jueves, 28 de diciembre de 2023

Priscilla - Por Carlos Correa Acuña

Basada en las memorias “Elvis and Me”, de Priscilla Presley, publicadas en 1985, esta cinta relata el noviazgo y el accidentado matrimonio de Elvis y Priscilla, desde que se conocen en la destinación militar alemana, hasta que llegan a vivir juntos en la soñada casa de Graceland, en Memphis, Tennessee.

Sofia Coppola aborda esta película filmando un guion de su autoría. Suena de entrada la Sinfonía Nuevo Mundo, de Dvorak, y como alusión resulta muy válida, porque Priscila solo tiene 14 años cuando conoce al astro del Rock. ¿Cómo una chica tímida, vulnerable, pequeña, logra captar la atención de una celebridad? No queda demasiado claro, salvo una fascinación inmediata que a ella la deja sin palabras y a él encantado, un encuentro de dos almas difícil de describir y menos de descifrar.

Hay una escena mágica a poco andar. Acompañada por “Love me tender”, es uno de los puntos altos de un trabajo íntimo y reflexivo, sello característico de una directora que se ha consolidado bastante más allá de su emblemático apellido.

No obstante los abundantes recursos puestos al servicio de la escena, hay varios puntos que generan al menos un poco de ruido. Por ejemplo, me cuesta creerle a Jacob Elordi, y no sé bien si es a él o a Elvis. El punto es que ese amor declarado parece de todo menos real, y permítanme dudarlo conscientemente. Además, aparecen muy rápidamente los celos de Priscila, obvio, si Elvis es acompañado, adulado y tentado desde muchas y muy diversas partes. Ni siquiera el tiempo alejados logra impregnar sentimientos de verdadero amor en él. Y pregunto, ¿habrá sido así, tal cual, o es la visión pura y dura de Priscila? O solo es la versión que vemos representada en pantalla?

Quizá si el aspecto más importante del filme consiste en cómo se siente Priscila al lado de un monstruo del espectáculo. No tardamos en observar el uso y abuso que ejerce Elvis sobre ella, la trata como objeto, con exacerbado machismo; un ejercicio de poder absoluto sobre una persona que no puede defenderse ni menos escapar. La relación la cohibe y la coarta, es una lucha sin cuartel -y desigual-, contra la fama y los rumores infinitos de infidelidades y muchísimas otras cosas.

Queda claro que Priscila está presa entre el amor y las circunstancias. La violencia, otro aspecto que no tarda en aparecer, complica más el escenario. De hecho, recién luego de una hora de metraje, ella muestra parte de su personalidad, tal vez como mínima defensa, o un intento de, pero algo, al menos.

El final lo conocemos. El matrimonio anda a tumbos y sus vidas se van separando paulatinamente. Otra escena sobre la hija en común con “Love me tender” de fondo, constituye el principio del rompimiento, una fractura irrecuperable que significa para Priscila un escape y comenzar una nueva forma de vivir.

“Priscila” genera muchas más expectativas que las que finalmente cumple. No tengo muy claro el por qué, pero me atrevo a decir que es en parte su ritmo y en parte su tratamiento, ambos factores que, creo, le juegan en contra. La historia es cautivante, claro, sin embargo la latencia del relato no logra ese movimiento constante y necesario para conducirnos por caminos sinuosos y sumergirnos en una narración que nos atrape y de la que no queramos salir. Sí, la película es interesante, pero solo eso; muy poca tensión y casi nada de fascinación.

Ficha técnica

Título original: Priscilla
Año: 2023
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: American Zoetrope, Stage 6 Films, The Apartment. Distribuidora: A24
Género: Drama | Biográfico. Música. Años 60. Años 70
Guion: Sofia Coppola. Memorias: Priscilla Presley
Fotografía: Philippe Le Sourd
Reparto: Cailee Spaeny, Jacob Elordi, Ari Cohen, Dagmara Dominczyk
Dirección: Sofia Coppola

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