viernes, 21 de julio de 2023

Barbie - Por Carlos Correa Acuña

La acción transcurre en “Barbieland”, un lugar idílico, color de rosa, donde todo es perfecto. El orden del lugar es determinado por las diferentes Barbies, a través de sus variados oficios profesionales, relegando a los Ken a roles decorativos e insustanciales. Este ideal, un verdadero paraíso, se rompe en un instante cuando el estereotipo de Barbie -Margot Robbie-, sufre un cambio físico en sus pies y comienza a pensar en la muerte. Descolocada al comienzo, recurre a una Barbie “rara”, marginada, quien le señala que la dificultad que está viviendo responde a un problema originado en el mundo real: como todas ellas son juguetes, reflejan lo que sucede con sus dueñas, y aquella especial conexión abre un portal de acceso entre ambos ambientes.

Convencida que puede asumir el desafío, Barbie decide viajar donde los humanos para hallar la causa de sus problemas. Lo que no prevé es que Ken -Ryan Gosling-, se sume al viaje escondido en el auto, aunque finalmente lo acepta y emprenden juntos la aventura. Al llegar, encuentran algo muy distinto a lo que ambos están acostumbrados. Lo cotidiano acá es diferente: los problemas abundan y nada es perfecto, las niñas odian a Barbie y los hombres la consideran un objeto. Por su parte, Ken deduce que la masculinidad es lo que se impone y domina este mundo, por lo que comienza a idear la forma de generar un nuevo orden patriarcal cuando regresen a Barbieland.

Este caso, la llegada de muñecos al mundo real, ya es algo conocido para Mattel, la empresa dueña de los juguetes. Hay antecedentes previos y una forma protocolar de lidiar con ello, sin embargo su director ejecutivo -Will Ferrell-, no cuenta con la astucia y el riesgo que asume Barbie, y menos con la ayuda que le facilita Gloria -America Ferrera-, una empleada de la misma empresa, y quien justamente ha provocado el caos reinante.

Dirigida por Greta Gerwig, esta película podría haberse quedado en las caricaturas y en lo superfluo, sin embargo va un paso más allá. Expone, con un liviano tono de comedia, temas gruesos y profundos que componen una crítica social y punzante a muchos de los modelos históricamente aprendidos. Al proponerse ridiculizarlo todo, también asume un riesgo, pues la presencia de conflictos se da precisamente en esa esfera, cuando se invierten los papeles “tradicionales”, cuando se producen problemas con y entre mujeres, y cuando se confrontan los estereotipos más típicos. Por ejemplo, el rompimiento de la perfección, el crash de ese mundo ideal, glamoroso y soñado, claramente deja al descubierto lo pernicioso que resulta buscar en todo momento dicho orden perfecto. En ese sentido, la cinta agudiza conceptos como la sensibilidad y la vulnerabilidad para, finalmente, exponer una tesis: aceptar una realidad imperfecta, pero que es, sin embargo, absolutamente bella, en todas sus diversas dimensiones y múltiples representaciones.

El guion de Greta Gerwig y Noah Baumbach resulta muy certero. Es inteligente en el planteo de los temas, sarcástico y brutal para desnudar realidades, y lo suficientemente agudo para dar las puntadas correctas con un hilo delgado que se podría enredar por completo. En el discurso-arenga de Gloria, casi al final de la cinta, se sintetizan los puntos más importantes que el relato quiere fijar: lo absurdo de los roles prefijados y su tejado de vidrio, la creciente dificultad femenina en el mundo de hoy, que lejos de disminuir adquiere ribetes cada vez más complejos, la urgencia de cambiar efectivamente el orden de las cosas, la exponencial diversidad a la que nos vemos enfrentados, la necesaria adaptación ante la evolución de la sociedad, la vital búsqueda de la propia identidad e independencia, y lo fundamental que son los sueños y el propio desarrollo personal.

Las actuaciones comprenden un punto alto de esta producción. Margot Robbie no puede representar mejor el estereotipo de belleza de la muñeca original. Además, dota a su personaje de un abanico de características físicas y emocionales, logrando pasar de lo superficial a lo íntimo en fracciones de segundo, configurando un rol que le queda realmente como anillo al dedo. Por su parte, Ryan Gosling no se queda atrás, sobre todo cuando su personaje evoluciona -o bien involuciona-, creando una contraparte muy interesante aunque menos vistosa, producto del enfoque argumental. El resto del elenco funciona bien, acompaña, sobre todo en las muchas e infelices situaciones graciosas que condimentan la comedia, sin sobrepasar sus líneas y siempre supeditados a quienes son los verdaderos protagonistas de la trama.

“Barbie” es, en síntesis, una excelente película, bien compuesta y mejor desarrollada, una obra que contiene todos los ingredientes en su justa medida. El mundo Barbie es un lujo de producción, con vestuarios coloridos y muchos detalles estéticos, un ambiente rosa que a más de alguien podrá parecerle ficticio pero que no deja duda que se vive tal cual en algunas de las realidades que la película confronta directamente. Y tal vez ese es su mayor mérito: derrumbar estereotipos exponiéndolos en forma evidente, para dejarlos ahí a la vista, desprovistos de defensa alguna, una especie de juicio público -muy cómico pero no por eso menos profundo-, a nuestro mundo actual que, pese a evolucionar, aún no logra asumir la velocidad de los cambios de era estando, siempre, más de un paso atrás.

Ficha técnica

Título original: Barbie
Año: 2023
Duración: 114 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Warner Bros., Heyday Films, Mattel, LuckyChap Entertainment. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Comedia. Fantástico | Sátira
Guion: Greta Gerwig, Noah Baumbach
Música: Mark Ronson, Andrew Wyatt
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Margot Robbie, Ryan Gosling, America Ferrera, Simu Liu, Kate McKinnon, Issa Rae, Rhea Perlman y Will Ferrell
Dirección: Greta Gerwig

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