martes, 7 de septiembre de 2021

De Repente, el Paraíso - Por Juan Pablo Donoso

Disponible en Cine UC.


Parodia irreverente, poética y sutil.

Una vez más, el director palestino Elia Sulieman, se pone a sí mismo como protagonista, y diciendo solo una palabra - “Nazaret”- en toda la película, se limita a observar el mundo desquiciado que lo rodea.

Este subgénero cinematográfico ha tenido pocos, pero notables realizadores. Su máximo exponente fue Jacques Tati (Las Vacaciones de Mr Hulot (1953), Mi Tío (1958), Playtime (1967) y Trafic (1971). Otro tanto hicieron Chaplin y Jerry Lewis, en algunas ocasiones, siendo los mejores discípulos de Tati otro par de franceses: Pierre Etaix - con El Suspirante (1962) - y la descocada sátira Silencio Gaviotas, de Robert Dhery (1974).

¿En qué consiste este difícil y minucioso tratamiento? En que el mismo autor se instala en el centro de una sociedad y, con nulo o mínimos diálogos, con sólo observar, deja que las personas se comporten de las maneras más absurdas y estúpidas sin darse cuenta. Peor aún, creyéndose inteligentes y vanidosamente civilizados.

Aquí, el silencioso Sulieman, comienza en su hogar de Palestina interactuando con su vecino que le roba naranjas y le poda el árbol, o con un anciano del barrio capaz de narrarle las más insólitas experiencias convencido de que son verdaderas.

Luego, para promover una de sus películas, viaja a París y más tarde a Nueva York, pasando por Canadá. Y en cada calle, plaza, tren subterráneo, café o taxi - atestados o vacíos - será testigo mudo de objetos y comportamientos que desafían los más elementales principios de la lógica.

Para que una denuncia como esta resulte cómica, inteligente, e incluso poética, el autor y todo el equipo fílmico, deben escoger cada detalle con exquisito cuidado, para que lo absurdo parezca natural, evitando lo obvio y chabacano. Por ello son pocas estas obras que demoran tanto en filmarse.

Cuando quedan bien hechas, como en este caso, cada escena habla por sí misma, sugiriendo metáforas y símbolos sin esfuerzo, logrando belleza fotográfica y musical al mismo tiempo.

El resultado es una denuncia graciosa pero de la cual nos reímos con cierto temor, ya que se nos aparece como un espejo distorsionado, pero real, de lo ridículo que es el mundo que habitamos y del que, algunas veces, lo somos nosotros también.

La irreverente fatuidad religiosa con que se inicia esta película nos da la pauta de la fauna grotesca que vendrá: militarismo prepotente, etnias exiliadas y diversidades de género, desfilan revueltas y ufanas por las calles. El silencio de Sulieman realza la elocuencia de las imágenes.

Fue autor de “Diario de un Principiante”, uno de los cuentos de “7 Días en La Habana” (2012), prohibida en Cuba por las mismas razones ya mencionadas.

SÁTIRA INTELIGENTE, FINA Y MORDAZ. HIPNÓTICO RITMO Y SENTIDO DE HUMOR.

Ficha técnica

Título Original: It Must Be Heaven
2019 
Sátira Francia, Qatar, Alemania. Canadá, Turquía y Paletina Ocupada
Duración: 1,42 hrs. 
Fotografía: Sofian El Fani 
Edición: Véronique Lange 
Diseño Prod.:Caroline Alder, June Suleiman 
Actores: Elia Suleiman, Tarik Kopty, Kareem Ghneim 
Guionista y Director: Elia Suleiman

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