Un documental que, en solo pocos minutos, te muestra una realidad olvidada, desconocida o simplemente ignorada.
Hecho a fines de los 60 -durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, padre del después Presidente de Chile Eduardo Frei Ruiz-Tagle-, se filmó este documental donde nos muestran cómo era en ese entonces el Servicio de Psiquiatría del Hospital General de Iquique, un lugar olvidado. Encontramos a 29 hombres y 23 mujeres pacientes que comparten un baño, viven en piezas en condiciones deplorables, cuentan con un auxiliar de enfermería, un empleado que tiene turno cada 24 horas y un médico psiquiatra, pero solo vemos a un hombre darles de comer. Ver a los pacientes es peor en ese momento, comen en cualquier lugar, el suelo, de pie, donde sea. Sus condiciones higiénicas son horribles, y las mujeres, aunque se ven más ordenaditas, están igual de perdidas.
No vemos a nadie más, no hay entrevistas a los encargados, solo es una cámara "intrusa" que recorre ese pequeño espacio olvidado por Dios... por todos.
No sabemos quiénes son esos seres, si fueron horribles personas que dañaron a su familia o a otros, si fueron buenos y simplemente por su enfermedad sus familias los dejaron. No sabemos nada de ellos.
Pero no pueden estar en esas condiciones.
Es diferente, creo yo, a los internos de recintos penales los que cometieron actos ruines, pero no me remitiré a eso ahora.
La salud mental es algo dejado de lado como varias enfermedades en toda la historia, nunca se abarcan las condiciones de una manera global, siempre de a poco.
Pero, en tiempos de pandemia, afloró el tema, ya que aumentaron los casos de enfermedades mentales. No como las que vemos en este documental, tal vez, pero no deja de ser preocupante.
¿Qué pasó con estas personas? Nadie sabe. Solo fueron parte de un documental experimental del momento, que mostró algo sin ser preparado, algo inhumano, algo triste.
Grabado en un precioso blanco y negro que capta la luz, la simetría perfectamente de algo tan triste, y una música como si fuera una película de terror (pero no está tan lejos de eso). Con una voz en off, que nos relata en algunos momentos este escenario, que cumple tanto como el mismo silencio, que nos bofetea para reaccionar.
Este corto lo había visto hace unos años y me volvió a estremecer, tanto como esa primera vez.
Los invito a que lo vean, porque no nos deja indeferentes.
Nos da un remezón como sociedad, como seres humanos.
Muchas veces no podemos tener las condiciones para tener un familiar con alguna enfermedad, pero no nos olvidemos de su existencia. No hagamos como que ya desaparecieron.
"Con más o menos modestia queríamos aportar a este cambio. La denuncia de situaciones absurdas, de injusticia y de las contradicciones propias del sistema era un camino para crear conciencia de esta necesidad de cambio" . (Entrevista a Pedro Chaskel, Fondo Cineteca Universidad de Chile).
Se conserva en la Cineteca de la Universidad de Chile.
Velo en este enlace.
Ficha técnica
Año: 1969 PAíS: Chile
Duración : 8m
Formato: 16 mm
Idioma: Español
Pedro Chaskel (Dirección, montaje y guion)
Edición: Dalila Muñoz Lira, Catalina Araya
Hector Ríos (Dirección de Fotografía)
Zoltan Kodaly y Leó Schidlowsky (Música)
Héctor Noguera (Narración)
Año: 1969 PAíS: Chile
Duración : 8m
Formato: 16 mm
Idioma: Español
Pedro Chaskel (Dirección, montaje y guion)
Edición: Dalila Muñoz Lira, Catalina Araya
Hector Ríos (Dirección de Fotografía)
Zoltan Kodaly y Leó Schidlowsky (Música)
Héctor Noguera (Narración)
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