jueves, 12 de julio de 2018

Pesadilla en el Infierno - Por Juan Pablo Donoso

Plenamente lograda en su género de terror psicológico.

Pudo ser manida y obvia; resultó eximia. El lenguaje cinematográfico la eleva a un nivel superior. Gran avance en la rutina de estos temas.

¿Qué distingue a esta película de otras de terror? Su edición, tratamiento narrativo y actuaciones. Pudo ser ramplona o confusa en manos de otro director.

¿Es realidad o pesadilla? Ambas cosas. Empieza con realismo cotidiano y va perdiendo la coherencia racional tornándose en locura incontrolable.

Llega a tal punto la fusión de pesadilla con vigilia, que nos sumerge en el mismo vórtice desquiciado que está narrando.

Una madre separada, con dos hijas adolescentes, se instala en la vieja casona de campo que heredó de su tía fallecida. Una de las muchachas escribe historias de terror. Su ídolo es el famoso escritor H.P. Lovecraft. En la noche una pareja psicópata de camioneros ingresa y asesinan a la madre. La experiencia deja enloquecida a la menor. Años después Beth, la mayor, narra el incidente en una exitosa novela y salta a la fama. Cuando acude a visitar a su hermana, que permaneció sola y trastornada en la casona, creen revivir la traumática experiencia. Tal es sólo la base del argumento. El mérito está en la forma en que se narra y se interpreta.

Edición minimalista, fragmentada al máximo, para desarticular las unidades de tiempo sin perder en ningún momento la claridad y la progresión.

Hay giros caprichosos porque las pesadillas carecen de unidad en el tiempo y en el espacio. La gratuidad onírica es propia de la historia, y sus personajes nos contagian su angustia.

Difíciles actuaciones considerando la estructura subconsciente del relato.

Atmósfera y ambientación implementadas hasta en sus más ínfimos detalles.

La música coincide con los niveles de desquicio, siendo a ratos armónica y familiar, y en otros esquizofrénica y destemplada. Estupendos silencios que son también música en sí mismos.

Admirable que hayan conseguido presupuesto para filmar esta narración, con tan enrevesado discurso. Sin duda los productores confiaron a ojos cerrados en el guionista/director Pascal Laugier (Mártires – 2008), en los técnicos y en las actrices. Y acertaron.

Sadismo crudo y casi obsceno, pero justificable en esta circunstancia.

Podría ser chocante para algunos espectadores, pero más por su tratamiento que por su contenido.

Hay traumas tan brutales que permanecen enquistados en la psiquis impidiendo distinguir la frontera entre los delirios y la realidad.

Lo tétrico de la vida puede ser más pavoroso que las novelas de terror de Beth y Lovecraft.

Gran Premio del Jurado 2018 en el Festival de Gerardmer en Francia.

INEFABLE FANTASÍA DE HORROR MAGISTRALMENTE REALIZADA.

Ficha técnica


Título Original: Ghostland 
BFDistribution Terror, suspenso Francia, Canadá – 1,31 hrs. 
Fotografía: Danny Nowak 
Edición: Dev Singh 
Música: Georges Boukoff, Todd Bryanton, Anthony d'Amario, Ed Rig 
Diseño Prod.: Gordon Wilding 
Actores: Crystal Reed, Mylène Farmer, Anastasia Phillips 
Guionista y Director: Pascal Laugier

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