jueves, 16 de febrero de 2017

Jackie - Por Musia Rosa

La muerte de John Fitzgerald Kennedy, el trigésimo quinto presidente de Los Estados Unidos de Norteamérica, es el hecho que da inicio a la historia que narra cinematográficamente el director chileno Pablo Larraín en su película que llamó “Jackie”, el nombre de la esposa del presidente asesinado, que murió prácticamente en sus brazos.

El relato de la viuda del presidente Kennedy al periodista Theodore White cuando la entrevistó, días después de su muerte, es lo que articula la historia del filme y que es narrada por ella desde la emoción que la embarga y el deseo consciente de registrarla en el tiempo presente y proyectarla al futuro del pueblo norteamericano, con el realismo, el dolor y la trascendencia que ella siente que los hechos acaecidos tienen.

Con el excelente guión de Noah Oppenheim (ganador del León de Oro en el festival de Venecia, por “Jackie”) y el inteligente montaje de Sebastián Sepúlveda (premiado por “Las Niñas Quispe” en Lima y Mar del Plata y nominado por “Jackie” en varios festivales), quien juega combinando los tiempo reales que van mostrando los hechos tanto en blanco y negro como en colores, es como se logra finalmente la perfecta unidad dramática que merece la trágica historia que conmovió al mundo el 22 de noviembre de 1963.

El filme tiene un impresionante verismo visual por la forma de mostrar los hechos, como el efecto de la bala directa a la cabeza del Presidente y la sangre que salpica el rostro de su esposa, que ella luego al verlas en un espejo las saca con energía y dolor. Son éstas, imágenes impactantes las que se reforzarán en la descripción de lo ocurrido, en la reiteración de las imágenes de las noticias y en la reacción de la familia y del gobierno, ante un hecho criminal de tanta conmoción pública en el país y el mundo.

Hay también dos escenas importantes en el filme, que evocan distintas situaciones de la vida del matrimonio Kennedy y que sugieren realismo e ilusión.

Una es el Feliz Cumpleaños que le cantan al hijo del matrimonio, frente a su torta con tres velitas, que evoca inevitablemente el Feliz Cumpleaños que Marilyn Monroe le cantó al Presidente Kennedy en su onomástico.

El otro momento es cuando Jackie escucha la música de Camelot, el Musical de Broadway, favorito del Presidente, ya que Camelot, el mundo legendario del Rey Arturo, donde reinaba el bien, fue relacionado míticamente con la presidencia de John F. Kennedy.

Notable la actuación de Natalie Portman (“Cisne Negro”), quien encarna a Jackie en el profundo dolor sentido ante la desgracia sufrida y en la dignidad y prestancia a que la obliga su origen aristocrático y el deber cívico, en el funeral de su esposo, unidos ambos sentimientos a la misión de vida que demostró sentir la viuda del Presidente, como un legado a las futuras generaciones, en tan aciagas circunstancias.

Por su parte la hermosa y sugerente música, compuesta por la cantautora inglesa Mica Levi para “Jackie”, es de una sutil densidad dramática, que jamás invade las imágenes, sólo acompaña los momentos de distintos matices emocionales en la narración fílmica, constituyendo el apropiado marco de solemnidad que el peso de la historia requería.

El gran realizador chileno Pablo Larraín (“El Club”, “Neruda”) ha logrado una extraordinaria película, desde el ángulo especial del que quiso enfocar la historia, con una novedosa e inteligente edición, para encontrar el ritmo y la cadencia precisa para impactar, emocionar y acercarse lo más posible a la realidad de esos cruciales momentos íntimos e históricos en la vida de Jaqueline Kennedy.

Ficha técnica

JACKIE
País: Chile, EE.UU.
Año: 2016
Duración: 95 minutos
TE+7
Género: Drama, Biografía, Historia
Actores: Natalie Portman, Peter Sarsgaard, Greta Gerwig, Billy Crudup, John Hurt, Gaspar Phillipson.
Director: Pablo Larraín

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