La película más hermosa, directa y poética jamás filmada sobre la vida de Jesucristo.
Entre las muchas joyas que el neorrealismo italiano aportó a la historia del cine, cuando Pasolini lo aplicó al Evangelio este género alcanzó la cumbre del arte.
Como todos los misterios espirituales - que llevan la paradoja en su ADN - resulta increíble que esta obra maestra fuera concebida, escrita y realizada por un fervoroso marxista, eróticamente crudo en sus otros filmes, y que muriera masacrado - a los 53 años - por otro homosexual similar a él.
Tal vez respondió a las palabras de Jesús: “He venido a salvar a mis ovejas perdidas”.
En nada se parece esta obra a las glamorosas superproducciones de otros países. Filmada con muy bajo presupuesto, sólo con actores aficionados, en blanco y negro; paisajes rocosos, desérticos, entre gente pobre, desdentada, habitando rústicas chozas de piedra y barro.
Cada escena, personaje e imagen, exuda pobreza y verdad. Son el terreno propicio para que las palabras de este Jesús, de aspecto tan modesto, vuelquen sobre el mundo su mensaje eterno del Nuevo Testamento: “de los pobres y humildes es el Reino de los Cielos”.
Desafía a los soberbios y poderosos trayendo a Dios directamente al pueblo sin necesidad de templos ni doctos intermediarios. Así se comprende la indignación de aquellos líderes amenazados por el vulgar hijo de un carpintero de Nazaret.
El Cristo de Enrique Irazoqui nos ayuda a comprender al personaje. Es sólo un hombre tosco. Pero hay algo inusitado en su mirada, una compasión amorosa, pura, sin dobleces.
Así de primitivos son también sus discípulos y los campesinos que se congregan a escucharlo. En vez de multitudes, casi siempre son sólo pequeños grupos de aldeanos de diversas edades.
En ningún momento Pasolini trata de vendernos algo, ni menos convertirnos. Se limita a ser un artista que comparte con nosotros lo que le dicta su corazón. Y lo hace con un lenguaje directo y con formas despojadas de cualquier adorno. En ello estriba la fuerza de su creación.
Sin embargo, para cumplir su propósito supo incluir a uno de los mejores fotógrafos de la época, Tonino Delli Colli (El Nombre de la Rosa 1986 - La Vida es Bella 1997), y una selección musical sincrética con trozos de J.S. Bach, Luis Bacalov, del jazzista Blind Willie Johnson y la Misa Luba.
Presenta una curiosa licencia en la figura de la Virgen María. Al comienzo será la desconcertada, pero sumisa adolescente (Margherita Caruso). Y al final, será su propia madre (Susana Pasolini) tal vez ya demasiado anciana para el rol.
Aprovechando la Semana Santa y nuestra cuarentena, recomendamos ver esta joya del cine a quienes la desconocen, y/o volver a deslumbrarse con ella si alguna vez la vieron.
UNA DE LAS MEJORES PELÍCULAS BIBLICAS DE TODOS LOS TIEMPOS. CATARSIS PURA.
Ficha técnica
Título Original: Il Vangelo secondo Matteo
Biografía, historia, cristianismo Italia, Francia - 2,17 hrs.
Fotografía: Tonino Delli Colli
Edición: Nino Baragli
Música: Luis Bacalov y Misa Luba
Diseño Prod.: Luigi Scaccianoce
Actores: Enrique Irazoqui, Margherita Caruso, Susanna Pasolini
Guion y Dirección: Pier Paolo Pasolini
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