Disponible en Netflix.
Nueva Inglaterra, año 1630. Una familia de colonos cristianos tiene dificultades en el lugar donde viven. Las disputas religiosas son profundas y a raíz de ello son expulsados de la comunidad. William -Ralph Ineson-, el padre, toma la decisión de trasladar a su familia a un solitario sitio ubicado al lado de un extenso y asilado bosque para construir allí su propia granja. Le acompañan su mujer Katherine -Kate Dickie- que está pronta a dar a luz a su quinto hijo, su hija mayor Thomasin -Anya Taylor-Joy-, su hijo Caleb -Harvey Scrimshaw- y los pequeños gemelos Mercy y Jonas.
A pesar de lo idílico del lugar, las cosas no andan bien, los cultivos no prosperan, hay disputas familiares y, para colmo, el recién nacido desaparece misteriosamente. El mal les persigue, y aunque rezan con mayores bríos, no parece detenerse. Entonces no resulta sorprendente que Caleb se extravíe en el bosque y que Thomasin sea señalada por los gemelos como la causa de todas las desgracias, de esta serie de sucesos sin explicación que cada vez les atormentan con mayor intensidad.
Este debut de Robert Eggers como guionista y director es expectante. La confección de la atmósfera del lugar junto a los inquietantes hechos, resulta además cautivante. El terror o el horror no se reflejan en efectos a los que ya estamos acostumbrados sino que recorre las entrañas del relato en direcciones diferentes. La aguda visión de Eggers es traspasada a la cámara, y aquello nos permite atisbar no solo lo que el director desea mostrar sino que también deja traslucir nuestra propia visión al respecto.
La cinta posee una estética y un diseño que llama la atención. Colores apagados, un persistente gris y coloraciones muy cercanas al blanco y negro impregnan el metraje con algunos contrastes. Cada locación, elegida con mucho cuidado, representa no solo el lugar donde ocurren los hechos sino también el grado de intensidad que quiere ser transmitido.
Con un ritmo cadencioso, un lento comienzo y un posterior desarrollo pausado, Robert Eggers nos sitúa en el lugar preciso para poder absorber sus muchos detalles. Por lo mismo no se apura. Este es un trabajo que se cocina a fuego lento, muy lento, y que solo en la medida que nos dejemos interpelar, podremos disfrutar a cabalidad.
Respecto a las actuaciones, Anya Taylor-Joy naturalmente brilla, y por cierto es merecedora de una mención especial. Le acompañan actores que realmente lo hacen muy bien, en especial Harvey Scrimshaw que interpreta a su hermano Caleb. Muy a la altura están los gemelos Mercy y Jonas, interpretados por Ellie Grainger y Lucas Dawson, y en los papeles parentales, la solidez de Ralph Ineson y Kate Dickie permiten entregar un soporte dramático adecuado en todas las secuencias en las que ambos participan.
“The Witch” resulta mucho más interesante en su lectura profunda, es decir, en aquello que recorre sus vertientes principales. El horror externo es la exterioridad de los horrores internos. Muchas veces, en películas de este tipo, vemos muy bien representado el terror producido por los miedos y fantasmas de los protagonistas. En este caso, no solo se produce aquello, sino que va un paso más allá. La culpa, las faltas morales, y lo que se reconoce débil, es tan fuerte, que cada uno de los personajes siente un peso tan insoportable como inexplicable. La confusión que eso produce es tal que, tarde o temprano, la realidad será permeada por la aflicción y los sucesos serán el reflejo de aquello que se configura en sus mentes, en sus pensamientos y en su espíritu.
“La Bruja”, si bien es un aporte al género, no lo reinventa. Tal vez le da una vuelta de tuerca más que interesante lo que le entrega un renovado atractivo. Se trata de un terror distinto, mucho más íntimo, más profundo tal vez, menos evidente y al mismo tiempo mucho más certero y creciente. Es por eso que resulta interesante. Se trata de una película que no debemos dejar pasar ni menos ver con superficialidad. En la medida que nos sumergirnos en su esencia, sale a la luz su valor verdadero, valor que va de la mano de una estética fina junto a una crítica social y religiosa que bien vale la pena sopesar y discernir.
Ficha técnica
Título original: The Witch
Año: 2015
Duración: 92 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Co-production Estados Unidos-Canadá-Reino Unido; A24, Code Red Productions, Pulse Films, Scythia Films, Rooks Nest, Maiden Voyage Pictures, Mott Street Pictures
Género: Terror | Siglo XVII. Brujería. Religión. Drama psicológico. Cine independiente USA. Familia
Guion: Robert Eggers
Música: Mark Korven
Fotografía: Jarin Blaschke
Reparto: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings, Bathsheba Garnett, Sarah Stephens, Jeff Smith
Dirección: Robert Eggers
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lunes, 22 de marzo de 2021
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