: Wash Westmoreland

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