jueves, 29 de noviembre de 2018

Robin Hood - Por Juan Pablo Donoso

La novedad de esta enésima versión de Robin Hood es que nos informa sobre el origen del heroico bandolero. Lo demás es pura acción, efectos especiales, pirotecnia y actores, en esta oportunidad, poco carismáticos.

Ya en 1938 Errol Flynn popularizó al legendario forajido en una estupenda película dirigida por Michael Curtiz y William Keighley, secundado por Olivia de Havilland, Claude Rains y Basil Rathbone, en sus mejores tiempos.

Como supuestamente es una leyenda muy comercial, y explotada hasta la saciedad incluso en dibujos animados, ahora recurrieron a la Precuela. Pudiendo haberse internado con seriedad histórica en un periodo medieval corrupto e inmoral, optaron por un facilismo de antiguas matinées.

Cuando el joven aristócrata Robin Loxley regresa de luchar en una sangrienta Cruzada contra los musulmanes, descubre que en su Nottingham natal las autoridades políticas se han mancomunado con la jerarquía eclesiástica para traicionar y destronar al Rey. Y para peor cuentan con el financiamiento de los mismos moros enemigos.

Asqueado por tanta inmoralidad, el joven noble adopta la causa de los campesinos pobres y explotados, y desde el interior del Cabildo y de la Iglesia urdirá una guerrilla subterránea, a la cual se van integrando sus colaboradores. Sólo al final de esta colosal revuelta se esconderá con su banda en los tupidos bosques de Sherwood para seguir haciendo justicia donde sea necesario.

Para quienes desde la infancia vimos tantas versiones anteriores, los anacronismos y caprichos de esta nos mantuvieron en constante distracción.

Señalemos sólo algunos. El vestuario – chaquetas repujadas de cuero sintético - y armamentos que corresponden a siglos posteriores; el antagonista, Alcalde de Nottingham, viste y peina a la moda de 1980 (¿postmodernismo?); el Fraile Tuck usa anteojos del siglo 18; el ducado de Loxley nunca fue un suburbio de Nottingham, porque está a 80 kilómetros de distancia; Robin llega en barco a Nottingham que jamás ha sido un puerto; la Cruz de San Jorge, mostrada en abundancia palaciega, se anarboló sólo en la Armada del Rey Juan I, y recién fue bandera algunos siglos más tarde; los fieles compinches se agrupan nada más que al final en miras de una “supuesta” secuela.

Un desperdicio de producción y de actores prestigiosos que, con más solvencia histórica, pudieron ser mejor aprovechados.

PRECUELA ERRÁTICA DE ROBIN HOOD QUE SE SOSTIENE POR LOS COMBATES, ESCENOGRAFÍAS Y EFECTOS ESPECIALES. MAL EJEMPLO PARA NUESTROS ENCAPUCHADOS VANDÁLICOS CHILENOS.

Ficha técnica


Aventuras BFDistribution EE.UU. – 1,57 hrs. 
Fotografía: George Steel 
Edición: Chris Barwell y Joe Hutshing 
Música: Joseph Trapanese 
Diseño Prod.: Jean-Vincent Puzos 
Guion: Ben Chandler, David James Kelly 
Actores: Taron Egerton, Jamie Foxx, Ben Mendelsohn 
Director: Otto Bathurst

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