martes, 4 de julio de 2023

Krakens y sirenas: Conoce a los Gillman - Por Carlos Correa Acuña

Ruby es tímida. Aunque tiene amigos en la preparatoria Oceanside, siente que no logra encajar. Más encima, ante la oportunidad de poder compartir con sus compañeras y compañeros en una fiesta sobre el mar que promete mucha diversión, recibe la negativa de su madre, una mujer sobreprotectora que no quiere por ningún motivo que Ruby se acerque al océano y menos pueda tocar el agua.

Como esas estrictas prohibiciones solo detonan mayores deseos de infringirlas, lo que Ruby decide, también impulsada por sus amigos, es justamente hacer caso omiso a las recomendaciones de su madre -aunque con bastante culpa-, porque quiere ir al baile con Connor, el chico que le gusta y a quien enseña complejas matemáticas. En eso está, tratando de invitarlo, cuando una desventura hace que Connor caiga al mar y Ruby se lance a rescatarlo. En ese momento, sucede lo impensable; se transforma en una monstruosa criatura marina con sorprendentes poderes y descubre que, en realidad, ella es descendiente de las grandes reinas guerreras de los Kraken, y su destino es heredar el trono de su exigente y egocéntrica abuela, la Reina de los Siete Mares.

Dirigida por Kirk DeMicco y Faryn Pearl, esta nueva entrega de DreamWorks Animation sigue la línea de sus predecesoras al relevar temas importantes referidos a la protección excesiva y las ansias de libertad, en este caso ejemplificados en una chica adolescente. El deseo irrefrenable de ser parte de su entorno social, marcado por el espectacular baile que se llevará a cabo, incluso le hace obviar que ella no está sola, que tiene buenos amigos, y además una familia que, aunque la proteja en exceso, solo quiere lo mejor para ella.

La película tiene abundantes diálogos y mucha reflexión, lo que me plantea una primera aprehensión en cuanto a su real comprensión por los más pequeños. De hecho, cuando la fui a ver, muchos de ellos saltaban de un lado a otro -salvo en las escenas de acción-, lo que me hace cuestionar si el grado de dificultad del texto es el más adecuado.

Cuando Ruby cae al océano comienza una emocionante aventura, momento que coincide con la aparición de una chica nueva en la escuela, bella, extrovertida y popular, lo que provoca una odiosa comparación con nuestra protagonista. Y acá una segunda inquietud, porque se pone en evidencia una especie de competencia que afecta, a la baja, la autoestima de Ruby.

No obstante lo anterior, el cambio físico que sufre la protagonista, y que implica perder el control sobre sí misma, es un buen símil con la transformación corporal y hormonal adolescente, y es, a mi modo de ver, la representación que consigue los mejores resultados en cuanto al mensaje que los realizadores quieren expresar. ¿Por qué? Como existe una historia familiar, y no se la han contado a Ruby, lo que ella experimenta ahora exige respuestas, y además requiere de entendimiento, porque ese tránsito podría ser doloroso al tener que enfrentar una verdad que implica riesgo e incertidumbre.

El bello colorido que presenta el alucinante mundo marino, configura un entorno precioso para resaltar lo que podría ser el centro del relato, es decir, aquella decisión que Ruby debe tomar sobre su destino, sobre qué vertiente elegir. A veces las opciones no son tan claras, o bien se confunden en medio de algunas formas que no permiten ver el fondo, porque es tanto el deseo de encajar que fácilmente se puede perder de vista que lo más importante es descubrir nuestra propia identidad.

“Ruby Gillman, Teenage Kraken”, es una fábula sobre nuestro propio camino en la vida. La película pone énfasis en la confianza, y en el discernimiento de lo que es realmente genuino y lo que no lo es. Hay, también, un mensaje complicado sobre la desconfianza, tal vez leve, pero al que debemos prestar atención, porque ese tejido, el de la venganza, podría llegar a tener efectos negativos. Me explico. Ante el engaño, el llamado es a desconfiar, pero esa no debe ser la primera actitud a desarrollar, porque no hay mejor forma de fortalecer la confianza que tener siempre una disposición positiva. Es un tema delicado y profundo, y tal vez no viene al caso, pero ojo, no podemos dejar de ponerle la atención que requiere.

Otro valor importante que posee la película es que este enfrentamiento por años entre Sirenas y Krakens podría ser superado por las siguientes generaciones si existe voluntad y disposición, y aquí reitero que este tipo de argumento podría resultar complicado para los más pequeños por la cantidad de información asociada que podría dificultar su comprensión.

En síntesis, una hora y media de sana entretención, colores, escenarios lúdicos, peleas fantásticas, reflexiones de mucho tipo, y un desfile variopinto de personajes que sirven para adornar dos mensajes: con unidad, todo se puede conseguir y jamás debemos negar o esconder nuestra esencia.

Ficha técnica


Título original: Ruby Gillman, Teenage Kraken
Año:2023
Duración: 90 minutos
País:Estados Unidos
Compañías: DreamWorks Animation. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia | Aventuras marinas. Sirenas
Reparto: Animación
Música: Stephanie Economou
Fotografía: Animación
Dirección: Kirk DeMicco, Faryn Pearl

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