jueves, 8 de noviembre de 2018

La Puerta Abierta - Por Juan Pablo Donoso

Concebida en “estado de gracia” por su guionista y directora – Marina Seresesky – junto a sus actores y todo el equipo de producción.

Cinco premios internacionales.

Sólo desde LAS NOCHES DE CABIRIA de Fellini (1957), un tema prostibulario, tan abyecto y deprimente, fue capaz de generar tanta emoción y pureza espiritual.

El talento de Marina Seresesky (1969), argentina radicada en España, barajó talento, intuición, coraje y sensibilidad. Un filme deslenguado, procaz y sórdido, hace reír, llorar, entretiene y reconforta con su dulzura narrativa.

Por ningún motivo confundirla con una “comedia negra”. Aquí los resortes narrativos son distintos.

En una “corrala madrileña” – especie de cité donde sus inquilinos arriendan míseros departamentos – habitan prostitutas callejeras y travestis. Una ramera rusa fallece por sobredosis dejando huérfana a una niñita de 7 años llamada Liuba. La pequeña, por influencia materna, teme a la policía; se esconde en la casa de Rosa (Carmen Machi), una meretriz vecina y madura que vive con a su madre anciana (Terele Pavez), algo senil, quien también ejerció el oficio público hasta quedar paralítica.

De muy malas ganas aceptan esconder a la niña por 3 días antes de entregarla a las autoridades para ponerla en un orfanato. La pequeña Liuba, poco a poco, irá resblandeciendo el corazón de Rosa, de la abuela y de un travesti vecino, llamado Lupita (Axier Exteandia), quien demuestra, desde el comienzo, más instinto maternal que ambas mujeres.

La convivencia de estas miserables criaturas, y sus cuitas con las demás habitantes del edificio, se irá complicando por la permanencia de la niña oculta y las pesquisas de la policía.

Todos los personajes – principales y secundarios - están muy bien definidos, sin caer en clichés ni efectismos.

Los diálogos son una lección de escritura. Las protagonistas, todas actrices españolas consagradas, fueron nominadas al Premio Goya por este trabajo. Tanto la pequeña Lucía Balas, como Axier Etxeandía (Lupita) irradian dignidad y a la vez desamparo.

Recomendamos ver este filme donde sea asequible. Matiza la tragedia con la obscenidad cotidiana manteniendo la delicadeza del fondo. Lo feroz y lo delirante, sazonados con lo cómico, cohabitan sin desafinar.

Todo exuda verdad, dolor, y tragicomedia.

PRODIGIO ARTÍSTICO DE UN TEMA MORBOSO QUE LOGRA TERNURA, ESPERANZA Y MISERICORDIA.

Ficha técnica

Tragicomedia 
Cine-Arte Galería Patricia Ready España – 1,22 hrs. 
Fotografía: Roberto Fernández 
Edición:Raúl de Torres 
Música: Mariano Marín 
Diseño Prod.: Javier Crespo 
Actores: Carmen Machi, Terele Pavez, Asier Etxeandia 
Guionista y Directora: Marina Seresesky

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