Basada en la autobiografía homónima de Robert Mazur, un agente estadounidense que en la década de 1980 ayudara a desintegrar una organización de lavado de dinero utilizada por Pablo Escobar, esta cinta del año 2016 dirigida por Brad Furman resulta intrigante y alambicada. Mazur, interpretado por el excelente Bryan Cranston, actúa -literalmente- encubierto, representando a un importante hombre de negocios corrupto que necesita ganarse la gracia y confianza de una organización que no da puntada sin hilo.
El objetivo principal es ir contra el Bank of Credit and Commerce International (BCCI), y la forma es montar una tapadera creando un personaje, "Bob Musella”, con contactos al más alto nivel, y que se mueva como pez en el agua dentro de las redes narco que lavan dinero usando instituciones de prestigio comprometiendo a los personeros de más alta reputación dentro del sistema bancario.
El plan no deja de ser osado. Mazur se debe infiltrar junto a Kathy Ertz -Diane Kruger-, y para ello deben fingir que son novios a punto de contraer matrimonio. Les acompaña en la aventura Emir Abreu -John Leguizamo-, un agente frío y directo por sus formas poco tradicionales, con quien acceden hasta la cúpula de esta organización criminal que tiene los ojos puestos en todos quienes rondan sus círculos íntimos.
La operación es arriesgada. Mazur tiene familia real y su trabajo constituye un peligro constante. Este es tal vez el punto más débil del relato, porque en sus dos horas de duración no se comprende cómo puede mantenerles a salvo, a pesar de ser seguido de cerca, o verse enfrentado a imprevistos que pueden sacar fácilmente a la luz una mentira sostenida solo por las apariencias y la buena caracterización de los protagonistas reales.
Esta historia de infiltración es fascinante, y cobra más envergadura al saber que corresponde a hechos verídicos. Incluso se considera como la mayor operación encubierta de la historia, y si a eso le sumamos la presencia del cártel de Pablo Escobar, sabemos que claramente se trata de palabras mayores.
La película se sostiene gracias al carisma de Bryan Cranston y el certero acompañamiento de Diane Kruger. Es fácil desviarse del camino, irse por las ramas dado los diferentes recovecos de un guion que abre y abre aristas constantemente para demostrar cuán compleja es la operación, sin embargo queda la sensación que con un poco menos de elementos en exposición podría haber desarrollado un ritmo con más vértigo y así acentuar alguna sorpresa para un final que es fácilmente anticipable.
“The Infiltrator” funciona mejor como testimonio que como cinta de expectación. Cranston es en sí mismo la película, y bien vale gozar su actuación, sus cambios de humor y la gestualidad precisa para cada uno de los eventos en los que se ve involucrado. La ambientación es otro punto alto del metraje, con esa recreación ochentena que nos devuelve en el tiempo y nos provoca incluso cierta nostalgia.
127 minutos de un complejo entramado que expande una historia increíble, y que al ver los créditos finales dimensionamos como lo que verdaderamente es: un paso concreto y radical en la lucha contra el narcotráfico en lo que más duele a las organizaciones, su organización financiera.
Ficha técnica
Título original: The Infiltrator
Año: 2016
Duración: 127 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Broad Green Pictures, Good Films
Género: Thriller | Basado en hechos reales. Años 80. Crimen. Drogas
Guion: Ellen Brown Furman. Novela: Robert Mazur
Música: Chris Hajian
Fotografía: Joshua Reis
Reparto: Bryan Cranston, Diane Kruger, Benjamin Bratt, John Leguizamo, Saïd Taghmaoui, Joe Gilgun, Amy Ryan
Dirección: Brad Furman
El objetivo principal es ir contra el Bank of Credit and Commerce International (BCCI), y la forma es montar una tapadera creando un personaje, "Bob Musella”, con contactos al más alto nivel, y que se mueva como pez en el agua dentro de las redes narco que lavan dinero usando instituciones de prestigio comprometiendo a los personeros de más alta reputación dentro del sistema bancario.
El plan no deja de ser osado. Mazur se debe infiltrar junto a Kathy Ertz -Diane Kruger-, y para ello deben fingir que son novios a punto de contraer matrimonio. Les acompaña en la aventura Emir Abreu -John Leguizamo-, un agente frío y directo por sus formas poco tradicionales, con quien acceden hasta la cúpula de esta organización criminal que tiene los ojos puestos en todos quienes rondan sus círculos íntimos.
La operación es arriesgada. Mazur tiene familia real y su trabajo constituye un peligro constante. Este es tal vez el punto más débil del relato, porque en sus dos horas de duración no se comprende cómo puede mantenerles a salvo, a pesar de ser seguido de cerca, o verse enfrentado a imprevistos que pueden sacar fácilmente a la luz una mentira sostenida solo por las apariencias y la buena caracterización de los protagonistas reales.
Esta historia de infiltración es fascinante, y cobra más envergadura al saber que corresponde a hechos verídicos. Incluso se considera como la mayor operación encubierta de la historia, y si a eso le sumamos la presencia del cártel de Pablo Escobar, sabemos que claramente se trata de palabras mayores.
La película se sostiene gracias al carisma de Bryan Cranston y el certero acompañamiento de Diane Kruger. Es fácil desviarse del camino, irse por las ramas dado los diferentes recovecos de un guion que abre y abre aristas constantemente para demostrar cuán compleja es la operación, sin embargo queda la sensación que con un poco menos de elementos en exposición podría haber desarrollado un ritmo con más vértigo y así acentuar alguna sorpresa para un final que es fácilmente anticipable.
“The Infiltrator” funciona mejor como testimonio que como cinta de expectación. Cranston es en sí mismo la película, y bien vale gozar su actuación, sus cambios de humor y la gestualidad precisa para cada uno de los eventos en los que se ve involucrado. La ambientación es otro punto alto del metraje, con esa recreación ochentena que nos devuelve en el tiempo y nos provoca incluso cierta nostalgia.
127 minutos de un complejo entramado que expande una historia increíble, y que al ver los créditos finales dimensionamos como lo que verdaderamente es: un paso concreto y radical en la lucha contra el narcotráfico en lo que más duele a las organizaciones, su organización financiera.
Ficha técnica
Título original: The Infiltrator
Año: 2016
Duración: 127 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Broad Green Pictures, Good Films
Género: Thriller | Basado en hechos reales. Años 80. Crimen. Drogas
Guion: Ellen Brown Furman. Novela: Robert Mazur
Música: Chris Hajian
Fotografía: Joshua Reis
Reparto: Bryan Cranston, Diane Kruger, Benjamin Bratt, John Leguizamo, Saïd Taghmaoui, Joe Gilgun, Amy Ryan
Dirección: Brad Furman
No hay comentarios.:
Publicar un comentario