viernes, 29 de diciembre de 2023

Godzilla Minus One - Por Carlos Correa Acuña

Un inicio real, tenso, y con gran sonido, muestra al piloto kamikaze Kōichi Shikishima -Ryunosuke Kamiki-, aterrizando en la isla de Odo, fingiendo un desperfecto mecánico que es fácilmente descubierto por el mecánico principal Sōsaku Tachibana -Munetaka Aoki-. Pero claro, esto vendría a ser lo de menos, porque en la noche se desata una verdadera tragedia: un feroz ataque del un gigantesco monstruo, que destruye y mata a todos los humanos, salvo a los mencionados Shikishima y Tachibana, quienes se transforman en los únicos sobrevivientes de un cuadro verdaderamente dantesco.

La historia cambia rápidamente de escenario, pues Shikishima regresa a su casa y se entera de la muerte de sus padres en el bombardeo de Tokyo. Devastado, y sin saber qué hacer, acepta ayudar a una mujer desconocida, Noriko Ōishi -Minami Hamabe-, que por su parte ha rescatado a una recién nacida de una muerte segura. Ser sobreviviente puede ser el evento más afortunado, pero también el mayor martirio. Lo vemos en Shikishima, desolado, sin rumbo, perdido, aunque tocado por la luz de esperanza que significa dar sentido a su vida al ser solidario con Noriko y la bebé.

Esta familia improvisada -sin lazos comunes-, comienza a reconstruir su vida. Shikishima consigue un trabajo peligroso (ubicar y destruir minas marinas), porque necesita dinero para poder vivir. Es el sino del Japón post guerra, destruido al igual que nuestro protagonista.

Se preguntarán a esta altura, dónde está o dónde quedó Godzilla. Solo en el inicio, hasta ahora, mientras transcurre bastante metraje de la cinta, sin embargo, obviamente tenemos más presencia de la aterradora criatura cuando arremete contra Ginza, ciudad donde trabaja Noriko, y donde se desata la tragedia que cambia el curso de la historia y también las motivaciones de Shikishima para destruir al especímen que ha arruinado su vida.

Con guion, dirección y efectos especiales de Takashi Yamazaki, “Godzilla Minus One” resulta tremendamente interesante. Trata del monstruo, pero principalmente de la reconstrucción material y humana de un pueblo devastado por la destrucción. Encarnado en su protagonista, observamos las pesadillas provocadas por las acciones bélicas. Hay culpa, mucha culpa, pesadillas, horror. También observamos el honor y espíritu de superación necesarios para dejar atrás un evento de enormes proporciones. Este símil entre la guerra y los ataques de la criatura está muy bien desarrollado. ¿Es real este monstruo infernal, o son los miedos los que se transforman en esta imagen gigante? La profundidad de la reflexión es difícil de abarcar. La analogía es brillante.

Cuando un grupo de excombatientes decide hacer frente al problema elaborando un sofisticado plan para destruir a Godzilla, aparecen otros valores que surgen desde lo más íntimo del sentimiento social. Patriotismo, llamado a defender a otros, bien común, son elementos que juegan un papel trascendente en la transformación de varias cruzadas personales en un trabajo de equipo, un esfuerzo común, un llamado a la acción, y que se desarrolla gracias a un liderazgo de conjunto, otro aspecto singular que la película logra plasmar muy bien.

¿Hay búsqueda de venganza en la acción de Shikishima, o se trata de saldar una deuda personal? ¿El sacrificio cobra sentido entonces, aunque el efecto no deseado sea un mal que no se quiere provocar?

Las batallas que presenta el filme son de gran envergadura, y la final, resulta trascendente. Hay allí un momento perfecto, cuando la ausencia de sonido provoca, quizá, la mejor secuencia de la película, donde todo se detiene, y el heroísmo se ve en las caras y en gestos de asombro e incredulidad, con una cámara lenta que trasciende la pantalla y conmueve. Gran momento, uno de los mejores del año, sincero, prístino, y a la vez, íntimo.

“Gojira -1.0” es estupenda. No es una película de monstruos, es una película de humanos. Podríamos incluso decir que Godzilla es una excusa, o un reflejo, una representación. A ese punto escala Takashi Yamazaki con su trabajo, cuando combina elementos y narrar una historia esencial, austera y desprovista de innecesaria pirotécnica. Solo está lo justo, aquello que es fundamental y que se remite al espacio más profundo del desarrollo y transformación de una persona.

Ficha técnica

Título original: Gojira -1.0
Año: 2023
Duración: 125 minutos
País: Japón
Compañías: Robot Communications Inc., Toho. Distribuidora: Toho
Género: Fantástico. Acción | Monstruos
Guion: Takashi Yamazaki
Música: Naoki Sato
Fotografía: Kôzô Shibasaki
Reparto: Ryunosuke Kamiki, Minami Hamabe, Yûki Yamada, Munetaka Aoki, Hidetaka Yoshioka
Dirección: Takashi Yamazaki

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