Cuántas historias podrían contar las paredes de una casa. Muchísimas sin duda. A veces lo olvidamos dado lo conocido que resulta nuestro principal espacio de confort, sin embargo, cada rincón, cada muro, cada objeto, representa algo importante para la vida de nosotros, sus moradores.
Cuando vemos detalles del nuevo proyecto de la pareja de realizadores Bettina Perut e Iván Osnovikoff, lo anterior cobra sentido. Las explicaciones que ellos nos entregan a modo de fundamentación perfectamente podrían obviarse, sin embargo nos comparten un primer barniz sobre lo que observaremos durante este trabajo de 72 minutos de duración.
Bettina e Iván se vieron envueltos en un ciclo de cambios desde su último documental, “Los Reyes”. En busca de mayor espacio decidieron cambiarse a una casa luego de vivir siempre en departamentos pequeños. Habían adoptado a “Chola” y necesitaban ese contacto con la naturaleza que normalmente se deja de tener al vivir en la gran ciudad. En plenos ajustes iniciales estaban cuando de pronto vino el “estallido”. Aquellos primeros e incipientes encierros siquiera anticipaban lo que vendría a continuación: el confinamiento global por la llegada del Coronavirus, y la consiguiente modificación de nuestras vidas para siempre.
A punto de rodar un nuevo documental llamado “Animalistas”, que fue detenido abruptamente dadas las circunstancias, la pareja se volcó a lo que tenía más a mano, es decir, su nueva casa. Allí comenzaron a registrar lo cotidiano, las cosas simples, y con gran talento comenzaron a develar esa magia que existe en lo sencillo. Desde allí surgen sonidos, como por ejemplo la naturaleza y su entorno, los perros y la vida diaria en el condominio, a los que se suman otros que habitualmente escapan al radar, como el encendido de un refrigerador cuando estamos ante un silencio especial.
Es cierto que la rutina que nos presentan durante los primeros minutos se rompe varias veces con incidentes y accidentes, sin embargo el primer gran punto de quiebre está marcado por el llamado “estallido social”; un punto de quiebre o bien un punto de inflexión. Las noticias externas, los saqueos y la total incertidumbre, incrementan la sensación de intranquilidad en un ambiente que sigue adelante en un aparente reposo. Ese contraste, tan bien logrado al contraponer la tranquilidad de los perros, es un arco que representa justamente uno de los ejes del relato: la casa ya no es una desconocida sino que se constituye en verdadero centro de refugio y protección.
La crisis social y política que vive Chile a fines del año 2019 se interrumpe en Marzo de 2020 con una nueva problemática, esta vez una crisis global que afecta la salud. La pandemia es mundial y la inseguridad ya no está en los hechos callejeros sino en el contacto con otras personas; sobreviene entonces el verdadero encierro, una restricción que obliga a que todos nos quedemos en nuestras casas y modifiquemos las formas de relacionarnos internamente y también con el exterior.
Un punto importante en este documental corresponde a la decisión de sus creadores de incorporar mensajes de audio recibidos y enviados a través de WhatsApp. Esa línea argumental, en busca sentido y guía, la presentan como una historia paralela, aunque no estoy muy seguro que aquello resulte así. Creo que no van por carriles diferentes, por el contrario, se funden y toman un mismo canal, un recorrido común que podría separarse solo en forma abstracta y a modo de ejercicio intelectual.
Volviendo al relato, son un acierto las tomas microscópicas de las hormigas en contraste con otros cuadros y tomas de gran amplitud. Y la comunidad de hormigas además se torna recurrente, lo mismo que el zorzal que golpea la ventana, las innumerables plantas, la vegetación abundante, y por supuesto las rutinas perrunas en su máxima expresión. Con todos esos elementos, el ecosistema es develado y las analogías y metáforas también, pero estas últimas quedan en nuestro terreno, pues nos indican que todo va transcurriendo en etapas de movimiento - detención - movimiento en las que observamos que la vida pasa por los perros, por la naturaleza, y también por los mensajes.
Este recorrido de casi cuatro años es un viaje de transformación en el que una investigación acuciosa lleva al descubrimiento del arte que emana de las más mínimas expresiones cotidianas. Indudablemente, la identificación con tal o cual escena, o tal o cual audio, produce desde la empatía al rechazo, una aceptación o rebelión interna que puja por salir a la superficie y librarse de cualquier atadura.
Si bien tenemos un registro gráfico a través de las imágenes y un relato intelectual a través de los audios, esta aparente dicotomía produce un efecto distinto cuando entendemos que los realizadores nos proponen observar el paso del tiempo -y de la vida- desde ángulos diferentes. Allí, esas opiniones sin filtro, muy bien elegidas y editadas, pueden parecer extemporáneas, ridículas, o incluso fuera de contexto, pero la verdad sea dicha, agregan justamente una cierta objetividad a una serie de tomas que perfectamente podrían representar un opuesto, es decir, la máxima de las subjetividades posibles.
“La Casa” es una propuesta distinta. Y vaya ¡qué casa! observamos. La centralidad de la enorme piscina y los extensos prados, o esos espacios amplios con mucho verde, dan cuenta de un transcurso vital donde casi no se ven seres humanos en imágenes y solo les tenemos presentes en los monólogos emitidos por mensajes de audio. ¿Puede llamarse encierro si existe una amplitud física tan evidente? ¿El confinamiento en esta casa es causa de agobio o de disfrute? Sin duda la respuesta no es unívoca, porque siempre depende de quienes vivimos cada circunstancia. No obstante, lo que acá vemos me parece que da cuenta más de un privilegio que de un sacrificio. Y allí tal vez podríamos encontrar el meollo de este trabajo: exponer una crítica social que es externa, y confrontarla con una angustia interna que no tiene que ver con los espacios que habitamos sino con las cavilaciones límites que componen nuestros sentimientos y nuestros pensamientos.
Ficha técnica
Título original: La casa
Año: 2023
Duración: 72 minutos
País: Chile
Compañías: Coproducción Chile-Alemania; Perut + Osnovikoff, Dirk Manthey Film
Género: Documental | Coronavirus (COVID-19)
Fotografía: Pablo Valdés
Reparto: Documental
Dirección: Bettina Perut, Iván Osnovikoff
La misión global de SIGNIS es colaborar con profesionales de los medios de comunicación y ayudar a transformar la cultura a través de valores artísticos, promoviendo la dignidad humana, la justicia y la reconciliación. La directiva en Chile está formada por Juan Pablo Donoso, Presidente, Elizabeth Salazar T., Vicepresidenta, y Jackie P. Olivo, Secretaria. Son miembros, Bernardita Santander Navarro, Pablo Crocquevielle, José Luis Nicolás, Alejandro Caro Contreras y Carlos Correa Acuña.
miércoles, 4 de octubre de 2023
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